Mi nombre es Melissa, soy una mujer casada de 54 años de edad y sin hijos. Mi marido tiene la misma edad que yo, tenemos 30 años de estar felizmente casados, al menos esto era hasta hace poco.
Todo comenzó hace aproximadamente un mes, yo como siempre lo había hecho, trabajaba para traer dinero a la casa, esto nunca me resultó molesto ya que me dan un buen sueldo por mi trabajo y aparte de todo me gusta.
Por tal motivo nunca ha sido necesario que mi esposo trabaje también, ya que con mi sueldo es más que suficiente para sustentarnos, por esta razón mi esposo siempre se ha quedado en casa el tiempo que yo estoy en el trabajo. Ahora aquí viene el problema, a pesar de que mi esposo se quedaba en casa, no hacia ni el más mínimo esfuerzo por ayudarme a recogerla o ayudarme a ordenarla aunque sea un poco, y a la hora que yo llegaba de trabajar ya estaba muy cansada para ponerme a arreglar la casa.
Estuvimos discutiendo la situación y decidimos que lo mejor era contratar a una mucama. Para quien no lo sepa una mucama es una empleada doméstica que ayuda con los deberes de la casa. Bueno continuando con la historia, así quedó la conversación de ese día. Los días posteriores estuvimos buscando a la mucama que íbamos a contratar, sobre todo yo que era la que le iba a pagar.
Así que estuve hablando con muchas de ellas por teléfono pero la mayoría de ellas no me convenció ya que casi todas por como sonaban parecía que ya eran muy viejas, y se veía que no tenían ganas de trabajar así que les dije que no, hasta que hablé con una chica de 25 años que por su manera de hablar parecía muy entusiasmada y con ganas de trabajar, así que de inmediato la contraté y le expliqué que mi esposo estaría todo el tiempo que yo no estuviera en la casa ya que él no trabaja, la chica me dijo que no había problema y aceptó, entonces le dije que se presentara la siguiente semana a trabajar, colgué el teléfono, y le conté todo a mi esposo, él estuvo de acuerdo y entonces todo salió bien ese día.
La semana siguiente estábamos esperando a que llegue la mucama a nuestra casa antes de que me fuera a trabajar lo único que sabía de ella es que se llamaba Andrea, la estuvimos esperando casi 15 minutos y vaya fue mi sorpresa cuando llegó:
Era una chica blanca de ojos verdes, con unas tetas grandes que le rebotaban al caminar, y unas nalgas enormes que también se le movían mucho, cara bonita, pero con una expresión de puta, pelo castaño oscuro, y un cuerpo muy atractivo en general, mi esposo estaba babeando como idiota en cuanto la vio ahí al lado mío como si no estuviera, esto me hizo enojar bastante, y por si fuera poco esta perra venía vestida de manera provocativa con un escote que resaltaba muy bien sus grandes tetas, unas mallas que le hacían lucir un culo gigantesco, y unos tacones altos que resaltaban sus pies y piernas.
Yo estaba furiosa, pero mi esposo estaba ahí todo contento, lo cual me hizo enojar más, en cuanto se acercó más comenzó a hablarle:
Yo: (con tono de voz molesto) Como que vienes un poco descubierta no crees?
Andrea: (con tono retador) Si es que tenía calor.
Mi esposo no dejaba de verla ni por un segundo, y ella bien que lo sabía, por eso se fue vestida así. No le di importancia, y solamente le expliqué rápido lo que tenía que hacer, ya que me tenía que ir rápido al trabajo, así que así lo dejé ese día y me fui al trabajo, dejando a una mucama joven y culona y a mi esposo, solos en la casa.
Ese día más tarde por la noche llegué, y todo estaba muy limpio en verdad me gustó su trabajo y le pagué, antes de irse me preguntó si podía limpiar la casa con ropa de ella, porque el vestido de mucama que le presté se le hacía incómodo y le dificultaba el trabajo, yo lo pensé por un momento ya que la ropa que ella usaba era muy provocativa, pero al final terminé accediendo y le dije que sí. Entonces ese día se fue y me dio las gracias.
El problema vino al día siguiente. Yo y mi esposo la estábamos esperando como el día anterior, y como me lo había imaginado, Andrea nuevamente se vino vestida toda provocativa, llevaba puesto un mini short de licra, que le hacían ver sus nalgas más grandes que el día anterior, también llevaba puesta una blusa casi transparente por donde se alcanzaba a ver perfectamente su brasier y sus grandes tetas, y llevaba puestos unos tacones negros no tan altos, pero le resaltaban las piernas.
