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Tiempo de lectura: 4 minutos

Estoy casada hace cinco años con un arquitecto muy guapo y decidimos no tener hijos, somos una pareja de mente abierta ya que nos gusta vivir experiencias sexuales así mantenemos la llama encendida.

En la empresa donde trabaja mi esposo llegó un pasante de arquitectura el cual es un chico simpático se nota que le gusta hacer deporte por su cuerpo trabajado y es muy tímido. Hemos notado con mi esposo que cada vez que voy a la oficina él se queda mirándome y bueno me gusta vestirme resaltando mis curvas; soy abogada y por mi profesión uso prendas formales, pero sin perder mi sensualidad.

Entre las prácticas sexuales que tengo mi esposo está el verme teniendo relaciones sexuales con otro hombre y hemos decidido que esta tercera persona será este chico, claro sin que él sepa vamos aprovechar que mi esposo se tiene que reunir para un proyecto así que lo va a invitar a nuestra casa.

Llego el día esperado, es sábado en la tarde mientras mi esposo está con el chico en la casa yo me encuentro en el gym. Ya han pasado tres horas de estar reunidos cuando llego a casa y me dirijo a saludar a mi esposo y noto la mirada del chico en mi cuerpo ya que llevo un enterizo licrado con un resorte entre el medio de mis nalgas, escote en V en la espalda y en el pecho (esto fue planeado para llamar la atención) paso por entre el medio de los dos y beso a mi esposo mientras prácticamente mis nalgas quedan al frente del chico.

-Hola amor

-Hola hermosa, por fin llegaste para almorzar

-Si amor, ya llego tu postre lo hago de forma traviesa.

-Buenas tardes, Leonardo es un placer tenerlo acá en nuestra casa

El chico pasa saliva y tartamudea al responderme ya que me inclino para que pueda tener una excelente vista de mis senos.

-No al contrario el placer es mío al invitarme a su casa

-Tranquilo Leo, estas en tu casa así que relájate le guiño el ojo.

Después de almorzar pasamos a la sala y les ofrezco a los dos tomar cervezas bien frías ya que estamos en verano y hace calor.

-Leo ¿Me aceptas un trago?

-Señora Gabriela gracias

-Leo estamos en confianza, me puedes llamar Gaby

-Está bien, Gabriela

Mi esposo no dice nada, él solo nos observa.

-¿Amor un trago?

-Si hermosa por favor estoy que ardo entiendo lo que me quiere decir

-Yo estoy igual amor

Leo al escucharnos carraspea. Así pasamos la tarde del sábado y llega la noche; el proyecto lo dejan para terminar más adelante y nos disponemos a relajarnos y escuchar música.

-Leo, ¿Me aceptas una pieza?

-Gabriela no soy un buen bailarín

-Yo tampoco solo quiero bailar

Tomo de la mano a Leo y invitó a bailar, es un ritmo que se presta para ser sensual así que es mi momento de seducirlo. Le doy la espalda y empiezo a bailar pegadita a él muy sensual, hago que me tome por la cintura y me pegue más a su cuerpo; muevo mis caderas para restregarle mis nalgas.

-Gabriela su esposo se puede molestar

-¡Shii!, tranquilo él me permite hacerlo. Solo quiero que te relajes y disfrutes

-Esto es una locura

-¿Alguna vez has hecho una locura?

-La verdad no

-Entonces darte la oportunidad ya que tienes mi permiso y el de mi esposo

Continúo bailando muy sensual y Leo es torpe al tocarme solo mira a mi esposo y él le da una señal con su trago ¡Salud!

-Leo, ¿No te parece mi esposa una mujer muy hermosa?

-Si señor es muy linda

-Entonces le doy permiso que disfrutes de ella, eso sí quiero que seas muy reservado en la oficina y tenga presente que esto es solo por placer

Leo me mira y luego a él no sabe qué hacer.

-Leo, si no estás seguro está bien no hay problema

-Gabriela es que me sentiría muy incómodo que él nos viera

-Olvídate que él está acá, solo déjate llevar por tus deseos

Llevo mi brazo por encima de sus hombros y lo beso apasionadamente, al inicio su beso es torpe, pero a los segundos siento que se va relajando y me corresponde al beso. Mientras lo beso continúo bailando y él empieza a pasar su mano por la espalda llegando a mis nalgas y las aprieta pegándome a su cuerpo, siento su miembro duro.

-Eso Leo cógeme hazme tuya

-Gaby me prendes

-Y tú a mí Leo así que dejemos llevar

Mientras estamos en medio de la sala mi esposo nos rodea mientras continúa bebiendo.

Leo empieza a besarme el cuello bajando hasta mi hombro al tiempo desliza la tira del enterizo; me gira quedando a la vista de mi esposo, me deja al descubierto mis tetas y las agarra a dos manos para apretarlas mientras besa mi nuca. Fijo mi mirada a mi esposo y él pasa su lengua por sus labios mientras me mira con lascivia… sé lo que siente esta excitado no es la primera vez que él me entrega a otro hombre.

Leo me lleva al sofá para terminar de retirarme el enterizo, abre mis piernas y con deseo empieza a demorar mi coño, chupa y lame con desesperó restriega su cara en él… juega con su nariz sobre mi clítoris.

-¡Ah, ah, así Leo que rico lo haces!

Hunde sus dedos y estimula mi punto G mientras me mira con deseo… cierro mis ojos y arqueo mi espalda gimiendo cada vez más duro.

-Que rica te vez amor

-Leo, fóllatela

Le pasa un preservativo y se aleja de nosotros. Leo se desnuda sin dudarlo y me lleva a uno de los descansabrazos del sofá para apoyarme ahí y quedar a nivel de su cadera; se pone el preservativo y me clava su verga con fuerza.

-Eso Leo fóllatela duro, así le gusta a ella

Así lo hace, me embiste con fuerza… sus huevos pegan con mi hoyito… agarro mis tetas para apretarlas y amasarlas es; una delicia ser observada por mi esposo mientras otro me folla.

Leo me gira para quedar en cuatro y nuevamente me penetra, me nalguea varias veces, mi culo me arde y me prende más… aumenta la velocidad y la fuerza; el hombre tímido quedo a un lado, solo veo a un hombre con hambre por una mujer que habrá deseado y ahora su sueño se le hizo realidad. Gime también hasta que explota y se disfruta de su orgasmo, su respiración está agitada se deja caer sobre mi cuerpo y besa mi nuca por un rato.

Pasado unos minutos Leo se retira y mi esposo me lleva al baño para lavar mi cuerpo en la tina. Pasamos una noche candente de sexo lujuria y pasión; así somos los dos una pareja que nos gusta llevar nuestra vida sexual a otro nivel.

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Autor
Gaby Borsh
Gaby Borsh
Los invito a dejar volar la imaginación por un momento y se hagan el amor con la mente. La literatura erótica nos seduce y nos permite tener sexo mental. No soy escritora, solo quiero plasmar lo que tengo en mi mente y corazón. #erotismo

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