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De princesa de papá a pequeña puta de su amigo (Parte 2)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Al día siguiente, entre 7 y 8 am desperté desnuda entre sábanas con un profundo cansancio y toda adolorida de las piernas, al levantarme de la cama sentí como mis piernas temblaban de la actividad que había tenido por la noche, era un dolor y un cansancio rico, aunque en mi cabeza tenía una tremenda cruda moral, cómo era posible que mi primera vez hubiese sido de esa manera, cuando uno como mujer siempre piensa que su primera vez será con un chico de tu edad y algo romántico, pero para ser sincera no me arrepentía, en realidad era algo fuera de lo común, algo realmente morboso, pero en mi familia no deberían de enterarse.

Pasadas las 8 de la mañana mi hermano fue a buscarme a la habitación así que rápido me vestí, y me dijo que me había estado marcando al celular, y no contesté, me dijo que él tenía que irse a la competencia, que más tarde iría por mí al hotel y que hiciera uso hasta las 12 del día.

Entonces yo me quedé y pedí el almuerzo a mi habitación, más tarde tomé una ducha, y me quedé mucho tiempo en el jacuzzi descansando y relajando mi cuerpo, pensando en lo que había sucedido una noche antes así que comencé a tocarme muy lentamente, y estaba tan excitada que comenzaba a gemir, de pronto, se escuchó que tocaban mi puerta, no hice caso, así que continúe, pero en la puerta estaban muy insistentes, así que salí del jacuzzi, me enredé una toalla y fui a abrir la puerta pensando que era mi hermano, gran error, no pregunté quién era y al abrir la puerta era Alonso, yo salté del susto y caminé hacia atrás tomando con fuerza mi toalla, en ese momento sentí mucho miedo, él me miraba con mucha lujuria y deseo.

Entró a la habitación, cerró la puerta y caminó hacia mi, me dijo que le gustaban bañaditas y limpiecitas, y de momento me arrebato la toalla que tenía enredada en mi cuerpo dejándome totalmente expuesta hacia él.

Debo reconocer que sentí mucho, mucho miedo, pensando que abusaría de mi, pero a la vez estaba muy cachonda por lo que había estado haciendo en la ducha, pero estando consciente que en la noche anterior, por mi calentura yo había dado pie a que él se sintiera con derecho a volverme a tocar, porque me había comportado como una puta y había hecho todo lo que me había pedido, recordé que la noche anterior me dijo que sería su pequeña putita y yo solo sonreí.

Al dejarme desnuda completamente expuesta hacia él, se acercó poco a poco, y yo en un momento que quede como estatua, excitada y temerosa, me dijo que no había podido dormir por estar pensando en mi, que era hermosa, joven excitante y que estaba súper buena, que quería volver a cogerme, así que me cargó y me aventó a la cama, yo quedando con las piernas totalmente abiertas, él se quitó la camisa y vi que estaba muy bien, de pronto se quitó la bermuda que traía puesta y volví a ver su gran verga, la verdad se veía tan rica ahí colgando que anciana por ir a metérmela a la boca, solo que se subió sobre mi, abrió mis piernas y comenzó a penetrarme muy fuerte, yo solo apretaba los dientes y gemía como perra, oh dios, me cogía tan rico que hasta volteaba mis ojos de lo bien que lo hacía, colocaba mis piernas sobre sus hombros y sentía como su pene tocaba hasta lo más profundo de mi vagina.

Estuvimos un buen tiempo así, de momento me volteó poniendo mi cara cobre la cama y levantando mi culo, (que a esa edad la verdad estaba muy rico), dejando toda propensa mi cola y mi vagina hacia él, me dio mucho miedo pensando que lo metería en mi cola, aunque jugueteaba colocando su glande en mi cola dándole masaje en forma circular, y la verdad se sentía tan rico que no quería que lo dejara de hacer, pero finalmente lo volvió a meter en mi vagina dándome unas tremendas embestidas y a la vez nalgueándome de forma brusca yo gritaba como loca, y la verdad me gustaba mucho que me sometiera y me tratara cómo puta.

Finalmente me dijo que hiciéramos un 69, yo no sabía bien como era la posición, el me colocó, era tan excitante, rica, estimulante, provocadora esa posición que lo único que quería era meter toda su verga a mi boca, la metía hasta mi garganta, hasta sentir ahogarme, de pronto ambos no pudimos más y vacío toda su leche en mi boca, yo no sabía qué hacer, así que escupí, me dijo que me la volviera a meter a la boca, así lo hice estuvimos mucho tiempo así, pensé que se le bajaría la erección, me cargó con las piernas abiertas y fuimos a la ducha, nos metimos en el jacuzzi y volvió a cogerme hasta correrse de nueva cuenta dentro de mi, la verdad me dejó toda exhausta aquella mañana, estuvimos en el jacuzzi mucho tiempo, le dije que dos veces se había corrido en mi, una noche anterior y esa mañana, me dijo que ya no podía tener hijos y que podíamos hacerlo a placer.

Dadas ya casi las 12 del día tenía que desocupar la habitación así que me disponía a vestirme, un vestido entallado y tenis deportivos, me dijo que no me pusiera ropa interior que solo fuera el vestido que quería verme muy muy sexi, no sé porque razón pero obedecía a todo lo que me pedía.

Llegamos al lugar de la competencia de los autos, llegué con él, al fin nadie sospecharía de los integrantes del club que entre él y yo pasaría algo, muchas personas me observaban por mi atuendo pero yo no decía nada, me agradaba que me vieran.

Al finalizar el evento mi hermano estaba algo tomado, por lo cual Alonso le dijo que yo me regresaría con él, porque ya estaba algo mal, que según no me iba a exponer, así que regresé en el coche con él, en el camino me dijo que quería que fuéramos pareja, le dije que lo que había pasado, había pasado por qué mi papá no había viajado con nosotros y que no podíamos debido a que la diferencia de edad, muchos pondrían el grito en el cielo, me dijo que quería que fuéramos pareja con derechos y que él se las arreglaría para verme.

Ya cayendo la noche sobre la carretera, comenzó a tocarme las piernas y a meterme la mano, tocando mis labios vaginales, me pidió que se la mamara y la verdad solo sonreí, recogí mi cabello, bajé mi vestido y me dispuse a mamarle su pene, rico y sabroso, de arriba hacia abajo, me dijo que quería que lo hiciera terminar en mi boca, estuve 20 minutos comiéndome su verga tratando que se corriera en mi boca, la verdad me sentía humillada estando haciendo una felación en el auto, pero la verdad me encantaba sentirme humillada, hasta que por fin lo logré, vacío todo su semen en mi boca y mi garganta que lo único que hice fue tragarme toda su leche y limpiarle con mis labios y mi lengua, fue tan rico que también me moje de la excitación, me tomó del cabello muy fuerte hacia atrás, y me dijo ‘mira escuintla, de hoy en delante serás mi putita, serás mi perrita y te voy a coger como yo desee, así que tendrás que decir algunas mentirillas para vernos de vez en cuando’, me dijo que desde ese momento le dijera papi y solo sonreí, la verdad no quería negarme a nada.

Llegamos a la ciudad dadas las 12 de la noche en todos las autos, llegando a la sede del club de ahí yo manejé el auto porque mi hermano había ido todo el camino tomando, llegamos a casa y ahí terminó mi primer fin de semana lleno de sexo, más adelante Alonso comenzó a hacerme su sumisa…

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