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Con semen en la cara
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Tiempo de lectura: 4 minutos

O: Así puta, chupamela toda, ¡¡uhm!!

C: ¡¡Aquí nos va a ver la gente!!

O: ¡¡Callate!! ¡¡Sigue comiendo!!

Me encontraba en la calle en un callejón solo recargado en un camión y Clara hincada chupandome la verga, no me importaba que nos viera alguien, solo quería que David pasara y viera a su novia tragando mi verga.

Todo comenzó esa mañana, como ya era costumbre seguía discutiendo con David, me daban ganas de agarrarme a golpes con él pero la idea para joderlo era con su novia.

Por alguna razón, este tipo de 53 años adoraba mucho a Clara, era su amor, de hecho ya le había prometido dejar a su mujer por ella, lamentablemente Clara era más joven y tenía otras ideas en la cabeza, ya había tratado de dejarlo desde que la golpeo pero muchas veces es muy difícil alejarse de una relación tóxica y la de ellos era una de esas.

Yo le mandaba mensajes a Clara, mensajes donde le decía que quería meterle la verga, que quiera que se tragara mi semen y ella correspondía mandándome fotos desnuda y de sus nalgas, la verdad esas charlas me ponen bien caliente.

Una tarde, ella estaba llorando, todo porque David le había dado un golpe más por estar hablando con un compañero de su área.

O: Ya debes dejar a ese idiota.

C: No puedo, me da miedo.

O: Sabes que, te voy a ayudar.

Le dije que me esperara una hora después de su salida, ella salía a las 7 pm y yo a las 8 pm al igual que David, se me había ocurrido la idea de que nos viera fajando y asi el la mandara a la fregada y de una vez arreglar los asuntos entre él y yo.

Llegó la hora, al salir vi a Clara en la esquina y me dirigí a ella, sin pensarlo la besé en la boca, ella nerviosa se dejó aunque no correspondió la misma intensidad.

C: ¿Qué haces?

O: Nada, ¡solo te ayudo!

La tome de la mano y nos dirigimos a un callejón muy oscuro, de hecho muchos lo evitan por miedo a ser asaltados, siempre vi que David se iba por ahí, así que la lleve ahí.

Comencé a besarla con desesperación, ella aunque tensa correspondía mis besos y después mis caricias, la abrace por atrás y mientras le besaba su cuello mis manos apretaban sus ricas y duras nalgas.

O: ¡Me encantas chiquita!

C: ¡Ah! Que intenso estás hoy.

Nos fuimos a recargar atrás de un camión que estaba estacionado, sin dudarlo le levante la blusa y le saque una teta de su brasear, ella trató de detenerme pero como rayo ya tenía una de sus tetas en mi boca.

C: ¿Qué haces? ¡Ah!

O: ¡Callate y disfrutalo nena!

Con mi mano apretaba rico sus nalgas e incluso con mis dedos le rosaba su concha por encima de su licra café.

C: Basta, ¡¡uhm!!

O: ¿Qué? ¿No te gusta?

C: ¡Es que estamos en la calle!

O: No pasa nadie, tranquila, relájate y déjate llevar!

Poco a poco logré que ella se olvidara de donde estaba, le baje su licra y me baje a besarle sus morenas piernas, sus nalgas, le mordía con fuerza, ella gemía y me acariciaba la cabeza.

C: ¡Que rico, me pones a mil!

O: Lo se perrita, ¡vamos bájate tu!

Me bajé el pantalón y el boxer y le pedí me la chupara, ella no lo dudó y comenzó a chuparme la verga con una desesperación que me generaba un gran placer.

La tomaba con sus dos manos y saboreaba la puntita y luego la tragaba hasta donde le cabía, yo miraba para ver si venía David pero él ni sus luces.

La tomé del cabello y la ahogaba, ella me permitía atascarsela todita, le jalaba el cabello, le daba una ligera cachetada, ella sabía que era mi putita personal.

O: Así puta, vamos chupala, ¡¡uhm!!

