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De la venganza a la pasión
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Mi nombre es Kristal, tengo 23 años y vivo felizmente con mi novio Luis que tiene 25 años por la confianza, respeto y lealtad que teníamos o eso pensaba yo.

Antes nos vamos a describir: yo soy de 165 de cabello castaño corto hasta los hombros, de ojos color miel, piel bronceada, abdomen plano por el gym, tetas medianas (casi grandes) firmes de pezones marrón claro, un culo bastante firme (que es mi mayor atributo) mi coño un poco marrón (combinaba con mi bronceado) bien depilado y mis piernas tonificadas tranquila juiciosa y trabajadora. Luis mide 170 de piel blanca y ojos claros, de cabello corto y rubio con rulos, abdomen tonificado y una verga de 20 cm pero poco gruesa, trabajador pero muy alocado o fiestero.

Nuestra vida sexual es muy activa desde que le entregué mi virginidad, cada que podíamos cogíamos desenfrenadamente aunque no me hacía explotar de placer pero me satisfacía bastante cuando usaba su lengua en mi coño mientras amasaba mis tetas y a veces hacíamos varias posiciones pero las más frecuentes eran el misionero y en cuatro patas (que me excita mucho). Una vez me dijo que si quería probar por el culo, claramente le dije que no estaba lista para ese paso pero le avisaría cuando este lista para intentarlo.

Un día en el trabajo estaba aburrida y no había nada que hacer así que me puse a investigar sobre el sexo anal y encontré mucha información en especial lo que era la limpieza, el juego previo y muy importante el lubricante. Al ver esto me excito y me motivó a querer practicarlo con el amor de mi vida y de milagro pude salir temprano pero antes pase por un sex shop una ropa interior de encaje negro y el lubricante entonces me dirigí hacia la casa para tenerle una sorpresa pero al llegar la sorpresa era para mi, escuche unos gemidos que venían de la habitación y en silencio fui revisar que por lo que me dejó pasmada era Luis me estaba haciendome infiel se estaba cogiendo a una rubia en cuatro patas. Me quedé paralizada al ver lo que pasaba que cuando reaccioné me fui en silencio llevándome todo lo que compré no antes sin tomarle una foto de lo que vi.

Me senté en un banco en el parque a llorar por lo que vi, en eso escuché una voz bastante familiar.

– Estas bien, porque estas llorando.

Al levantar mi cara vi que era Henry el hermano mayor de Luis.

K: No, no estoy nada bien, tu hermano es un maldito infeliz.

H: Que hizo el tarado ese.

K: Lo encontré siendome infiel.

Y le mostré la foto y vi que reaccionó de una manera que no esperaba.

H: No puede ser la conozco.

K: De que hablas de donde la conoces.

H: Entrena en el mismo gimnasio que Luis.

K: ¿Acaso entrenan juntos?

H: Se ayudaban mutuamente pero nunca pasó a más eso. Lo siento mucho Kristal.

K: Me enfurece demasiado porque había planeado una sorpresa que se que le iba a encantar.

H: Estoy igual, él nunca a sabido valorar lo que tiene y siempre a sido así. Y vas a hacer.

K: Le voy a enseñar que el costo de traicionar a alguien quien daría la vida por él es muy cara.

En ese momento algo despertó en mi que él nunca había visto antes y comenzar a planear mi venganza. Espere hasta la noche y llegue a casa como si nada, Luis al verme me beso de manera apasionada le respondí de igual manera aunque por dentro lo quería matar.

Espere hasta el fin de semana en la noches para llevar acabo mi venganza, planeaba todo al pie de la letra hasta que llegó la hora. Me vesti con el vestido negro de tirantes que a él le encanta y debajo la lencería le había tenido como regalo. Al ver que Luis llegó lo recibí con un enorme beso y no se le notaba cansado. Por lo que le dije:

K: Espero que no estés cansado porque tengo una sorpresa para ti.

En tono coqueta y juguetona.

L: Por supuesto que no y la verdad comí algo antes de venir así que quiero saber que es lo que tienes para mi

Lo lleve hasta la silla que esta en medio de la sala y lo senté me dirigí hacia mi bolso y de ahí saque tres pares de esposas y lo até de los brazo detrás de lisa y los pies a las patas, también le coloque una mordaza en la boca.

K: Quiero que te quedes quieto, solo observa y espera lo mejor.

Puse música y empezó a sonar "Lento de Daniel Santacruz" y comencé a bailar enfrente de él de manera tan sensual que pase mis manos por todo mi cuerpo de pies a cabeza y a la mitad de la canción iba bajando el cierre del vestido y quitandomelo lento dejando ver mi hermoso cuerpo en lencería. Notaba como Luis me devoraba con la mirada y esperando a que lo liberará. En cuanto terminó la canción llegó la sorpresa inesperada a lo que le dije a Luis.

