Me llamo Sonia, (nombre inventado) tengo 45 años y soy profesora de estadística en la universidad privada más importante de mi país. Desde hace 20 años estoy casada con Manu (nombre inventado) él es un muy buen tipo, es muy trabajador, es muy buen padre, buen esposo, muy generoso y muy inteligente. Llevamos muy buenos años de matrimonio, tenemos 2 hijos adultos que ya están viviendo en el extranjero y nosotros nos quedamos aquí, solos y felices con nuestra vida tranquila y nuestra sexualidad en plena meseta de paz y estabilidad.
A principios del verano (julio) es nuestro aniversario, solíamos ser muy ceremoniosos y darnos obsequios, vestir elegantes y cenar en familia, todo ello se fue perdiendo a medida que los niños crecieron y se fueron de casa, ahora que estamos solos, es muy raro que algo así nos apetezca.
Yo estaba por terminar totalmente mi siclo escolar, mis vacaciones estaban cerca, solo tenía que terminar esa tediosa semana de calificaciones y al fin seria libre por 6 semanas, planeaba ver algunas series en tv y mi mayor anhelo era ir a casa de mis padres a la costa.
El jueves por la noche Manu me sorprende con un plan súper apetitoso: “¿Qué tal si mañana por la tarde (cuando ambos terminemos de trabajar) tomamos el auto y conducimos hacia la costa, el destino final es casa de tus padres, (está a 7 horas de la ciudad donde vivimos actualmente) pero bien podemos hacer una escala en el Hotel Ritz y cenar y dormir ahí, así llegaremos en sábado por la mañana a casa de tus padres y pasamos ahí algunos días?”
Encantada de la vida acepte y me emocione bastante, solo faltaba terminar mi última jornada laboral del semestre y ¡LIBRE SOY!
Cuando ambos fuimos a la cama, yo estaba tan emocionada y agradecida con el plan que intente tener sexo, pero Manu me freno y me dijo: “porque no lo dejamos para mañana en la habitación del hotel Ritz” yo me quede conforme y dormimos plácidamente.
Por la mañana Manu se levantó primero (como siempre) él se apresura siempre a ducharse y arreglarse, desayuna muy aprisa y vuela a su oficina antes de las 8 am, yo tengo horarios más ligeros y regularmente me levanto de la cama cuando el termina de ducharse, esta vez todo transcurrió normal, y cuando yo estaba dentro de la regadera, se despidió de mi el marido y grito en tono juguetón, “báñate bien que esta noche tendrás acción en el Ritz” yo sonreí y dije bye bye.
Escuche claramente como se cerró el portón de la casa, pude escuchar como el auto de Manu salía de la cochera y al fin me sentí solita, en ese momento se me ocurrió darle una sorpresa a Manu, decidí depilar totalmente mi área del bikini y darle una repasada mis piernas, pensaba que si quería que Manu realmente se sorprendiera pues tenía que dar un esfuerzo mas grande. ¡Yo jamás voy a mi trabajo en falda o escote JAMÁS!
Pero hoy sería distinto porque esta noche tendré acción en el hotel Ritz y aparte ya no hay alumnos en la escuela, es solo día de hacer trámites burocráticos y prácticamente esperar a que el reloj marcara las 4 de la tarde para ser libre. Me anime a ponerme una falda roja que me llegaba a la rodilla (para mi ya era mucho) use una lencería que Manu me regalo hacia como 3 años y jamás había utilizado, era un coordinado rosa encendido con encaje muy fino en flores.
La verdad es que cuando me lo vi puesto sentí una sensación de poder y excitación única, busqué una blusa blanca que es muy traslucida que deja ver muy bien mi bra, pero si le abres un par de botones puedes echar un muy buen vistazo de mis tetas, siento que la blusa aunque no era muy atrevida, le daba un toque elegante a mi imagen, me gustaba mucho lo que veía en el espejo, pero esta noche realmente quería sorprender a mi marido, tenía ganas de hacerlo flipar, así que desenterré de entre el armario un juego de ligueros que el mismo me regalo hace mucho tiempo, nunca lo use, de hecho fue un tema de pelea entre nosotros, en aquel tiempo Manu quería disfrazarme de zorra y llevarme a tomar una copa a un local liberal de la ciudad (figúrense tal atrevimiento) encontré el paquete de ligueros finos y decidí darle ese regalo, me lo puse y note que se me veía precioso, solo me faltaban unas zapatillas, no tengo zapatillas altas, nunca me he comprado un par de zapatos altos y sugerentes, todo mi calzado es bajo y cómodo, nunca doy énfasis en la sensualidad de un buen par de tacones, a toda velocidad llame a mi mejor amiga y le pedí que me prestara un par de zapatos altos, rojos y muy sexys, ella se sorprendió por mi solicitud pero a toda prisa me dijo que si, que contara con ellos.
