No había estado en casa para ver a mis padres en más de un año. Últimamente mi vida no había ido bien. Rompí con mi novio con el que llevaba varios años y ahora sola con 25 años me sentía en la mierda. Conduje a casa de mis padres un viernes y fui recibida con cariño por mi papá.
"Tu madre aún no está en casa", me dijo.
Eso estaba bien para mí. Siempre habíamos sido cercanos y sentía que necesitaba hablar con él. Papá tomó mis bolsos y las colocó en mi antigua habitación. Nos sentamos y le dije todo lo que me paso y como me sentía. Le dije que estaba desconsolada y sola. Papá estaba mirando, era como si estuviera mirando todo mi cuerpo.
De hecho, me sonroje un poco. Vi que sus ojos vagaban por mi pecho, tengo pechos grandes y pensé que podría estar mirándolos.
"¿Está todo bien papá?"
"Es sólo que no te he visto en persona en mucho tiempo Jessica, te extrañe tanto", me dijo.
Me acerqué más a mi padre en el sofá y lo abracé. No sé cómo termino así, pero las manos de mi padre empezaron a deslizarse por todo mi cuerpo. Sentía escalofríos por toda mi columna vertebral. Pronto empezamos a besarnos el uno con el otro y podía sentir que mi coño se mojaba. Quería tener a mi papá y hacérselo saber:
"Tal vez deberíamos volver a mi habitación", le dije.
Nos levantamos y caminamos por el pasillo, fuimos a la cama y al poco tiempo ya mi papá estaba encima de mí. Nos volvimos locos, papá se estaba quitando la ropa y yo me quite mi top y mi sostén. Papá me sacó los pantalones y las bragas y cuando miré hacia abajo y vi la verga larga de mi padre está ya estaba media duro.
Mi padre estaba jadeando como un animal en celo. El agarro su miembro y lo frotó contra mi entrada. En ese momento todo lo que quería era su verga clavada en mi interior. No quería esperar más tiempo. Papá colocó su gran miembro en mí y la metió lentamente. Mi respiración podía oírse mientras el avanzaba en mi cuerpo.
Sentía la verga de mi padre apretando mi interior y como esta me alimentaba con cada centímetro que lograba avanzar. Allí estábamos follando en mi cama mientras papá me embestía fuerte con ritmo constante. Esto era muy diferente al sexo con mi ex novio. Quería que me usara como quisiera y fue justo eso lo que hizo. Me miró a la cara y luego enterró su verga dentro de mí por completo.
Grite por el dolor mientras esperaba que mi madre no apareciera ahora. Estaba siendo usado por mi papá, podía sentir sus grandes pelotas golpeándome el culo y me estaba gustando. Lo que pensaba en ese momento era que necesitaba que mi padre se venga dentro de mí. Papá siguió alimentándome con su miembro hasta que tuve mi primer orgasmo. Mi cuerpo temblaba de alegría.
"Por favor papá, necesito que te corras en mí!"
Papá no se perdió el tiempo y me embistió duro y rápido durante varios minutos. Me di cuenta de que los dos nos estábamos acercando a corrernos juntos. Fue entonces cuando sentí que mi papá inyectaba toda su carga de semen en mí. Sentí que había una cantidad interminable de leche que mi padre me estaba dando y su verga palpitando dentro.
Tomó algún tiempo antes de que ambos logramos calmarnos. Papá finalmente salió de mi cuerpo y algo de su semen salió de mi coño. Rápidamente me levanté y corrí al baño para limpiarme. Para cuando regresé, mi padre ya se había vestido.
"Tu mamá debería estar aquí en poco tiempo", dijo.
Volví a ponerme la ropa y los dos estábamos de vuelta en el sofá cuando llegó mi mamá. Ella estaba tan feliz de verme. Si supiera lo que acaba de hacer. Mamá preparó la cena y nos sentamos a comer. Esa noche mi mamá se fue a la cama, dejándonos a mi papá y a mí solos. Papá puso un dedo en mis labios y me dijo que lo siguiera. Bajamos al baño y nos quitamos la ropa otra vez.
Me arrodillé y me metí la verga en la boca. Estaba chupando de arriba a abajo por todo su pene hasta que se puso duro una vez más. Papá me hizo levantarme, el cerro la tapa de la lavadora y me levantó encima de ella. Separo mis muslos y luego me empujó su verga gorda una vez más. Me metió la verga por completo y luego la sostuvo allí.
Me podría volver adicta, eso era seguro. Tuve que tener cuidado y no gritar oír las embestidas que estaba recibiendo. A mi papá le gustaba ir tan duro como pudiera. Se quejaba mientras me llenaba una y otra vez. El resultado fue el mismo que antes. Papá se las arregló para correrse en mi coño. El me dejó su verga hasta que pude calmarme.
La quito y limpiamos el desastre que hicimos. Los dos nos vestimos y luego papá fue a su dormitorio y yo fui al mía. No podía dormir mientras sentía que la semilla de mi padre estaba todavía dentro de mí. Tuve que usar mis dedos para llegar al orgasmo una última vez antes de dormirme. Era difícil encontrar tiempo lejos de mi madre, él le dijo a mi mamá que íbamos a ir de compras por unas horas.
Ella lo creyó y terminamos en un motel. Nos acostamos y papá me hizo suya hasta que acabe 2 veces. Papá la metió detrás de mí y sentí su gran miembro contra mi agujero. Papá llenó mi coño esa tarde mientras gemía todo lo que quería. Papá se acercó y apretó cada una de mis tetas. Apretó y pellizcó mis pezones mientras yo tomaba cada centímetro de su hermosa verga.
Nos las arreglamos para hacer el amor 2 veces ese día. Papá se vino dentro dos veces y cuando terminamos mi coño estaba muy adolorido. Nos encontramos unas cuantas veces más pero desafortunadamente llegó el día en el tenía que volver a casa. Mamá y papá me abrazaron cuando me fui de vuelta a mi vida real.
Hablé con mi papá poco después de regresar.
"¿Qué vamos a hacer papá? No puedo vivir sin ti", le dije.
Mi papá dijo que tendríamos que idear algún tipo de plan para volver a vernos. Hasta entonces, tendríamos que hablar por teléfono entre nosotros. Estoy en casa y en la cama desnudo. Tendré que conformarme con usar mis dedos hasta que papá esté de vuelta en mi cama cogiéndome.