Mi esposo como era de esperarse no dejaba de verla de pies a cabeza cada parte de su cuerpo, conmigo ahí al lado como si nada, ella se daba cuenta y cuando caminaba movía el culo exageradamente de un lado a otro como para que mi esposo la vea más, yo otra vez no tenía tiempo porque ya iba tarde así que los deje y me fui, pero tenía el presentimiento de que algo se traía esa tal Andrea, así que le que hice fue hacer como que me iba al trabajo, pero llamé a mi jefe para decirle que no iba ir hoy, para poder ver que es lo que esta tramaba, entonces después de haber hecho esto, me dirigí a la puerta trasera del patio por la cual puedes ver de afuera para adentro pero no de adentro hacia afuera, por lo que ellos no me podrían ver, así que rápidamente saque mi celular para grabar por si llegaba a pasar algo tener evidencias.
Casi en cuanto saqué mi celular Andrea que yo la veía desde afuera, se quitó su mini short, y su blusa transparente, quedándose solamente con su brasier y unas mini bragas negras, enfrente de mi esposo que estaba sentado en el sillón, yo estaba realmente enojada y estaba a punto de entrar, pero quería ver como reaccionaba mi esposo:
Andrea: (con tono coqueto) Ay perdón es que tengo calor, le molesta si trabajo así.
Mi esposo: Por supuesto que no Andrea tu trabaja como quieras, así te ves preciosa.
Andrea: Pues qué bueno que le guste porque a partir de ahora voy a trabajar así aunque tu esposa no quiera, bueno aunque ni cuenta se va a dar jajajaja.
Mi esposo: (ya algo caliente) Que rica te ves Andrea.
Andrea: (otra vez con tono coqueto) Que le gustan más mis nalgas o mis tetas?
Mi esposo: Me gusta todo de ti, estás bien sabrosa, me dan ganas de cogerte.
En eso Andrea se acercó a él, poniéndole el culo muy cerca, mi marido le respondió con una nalgada, y luego ella se sentó en él de espaldas, dejando sus enormes nalgas a contemplación de mi esposo. Yo hervía de la rabia por lo que estaba pasando en ese momento, pero no tenía el valor para entrar y abrir la puerta todavía, necesitaba seguir viendo y grabando un poco más.
Andrea: Alguna vez tu esposa te la ha chupado?
Mi esposo: No nunca lo ha hecho.
Y es verdad lo que decía yo nunca había tenido el valor para hacer eso con mi esposo.
Andrea: Pues estas en tu día de suerte porque te la voy a chupar.
Mi esposo: Lo dices en serio?!!
Andrea: (con su risa de puta) Si mi amor jajaja lo digo en serio, te la voy a mamar como la zorra de tu esposa jamás lo hizo. ¿Qué te parece?
Dicho y hecho, Andrea paró a mi esposo del sillón, luego se hincó frente a él, desabrochó su pantalón, le sacó le verga y se la empezó a chupar como una perfecta puta. Yo estaba en shock, no podía creer lo que estaba pasando, mi esposo, MI PROPIO ESPOSO!!! Con el que comparto cama todas las noches, al que le preparo de comer, y demás cosas, se estaba cogiendo a esta puta culona y tetona de cuerpo perfecto, delante de mis ojos sin saberlo, lo peor de esta puta, es que yo misma la había contratado, y peor aún le estaba pagando. En ese momento tenía el impulso de entrar de una maldita vez, pero el morbo que tenía era más y me lo impedía, quedándome afuera de la casa, y grabando como esta puta, se lo chupaba a mi esposo.
Andrea hacia ruidos casi como de actriz porno, mientras se la chupaba a mi marido, y él tenía los ojos completamente blancos, del placer que esa perra le estaba dando.
Andrea: (con chorros de semen saliendo de su boca, mientras tragaba lo que podía) ¿Te está gustando como te la chupo?
Mi esposo: Me está encantando como me la chupas, mi esposa jamás podría hacer esto que tú haces.
Andrea: Lo sé, esa perra jamás podrá, solamente yo te la puedo chupar así.
Andrea agarraba una y otra vez la verga mi esposo y se la metía hasta la garganta, la dejaba ahí unos 5 segundos y luego se la sacaba, y repetía el procedimiento, yo veía como lo hacía una y otra vez, disfrutando de la verga de mi marido, hincada frente a él con ese culo y tetas gigantes que se cargaba. Ella le estaba haciendo lo que yo jamás hice, ni siquiera yo había probado la verga de mi marido, yo su propia esposa, y esta perra lo estaba haciendo por mi, yo podría haber sido ella, pero no estaba ahí solamente grabando como se cogía a mi esposo, él la agarraba del pelo y le empujaba la verga directo en su boca.
