Dos días habían pasado, no había tenido el tiempo suficiente de asimilar lo ocurrido con mis vecinos de la terraza de enfrente.
Era martes, estaba por terminar mi turno laboral en modalidad de teletrabajo. Estaba agotado sólo quería dormir, ya eran las 9 pm y no daba más de sueño, me fui a duchar, comí algo y me dormí.
Pasaron las horas…
Sentí un fuerte ruido que me hizo despertar, no atiné a nada, hasta que se cayó al piso un vaso que había dejado al borde la mesa. Estaba temblando, muy fuerte. Reaccioné, abrí la puerta, se escuchaban muchos gritos y llantos de niños. Habrán sido uno 30 segundos, pero fue un movimiento muy fuerte y ruidoso.
Ya todos más tranquilos, entré, miré la hora, eran las 2:30 am.
Pasaron 10 minutos, ya me había acostado, me había puesto un short y una camiseta de dormir. Nuevamente se sintió un ruido fuerte, duró algunos segundos, para pasar un movimiento mucho más fuerte, ahora si era terremoto, no hay duda -pensé yo-. Por un alto parlante nos indicaron bajar por las escalas y ponernos en un lugar de seguridad destinado para este tipo de eventos, ubicado cerca del estacionamiento.
Saqué lo primero que encontré para vestirme, un pantalón largo y bajé. Había mucha gente desesperada, sobre todo niños. Nos juntaron a todos en un círculo gigante, en todo el tumulto veo a mis vecinos de la terraza de enfrente, mi vecina estaba llorando desconsolada.
El joven me vio y me saludó con la mano, correspondí el saludo. Si había un mal momento para encontrarme con ellos era este.
Algo le dijo a mi vecina, la cual se limpió las lágrimas y me saludó.
Al cabo de unos minutos se acercaron a saludarme: “hola somos, Joel, y ella es Laura, mal momento para conocernos no?”.
Ellos estaban vestidos al igual que yo y casi toda la gente, en pijama. Joel estaba similar a mí, un pantalón largo y arriba una camiseta. En el caso de Laura, ella estaba con una bata larga, me imagino que debajo estaba con pijama. Aún es marzo y las noches siguen estando agradables, como para dormir ligeros de ropa.
Yo: “el peor momento, pero un gusto conocerlos. ¿Estás bien Laura?”.
Laura: “si, ya mejor y gracias por preguntar, me causan pánico estás situaciones”.
Yo: “es normal”.
Joel: “tuviste daños en su departamento?”.
Yo: “vi un vaso caer nada más, y ustedes?”.
Laura: “sentí una pared sonar muy fuerte”.
Habían pasado 30 minutos y la conversación se mantuvo entre anécdotas de casos anteriores parecidos a este.
Joel: “voy a subir, necesito saber cómo está todo”.
Lau: “me vas a dejar sola?”.
J: “no quedas sola, estás con el vecino”.
Lau: “pero él se subirá a su departamento también”.
J: “quieres venir vecino, subimos los 3 a mi casa?”, me dijo.
Yo: “bueno, subamos”.
Al llegar arriba notamos que había colapsado una pared, no estaba trizada, sólo se había salido de su lugar, el televisor colgaba, llegamos a tiempo y lo bajamos.
Laura lloraba, tenía pena. La intentamos calmar.
“No voy a pasar la noche acá”, dijo Laura.
Yo: “voy a ver como quedó mi hogar”.
Laura: “te podemos acompañar?”.
Yo: “si claro, vamos”.
Mi departamento estaba casi igual, recorrí todo y sólo vi algunas cosas que no estaban en ubicadas en su lugar habitual, nada más.
Joel: “que suerte tienes vecino”.
Laura: “no podemos quedar acá por esta noche”.
Yo: “si claro, el único problema es que tengo el sofá y mi cama solamente, pero nos podemos acomodar de todas formas”.
Laura: “no creo que duerma mucho esta noche, por mi está bien”
Joel: “gracias vecino”.
