¿Qué tanto estarías dispuesto a hacer por alcanzar aquel puesto de trabajo que tanto deseas? ¿Estarías dispuesto a hacer lo que sea (y cuando digo lo que sea es LO QUE SEA) con tan de cumplir tu más ansiada meta? Pues esta historia habla un poco sobre eso, sobre una milf que, con tal de lograr su más ansiado objetivo, termino cayendo en la más absoluta depravación.
En una casa como cualquier otra, habitaba una pequeña familia conformada por:
Olga (42 años): una milf gruesa y muy alta, de cuerpo atlético, musculoso y femenino, cabello rubio, ojos celestes, piernas gruesas, pechos grandes, y un culo gordo y parado. Ella es muy dedicada a su trabajo como oficinista en una agencia de seguros, y su aspiración más grande es ser la gerente dela empresa, lo que le daría muchos beneficios (un sueldo más alto, estacionamiento reservado, vacaciones pagas, etc.) y un mayor estatus social. Solía estar casada pero se terminó divorciando.
Nelson (18 años): Es un joven amable, bajito, y con un cuerpo delgado y poco musculoso. Termino la secundaria hace relativamente poco y aún no ha podido decidir qué carrera seguir.
Nuestra historia comienza una tarde en la que Olga acababa de regresar a su hogar después de un duro día de trabajo. La milf musculosa vestía con una camisa blanca y ajustada que ayudaba a resaltar sus músculos y sus enormes senos, una minifalda negra que apenas podía retener sus gigantescas nalgas, y usaba tacones altos que hacían destacar sus largas, gruesas, y musculosas piernas.
“¡Nelson, ya volví!” exclamo la madre, mientras se sacaba sus tacones y dejaba su maletín en el suelo
“¡hola, mama, bienvenida!” exclamo el hijo, quien se puso en punta de pie para saludar a su madre con un beso en la mejilla (Olga era tan alta en comparación a su hijo que este le llegaba a la altura de los senos) “¿Cómo te fue en el trabajo?”
“¡muy bien, y te tengo excelentes noticias!” exclamo ella, contenta “te lo explicare en la cena”
Un rato después, madre e hijo se sentaron a comer, y Olga, con mucha emoción, le comenzó a contar a su hijo lo que le había ocurrido.
“¡mi jefa me llamo a su despacho esta mañana, y me dijo que está considerando seriamente darme el puesto de gerente a mí!” exclamo ella, emocionada
“¿de verdad?” pregunto Nelson, contento “¡te felicito, mama! ¿y cuando te dirá si te da el puesto o no?”
“dijo que aún lo tiene que pensar, pero que me tendrá en mucha consideración” dijo Olga “por cierto… Nelson… ¿tienes algo que hacer mañana temprano?”
“no ¿Por qué?”
“bueno… mi jefa sabe que yo soy madre, y me dijo que estaría interesada en conocerte y en hablar contigo, así que me preguntaba si podrías acompañarme mañana al trabajo”
“¡Por supuesto, no tengo problema! Lo que no entiendo es porque tu jefa quería verme”
“no lo sé, a lo mejor quiere saber cómo soy como madre, lo cual creo que serviría para definir si soy apta para el cargo de gerente o no”
Al día siguiente, por la mañana, madre e hijo van a las oficinas de la empresa, Olga deja a su hijo en su cubículo de trabajo y se va al despacho de Emira, su jefa, la cual era una mujer afroamericana con un cuerpo muy similar al suyo.
“¡buenos días, jefa!” exclamo la rubia
“buenos días, Olga ¿Cómo estás?” pregunto amablemente la mujer “¿hiciste lo que te dije que hicieras?”
“si, ya traje a mi hijo, está esperándome en mi cubículo”
“¡excelente! Cuando te de la señal, llévalo a la sala de reuniones, y luego ya sabes que hacer. Estaré viendo todo desde mi oficina”
“¡como ordene, jefa!”
“Por cierto ¿estas segura de que quieres hacer esto? Mira que luego no me hare responsable si te arrepientes”
“por mí no hay problema” dijo Olga, con confianza “¡ya le dije que estoy dispuesta a lo que sea con tal de que me del puesto de gerente!”
