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Confesando una fantasía
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Tiempo de lectura: 8 minutos

La historia que voy a redactar sucedió hace unos cuatro de meses, sin embargo, las emociones de esta siguen a flor de piel que parece hubiesen sucedido ayer, sobre todo porque sería el inicio de todo.

Mi nombre es Sebastián. Mi esposa Karla tiene 24 años, es una mujer de contextura normal, cabello negro con rizos que llegan hasta un poco antes donde la espalda pierde su nombre, tiene unos buenos senos que como siempre le digo están hechos para la medida de mis manos, destacan sus piernas y su buen culo.

Hace unos años me empezó a gustar esto de las historias swinger y todo lo que en ella involucra, empecé a leer un poco más sobre el tema y quizás de una u otra manera a obsesionarme con lo mismo. Vi algunos videos reales de intercambio de pareja y me agradó mucho y por primera vez me imaginé y quise ver a mi mujer ser tomada por otro hombre, era una mezcla entre lo raro y excitante.

Continué por un buen tiempo leyendo relatos y viendo muchos videos de este tipo, cada vez me excitaba más la idea de ver a mi mujer disfrutando de un pene que no sea el mío, pero ¿cómo se lo diría a ella? De seguro lo tomaría a mal.

Una noche decidimos salir al cine, ella se había puesto una falda pequeña que resaltaba sus muslos y culo, una blusa de botones y un abrigo por encima, debo decir que en realidad me apetecía más quedarme en casa que salir esa noche, sobre todo porque teníamos que pedir un taxi ya que el carro estaba en el taller, pero ya me había comprometido con ella y unos amigos con quienes quedamos de encontrarnos antes para comer.

Ya de regreso en un taxi sólo los dos, ambos en la parte posterior, empecé a besarla, y tocarla, el trayecto se puede decir era algo extenso, entre 30 a 40 minutos, estaba realmente excitado, así que aprovechando su falda empecé por tocar sus piernas y separarlas, ella me detenía, alcé mucho más su falda a tal punto que se podía ver su interior color amarillo que llevaba esa noche, me excitaba la idea que el taxista pudiera verla, quería que hiciera algún comentario, agarre sus senos por encima de su blusa y quise desabrochar la misma, pero ella me detuvo, dijo que le daba pena, a mí la verdad me emocionaba mucho, estaba muy excitado pero ella dijo no.

Al llegar a la casa hicimos el amor como locos con beso negro incluido que tanto le gusta, aún recuerdo la primera vez que se lo hice, una cara de sorpresa y excitación, a ella jamás le habían hecho algo así, de hecho, ella antes de mí sólo había tenido una experiencia sexual, la cogí semi desvirgada, tanto así que las primeras veces que estuvimos juntos sangró.

Aquella noche en el taxi aumento aún más mis deseos de ver a mi mujer follada por otro, pasaron algunos días y me decidí por intentarlo, o por lo menos que ella supiera esta fantasía que me tenía pensando día y noche.

Esa noche quería hacerla disfrutar. Ella llegó del trabajo, se bañó y vino a comer, había preparado algo suave para esa noche.

Yo: ¿Amor como estuvo el trabajo?

Karla: Cansado, sabes que para estas fechas se intensifican los pedidos y hay que estar llamando a todo el mundo para verificar su entrega, yendo de un lado a otro, en fin, todo pesado. Y a vos como te fue?

Yo: bueno parece que menos pesado que a ti. Venga y le hago un masaje.

Karla: ¿en serio? ¿En las piernas? Te lo agradecería mucho

Yo: en todo el cuerpo amor, vaya al cuarto quítese la ropa y espéreme mientras yo lavo estos platos.

– Cuando regresé estaba sólo la lámpara encendida, ella desnuda tumbada sobre la cama a espera que mis manos empiecen a tocar su piel, su culo prominente me encendió de manera inmediata.

Me quité la ropa y sólo me quedé en bóxer, me coloqué encima de sus nalgas y puse crema en mis manos y sobre su espalda, seguí con delicados masajes desde el cuello hasta la parte final de su espalda.

S: Estas muy tensa

K: Si, mucho dijese yo

S: No te preocupes que ya me encargo yo de dejarte como nueva

– Presionando mis manos sobre su espalda, me acerqué un poco y empecé por lamer su oreja y besar su cuello, su piel sensible reaccionó enseguida y se puso de “gallina”.

S: Relájate, esta noche es para disfrutar y abrirnos a cosas nuevas.

K: ¿Sí?

S: ¿Lo dudas?

K: No, ay que rico masaje, pero esto no es justo

S. Justo? No entiendo

K: Claro, yo estoy desnuda y tú aún estás con bóxer.

– Me lo quité casi de inmediato, coloqué mi verga sobre su nalga e hice el ademán de meterlo entre ellas, me hice un poco más atrás y coloqué crema sobre su culo y piernas, empecé a regar toda la crema sobre sus muslos, a veces de manera delicada y otras un poco más fuerte, separé algo sus piernas y empecé por masajear esa zona, su cuerpo estremeció pues es muy proclive a las cosquillas, terminé con las piernas.