K: Llegó tu regalo mi amor.

Él asintió con la cabeza y me dirigí hacia la puerta y ahí me lo encontré a él de 180, piel blanca de ojos claros cabello rubio corto estilo militar con tatuajes en el hombro de abdomen tonificado y musculoso muy bien perfumado. Lo deje pasará dejando que Luis quedará en shock al ver quien era. Henry su hermano mayor que accedió con gusto y Luis sin saber que pasaba.

K: ¡Sorpresa cariño! tu regalo es ver como disfruto con tu hermano.

Luis miraba con ira y a mi y a Henry, pero él lo miraba con malicia. La mano derecha de Henry en mi mejilla izquierda hizo que girará dandome un beso apasionante por lo que respondí del igual manera mientras sus recorrían todo me cuerpo por encima de la lencería y yo le iba quitando la camisa dejando ver ese cuerpazo bien desarrollado, proseguí bajando primero su pantalón solo quedando en bóxer que debajo veía su vergota de 25 cm y muy gruesa sin ningún rastro de bello púbico.

Cuando le quite sus bóxer ese garrote salio disparada a mi cara, hice que se sentará en el sofá que estaba de lado izquierdo enfrente de Luis y comencé besando y chupando su glande después fui bajando con mi lengua por su tallo hasta llegar a los testículos y los chupaba y saboreaba piruetas, entonces volví a subir por su tallo hasta la punta comencé a introducirlo más profundo aunque que era difícil por lo que no estaba acostumbrada a este tamaño, Henry me ayudaba empujando mi cabeza despacio pero solo lograba llegar hasta la mitad, lo sacaba y veía lo babeado que esta y lo volvía a meter en mi boca así duramos por 7 minutos y Luis estaba encabronado y seguí subiendome encima de Henry nos besabamos de manera excitante por lo que después fue besando besando mi cuello tan rico de Luis nunca logró hacerme sentir de esa manera mientras sus iban desabrochando mi sostén dejandole ver mis jugosas y firmes tetas, prosiguió a besarlos, amasando, chupando, pellizcando y mordiendo que causó mi primer orgasmo.

Cuando me recupere me puse de pie quedando mi coño enfrente de la cara de Henry, corriendo mi tanga y comenzó a saborear mis jugos y usando sus dedos me los metía y a veces jugaba con mi esfinter, después proseguí a sentarme de nuevo pero esta vez agarré su verga hasta mi entrada con la tanga a un lado y fui bajando sentía como iba entrando lentamente creyendo que no me cabría toda pero traspasó el límite que Luis solo llegó y me entró toda, espere unos minutos para acostumbrarme y comencé a subir y bajar despacio mientras tenía las manos de Henry en mi cintura, y ayudaba a subir la velocidad por lo me empezó a embestir estando encima de él al ritmo en que me daba me hacía gemir (casi gritar) que sonaban por toda casa que me hizo llegar mi segundo y enorme orgasmo que moje mi tanga y lo mojé a él. Me sentía espléndida que me recosté encima de Henry abrazándolo. Luis aún llegó de rabia se calmo pensando que ya había terminado pero solo era la mitad de lo que se merecía, por lo que me acerqué al oído y le susurré.

K: Quería mi primer anal fuera con él. Ahora quiero que seas tú el que me rompa el culo.

H: Será todo un honor serlo.

K: Pero ten cuidado.

H: Tranquila me aseguraré de cuidarte y hacer que goces.

Lo dijo en un tono que me hizo sentir segura con él. Me levante de Henry y me puse en cuatro enfrente dándole la cara Luis, lo siguiente que pasó fue que Henry me quito lentamente la tanga mojada de mis jugos y comenzó a lamer y chupar mi culo mientras veía la cara de repulsión de Luis y no le quitaba la de encima. En eso Henry toma la botella de lubricante se unta en los dedos y me los empieza meter. Primero uno después dos y tres y finalmente llego la hora. Mientras Henry se untaba la verga de lubricante y veía a Luis con malicia y le decía.

K: ¿Que frustrante no? Sabiendo que lo que anhelabas demasiado te es arrebatado por alguien más y ese alguien sea tu hermano que me a hecho explotar de placer. Algo que tú no lograbas hacer.

Henry se acomodó y fue introduciendo su verga en mi culo. Sentía como iba entrando lentamente, escuche que la mayoría les dolía la primera pero a mi me estaba encantado. Cuando entro todo espero a que me acostumbrará y luego comenzó el bombeo despacio pero estaba tan caliente que le dije.