Andrea: Ahora me vas a coger el culo con esa verga que te cargas.
Mi esposo: Claro que lo voy a hacer, te lo voy a meter completo.
Andrea: (señalando su mano) ¿Ese es tu anillo de bodas?
Mi esposo: Si me lo regaló mi esposa.
Andrea: Pues ahora es mío.
Le quitó el anillo de la mano a mi esposo, y se lo puso en el segundo dedo del pie derecho.
Andrea: Quiero que me la metas así, con el anillo que te dio esa perra, en mi pie ¿ok?
No lo podía creer, como era posible esto, el anillo que tanto dinero me costó, para regalárselo a mi esposo, y que era un símbolo para nosotros, ahora estaba en el pie de esa puta, que estaba a punto de coger con mi marido. Estaba verdaderamente molesta, pero a la vez me excitaba y me daba morbo seguir vendo más.
Mi esposo le besó mi anillo que llevaba puesto en el pie, la puso en cuatro agarrándole sus grandes nalgas, le metió la verga y se la empezó a coger. El escenario era completamente pornográfico, y esta puta no paraba de gemir, pedía a gritos a mi marido que le diera más verga, mientras le rebotaban esas gigantes tetas, y sus nalgas en mi esposo.
Andrea: ah ah si papi!!! ah ah ¡dame mas!!!
Mi esposo: (con una mano en su pie, y con la otra nalgueándola) Ahh ten lo que te mereces mi amor ahhh.
Andrea: Ay si!!! Que rico ah ah ah, métemela si hasta adentro ah!!! ¿Tu puta esposa te coge así? No ¿verdad? ¿Tiene un culo como el mío? dime
Mi esposo: No preciosa tu eres la única, que rico te mueves, no como mi esposa.
Andrea: Sii jajaja solamente yo te cojo así, a la mierda tu esposa me tienes a mi, para darte las nalgas cuando quieras.
Yo seguía completamente en shock, mi esposo se estaba cogiendo ante mis ojos, a otra más joven que yo, y con un mucho cuerpo que el mío, y dándole verga como ni siquiera a mi en mis mejores años me llegrabando. Al estar viendo todo esto desde afuera decidí que era una buena idea llamarla, para ver cómo reacciona, así que marqué y empezó a sonar el teléfono que lo tenía ahí a un lado, yo podía ver todo desde la ventana, aunque ellos a mi no, quien diría que es ventana me iba a ser de mucha ayuda.
Andrea: (viendo la llamada en su teléfono) Ash es la puta de tu esposa, ¿ahora que querrá? (contestó hincándose nuevamente frente a mi esposo y agarrándole la verga sin saber que yo lo estaba viendo todo) ¿Bueno?
Yo: (haciéndome la que no sabía nada) Hola Andrea solo quería saber cómo va todo.
Andrea: Todo va bien, estoy disfrutando mucho mi trabajo (me dijo mientras se alcanzaba a oír como murmuraba una pequeña risa).
De fondo se escuchaba el ruido que hacia cuando se la chupaba a mi esposo, lo sabía porque los estaba viendo desde la ventana, la muy puta no dejaba de chupársela a mi esposo ni siquiera porque me tenía al teléfono hablando.
Yo: (nuevamente haciéndome la ingenua pregunte) Que es eso que se escucha de fondo ¿Eh?
Andrea: (riéndose silenciosamente contestó) Lo que pasa es que tengo una paleta y la estaba chupando. Ya tengo que colgar estoy algo ocupada. (Y me colgó la muy puta)
Si claro muy ocupada, pero tragándose la verga de mi marido, no se quería perder ni un segundo.
Andrea: Era tu puta esposa preguntándome por el trabajo, jajaja me da risa si supiera que te estoy cogiendo, a su marido con el que duerme todas las noches, me está dando verga como jamás le dio a ella, y con su anillo de bodas en mi pie derecho, que no pienso devolver jajaja, lo peor de todo es que me paga por esto jajaja.
Lo que ella no sabía es que en realidad lo estaba viendo todo, y peor aún es que lo que decía era cierto, y yo no hacía nada para evitarlo pudiendo hacerlo. Y en cambio solo la estaba grabando.