“¡esa es la actitud que me gusta!” exclamo Emira, contenta “entonces quedamos así”
Un rato después, cuando llega la hora de almorzar y aprovechando que todos los empleados se habían ido al comedor de la empresa, la jefa le manda un mensaje a Olga, y esta lleva a su hijo a la sala de reuniones. Dicha sala era una habitación amplia sin ventanas, la cual tenía una larga mesa de madera y con unas cuantas sillas.
“¿Por qué me trajiste hasta aquí, mama?” pregunto Nelson, con curiosidad “¿Cuándo veré a tu jefa?”
“de hecho, ella ya nos está viendo, desde la única cámara de seguridad que ahí en toda la habitación” dijo ella, y señala la cámara “espera que le demos un gran espectáculo”
“¿Cómo que espectáculo?” pregunto él, confundido
“¡espera vernos coger como animales!” exclamo Olga, mientras se desabrochaba la camisa y su sostén, dejando libre sus enormes y pesadas tetas.
“¡QUE!” grito Nelson, sorprendido “¿a qué te refieres?”
“veras, hijo, resulta ser que mi jefa es amante del incesto entre madres amazónicas e hijos debiluchos, y ella me prometió darme el puesto de gerente si le daba un espectáculo porno en vivo, por eso te pedí que me acompañaras” explico ella, mientras se acercaba con firmeza a Nelson “¡así que quítate los pantalones ahora mismo y démosle a ella lo que quiere ver!”
“¡ni se te ocurra acercarte o gritare!” exclamo él, preocupado
“hazlo si quieres, pero nadie te oirá. Esta sala de juntas fue diseñada para que ningún sonido que previniera dentro de ella se pudiera escuchar en el exterior ¿Por qué crees que te traje hasta aquí?”
Rápidamente, Olga se abalanzó sobre su hijo, lo levanto con mucha facilidad, lo acostó boca arriba sobre la mesa de la sala y, de un solo movimiento, le quito su pantalón y su ropa interior. La sorpresa que se llevó la milf fue mayúscula al ver la tremenda verga de su hijo, la cual venia acompañada de dos inmensos y pesados testículos.
“¡Puta madre, que inmensa que la tienes!” grito Olga, sorprendida “¡dios, jamás vi algo tan inmenso!”
“¡mama, no hables así!” exclamo Nelson, sonrojado “¡haces que esto sea aún más vergonzoso de lo que ya de por si es!”
“¿te digo algo? Antes dude si cometer incesto o no pero, después de ver la verga que te cargas, ahora no me queda ni la menor duda: ¡quiero de hacer de todo contigo!”
“pero… pero…”
“¡pero nada! Solo relájate y disfruta ¡deja que mami se ocupe de esta manguera de bomberos que tienes por pito!” exclamo la madre, y lamio el cuello de Nelson
Rápidamente, Olga le dio un intenso beso a Nelson, en el que sus lenguas se entrelazaron. Dicho beso provoco en Nelson una gran erección, la cual Olga vio de forma lujuriosa y lasciva.
“¡eso no está bien, esto no está bien!” exclamo el joven, quien intentaba retener toda la excitación que sentía
“¿y qué importa que no esté bien? ¡Lo que importa es que se siente muy bien!” exclamo Olga, y soltó un tremendo escupitajo contra la verga de su hijo, lo que le hizo a este emitir un leve gemido “y, a juzgar por tu expresión, creo que te sientes muy bien aunque lo niegues”
La milf envolvió la verga de su hijo con sus enormes tetas, y le empezó a hacer una para rusa mientras le daba una gran mamada. Nelson, con la cordura que aún le quedaba, intento detener a su madre, pero esta le agarro las manos, se tiro más adelante. Luego, Olga centro su atención en las bolas de Nelson, las cuales lamio, chupo, y escupió.
