Era año nuevo, estábamos todos en familia celebrando, más específicamente tomando y comiendo jaja.
Estaba atragantándome con cerveza y carne cuando sonó mi teléfono, era un mensaje en whatsapp de mi prima Nora, me pareció extraño ya que estaba enfrente de mí.
El mensaje decía que saliéramos a fumar un fino, en la familia son algo graves con el tema.
Algo de contexto, estábamos en mi casa en el campo (de mi familia), y ella estaba de visita.
Salimos lejos de la casa, la lleve a unos troncos de pinos que estaban por ahí. La noche estaba algo fría y el cielo hermosamente despejado, hasta recuerdo haber visto pasar varios satélites.
En fin, la cosa es que nos sentamos frente a frente con toda la parafernalia en medio jaja, empezamos a fumar y hablar, nos reímos, pusimos música (música índie, nos encanta, con poco volumen eso si), de a poco la yerbiña empezó a hacer efecto y empezamos a hablar de ex’s, como llegamos al tema ni idea, y ella había terminado hace poco con su pololo, bueno como dos meses, pero era obvio que aún no era tiempo suficiente.
Entonces ella empezó a hablar de lo mal que le iba en el amor, que siempre tenía mala suerte, yo le decía que la vida es rara, ella era hermosa, esos tipos deberían estar saltando en una pata, reímos con eso, no era el objetivo pero fue extrañamente placentero jaja.
Estábamos en eso cuando de un momento a otro noto que se pone seria, me miró directamente a los ojos… mmm.
Contexto igual jaja ese es otro detalle bakan, estábamos a oscuras bajo la luz de las estrella(a muy oscuras jaja), pero ya nos habíamos aclimatado a la oscuridad y podía ver hasta sus ojos.
Recuerdo que empezó a acercarse, empecé a sentir en mi rostro su cálido aliento y no sé qué cara habré puesto, pero debe haber sido una cara de baboso jaja entonces me dijo "y si nos escuchan?", con eso me reí levemente, estábamos solos en un campo jaja y le dije "pero dímelo al oído entonces", se empezó a acercar y se detuvo muy cerca de mí oído, dijo "no es como decirlo" cada letra de cada palabra de esa frase se sintió como cargas eléctricas en todo mi cuerpo, y cuanto terminó de hablar sentí sus labios, en mi oreja, note (ni idea como) una pequeña sonrisa.
En ese instante casi inconscientemente lleve mis manos a su cintura, sentir su cuerpo, su piel tras la ropa me hizo casi estallar, pensando que eso era el límite, sentí sus labios besándome en el oído, la abrace fuerte apretando su cuerpo contra el mío, sentir sus pechos pequeños y suaves me hizo sentirme en la gloria, estaba extasiado pero luego me hizo regresar con su respiración entrecortada, sentí que necesitaba más, fui en busca de sus labios, fue el viaje más hermoso recorrer su cuello y su mentón, aunque sólo pensaba con ansias en que podía ser mejor.
Cuando encontramos nuestras bocas, nos deslizamos sutilmente, encajábamos a la perfección y de pronto ¡el cielo!, de alguna manera ya podía sentirla toda, conocerla como ni imaginaba hacerlo, nuestras lenguas se fundían eléctricamente también en un beso.
Ese beso fue eterno, era casi inimaginable separarme un milímetro de ella, de hecho creo que no pasó.
Ella me abrazo la cabeza cruzando sus manos con mi pelo, luego acerco su cintura, quedando casi encima mío, yo me levante levemente inclinándome hacia adelante, así nos deje caer muy suavemente sobre el tronco.
Ahí estaba ella, después de mucho tiempo la note nuevamente, nuestro beso me había hecho olvidar que éramos dos individuos,
Pero ahí estaba, con las piernas abiertas abrazando mi cintura, cuando estuvimos totalmente botados, sentí su vagina con mi pene, se sentía firme, invitando a ser recorrida, embestida; empecé a empujar suavemente y sentí su primer gemido, fue tanto sutil como absoluto, ese "hay" disfrazado de susurro me hizo adivinar lo que no me dijo al oído, también yo le gustaba.
Me levante sin despegarme, siguiendo con nuestro delicioso roce, la vi, con los ojos cerrado, la boca entre abierta, respirando con dificultad y todo en cámara lenta, empecé a tocar con mi manos sus pechos, no parecía real, llenaban y se acomodaban perfectamente en mi manos, le abrí la chaqueta y fui por su ombligo, subiendo hasta chocar con sus sostenes, mis dedos sin dificultad pasaron bajo ellos y ahí estaba ella, su pechos suaves y sus pezones firmes, era hermoso.
Ella hacía lo mismo con sus manos, recorría con ansias mi torso, hasta que como anclas sus dedos se fijaron en mi espalda baja y tiraron fuerte y nos unimos nuevamente, se sentía maravilloso.
Al mismo tiempo fuimos en busca de nuestros pantalones, molestaban a esa altura.
No sé como se nos ocurrió, pero lo siguiente que recuerdo era que estábamos sobre nuestras ropas, yo sobre ella sosteniendo mi cuerpo con las manos, ella con las piernas abiertas, sus manos en mi cintura, yo solo esperaba su señal, por fin la sentí.
Primero busque su boca y perfectamente cronometrado por dios, llegué a sus labios con mi lengua y a su vagina con mi pene, se sentía muy mojada, empecé a avanzar, mi lengua encontró el cielo y mi pene encontró el infierno; húmedo, caliente y apretado.