Dicho esto, nos pusimos a conversar, salimos a la terraza, y Laura me dice: “sí que tenías buena vista de acá vecino jaja”.
Eso rompió el hielo y nos soltamos a hablar otro tipo de cosas.
Yo: “alguna vez habían hecho algo así?”.
Laura: “sí, pero nunca con gente que pudiéramos conocer realmente. Las 2 veces que hemos hecho algo así han sido; una acampando en vacaciones con algún mirón desde bien lejos, y la otra en una carretera de noche, ¿recuerdas Joel? Jaja”. Ambos rieron.
Yo: “y que les hizo atreverse esta vez?”.
L: “mira, nosotros llevamos 1 año juntos, yo me separé de una relación de 10 años donde no podía ser yo misma libremente, a Joel lo conocí en el gimnasio y dejamos en claro que esto era para pasarlo bien en primer lugar y luego si resulta algo más, nos íbamos a vivir juntos”.
Joel: “y bueno a los 6 meses nos fuimos a vivir juntos, y aquí nos ves”.
Yo: “pero no me contestaron, ¿qué los llevó a coger en la terraza?”.
Joel: “Laura me contó el juego que tuvo contigo, me calentó saberlo”.
Laura: “bueno si jaja, le conté todo. Nosotros somos de fantasear mucho desde que nos conocimos, la verdad si te soy honesta partimos como amantes, hasta que preferí separarme. A Joel le excitaba saber cuándo me cogía con mi ex, le gustaba saber lo que hacía y ese tipo de cosas. Aunque no hacíamos mucho con mi ex a esas alturas jaja”.
Joel: “si jajaja Laura me contaba de vez en cuando las ganas que tenía de hacer cosas, pero su marido no se animaba, también otras cosas que hizo o intentó hacer, me calentaban mucho sus ganas”.
Laura: “y mis tetas!!!”.
Joel: “eso siempre, me gusta que use escote, mucho escote jejeje”.
Laura: “ves por eso me animo a hacer cosas jaja, este hombre despierta mi imaginación, bueno eso, y que es más joven y con más energía jaja, él tiene 25 y yo 36”.
Joel: “y no solo eso!!! ¿O no Lau?”.
Lau: “y su vergota ya! Lo dije, es grande, ¡lo sabemos!, esteee jaja”.
Yo: “vaya química entre ustedes dos jajaja, y habían hecho cosas arriesgadas alguna vez?”.
Joel: “en el gimnasio donde nos conocimos, hemos cogido varias veces en la ducha”.
Laura: “y la ves que me pediste que entrara al baño de los hombres Joel??? Jajaja”.
Joel: “una vez le dije que entrara al baño de hombres y se cambiara de ropa, sabía que luego entraría un chico, el cual Laura siempre le dedica miradas, ella entró, se duchó y se comenzó a secar. En ese instante entró el chico, yo me puse detrás a mirar todo en silencio, él se tocó la verga mientras veía a Laura”.
Laura: “y yo después hice como que lo descubrí jaja. Pero contigo fue diferente vecino”.
Yo: “en qué sentido diferente?”.
Lau: “no fue premeditado, simplemente ocurrió. Ocupamos esa fantasía varias veces con Joel en nuestras mentes”.
Joel, preguntó por mi baño, “es aquel, adelante, pasa”, señalando el baño le dije.
Cuando de un momento a otro los movimientos telúricos volvieron nuevamente a sentirse, mucho más sorpresivo y más fuerte que los anteriores, pero a diferencia de los anteriores, este fue bastante corto, tal vez fueron 5 segundos a lo más. Tiempo suficiente para que Laura que estaba de pie en la terraza diera un salto gigante hacía la persona que tenía más cerca, que afortunadamente en ese caso era yo.
