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Con Marcela y su novio, nuevas experiencias (Segunda parte)
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Como conté en la primera parte de este relato había acordado encontrarme con mi amiga Marcela para una noche de juegos, ambas somos travestis de closet, muy femeninas cuando estamos vestidas, esa noche habíamos acordado que ella sería mi niñera y yo actuaría como una nena necia que debía ser castigada, también habíamos acordado que ella invitaría a su novio, Iván quien se unió a nosotras después de que Marcela había llenado mi culito con su leche, cuando llego lo primero que hizo fue comerme por mi culito hasta correrse en él, esto debido a que venía muy caliente por las fotos que Marcela le había estado enviándole durante toda la noche.

Después de que Marcela le hubiera servido un trago, Iván se sentó en el sillón mientras nosotras nos organizábamos la ropita, entonces Marcela tomo mi correa de perrita y me llevo hasta ponerme frente a él y se sentó en sus rodillas mientras aun sostenía la correa. En ese momento Iván la pregunto quién era y que habíamos estado haciendo, ella comenzó a contarle, poniendo la voz lo más femenina que podía, que esa noche estaba como niñera y que yo era la nena que estaba cuidando, le indico que era una sissy sumisa y que sus servicios incluían enseñarme a comportarme como una buena nena y castigarme cuando ella quisiera, le conto que ya había terminado las tareas, pero que tenía las pantis muy sucias y mojadas por lo que ella aun me debía castigar antes de ponerme la pijama y acostarme a dormir.

Entonces me halo del collar para que me arrimara mientras le decía a Iván que mi nombre era Victoria, que ella me decía Vicky, me indico que ella era la sumisa de Iván y que dado que yo estaba sometida a ella también lo estaba a él, yo camine hasta ponerme junto a ellos y después realice una venia levantando mi faldita como una nena y de la forma más femenina que pude dije “mucho gusto Señor Iván, soy Victoria y estoy para servirle”.

El me miro de arriba abajo y me dijo que levantara más mi faldita y diera una vuelta lentamente, mientras lo hacía le indico a Marcela que deseaba que nos cambiáramos de ropa, le indico que debía vestirse para ser castigada y vestirme a mí con un vestido de falda y pantimedias como mínimo. Apenas termino de darnos las indicaciones Marcela tomo mi collar y me llevo rápidamente hacia la habitación en donde estaba su maleta, la tenía sobre la cama y se veía la ropa de mujer regada, me indico que me desnudara y pasándome unos paños húmedos me dijo que me limpiara bien mientras ella buscaba la ropa. Mientras la obedecía miraba como ella también se desnudaba rápidamente y se comenzaba a colocar unas pantis y sostenes negros, luego un traje negro de látex muy apretado que tenía una abertura entre sus piernas, se puso una falta apretada y una camisa de encaje, saco unos tacones y rápidamente retoco su maquillaje mientras yo la miraba hipnotizada.

Apenas termino me miro desnuda y fue a su maleta, de ella saco un juego de sostenes y pantis de encaje rosados, unas pantimedias blancas y unos tacones, me los entrego indicando que me los colocara, cuando estuve lista me maquillo y saco un vestido de faldita rosado de flores, era un vestido de falda hasta las rodillas con adornos en los hombros, me lo coloco fácilmente pues era un par de tallas más grande, mientras me decía lo linda que me veía. Ya vestidas y arregladas regresamos a la sala en donde Iván nos esperaba sentado en el sillón con un morral al lado, mientras le pedía a Marcela que le sirviera otro trago me indico que me sentara en sus piernas. Yo lo obedecí de forma sumisa y cuando Marcela regreso le indico que se sentara en el piso al frente. Mientras ella lo hacia él puso una de sus manos entre mis piernas y me dijo que le sostuviera su trago, mientras lo hacía tomo el morral y saco un dildo con forma de pene que tenía vibración y entregándoselo a Marcela le dijo que se calentara toda con él.

Mientras ella prendía el vibrador para meterlo en su boquita y luego entre sus piernas Iván me fue explicando que Marcela era su Sumisa y había ido esa noche a castigarla por comportarse como una perrita, mientras hablaba subía su mano por mis piernas levantando mi faldita hasta llegar a mi nalgas, cuando lo hizo me dijo que como yo era también muy perrita le debía ayudar, pero lo primero era que ambas nos conociéramos como perras, me indico que me bajara de sus piernas al suelo mientras decía que las perritas se conocen olfateando sus culitos, entonces me dijo que me pusiera en cuatro entre sus piernas y le dijo a Marcela que se pusiera igual detrás me mí, cuando estuvimos listas le ordeno a Marcela que oliera y lambiera mi culito para conocerme como perra, ella levanto mi faldita y pego su nariz a la entrada de mi culito, luego sin bajar mis pantis comenzó a lamerme toda, yo gemía mientras Iván tomaba mi cabeza y pegaba mi cara a su verga y sus bolas diciéndome que solo podía lamer, que aún no era momento de mamarle su rica verga.