Mi peinado quedo igual que siempre, perfectamente lizo hacia atrás y con una cola de caballo muy apretada a la nuca, a mi maquillaje lo deje perfecto y delineado, pinte mis labios en encendido y brillante carmín. Cuando me vi maquillada, depilada, enfundando una falda corta y una blusa transparente, con medias que escondían una sorpresa en la parte superior, supe que mi marido estaría muy complacido por la visión que esta noche le regalare en el hotel Ritz.
Salí de casa en babuchas rojas (calzado bajo e informal/ casi pantuflas) pase a toda prisa a casa de mi mejor amiga y me dio el par de zapatos que tanto necesitaba, ella cuando me vio vestida de esta manera abrió unos ojos de sorpresa y exclamo con voz de loca “vas a matar a varios de tus alumnos de un infarto, provocaras pasiones que no son acordes a sus edades, vas a desatar una revolución con esas piernonas. Jajaja
Cuando llegue a mi oficina no había nadie, la escuela estaba desértica, no había nada de movimiento, los alumnos ya estaban de vacaciones y la mayoría de los maestros estaban mandando sus reportes vía remota, parecía que la única tarada con responsabilidad laboral era yo. Uno de los factores que me obligaba a ir a trabajar era que mi director de área me había tirado los cascos varias veces y yo siempre lo rechace, el tipo siempre busca un pretexto para hacerme la vida de cuadritos, es por ello que estoy obligada a cumplir a cabalidad con cada una de mis obligaciones, yo no tenía oportunidad de mandar reportes desde casa como todos los demás.
Estaba yo sola ahí en esa oficina, sola y aburrida, solo observando como el segundero de mi reloj de pared caminaba lentamente, estaba ansiosa por ver la cara de Manu, ¿Qué dirá al ver mi arreglo del día de hoy? ¿será que se ponga tan caliente que me quiera coger en el camino y no se aguante a llegar al Hotel Ritz? ¿será que hoy con mi atuendo de sexy señora si se le cumple su fantasía de enredarse con una zorra? … después me llegan a la cabeza las palabras de mi mejor amiga: “vas a matar a varios de tus alumnos de un infarto, provocaras pasiones que no son acordes a sus edades, vas a desatar una revolución con esas piernonas”; por un momento lamento la ausencia de alumnos en la escuela, me excitaría mucho ver sus caras de pervertidos y lujuriosos, inmediatamente después pienso en las repercusiones, la cantidad de fotos que me tomarían, los miles de chismes que inventarían en mi honor, el escándalo que representaría el que me vieran de falda y tacones, me arrepiento de mi pensamiento y trato de entretenerme con otras ideas.
Estoy emocionada por complacer mucho a Manu, él es un tipo muy caliente, es un voyerista empedernido y casi siempre me quedo con la sensación que debería de darle mas, el problema es que no tengo mas que darle, cuando mas caliente se pone Manu, me pregunta por mis experiencias sexuales, mis exnovios, me pide detalles de escenas que sucedieron hace mucho tiempo y no logro recordar del todo, Manu siempre me pregunta si le he sido infiel, siempre me pide que le narre como me cortejan mis compañeros de trabajo y pregunta con muchos ánimos si por mi mente pasa la idea de sexear con alguien mas, mis respuestas siempre son iguales, no tengo mas que contarte, no he sido infiel y lo que paso con mis exnovios ya te lo platique y no tengo nuevos datos que ofrecer, me gustaría haber sido de esas mujeres que tuvo 30 amantes y con todos experiencias súper intensas, creo que así podría mantener en alto el libido de Manu, pero no es así, fui criada en un ambiente hogareño y conservador, no tengo muchas historias que ofrecer, siento que eso deja a mi marido a medias, siento que al dar respuestas tan chatas, logro que se le baje la calentura y no termine por explotar de felicidad como nos gustaría.