Al abrazarme con mucho miedo pude notar que andaba sin sujetador, sentí sus pechos grandes a la perfección. Intenté no pensar en eso, la abracé con intensión de tranquilizarla. Pasaron unos momentos y Joel salió del baño, nos vio abrazados y dijo “por lo menos encontraste refugio jaja”, Laura sonrojada se fue alejando lentamente, me pidió disculpas.
Yo le dije, “no hay problema”.
Lau: “qué vergüenza, fue involuntario”.
Joel no pudo evitar fijarse en mi erección también involuntaria, y le dijo a Laura: “no creo que le haya molestado mucho a nuestro vecino tu abrazo, mira”, señalando mi erección, y bueno yo como les comenté, yo vestía short deportivo con un pantalón sobre él, por lo que un leve roce podría producir algo así.
Laura: “pero vecino jajaja no hice nada”.
Yo: “disculpen, es que te apegaste bastante a mi cuerpo y se sentí”.
Laura: “que sentiste vecino?!”
Yo: “ya sabes… tus pechos”, dije, algo sonrojado.
Laura: “jajaja es que no llevo sujetador, por eso los sentiste”.
Joel: “son grandes no?! Jaja, no te culpo, también me producen muchas erecciones”, luego de decir eso se acercó a Laura y le dijo algo al oído.
Laura: “quieres ver mi pijama?”, me dijo.
“Por supuesto!”, dije.
Laura abrió su bata y era un pijama de seda, bien apegado, por lo menos la parte de sus senos se marcaba mucho, se notaban claramente sus pezones.
“Que delicia vecina, se ven más grandes de cerca”, le dije.
“Y eso que no estás tan cerca, acércate y los ves mejor”, dijo Joel.
Laura se agarró sin reparos sus tetas sobre el pijama como ofreciéndomelas.
Joel le quita la bata, la deja en el sofá, “siéntate”, me dice.
Luego Joel se pone detrás de mi vecina, le sube el pijama y se lo quita. Laura estaba sin ropa interior, tenía un cuerpo increíble, unas tetas bastante grandes, pezones muy duros y marcados. Su pelvis estaba ligeramente con vello, muy bien recortado.
“Menos mal nos duchamos antes de acostarnos amor jaja”, le dice Joel.
“Jajaja estúpido! ¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?, dice Laura.
J: “claro, tu disfruta. Después de tal susto, esta noche debe ser tuya, siempre y cuando nuestro vecino quiera”.
L: “que dices vecino?”
Me atreví y me quité el pantalón y short a la vez, saliendo mi verga disparada, tenía una erección tremenda.
J: “alguien está más que listo”, Joel se fue a sentar en un sofá que está más aislado y al igual que el resto se desnudó, el también ya estaba erecto a más no poder. Y si, como adelanté en el relato, tiene la verga bien grande debo decir.
Laura no lo dudó, se arrodilló y se metió mi pene en su boca, lo chupaba como una experta, mientras Joel no paraba de masturbarse, todos estábamos en silencio, el único ruido en el ambiente era de la boca de Laura jugando con mi verga ensalivada, la cual ya estaba en su plenitud, grande, gorda, lubricada y con las venas bien marcadas.
Puse mis manos en la cabeza de Laura y le empecé a empujar mi verga contra ella, le di unas cuantas cogidas, su boca era deliciosa. A ambos les gustó que hiciera eso al parecer. Laura sacó su boca de mi verga y la puso en medio de sus enormes tetas. Si mamando era una bomba, con sus tetas no se quedaba atrás, era una mujer muy talentosa en el sexo.
Joel se pone de pie, pone a Laura en 4 sobre el sofá y le comienza a comer la vagina y ano desde atrás. Laura gemía y le dijo: “por favor mételo ya”, Joel no se hizo de rogar y le enterró la verga hasta el fondo, el gemido de Laura fue fuerte, “dame fuerte, mira lo caliente que me tienen, me estoy comiendo 2 vergas yo solita, dame fuerte”, le decía a Joel.
“Vamos a mi cama”, les dije.