K: No seas cortes y dame duro.

A Henry le sirvió como señal y empezó aumentar el ritmo que sin darme cuenta ya me estaba embistiendo de manera desenfrenadamente tomándome de los hombros y dandome nalgadas que me fascinaban que me hizo llegar al tercer orgasmo más explosiva que la anterior y seguía dandome pero esta vez me tomó del cuello haciendo que mi espalda tocará su pecho por lo que siguió embistiendome, ambos mirábamos a Luis demasiado eufórico y por poco casi él se viene pero le dije que esperará un momento y le pedí que soltara. Con mis piernas temblando gatee hacia Luis tratando de subir y sentarme en sus piernas por lo que Henry con caballerosidad me ayudo. Le quite un momento la mordaza a lo que Luis comentó encabronado.

L: ¿Porque lo hiciste? Se supone iba a ser yo quien te penetrara el culo pero me traicionaste.

Henry me paso el celular donde tenia la foto y se lo mostré con rabia en mis ojos a lo que respondí.

K: Tu me traicionaste te entregué todo de mi nunca fue suficiente para ti.

Me le acerqué al oído y le dije.

K: Y el costo de esa traición es muy cara.

Le coloque de nuevo la mordaza e indique a Henry que terminará con ella ahí sentada. Henry tomó el lubricante y se lo aplico de nuevo, se acomodó detrás de mi y de una sola estocada me lo introdujo hasta el fondo haciendo que gritara de placer y me embestia aún ritmo acelerado mientras yo gemia en el oído de Luis, fue tan placentero que nos vinimos al mismo tiempo. Sentí como una enorme cantidad de leche entraba por mi culo mientras le una gran mancha de jugos a Luis. Henry beso de manera apasionada haciendome creer como si me amaba. Y como un caballero me retiro cargándome en sus sentándome en el sofá.

Nos quedamos unos minutos descansando, por lo que después miré a Luis y dije.

K: Henry liberalo y que se largue.

Henry al desatarlo Luis diciéndole.

H: Nunca supiste valorar las que tiene y ahora los haz perdido.

Luis casi se aventó hacia a mi queriendo agredirme pero Henry lo detuvo de un golpe. A lo Luis dijo.

L: ¡Vayanse los dos a la mierda, ademas tengo mejores culos que probar!

Tomó sus cosas y se largo estrellando la puerta. Al escuchar eso caí en cuenta que yo no era así y aunque lo tenía merecido no pude evitar entrar en llanto diciendo.

K: Yo no soy así, soy peor que él.

En eso Henry se acerca a consolarme.

H: No digas eso. Es verdad que él se lo merecía, pero no eres como sino mejor.

Me abrazo y me beso en la frente, era tan amable y gentil conmigo aunque se lo conocía como alguien serio y frío.

Me seco las lágrimas, me cargo hasta la ducha y nos bañamos los dos o más bien él me bañaba porque no podía sostenerme y me limpio cada una de mis zonas y yo solo me agarraba de su cuello abrazándolo y no pude darle un beso lento lo cual él recibió igualmente.

Salimos de la ducha hacia la habitación, me ayudo a colocarme la pijama y le dije.

K: ¿Te quieres quedar conmigo por favor?

Henry sonrio y me respondio.

H: Seria un placer para mi.

Nos acostamos y él me abrazo hasta quedarnos dormidos. Al despertar me di cuenta que no estaba creí que se había ido pero escuche algo y me levante a revisar, lo que encontré me emociono. Era Henry preparando el desayuno y me vio.

H: Buenos días bella durmiente. ¿tienes hambre?

Asentí con la cabeza y me fui a sentar, pero primero me di cuenta que todo estaba ordenado. El llegó con los desayunos y se sentó al lado mío.

H: Hice un poco de orden porque no toleró el desorden en donde sea que esté. ¿Y tú dormiste bien?

Yo feliz le respondí.

K: Gracias a ti pude descansar.

H: Me alegro.

Me tomó de la mano y me dijo.

H: Cualquier cosa necesites cuenta conmigo, porque aunque no lo creas no estás sola.

Al escuchar eso me di cuenta que en una parte de mi lo amaba y él a mi. Hoy en día ya llevamos tres años él se comporta como un caballero y me trata como una reina y yo le respondo de igual manera ayudándolo cuando lo necesite. Pero en la cama olvidemos los modales y cogiamos la misma pasión que la primera que estuve con él. Y de Luis no volvimos a saber nada de él, solo que le gusta estar de fiesta en fiesta. Pero eso ya no nos interesa.

FIN

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