Una vez mas tomo mi celular para revisar si algún alumno me ha escrito por cualquier duda correspondiente a su calificación… nada, comienzo a revisar en el grupo de alumnos y voy viendo sus fotos, de pronto veo la foto de mi alumno más tímido y antisocial: MARIO
Mario es un estudiante que se gradúa con honores este semestre, es serio, responsable y muy reservado, no veo que conviva con nadie de sus compañeros, Mario es el mejor promedio de la generación y por ello gano una beca en la mejor universidad americana, él tiene 23 años, es alto, rubio rizado, fortachón y su único problema físico es que el acné le dejo muchas marcas en su rostro, esto lo hace acomplejado y tímido, pero yo más de una vez les dije a sus compañeritas que Mario era un pibon hecho y derecho.
No sé de donde me surge valor, pero le mande un mensaje de texto, aquí les transcribo la breve conversación:
-Sonia- Mario buenos días, soy Soni, tu maestra de…, tengo unas dudas sobre tus datos y calificaciones, ¿te molestaría venir a hablar en mi oficina?
-Mario- Hola miss, por favor no me repruebe, suplico compasión.
-Sonia- no te preocupes, solo es cotejar unos datos.
-Mario- estoy terminando mi ejercicio mañanero, me baño y voy a buscarla
Sonia- gracias. No tardes.
Luego de esta breve conversación, comencé a ponerme nerviosa, me dio pena ser descubierta por un niño, pensé una excusa muy básica y práctica, inventaría una duda x y listo. Estaba tratando de tranquilizarme a mi misma cuando de pronto se escucha el estruendo de alguien corriendo en un edificio vacío, se alcanzaban a escuchar los tenis rechinando contra el piso de la escuela, era Mario corriendo a toda velocidad hacia mi oficina, inmediatamente acomodo mi postura y libero los 2 primero botones de mi blusa.
Quería ver la cara del niñete.
Intempestivamente irrumpe en mi oficina Mario, se le ve agitado y sudoroso, viste con una camiseta gris (mojada por el sudor) y un pants/short negro, usa unos zapatos deportivos y en su mano carga un móvil, (así de simple).
Cuando me ve sentada en mi lugar con un escote inusual, Mario abre ojos de extrañeza, después sonríe como nervioso y ahí es donde decido dar el espectáculo, me levante de mi silla y camine 2 pasos hacia él, en ese momento Mario me dio un recorrido visual en centésimas de segundo, después tartamudeo y balbuceo alguna tontería, después abrió la boca de manera descarada y su rubor subió al tono de un tomate, la reacción de mi alumno supero por mucho mis expectativas, me encanto ver la cara de sorpresa, morbo y excitación de Mario, yo seguía el juego de maestra decente y continuaba con mi excusa boba, pero Mario no podía articular una palabra sin trabarse, yo sentía que la miradita de mi victima me estaba violando en todas las posiciones, sus pupilas perdidas en mi escote y su cara de menso me hacían flipar de egocentrismo; yo regrese a mi lugar y como para dar por terminada la sesión del día, abotone mi blusa, yo esperaba terminar con mi visita y correrlo de la oficina (de manera sutil).
Estaba a punto de abrochar el ultimo botón de la blusa casi traslucida, cuando Mario dice con voz muy MUY cortada, no, no lo hagas, yo pregunte ¿qué?, ¿que no haga Qué? Mario se arma de valor y me dice con vocecita “no se abroche su blusa, se le ve bonita” yo con toda la seguridad y valentía le contesto con sonrisita, ¿en serio te gusta cómo me veo? (me gusto sentir como mi presa estaba indefensa y aterrorizada) pero algo se salió de control, pude notar como el pene de Mario quería escapar a toda marcha por el pantalón deportivo, su erección se hizo notar y eso me genero una sensación instintiva de morbo, esto que sucedió en ese instante ya no tenía nada que ver con una broma o una picardía, no tenía que ver con los deseos locos de Manu ni con nada extra, esto que sucedió después solo obedecía a mis instintos animales y mis ganas de coger.