Ambos se dirigieron a mi habitación. Joel se acostó en mi cama y Laura fue como poseída a su verga, se la metió muchas veces a su boca, pensé que Joel acabaría, pero no y me dijo: “te gusta la vagina de mi Laura?”
Yo: “siii se ve rica y mojada”
“No vas a saber eso si no la pruebas”, dijo Laura.
Cuando iba directo a comerme a esa rica mujer, Joel me detuvo con sus palabras y me dijo: “¡NO!, no quiero que te la comas. Métesela”. Laura subió hasta Joel y le dio un beso muy intenso y le dijo “Gracias, lo necesito”.
Me acomodé y le metí la verga, estaba tan mojada y caliente, ni se imaginan. Laura gemía tan fuerte, deben haber escuchado todos los vecinos.
“Ves, yo siempre te dije que tu podrías estar con 2 vergas”, le dijo Joel a Laura, mientras ella hacía todo lo posible por comerse la verga de su pareja entre gemidos.
L: “¡que rico, denme fuerte!”
Laura estaba como loca a esa altura, se puso de pie, y dijo “sí quieren que sea su puta esta noche, no me lo pregunten, sólo sométanme, quiero que me lleven al extremo”
Joel: “¡Sólo eso quería escuchar! Ven vecino ponte a mi lado. Y tú Laura arrodíllate y chúpanos la verga”.
Laura obedeció de inmediato, se metió mi verga a la boca mientras masturbaba a Joel, después cambió y se metió la verga de Joel a la boca, sin dejar de masturbarme.
Joel agarró del pelo a Laura y le cogió la boca bien fuerte. “Ahora tu vecino”, hice lo mismo. Laura se puso de pie y dijo “cójanme, penétrenme fuerte, los quiero duros dentro mío”. Se puso en 4, Joel se acercó y le empezó a comer el ano. Yo me quedé mirando la escena, Joel le metió 2 dedos como si nada y dijo: “mi putita está dilatada esta noche”.
“Así me tienen”, dijo Laura.
Laura con sus manos toma sus nalgas y me dice, “vecino quieres ver cómo me la meten por el culo?”
Joel: “estás segura?”
Laura: “¡muy segura! Cógeme rico”
Me ubiqué cerca del ano de Laura para ver la penetración, Joel fue acomodando su verga en el ano de mi vecina, primero la punta, mientras Laura se iba a acostumbrando de a poco a su tamaño, ella estaba con sus nalgas abiertas aún. Joel siguió metiendo su verga poco a poco.
Laura: “ya está entera adentro?”, dijo Laura con una voz entrecortada.
“Aún falta” dijo Joel.
Cambié de posición y me fui a sentar a la cama para ver las expresiones de Laura.
Joel siguió entrando, mientras la chica estaba con los ojos blancos, con una expresión de goce máximo. Al parecer tenían poco sexo anal o muy de vez en cuando, sólo para momentos especiales y este al parecer era uno.
Ya estaba completa adentro, Joel comenzó con sus embestidas, primero muy lento, Laura sólo se quejaba con su boca abierta y los ojos aún en blanco.
“Dame más fuerte, quiero sentirla”, dice Laura.
Joel cambió su actitud en un principio tranquila, a una actitud más ruda, la agarró de sus caderas y le metió la verga, ahora con más intensidad. Laura me dice, “ven acércate”, y me comienza a chupar el pene, me pasa la lengua por toda la punta. Mira a Joel y le dice: “¡más fuerte! ¡¡¡Lo quiero sentir todo!!! ¡Dame lo que quiero!”
Joel la coge con muchas fuerzas, ella gime fuerte agarrada de mi verga, ya no puede siquiera pasar la lengua y menos meterla en su boca, los gemidos y gritos se lo impiden.
“Ahora tu dale”, me dice Joel.
No lo dudé y me ubiqué detrás de mi vecina y metí mi verga a la primera, “así me gusta”, dijo Laura.