“¡se ve que fuiste un buen chico y no te has masturbado!” exclamo ella, mientras le mordía levemente un testículo al joven “¡estoy ansiosa por dejar estos hermosos huevos sin una sola gota de semen! Pero primero quiero que me devuelvas el favor”
“¿de qué favor estás hablando?” preguntó el joven, confundido
“yo te hice sentir bien, ahora quiero que tú me hagas sentir bien a mí con tu lengua”
“¡lo hiciste porque quisiste, yo no quiero esto!” exclamo Nelson, indignado
“eso no te lo crees ni tú mismo ¡ahora has tu trabajo!” exclamo Olga, quien agarro la cabeza de su hijo y la coloco contra sus abdominales perfectamente marcado “¡pasa la lengua por aquí!”
Nelson, con mucha excitación y vergüenza, acato la orden de su madre, y le comenzó a besar y lamer los abdominales. Olga utilizo la lengua de su hijo como si de un juguete sexual se tratase, forzándolo a este a lamerle no solo los abdominales, sino también los bíceps, los muslos, las tetas, y el cuello.
“¡que linda lengüita tienes!” exclamo Olga, quien le dio un beso de lengua a Nelson, el cual fue tan intenso que a ambos se les corto el aliento “¡quiero todavía mas de ella!”
Olga hizo que su hijo se acostara boca arriba, con la cabeza apoyada sobre el borde de la mesa de reuniones, y se levantó levemente su falda en frente de la cara de él, mostrándole no solo que nunca había usado ropa interior, sino también dándole una vista perfecta de su coño húmedo y perfectamente depilado.
“¡fuera ropa!” exclamo ella, mientras le sacaba la remera a Nelson, dejándolo completamente desnudo
“¡ya basta, esto ya es demasiado!” exclamo Nelson, quien ya no podía aguantar la vergüenza que sentía “¡esto es muy humillante!”
“tú te quejas de lo humillado que te sientes, pero tu verga sigue tiesa como un mástil, además de que tampoco has puesto mucha resistencia” dijo Olga, mientras le masajeaba los pezones a Nelson “¿será que, en realidad, te gusta ser violado pero tienes miedo de admitirlo?”
“¡cállate, yo no…!” exclamo el joven, pero no pudo terminar su frase, pues su madre lo callo violentamente, obstruyendo su boca con su coño
“¡solo sigue chupando y cállate!” exclamo ella, mientras refregaba su coño contra la boca de Nelson, al mismo tiempo que le masajeaba y le pellizcaba los pezones.
La milf gimió con fuerza al sentir la lengua de su hijo estimulándole el clítoris y, tras un buen rato de estar recibiendo sexo oral, ella se dio vuelta, se levantó un poco la parte trasera de su minifalda, y se sentó en la cara de Nelson.
“¡chúpame el culo, hijo de puta!” exclamo ella, mientras presionaba con fuerza sus nalgas contra el rostro de su hijo.
Nelson, con rabia y excitación, acato la orden de su madre, primero pasándole la lengua alrededor de su ano, y luego metiéndola tan profunda como pudo dentro de este.
“¡eso es, buen chico!” exclamo Olga, entre gemidos de placer “¡has que mami se venga! Démosle a la jefa la visión de un excelente orgasmo”
Luego de varios minutos de un intenso y largo beso negro, Olga tuvo su primer orgasmo, y fue recién allí cuando despego su culo de la cara de Nelson.
“¡yo… no se cuanto pueda aguantar… ya es suficiente…!” exclamo Nelson, agitado “¡esta sensación entre culpa, vergüenza, y placer que estoy sintiendo me está matando por dentro!”
“pues aún no hemos terminado” exclamo Olga, quien agarro las piernas de su hijo “aún falta el plato fuerte del espectáculo y el que mi jefa más ha estado esperando: ¡Una larga e intensa sesión de sexo anal!”
“¡no lo hagas, mama!” suplico el joven “¡no quiero perder mi virginidad de esta manera!”
“¡pues lamento decirte que no tienes opción!” exclamo ella, completamente eufórica por la excitación del momento, mientras se quitaba la falda “¡Te guste o no perderás la virginidad en el culo de tu madre!”
Antes de comenzar el último acto de su video, Olga se subió a la mesa de la sala, se dio vuelta, y le muestra a su jefa y a su hijo su gigantesco culo el cual, en su nalga derecha, tenía escrito “madre violadora” con lápiz labial y en letras muy grandes y llamativas.