Me acerque a su pelvis y con sonrisita de fiera le afloje el resorte a su pants y le saque la verga erecta, era una verga rosita con capuchón beige, era mas larga y gruesa que la de mi marido, se palpaba pesada y palpitante, era tersa y muy caliente, tenía esa textura que te invita a chuparla y no dejar ni un milímetro de piel sin tu sabor, no lo dude y se la chupe de un solo envió hasta los huevos, sentía como ese gran pedazo de carne tocaba mi campanilla y seguía de frente hacia la garganta, ese fue mi momento mas erótico en toda mi vida, yo sentadita en mi silla, mamándole la verga a un alumno; ¡wow!
Desde mi posición y con ese miembro en mi boca, yo veía de reojo a Mario y este solo tenía los ojos en blanco, se le escuchaba excitado y disfrutando; pasaron apenas unos segundos cuando mi mente volvió a mi cuerpo y la cordura se reinstalo en mi ser, a toda prisa me saque de la boca el pene de mi alumno y le dije que me disculpara pero que eso no podía ir para adelante, cometí un error y por favor vete, Mario se hinco a acariciarme y decirme que todo estaba bien, Mario quería seguir con el juego de las mamadas, pero ahí yo ya me estaba haciendo la difícil y la muy profesora con ética, Mario me seguía suplicando, cuando le doy mi excusa mas barata que podía ofrecer “aquí no porque nos van a ver”.
Entonces Mario me dice que lo acompañe a su dormitorio, esta solo a 2 edificios (dentro del campus) ,yo me hago del rogar unos minutos mas, pero si me apetecía irme de pinta a un dormitorio de un chico guapo, eso nunca me atreví a hacerlo en mi juventud, así que después de un ratito mas, acepte, yo quería salir con sigilo y a hurtadillas, pero Mario me recordó que eso era ridículo, me hizo ver como no hay nadie en esos edificios, me gritaba que estaba paranoica, nos reíamos, jugábamos como bobos y Mario de vez en vez me daba nalgaditas o caricias lascivas, yo me convertí en una chamaca estúpida y enamorada, caliente y hormonal, juguetona y sin juicio, era muy divertido ser joven y aventurera una vez en la vida.
Llegando al dormitorio ya no hubo control, Mario se abalanzo sobre de mi, me penetro de un solo impulso, no me quito ni una sola prenda, solo hacía de lado mi tanga y me daba embestidas de toro en celo, me puso en todas las posiciones que se podía penetrar a una mujer, yo gritaba y gemía como loca, Mario me nalgueaba con fuerza y yo lo disfrutaba, el placer que me provocaba ese jovenzuelo era incalculable, paso un rato de frenética penetración cuando Mario eyaculo mucha leche dentro de mi, no había condón de por medio ni ningún tipo de precaución, solo deje que un alumno mío eyaculara dentro de mi; me encanto, fue mágico y sublime. Me quite la blusa y me quede en puro bra, Mario se volvió loco chupando y pellizcando mis pezones, poco a poco me fue quitando la falda pero no quería quitarme el liguero ni las medias, yo seguía en zapatillas y Mario ya estaba iniciando la segunda faena.
Mario y yo tuvimos sexo por horas, fue inaudito ver como un chamaco de 23 años tenía la furia y la pila de un potro salvaje, en algún intermedio fui al baño y de paso revise mi móvil y vi que me marido me había mandado un mensaje de texto:
“Cielo, una disculpa, pero ha surgido algo en la empresa, cambio de planes, viajamos mañana por la mañana, perdóname, te lo compensare”.
Cuando leí ese mensaje no sentí enojo, ni tristeza ni decepción ni nada, yo estaba tan feliz y divertida que nada me podía hacer enojar en ese momento, solo le conteste un “ok” y me apresure a salir en cueros delante de mi potro.
Aproximadamente a las 5 de la tarde tuve control sobre de mi misma y comencé la despedida, me costó trabajo salir de la habitación, pero al final gano mi determinación, temperamento y miedo a ser descubierta lo que me saco de ahí.
Como pude me acomode la ropa y corregí mi maquillaje, trate de darme orden el cabello, cuando salí de ahí me sentía como si estuviera borracha, aturdida, satisfecha, feliz, traviesa, aun excitada, culpable y al final PLENA.