Sus palabras fueron silenciadas por la verga de Joel en su boca, ambos la cogimos fuerte, yo dándole por el trasero, Joel por la boca, tuvimos varios segundos de intensidad y fuerza. Laura quedó un segundo en silencio, y dijo: “quiero cumplir completa mi fantasía amor”, le dijo a Joel.
Joel: “Segura?”
Laura: “si, muy segura, cúmplanme mi fantasía”.
No sabía a qué se refería con certeza, imaginé que tenía relación con sus fantasías que tenían en la intimidad.
El chico se acostó en la cama de espalda, Laura que era un fuego en aquel momento, se montó sobre la verga de Joel y le dio varios sentones furiosos en poco tiempo, “estoy lista” dijo en voz alta. “Vamos vecino, métemelo por el culo ahora”. Nunca había pensado hacer algo así en la vida, pero estábamos tan calientes que ya nada lo cuestionábamos, por lo que en aquel momento acomodé mi verga en el interior del culo de Laura, mientras la de Joel estaba adentro de su vagina, nos comenzamos a mover, era increíble la sensación, se sentía todo ahí.
Laura: “por fin puedo sentir 2 vergotas grandes dentro de mí, ¡me siento tan puta! ¡que rico!”.
Yo estaba por acabar, pero aguanté con todas mis fuerzas.
Laura: “más duro chicos, ¡denme fuerte!”
¡Fuimos con todo!, lo de Laura ya no eran gemidos, eran gritos.
En un momento Laura empieza a temblar muy fuerte, le saqué mi verga de su ano y comienza a hacer movimientos cortos pero rápido sobre Joel y da el último gemido.
Laura: “¡Que rico estuvo!”
Joel: “acabaste fuerte amor”
L: “Es que fue más de una vez jajaja que delicia”, decía Laura mientras se tocaba toda, tenía las tetas duras, pezones en punta.
Laura se fue de la habitación, vuelve con su teléfono celular y lo deja en mi velador, “faltan ustedes y quiero recordar por siempre este momento” dice.
Deja su celular grabando, mientras ella se arrodilla para chupar nuestras vergas, mira a la cámara muy caliente y le dice a Joel “¿tenemos que terminar la fantasía no?”. Joel toma su celular y la graba comiéndose mi pene por completo, me pasa el celular y ahora yo los grabo a ellos mientras ella le hace sexo oral a él.
Laura: “quien primero? Quiero la leche en mis tetas como habíamos dicho amor”
Joel: “voy yo, ya no aguanto más”
Le agarra la cabeza a mi vecina y le mete la verga completa en su boca, Joel la saca se masturba cerca de su boca, Laura le pide la leche en sus enormes tetas, Joel se tensa por completo y le empieza a tirar muchos chorros de semen mientras yo sigo grabando toda la escena, entre sus enormes tetas se forma una buena posa de semen.
Laura suelta sus tetas y comienza a caer todo el líquido y me dice: “Ahora tú, lo quiero todo”. Joel agarra el celular y empieza a grabar. “Amor me lo puedo tragar?” pregunta Laura a Joel.
"Claro, disfrútalo”, dice Joel.
Laura agarra mi verga y la pone entre sus tetas llenas de leche, la comienza a chupar, la empuja de tal forma que llega hasta su garganta, no di más, tomé con fuerza su cabeza y le llené la boca de semen, fueron varios chorros calientes. Al terminar Laura seguía chupando hasta dejarla limpia, saca la lengua y dice mirando a la cámara del teléfono, “mira, me lo comí todo”.
Joel detiene el vídeo y se recuesta, Laura me pregunta si se puede bañar ahí, le señalo el baño.
Voy a la cocina a beber agua y salgo a la terraza, ya estaba amaneciendo.
En eso sale Laura desnuda de la ducha y me dice, “ojalá se repita”, me besa y se va donde Joel que se había dormido. Lo despierta y se van.
Ojalá volviera a temblar jeje.