Ahora tomé sus dos nalgas entre mis manos y las envolví en totalidad con el aceite, las besé y di pequeños mordiscos. Con el dedo medio desde el cuello recorrí toda su espalda por la mitad y lo pasé entre sus nalgas, haciendo un pequeño énfasis cuando llegaba a su culito, repetí unas 3 veces más aquello y llegó allí el primer gemido.

K: uhmm que rico.

S: Tienes un buen culo amor, y esta noche me lo quiero comer de nuevo.

K: Haga lo que usted quiera

– Separé sus nalgas y pasé mi lengua por medio de ellas.

S: Date la vuelta

K: Como Ud. diga

– Y allí la tenía, desnuda, con sus pezones hinchados y abriéndome sus piernas para que meta mi verga.

K: Ven, bésame y hazme tuya.

– Sin embargo, cuando sabía que la follaría esa noche, aún faltaba mucho para aquello, me acerqué, la besé, puse mi verga sobre su vagina sin penetrarla, besé su cuello, agarré, apreté y succioné sus tetas, en un momento se dio la forma para tomar mi verga e intentar metérsela…

S: Espera amor

K: ¿por qué? Quiero que me hagas tuya

S: Te voy a hacer mía otra vez, pero primero quiero besarte toda, toda, que no quede nada de tu piel sin que esta noche haya tenido mis labios encima

K: ¿Toda?

S: Si toda.

K: ahh pues empieza ya

– Beso nuevamente su cuello, y susurrando a su oído le dige “te voy a chupar la vagina como nadie antes te la ha chupado”

K: Ohh amor, sabes que sólo tú me la has chupado

S: No te creo, de seguro muchos te la han chupado ya, mírate nomas la cara de putita que tienes

K: Tonto, mm sabes que solo tú me la haz chupado

– Si bien es cierto le sorprendió lo que le dije, le gustó y se notaba en su voz, fui bajando los besos por sus pechos, llegué a su abdomen y con mis manos presionaba sus piernas, llegué hasta su vulva y empecé a besarla, estaba perfectamente depilada pues lo había hecho el día anterior. Besé su ingle y me dirigí a su vagina, estaba totalmente mojada, pasé mi lengua y empecé a darle pequeños besos, en un momento sus labios vaginales se tornaron su boca, pues empecé a besarlos como si de ella se tratara, llegué después a su clítoris e hice gemir a mi mujer cual perra en celo. Estuve allí algo más de 10 minutos, estaba a punto caramelo y yo con mi verga que reventaba y con ganas de penetrarla

– Me puse sobre ella y nos dimos de esos besos apasionados con lengua que tanto me gustan.

S: ¿Te gustó?

K: Me encantó, papi

S: ¿Soy el que mejor te la ha chupado??

– Ella siguiendo mi juego respondió “Si papi, nadie me la había chupado como tú, has sido el mejor de todos los que me la habían chupado”. Esa respuesta me volvió loco, bajé de nuevo y le di otro beso completo a su vagina

K: ohhh amor me encanta como chupas y besas mi vagina… ohh es toda tuya amor, mi vagina, mi culo, todo es tuyo papi.

– Subí suavemente de nuevo hasta su boca y nos fundimos en un nuevo beso, tomé su pierna y alcé para por fin penetrarla, suavemente introduje mi verga, para que ella sintiera como mi pene iba entrando en su cuerpo

K: Me encanta, follame así papi… de a poquito, no la metas de una

S: ¿Te duele? Ja

K: Si amor, me dueleee… soy virgen

S: ¿Virgen usted? Jaja

K: Si ahh virgen

– Metía y sacaba mi verga despacio como si de una primera vez se tratara y ella estaba encantada, sintiendo como una y otra vez mi pene salía de su vagina… después de varias veces me acerqué hasta su oído y le dije:

S: Eres una puta mentirosa

K: ¿Por qué?

S: Porque Ud. de virgen no tiene nada, la verga te entra suave… ni tú mismo has de saber con cuantos estuviste antes de mí, ¿tu boca? Pff ya me la haz chupado montón de veces y tu culito ya te lo he partido en varias ocasiones… de virgen no tienes nada

K: ahh es verdad… no soy virgen, soy una puta… pero tu puta

S: Lo sé, eres mi puta… así que no me importa

K: ¿Qué no te importa??

S: No me importa cuántos te hayan tenido así, no me importa a cuantos se la chupaste, ni cuantos te llenaron de leche la vagina, la verdad no me importa cuántos te cogieron en 4 mientras nalgueaban ese culazoo…

K: Oh amooor

S: Y no me importa cuántos te llevaron a moteles baratos para que te conviertas en su perra, no me importa a cuantos le pediste verga porque estabas arrecha, tampoco me interesa si se las chupaste o terminaron en tu cara, ni me importa que hayas sido la puta y perra de muchos antes que de mí..

K: Ay amor estas locoo, me tratas como a una puta

S: Sólo te trato como lo que eres

– La escena era fantástica, aun cuando sabía que nada de eso había pasado, me excitaba imaginarme que mi mujer había sido poseída por otros.