Fui a mi oficina por mis llaves, recogí mi bolso y apague las luces, me disponía a descansar después de tantas emociones una se sentía agotada, cuando estoy cerrando la puerta de mi oficina se escucha la voz de mi jefe, no sabía que él estuviera en el campus, me sorprendió y di un brinco, él se disculpó con una sonrisa y muy amablemente me trato de sacar la plática, yo correspondí la sonrisa y pude ver como mi jefe también me devoro con la mirada, inmediatamente me dio curiosidad saber si a él también se le había parado la verga solo de verme, m jefe tenia mas respeto y trataba de alejar su mirada de mis nalgas o de mis tetas, fue un momento nada mas, un instante donde me volví a transformar en esa zorra voraz.
Mientras mi jefe me hacía platica sobre el pesado siclo escolar y de paso me analizaba con la mirada todo mi cuerpo, yo lo interrumpo y con la sonrisa de felicidad, tranquilidad y consentimiento digo en tono de juego, “le invitaría un tequila, pero se dice que por ahí anda el director” jajaja risas de ambos y el jefe contesta, me gusta la idea, solo si prometes no decirle nada al director, jajajaja mas risas bobas y lo jalo de la camisa, lo beso con fuerza, él me toma de las nalgas a toda prisa, como puedo abro de nuevo mi oficina y arrastro a mi nueva presa, una vez dentro me recuesta sobre mi escritorio y me comienza a dedear y lamer mi vagina, el me lamia con mucha efusividad, lo chistoso es que no se imaginaba que uno de sus estudiantes se acababa de venir dentro mío, yo estaba absorta y feliz de recibir una nueva estimulación oral, después de un orgasmo volví a hacer la actuación de la maestra decente y que se hace la difícil, mi jefe ya estaba mas que caliente, ya no me podría dejar escapar, entonces fue cuando negocie con el la discreción absoluta y un mejor horario en el siguiente ciclo escolar, mi jefe estaba dispuesto a dar la vida si fuera necesario, el necesitaba complacerse de mi, entonces lo deje acariciarme y tocarme como se le diera en gana, me chupo las tetas muy salvajemente y me decía cosas cerdas al oído, estábamos en ese manoseo perverso cuando me jaloneo y me obligo a hincarme y darle una mamada, para mi no fue ningún esfuerzo, pero en la mente de mi jefe sucedió como un gran logro, como algo en el que le di el triunfo, vi su cara de éxito y satisfacción, no duro mucho y lo deje eyacular en mi boca, a decir verdad, mi jefe se vino solo una décima parte de lo que se vino Mario en su primera intervención, pero sin duda mi jefe le gano a Mario en demostrar su deseo carnal.
Yo me incorpore, limpie mis labios y acomode mi ropa, esperaba que mi jefe me rogara por mas tiempo, pero mi jefe esta rendido, se notaba que no tenía la edad ni la vitalidad de Mario, yo aún le di unos recordatorios de los compromisos adquiridos y unas amenazas por si decide andar de bocón por la escuela, él sepa que yo desmentiré y contra atacare, la gente me creerá a mi y el quedara como acosador, en fin, le di un recordatorio rápido y quedamos como amigos, me despedí con un besin y conduje mi auto hasta casa.
Una vez a salvo y en calma ya en mi casita, recordé que la última vez que supe de mi marido fue a medio día y él estaba en estrés, por un momento me sentí egoísta y luego pensé, “bueno, sabré compensárselo”. Le mande un mensaje de esposa preocupada y comprensiva, le mande mi apoyo en su problema y le mande tranquilizantes para que no se presione y salga avante a las dificultades. Después me di un baño, la verdad me dio flojera doblar y esconder mi outfeet de puta, lo único para lo que me dio la poca energía restante fue para echar la falda, la blusa, mi tanga, medias y zapatos en una bolsa de plástico y refundirla en el fondo del armario; después me puse mi pijama calientita y dormí como un bebe; apenas y sentí cuando Manu llego a casa, el llego deshaciéndose en disculpas, pero yo estaba muy tranquila, no discutí ni exigí, preferí darle un abrazo y seguir dormida.