“¡creo que no existe mejor frase que me defina mejor que esta!” exclamo Olga, mientras se nalgueaba a su misma “¡te sacaste la lotería al tener una madre tan degenerada y con un culo tan grande, Nelson!”
Rápidamente, Olga se tiro sobre su hijo, se colocó encima de él, se puso en posición amazónica, y empezó a tener sexo anal intenso arriba de la mesa de la sala.
“¡me duele el pito, tu culo es muy apretado!” exclamo Nelson, entre lágrimas “¡siento que me va a triturar la verga!”
“¡solo relájate, que ya viene lo bueno!” exclamo Olga, mientras le daba fuertes sentones al joven, y luego escupió dentro de la boca de este.
Los sentones de Olga fueron aumentando progresivamente su ritmo, de lo más bajo a lo más alto y, mientras más rápido se metía y se sacaba la verga de su hijo del culo, mas temblaba la frase “Madre violadora” que tenía escrita en las nalgas. Tras un buen rato de sexo anal intenso, Olga decidió cumplir un último fetiche, pero no uno que su jefa le había ordenado que hiciese, sino una propio que deseaba concretar.
“¡maulla como un gato!” ordeno la milf, entre gemidos y sentones
“¿Qué… que…?” pregunto Nelson, quien tampoco podía dejar de gemir al sentir los bruscos movimientos de su madre
“¡Dije que maullaras como si fueses un gatito!” grito ella, mientras lo estrangulaba con su brazo derecho “¡Maúlla!”
“¡Miau, miau!”
“¡Eso es, que lindo gatito!” dijo Olga, y beso apasionadamente a Nelson “¡Sigue maullando, ya casi llego a mi clímax definitivo!”
Finalmente, madre e hijo tuvieron un orgasmo al unísono, y Nelson vacío todo el semen que tenía acumulado dentro del culo de su madre, el cual mancho gran parte de la mesa.
“¡Jesús, que bueno que estuvo!” grito Olga, mientras bajaba de la mesa agitada “¡así si da gusto venir al trabajo!”
“yo… no puedo creer… todo lo que paso” pensó Nelson, quien aún seguía sonrojado y acostado sobre la mesa de reuniones “mi madre… mi propia madre me ha violado… y lo disfruté”
Unos instantes después, la jefa ingresa a la sala de reuniones, y se encuentra con Olga y con Nelson, quienes aún seguían desnudos.
“¡estuvo fenomenal el espectáculo que armaste, Olga!” exclamo la mujer “¡ni las películas porno incestuosas más sucias que tengo se comparan a lo que tu hiciste hoy! Ten por seguro que te daré el puesto de gerente”
“¡gracias, jefa, significa mucho para mí!” exclamo Olga, contenta “aunque, siendo sincera, no lo hubiera podido lograr sin ayuda de mi hijo”
“¿ayuda?… ¿Ayuda?” grito Nelson, indagando “¡mama, tú me violaste! ¿De qué ayuda me estás hablando?”
“no exageres, chico ¡se nota que lo disfrutaste como ninguno!” exclamo la jefa
“es cierto, Nelson” dice Olga “solo admite que te gusto ser abusado por tu madre culona, créeme que será lo mejor para ti”
Tras pensarlo por unos instantes, Nelson agarro el lápiz labial que estaba en el bolso de su madre y le escribió, en la nalga izquierda, “yo amo a mí”.
“¡hermosa frase!” exclamo la jefa quien, al verle el culo a Olga, podía leer: “yo amo a mi madre violadora”
“creo que esta frase define a la perfección lo que siento por ti, madre” dijo Nelson, y besa a Olga.
“¡me alegra que pienses así porque, a partir de hoy, deberás tener cuidado, porque el cualquier momento te puedo agarrar y someter por la fuerza como hice hoy!” exclamo la milf, excitada
“¡estoy esperando con ansias ese momento!” exclamo el joven
“¡qué lindo es ver que madre e hijo se lleven tan bien!” exclamo la jefa, con una gran sonrisa.