Mi esposo: Me pone caliente que hables así de mi esposa, y tienes razón, te estoy dando verga como jamás lo había hecho, y es porque tu si estás bien rica, no como ella que ya está toda vieja y aguada, tú tienes un culo y una tetas maravillosas y unos pies hermosos.
Andrea: Ay qué bueno que te gusten, porque no me los chupas.
Mi marido empezó a lamerle sus pies de puta, con mi anillo de bodas en él, le lamia todo el cuerpo hasta llegar a su vagina, donde le metió la lengua entera, y ella empezó a gemir, duraron así un buen rato y luego exclamo:
Andrea: Es mi turno otra vez de chupártela de nuevo.
Esta zorra no se cansaba ya se la había chupado como cinco veces y una de ellas conmigo al teléfono.
De pronto se aventó a la verga de mi marido y empezó a chupársela nuevamente, pero ahora lo hacía de una manera desesperada, casi ni respiraba por andar chupándosela, mi marido estaba ya demasiado caliente, con los ojos completamente blancos, estaba a punto de venirse.
Andrea: (hincada con ese cuerpazo frente a mi marido, y su verga en su boca).- ah siii, córrete!!! Córrete!!! Córrete en mi cara!! Aviéntame toda tu leche!!! todo eso que no le das a tu esposa!!! Dámelo en la boca!!!
Mi esposo se vino, y empezó a bañarla de semen, la mayor parte cayó en su boca, aunque le cayó en todo el cuerpo, en sus tetas, en su culo, incluso en los pies. Estaba completamente bañada del semen de mi marido.
Finalmente, se tragó el semen que le cayó en la boca, le dio un último beso a mi marido en la verga, él le dio una nalgada y se metieron a bañar. Y después se puso a limpiar la casa.
Ese día llegué igual de noche para no levantar sospechas, aunque tenía en vídeo, todo lo que habían hecho. Llegué y toqué la puerta (me abrió Andrea).
Andrea: Bienvenida como le fue en el trabajo.
Yo sabiendo que eso era muy hipócrita de su parte no le contesté, solamente le pague y ya.
Yo: (refiriéndome a mi esposo y haciéndome la ingenua) Oye mi amor y tu anillo de bodas.
Mi esposo: Creo que se me cayó, al rato lo busco.
Noté que la puta de Andrea soltó una pequeña sonrisa burlona, y solamente dijo “ya me tengo que ir, vuelvo mañana”. Aunque yo sabía a qué iba a regresar en realidad y no era a limpiar la casa.
En un principio tenía planeado enseñarle el vídeo a ambos, para que se dieran cuenta de que lo había visto todo, ya que estaba realmente enojada, pero cambié de opinión y decidí no hacerlo, puede que suene raro, que de hecho lo es, pero ver a mi esposo cogiéndose a esa perra me excitó, así que finalmente no le mencioné nada a ninguno de los dos, y ese día me fui con mi esposo a dormir, sabiendo que se había cogido a una puta, una puta que yo misma había contratado, y encima le había pagado, y sabiendo que al día siguiente lo haría de nuevo, y al siguiente, y al siguiente…
Tenía a esta puta, en sus manos para cogérsela cuando quisiera, y yo lo sabía, y aunque si me molestaba bastante, también me excita.
Ya para finalizar con la historia, al día siguiente volvió a llegar Andrea, lista para cogerse a mi marido nuevamente de seguro, llegó con una minifalda, que le dejaba ver casi media nalga, una mini blusa, por donde se le salían todas sus tetas, y unos tacones.
Ella notaba como mi esposo babeaba por ella, y como yo me molestaba por eso, pero como ya les había dicho, eso es lo que le gusta a esa puta, seducir a mi marido, y que yo me enoje, aunque ya sabía que se iba a coger nuevamente a mi marido, decidí ir a trabajar ese día y los siguientes dejándolos solos, aun sabiendo que esta puta solo iba a cogérselo.
Días después en el trabajo me llamaban de números desconocidos, donde se oían los gemidos de una mujer y los de un hombre, obviamente eran de mi marido y los de esa puta, ellos creían aunque yo no lo sabía, y pensaban que llamándome, de teléfonos no registrados, no sabría quiénes eran.
A día de hoy Andrea sigue siendo mi sirvienta, y le sigo pagando, si así como lo oyeron, le sigo pagando por cogerse a mi marido, ella cree que no le sé, pero la realidad, es otra por una parte me pone furiosa, pero por otra me excita.
Decidí compartir este relato para desahogarme, próximamente, seguiré contándoles lo que ocurre.