Al día siguiente viajamos a casa de mis padres, ya no hubo parada en el hotel Ritz y yo me quede ahí descansando en la costa durante 10 días, mientras tanto Manu volvió a la ciudad a trabajar y el plan era que volvería por mi cuando se desocupara. Durante estos días yo viví con mi secreto, no le había contado nada y me sentía fatal, presentía que en cualquier momento Manu descubriría mis infidelidades y me divorciaría por desleal, zorra e infiel. Era una lápida pesada y extenuante que no me dejaba vivir en paz.
Faltando 3 noches para que Manu regresara por mi, en una de las conversaciones nocturnas previas a dormir, Manu me propone o me pide o me insinúa que lo ayude a masturbarse a distancia, esto ya había sucedido en 3 ocasiones antes, pero yo siempre me negaba o me enojaba o de plano cortaba la llamada. Pero hoy si estaba de ánimos para jugar, porque al fin hoy tenía algo que ofrecerle a su depravada imaginación.
Manu es un voyerista, caliente y depravado, Manu siempre que se calienta me pide datos o anécdotas sexuales, siempre me hace preguntas sobre posibles infidelidades o posibles cortejos inexistentes, Manu es el primero en sugerirme faldas cortas o escotes mas atrevidos, obvio yo nunca accedo a ese juego, pero hoy las cosas son muy distintas, así que le seguí el jueguito, le dije que nos conectaríamos en videoconferencia en cuanto mis padres se durmieran, pero que antes de eso quería que me ayudara a sacar del armario una bolsa blanca de supermercado y que no la abriera hasta que yo le llamara. (sabía que el abriría la bolsa en el minuto 0).
Esta conversación sucedió como a las 8 de la noche, yo calculaba tener la video llamada como a las 11 de la noche pero después de pedirle a Manu que buscara la bolsa, él me mandaba mensajes cada 2 minutos preguntándome que si ya podíamos hablar, estaba ansioso, estaba como loco, yo no le contestaba, me divertía saber que mi marido estaba en el nivel mas alto de una excitación. Aproximadamente a las 10 de la noche le tome llamada y mas o menos fue así:
Sonia: alooo
Manu: por favor dime ¿de qué es esta ropa? ¿Por qué está en una bolsa? ¿De quién es? ¿Por qué está escondida? ¿Esos zapatos de quién son? ¿Me has engañado? ¡Dime algo carajo!
Sonia: tranquilízate, todo te lo contare cuando estemos juntos, no me gustaría que por teléfono porque pueden haber malos entendidos.
Manu: ¡ya dime algo por favor!
Sonia: ¿te acuerdas que dijiste que me compensarías el infortunio de haberme dejado plantada? ¿Recuerdas cuando dijiste que me lo compensarías como yo quisiera?
Manu: si
Sonia: la manera en que me lo compensaras es que no te molestes por nada de lo que te voy a contar y que esperes a que estemos frente a frente.
Manu: Te juro que no me enojo, pero por favor dime algo, cuéntame. Te lo suplico
Sonia: No mi amor, nos vemos el domingo y ya que estemos a solas en nuestra casita platicamos como adultos que somos.
Manu siguió insistiendo pero yo termine la llamada y decidí dejarlo en penurias hasta el domingo que el viniera por mi, lo mas que hice fue sacarme una foto ante el espejo donde se veían muy bien mis tetas y mis caderas, se la envié y apague mi celular. Dormí contenta e impaciente de saber que mi marido estaba revolcándose como loco en la cama, la duda seguro no lo dejara dormir.
Eran casi las 6 am cuando entra mi mama a mi recamara y me da la noticia que Manu esta estacionando en el patio de casa de mis padres (manejo toda la maldita noche).
Cuando entro a casa de mis padres saludo muy rápido y me entrego un arreglo de flores medio marchitado, después me dio la noticia que nos teníamos que ir de vuelta porque había cosas que hacer en la ciudad, me pareció intempestivo y violento, pero la verdad es que en el fondo me daba risa que su curiosidad y su morbo no lo dejaban vivir.
Después de un muy breve desayuno con mis padres, Manu y yo salimos de regreso en nuestra camioneta familiar, Manu estaba como nervioso, ansioso y loco.
La camioneta avanzo por espacio de minutos y Manu no decía nada, después de un largo silencio muy incómodo Manu tomo aire muy profundamente, me tomo de la rodilla y pregunto:
Manu: ¿me engañaste con alguien?
Sonia: No y si
Manu: deja de jugar y dime la verdad.
Sonia: ¿seguro?