– Empecé a darle mucho más fuerte.

S: Toma puta, toma toda mi verga

K: Si amooor soy tu puta, tu perra… pero solo tuya, te pertenezco

S: Y como me perteneces puedo hacer lo que yo quiera contigo, ¿verdad?

– Mi mujer pensó que quería darle por el culo nuevamente.

K: Si amor, lo que tu quieras… métemela por donde quieras, por donde tú quieras, por el culo, por la boca… ohh soy tu puta

S: Te voy a follar por todos lados puta, pero como me perteneces voy a hacer algo más que solo follarte

K: Lo que quieras papi… dime que me quieres hacer… que quiere hacer conmigo?

S: Quiero prestar a mi puta para que otro u otros se la follen

K: ¿Que¨? Estás loco amor… solo soy tu puta

– Aun cuando lo que le había dicho le sorprendió su cara de excitación aumentó.

S: Eres mi puta y por eso te puedo prestar… ya lo decidí

K: Yo solo te amo a amm ay amor que rico, me vuelve loca tu verga… yo solo te amo a ti. –Mientras yo bombea su vagina y estrujaba sus tetas-

S: Lo sé, no te pido que ames a nadie… te digo que haré que otro te folle, que te comas una verga nueva.

K: ¿Es en serio? ¿Por qué quieres hacer eso?

– Le tomé del brazo y levanté, la coloqué en 4, chupe su culo e hice que se estremezca toda y metí de nuevo mi verga, dándole duro, tomé su cabello y acerqué su cabeza hacia mí y le dije “porque me perteneces y quiero que te folle otro para que vea a la puta que tengo de mujer”. Ella estaba loca, fuera de sí y sus gemidos estaban a la orden del día.

K: Pero amor… ¿Por qué? Me daría vergüenza.

S: ¿Vergüenza? ¿Vergüenza de qué? Si las putas no tienen vergüenza, si ya te has comido varias vergas, otra mas no importa, además yo te doy el permiso… recuerda que eres mi puta

K: Si amor, tu puta no de los demás

S: Bueno mi puta folla conmigo y con quien yo elija…

K. Ahh bueno amor… como tú quieras, tu mandas… ojala tengan la verga tan rica como la tuya pero lo dudo… ahhh ahh no pares amor, no pares, sigue metiéndomela… uhmm y ¿ por qué quieres que otro me folle?

S: Porque quiero ver su reacción cuando te vea tumbada en la cama desnuda, quiero ver su mirada deseándote y sus manos locas por tocarte toda, quiero ver sus ganas de follarte.

K: Ay que rico… sigue

S: Quiero ver cuando se acerque y empiece a besarte las tetas y el cuello, cuando agarre por vez primera tu culo, y quiero ver cuando te vaya a follar y decirle “espera… si quieres follarte a mi mujer tienes primero que chupársela”

K: Ahhh ¿quieres que otros me la chupen?

S: ¿Tu no?

K: Si, que me la chupe si no pues no me dejo follar, sólo tú puedes follarme sin chupármela antes.

S: Claro, que te abra las piernas y te dé una buena chupada, luego de eso si tú quieres se la chupas.

K: ¿Te gustaría eso? Ver mi boquita atragantándose con una verga que no es la tuya, ¿Así me quieres ver?

S: Si, que se ponga frente a ti y dirija su verga dura sobre tu vagina y te la meta de una, mientras te chupa las tetas, que te bombee la vagina mientras hace que se muevan tus senos, que luego se siente y tú te coloques sobre su verga y cabalgues en ella como cabalgas en la mía, que tus tetas se muevan y el las agarre.

K: Que rico y ¿con condón?

S: Noo… nada de condón, porque quiero te folle a pura piel, que pueda sentir la textura de tu vagina recibiendo su pene, luego que te ponga en 4 así justo como te tengo ahora, mostrándome ese culo que tanto me encanta y así sin condón te llene la vagina de su leche, que te de unas nalgadas en el culo, que termine cansado sobre ti, tome tu cabeza y te dé un beso mientras continuas con su verga aun dura en tu vagina… luego se levante, se vista y se vaya… y tu quedes tirada en la cama como la puta que eres, que veas como el dueño de la nueva verga que te comiste se va… y estarás allí tirada, sudada, recién follada por otro, con su leche que aun tienes adentro… y sabes que haré?

K: ¿Que harás amor ¿? Dímelo oohh

S: Te tumbare, abriré tus piernas y te follaré ahora yo… te hare mi puta

K: Así de una. ¿aun con su leche en mi vagina?

S: Si, así de una… sin que te vayas a bañar y te llenaré también de mi leche… y así habrás tenido dos vergas distintas en un mismo día. Dos hombres te habrán hecho su puta y tendrás tu vagina llena de leche de diferentes machos… y ese día, ese bendito día… terminaras graduándote de puta.

– Era tal la excitación que terminé por correrme como nunca antes y ella alcanzando un orgasmo único y maravilloso.

Ambos quedamos rendidos en la cama, y así empezó nuestra gran historia. Nuestra historia swinger.

Senegal21

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