C: Me encanta tu verga, ¡¡uhm!!

La excitación me gano, la puse de pie, le levante una pierna y comencé a metersela suave, apretando sus nalgas y moviéndome despacio, ella gemía despacio, no quería hacer ruido, eso me genero que me moviera más rápido para hacerla gemir más.

C: ¡¡Dios!! Agh, ¡¡ah!!

O: ¿Te gusta? ¿Te gusta como te lo meto?

C: ¡¡Si!! Que rico, mas, ¡¡dame mas!!

Ella se quitó por completo el leggin, se abrazó a mi cuello y yo la cargué, ella me abrazó con sus piernas mientras se la dejaba ir con fuerza.

O: Que rico, uhm!!

C: Ah, Oswaldo, uhm, ¡¡ah!!

La cargaba y se la metia con fuerza, no me importaba que no traia proteccion, solo queria disfrutarlo, quería que pasara su novio y nos viera coger rico.

La baje y ella se empino apoyándose en la defensa del camión, yo abrí sus nalgas y se la deje ir despacio, acariciando sus nalgas y dándole a chupar mis dedos.

O: Así puta, que rico, ¡¡uhm!!

C: Uhm, mas, mas, así, ¡¡dame más!!

O: Te dije que te iba a ayudar, ¡¡uhm!!

C: No se en que me ayuda, pero que rico me coges ¡¡nene!!

Comencé a embestirla con fuerza, le daba de nalgadas, le jalaba el cabello y le apretaba sus tetas, ¡ella lo gozaba como nunca!

Pasó un tipo en bicicleta que nos vio y juro que se quedó mirando unos segundos, pero no nos detuvimos, continué metiéndosela con todo, mi objetivo era que nos viera David y algo me decía que si pasaría.

O: ¡¡Te voy a dar por el culo!!

C: ¿Qué? Espera, ¡¡¡no!!!

Se la meti de un golpe, ella gritó al sentirme dentro de su ano, yo comencé a metersela con fuerza, le jalaba el cabello, le daba de nalgadas, le doblaba su brazo, la trataba como mi muñeca personal.

C: Duele, agh, ¡¡ah!!

O: ¿Te la saco puta?

C: ¡¡¡No!!! dame más, uhm, ¡¡agh!!

O: Eso es puta, uhm, eres mi favorita, ¡¡uhm!!

Ella comenzó a venirse aventando sus líquidos al suelo y gritando y moviéndose como loca, fue en ese momento que logré distinguir a lo lejos a David, así que se la saque del culo y la puse a mamar hasta hacerme venir.

O: Vamos, uhm, saca tu leche ¡¡puta!!

C: Si, damela papi, uhm, ¡¡ah!!

Clara me la chupo riquisimo, de reojo miraba como se acercaba su novio, la tomé de la cabeza y comencé a acompañar sus chupadas con movimientos de mi pelvis.

O: ¡¡Ah!! Me vengo, uhm, ¡¡agh!!

C: ¡¡Uhm!! ¡¡Agh!! ¡¡Mmm!!

Comence a venirme en su boca, ella seguia mamandomela y ordeñandome rico y justo en ese momento lo vi, David estaba mirando con cara de idiota y ¡comenzo a gritarnos!

D: ¡¡No mames, que pedo!!

C: ¡¡David!! ¡Déjame explicarte!

D: ¡Qué me vas a explicar puta!

Clara semidesnuda y con la cara llena de semen trató de acercarse, David aventó su mochila y parecía la golperia, fue entonces que yo me le puse enfrente.

O: ¡¡Basta!! ¡Que no ves que asustas a mi putita!

D: Maldito, ¡¡te voy a matar!!

O: Jaja, eso no cambiará nada, mirala, mira como gozo tragar mi semen, jaja, ella necesitaba un verdadero hombre.

Creí que David trataría de golpearme, pero en vez de eso comenzó a llorar, parece ser que sí le dolió ver a su novia con mi semen en su cara.

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