Manu: ¿qué paso?
Sonia: pues resulta que tuve un breve arrebato de lujuria y obvio que quiero contarte, lo malo es que no habíamos tenido la oportunidad de coincidir.
Manu: por favor ¡!!No mames!!! ¡!!Vivimos juntos!!! ¿cómo que no habíamos coincidido?
Sonia: no me grites, me debes el autocontrol, recuerda que me prometiste que me compensarías y esta es mi manera de cobrar ese plantón. Así que puedes preguntar lo que quieras y te contestare con toda la verdad.
Manu: ¿la ropa es tuya?
Sonia: si
Manu: ¿la usaste?
Sonia: si
Manu: ¿Cuándo?
Sonia: el viernes de fin de cursos
Manu: ¿te cogió el director de tu escuela?
Sonia: si y no
Manu: explícate y deja de jugar con mi mente
Sonia: se la chupe, pero no me penetro.
Se hizo un silencio largo, Manu no hablaba y solo se le escuchaba pasar saliva y tomar bocanadas largas de aire.
Manu: ¿el cerdo te volvió a presionar para que se la chuparas?, ¿te chantajeó? ¿Te obligo? ¿Te hizo daño?
Sonia: no me presiono, no me chantajeó, no me obligo y seria incapaz de hacerle daño a nadie.
Manu: ¿te gusto?
Sonia: más o menos.
Manu: ¿en qué momento lo frenaste para que no te penetrara?
Sonia: en el momento en que logre hacerlo eyacular en mi boca, no pudo más, él estaba muy caliente y me tenía muchas ganas.
Manu: ¿te vio las tetas?, ¿te las chupo?, ¿estuviste totalmente desnuda con él? ¿La tiene más grande que yo?
Sonia: si me vio las tetas, si me las chupo, no estuve totalmente desnuda porque nunca me quito las medias ni los zapatos, mi falda quedo enrollada en mi cintura y mi blusa quedo abierta de los botones.
Manu: ¿la tiene más grande que yo?
Sonia: el no.
Manu: ¿eso qué quiere decir? ¡! ¿Quién si?
Sonia: tambíen me acosté con un alumno de ultimo grado, se llama Mario y a estas horas ya debe de estar instalado en su nueva universidad en otro país.
Manu: ¿queee? Cuéntame? ¿Por qué? ¿Desde hace cuánto tienes relación con ese tipo?
Sonia: no es ningún tipo, es un alumnito muy guapo y tenemos relación desde hace un semestre, nunca paso nada y jamás te mentí, solo que ese viernes me aburrí de esperar mi hora de salida, me sentí solita en la oficina y decidí llamarlo para que viniera a ver mis piernas con falda y tacones, cuando llego a la oficina su reacción me gustó mucho e inmediatamente se me antojo tener una aventurilla con ese pibon.
Manu: ¿estabas enojada conmigo?
Sonia: No
Manu: ¿Por qué te pusiste falda y tacones para ir a la Universidad ¿no decías que eso no era para ti?
Sonia: quería sorprenderte y como había poca gente en el campus, decidí atreverme.
Manu: ¿tambíen se la chupaste al alumno?
Sonia: si
Manu: ¿en la oficina?
Sonia: si, y en un rincón del pasillo que va hacia los salones (estaban muy vacíos los pasillos) tambíen en su dormitorio, cama, sofá y baño.
Manu: ¿QUEEE? Fuiste a un dormitorio de un alumno.
Sonia: si
Manu: ¿y solo se la chupaste?
Sonia: no, de hecho con el si tuve penetración MUCHA PENETRACIÓN, ese chamaco era incansable, fueron muchas horas de sexo muy rico y placentero
Manu: ¿yo donde estaba?
Sonia: tú ya tenías problemas en la empresa y entendí que estabas ocupado.
El camino seguía y Manu golpeo el volante de la camioneta y sus ojos se llenaron de lágrimas, no lloro pero se le inundaron los ojos, se le veía mal, se le veía aturdido. Con voz muy bajita (casi como para el mismo) dijo “puta madre, que pendejo fui” Tomaba bocanadas de aire y su vista estaba fija en la carretera, seguía con el interrogatorio.
Manu: ¿el si te desvistió?
Sonia: si
Manu: ¿usaron condón?
