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Desenfreno
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Se encontraba Juanita acostada en su recamara, estaba triste porque había terminado con su pareja y es que Juan la había sorprendido cuando se había ido con un amigo a tomar un café y a platicar, la verdad es que el amigo hacia algún tiempo la andaba cortejando y ella se había resistido, porque su relación con Juan era buena, pero en esta ocasión debido a una pelea con Juan, ella decidió aceptar la invitación del amigo.

Y cuando Juan los encaró el amigo trató de defenderla y se liaron a golpes y al ser superado el amigo se fue dejándola con Juan, el cual le reclamo de mal modo por andar engañándolo con otro y ella sin más le dijo que era mejor ahí terminar y se fue a su casa.

Al enterarse su hermana la fue a acompañar y cuando Juanita le platicó lo sucedido, la hermana le dijo:

–Mándalos al demonio, vámonos a divertir, anda vístete y vámonos a un antro.

Así Juanita se arregló y cuando estuvo lista se fue con su hermana a un antro, donde estuvieron bailando y tomando la copa, hasta que su hermana que estuvo bailando con un joven varias veces le dijo que, si se iba o se quedaba, porque ella ya se iba con ese joven.

Y Juanita decidió quedarse a terminarse su copa y se sentó a su mesa para tomarse otra copa, y cuando estaba sola, se acercó un hombre no muy joven pero bastante bien parecido y la invitó a bailar y ella acepto y estuvieron bailando varias piezas y cuando llegaron a su mesa él le invitó otra copa y ella aceptó y empezaron a platicar, entonces él le dijo que eran tres amigos que los habían enviado de su empresa a hacer unos trabajos en la planta de ahí, y que ya se iban a su lugar de origen, pero que si ella quería la invitaban a terminar la fiesta en su hotel.

Y Juanita que no se encontraba de humor para estar sola aceptó y se fueron los cuatro al hotel donde se hospedaban todos y llevaron más alcohol, botanas y refrescos y ya ahí pusieron música y empezaron a bailar con Juanita y ella se empezó a calentar con las caricias que le daban los tres amigos cuando bailaban con ella y alguien dijo:

–Vamos a jugar a la botella y cuando a alguno le toque castigo, que se quite una prenda.

Si, si estuvieron todos de acuerdo y Juanita que ya estaba muy emocionada también, aceptó y así poco a poco se fueron quedando en paños menores y juanita ya muy caliente y completamente desnuda les dijo cuando le tocó otro castigo:

–Yo ya no tengo que quitarme, que hago y uno de ellos que también estaba desnudo, le dijo:

–No te preocupes yo te digo:

E inmediatamente la abrazó y besándola, le empezó a besar las chiches y a chuparle los pezones, entonces, ella como ya estaba muy excitada no solamente no se resistió, sino que cuando otro de ellos (el segundo) se acercó con la verga bien parada, se la tomo suavemente con las manos y se la empezó a chaquetear y el que la estaba besando le levantó las piernas y le dio varias metidas, el tercero se le acercó por el otro lado y ella sin pensarlo le besó la verga y metiéndosela en la boca mientras el otro se la cogía ella se la chupaba y se la mamaba mientras masturbaba al segundo, y así estuvieron hasta que el que se la estaba cogiendo se vino y cuando esto ocurrió el segundo que no se había venido con el juego de manos, la puso de a perrito y se la cogió, hasta que se vinieron, ella por tercera ocasión y él adentro de ella, y cuando terminaron el tercero, al que se la mamó, ya se había recuperado y abrazándola se la puso encima para cogérsela de palo ensebado, ella ya sin control se volvió a venir, pero siguió cabalgándolo hasta que él se vino también.

Cansados se durmieron un rato, hasta que el primero, le empezó a meter los dedos en la vagina, y ella al sentirlo abrió las piernas y jalándolo lo beso y le dijo:

–Si me vas a coger, de una vez porque todavía quiero más.

Entonces él levantándole una pierna se puso detrás de ella y le metió la verga, cogiéndosela sin que ella pusiera resistencia y cuando el segundo los vio se acercó y jalándola hizo que su compañero se zafara y él le metió su parado miembro teniéndola encima de él y el otro aprovechó para meterle la verga por el culo.

Juanita al sentir que la penetraban por detrás, gritó de dolor, pero poco a poco lo fue soportando, hasta que lo disfrutó tanto que se vino como nunca por la excitación de tener dos vergas dentro de ella al mismo tiempo.

Al terminar estos, el primero quiso cogérsela de forma tradicional y ella no tuvo inconveniente de que se la cogiera para aminorar el escozor en el culo, y como aún estaba excitada, se vino otra vez.

Se durmieron, y cuando despertó estaba sola en el cuarto, pero le habían dejado un recado agradeciéndole por todo el placer que les había dado, y le dejaron una tarjeta por si quería visitarlos algún día.

Al llegar a su casa, su hermana ya estaba ahí y le preguntó que adonde había pasado la noche y con quien y ella le dijo:

–Ay manita no te imaginas lo que me sucedió, y le platicó todo lo que había pasado con lujo de detalles.

A lo que la hermana le dijo:

–Que cabrona, ¿y no te dio miedo que te hicieran algo malo?

–Pues (le dijo Juanita) es que como ya estaba medio borracha ni lo pensé.

–Y su hermana le preguntó, ¿y Juan qué, ni te acordaste de él verdad?

La verdad no y ya no quiero pensar en él y como ahorita vengo toda super cogida y todavía en las nubes, lo único que quiero es disfrutar de lo vivido y si se me volviera a presentar la oportunidad, pues me la echo, porque no sé cuántas veces me vine, pero fueron muchas y fue delicioso.

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