Sonia: ni me acorde, estaba tan caliente que nunca me acorde de usar un condón.
Manu: ¿terminó dentro de ti?
Sonia: algunas veces si
Manu: ¿algunas veces? ¿Cuantas veces te acostaste con él?
Sonia: no sé si 5 o 6, pero todas fueron riquísimas.
Manu: alguien te vio?
Sonia: yo creo que no.
Manu: ¿anal?
Sonia: solo con sus dedos y su lengua
Manu: ¿con el tambíen estuviste en ropa o si te desvestiste?
Sonia: con el estuve en todas las posiciones y todas las modalidades, me cogió vestida y semi vestida y totalmente desnuda y hasta inconsciente
Manu: jajaja ¿inconsciente?
Sonia: es un decir, la verdad es que siempre estuve al tanto, solo que era tanto el placer que de pronto me perdía en el tiempo.
Manu: ¿lo llevaste a casa?
Sonia: claro que nooo, jamás haría eso.
Manu: ¿cuándo fue lo de la mamada al director?
Sonia: el mismo día, saliendo del dormitorio.
Manu: ¿el director supo de tu aventura con el alumno?
Sonia: claro que no, pero lo chistoso es que cuando al fin le di la oportunidad al director de aprovecharse de mi, lo primero que hizo, aparte de acariciar mis piernas y nalgas, fue darme un sexo oral salvaje, pero el jamás supo que hacía unos minutos que un alumno suyo había terminado dentro de mi.
Manu: ¿lo volverías a hacer?
Sonia: con el director no, con el alumno sin duda si, lo malo es que se fue y no lo volveré a ver nunca.
Manu: ahora tu director va a querer que se la chupes diario.
Sonia: lo sé, pero tambíen se como tranquilizarlo y como defenderme ante futuros acosos.
Manu: ¿puedo pedirte algo?
Sonia: ¿Qué?
Manu: vístete así para mi.
Sonia: ok
Salimos de la carretera y entramos a una estación de servicio, Manu se detuvo en las bombas de la gasolina y me pidió que fuera a los sanitarios a ponerme mi atuendo de zorra, yo con una sonrisita acepte y baje de la cajuela la bolsa mal oliente (en serio estaba mal oliente porque mi tanga estaba muy llena de semen y muy llena de mis fluidos derramados en la acción).
Fui al baño de la gasolinera y me enfunde mis en medias, mis calzones usados, mi blusa arrugada y mi falda rabona, medio acomode mi cabello y a toda prisa me di una pequeña manita de gato con mis cosméticos.
Cuando salí del baño vi que la camioneta de Manu estaba parqueada hasta el otro lado de la estación de servicio, había que caminar algunos metros y atravesar el área de combustibles, todos los despachadores me devoraron con la mirada y alguno me grito unos piropos muy guarros, cuando entre a la estación estaba sentado Manu con un café y una dona, pude ver su cara de aturdido y excitado, una vez que estuve junto a el me dijo al oído “muero de ganas de que me la chupes a mi tambíen”.
Lo que siguió del viaje fue con muchas más preguntas y muchas caricias a mis piernas y tetas, hicimos la tan esperada escala en el hotel Ritz y a mi me mando a hacer el check in, yo me sentía empoderada y segura de mi misma, el chicho del mostrador del hotel no dejaba de coquetearme y ver mi escote con mucho descaro.
Ya en la habitación Manu me cogió mucho más rico que nunca, mi marido se convirtió en un maniaco salvaje que era mas efusivo y entregado, durante las muchas sesiones de sexo que tuvimos en es hotel en ese fin de semana, mi marido me preguntaba y me preguntaba mas coas, se le veía excitado y feliz.
Desde ese día las cosas en casa marchan muy bien, él es mucho mas atento y ardiente conmigo, nuestra comunicación aumento en un 3000% y nuestra sexualidad está en el mejor punto de nuestro matrimonio.
El director de mi escuela solo intento un par de veces que nos viéramos por fuera, pero le recordé mis amenazas y se calmó totalmente.
No sé si vuelva a pasar algo con alguien, lo que si se es que yo disfrute mucho haciéndolo y compartiéndolo con mi Manu.
(Encontré que Manu grabo toda nuestra conversación/interrogatorio, en la camioneta, fue por eso que la transcribí tal cual).