Luego de un momento nos ordenó que cambiáramos de lugar, las dos nos movimos gateando y él se aseguró que mi cara solo se despegara de su verga cuando tuvo a su alcance la de Marcela, cuando estuve detrás de ella me pegue de su culo, saque mi lengua y comencé a lamber tus pantis, la verdad me sentía muy excitada por estar siendo tratada tal y como una perrita. Iván se movió sentándose en la espalda de Marcela y tomando mi cabeza la metió en su culito mientras me decía que así lambia una perra, entonces me soltó y bajo sus pantis para volver a meter mi cabeza en el culo de marcela, yo seguía con mi lengüita afuera y lamiendo todo lo que podía, entonces el tomo el vibrador y lo metió en mi boquita primero, en su culito después, así unas 6 o 7 veces, hasta dejarlo bien adentro de ella y decirme que lo sostuviera. Yo lo hice mientras él se volvía a acomodar en el sillón y ponía a mi amiga a que lo chupara todo.

Después de un rato de estar así, él nos dijo que ahora que éramos dos perritas conocidas ya podíamos jugar, entonces nos ordenó que nos pusiéramos a sus pies y nos fue indicando como abrazarnos, besarnos y tocarnos mientras nos tomaba fotos, nos hizo estar la una encima de la otra, hacer un 69 lamiéndonos todas, también nos colocó en varias posiciones todo sin quitarnos la ropa interior, tras un rato de estar jugando le quito a Marcela las pantis con unas tijeras, amarro sus manos juntas y saco otros dos dildos con vibración, con ellos me indico como preparar el culito de mi amiga mientras ella volvía a estar con su cabeza entre sus piernas y su verga en la boquita. Cuando la tuvo muy dura levanto a Marcela y poniéndola de pie me indico que debía chuparla y que el dildo que ella tenía lo debía usar en mi culito, yo lo obedecí mientras él iba sentando a Marcela en su verga y abriendo sus piernas para acomodarla encima de él.

Tras acomodarnos bien logramos que Marcela tuviera la verga de Iván dentro de su culito mientras estaba sentada encima de él dándole la espalda y teniéndome entre sus piernas con su colita en mi boquita mientras yo me metía un dildo por el culito, él se movía de forma rítmica metiendo su verga hasta el fondo y yo estaba dedicada a mamar la rica colita de mi niñera, mientras lo hacia ella me indicaba como chuparlo enseñándome además a lamer sus bolitas, bajando mi lengua hasta llegar a las bolas grandes y calientes de su novio. Yo la obedecía completamente excitada y feliz de estar así sometida, en uno de los momentos en los que estaba chupando su colita Iván alcanzo mi cabeza desde atrás con sus manos y comenzó a guiarme siguiendo su ritmo mientras Marcela gemía de placer y él nos decía lo puticas que éramos, estando así sentí como la colita de mi niñera se puso súper dura, muy caliente y gordita en mi boquita, entonces comencé a saborear su lechita, sabia delicioso, dulce y afrutado, mientras ella se venía toda Iván seguía con su movimiento y yo trataba de tragar toda la leche para no desperdiciar nada, sin embargo mi amiga seguía llenando mi boquita con sus chorros antes de que los pudiera tragar y una parte comenzó a chorrear por mi mentón cayendo sobre mi vestido.

Marcela siguió moviéndose intentando que su novio no notara que ella se había mojado toda, el siguió metiendo su verga por su culito otro rato mientras seguía apretando mi boquita contra su colita cada vez más flácida. Yo note que ella ya no gemía ni se movía igual antes que Iván, quien cuando lo noto me soltó y poniéndola a ella a un lado nos miró sonriente y después fingiendo enojo comenzó a decirle a Marcela que era una nena mala, una perrita barata y una putica primeriza, que el apenas estaba a la mitad y ella ya había terminado, ella dijo que era mi culpa, que yo la había hecho mojar antes chupando su colita solo porque me gustaba tomar toda la lechita. Iván nos miraba excitado y mientras seguía haciendo su papel de enojado saco un par de collares de perra que nos ordenó usar, luego tomo la cuerda que Marcela uso antes y mientras miraba cada uno de los muebles comenzó a decirnos que nos iba a castigar a ambas, a Marcela por ser tan puta y a mí por hacerla mojar para tomar su lechita. Mientras Iván miraba cada mueble Marcela me puso el collar y notando que todavía tenía el juguete erótico entre las pantis subió mi faldita para meter su mano y acomodarlo entre mis nalgas mojadas, en ese momento Iván se dirigió a la mesa del comedor en donde me había encontrado atada esa noche y nos llamó, apenas llegamos a donde estaba me tomo del cuello con fuerza y señalando con su otra mano al piso me pregunto qué era eso, yo le respondí que era mi lechita, pues me había mojado toda mientras me comía más temprano, él me dijo que lambiera mi reguero y comenzó a atar las piernas de Marcela a las patas de la mesa.

Era una mesa rectangular mediana, así que yo tuve que estar entre sus piernas con mi boquita pegada al piso mientras el ataba a Marcela, cuando termine él me dijo que me pusiera en el otro extremo de la mesa y también me ato a las patas de la mesa en los tobillos, luego nos inclinó sobre la mesa y nos ato las correas de perrita que estábamos usando de forma que nuestros labios quedaran justo a punto de tocarse y ato nuestras manos a la espalda.

Primero estuvo un rato dando castigando las nalgas de Marcela, mientras hacía que nos besáramos y que una, la otra o ambas pidiéramos su verga, o dijéramos que éramos putas, sus perritas, sus esclavas, volvió a meter su verga en el culito de Marcela y mientras lo hacía comenzó a castigar mis nalgas por encima de la falda con una correa, a cada correazo yo daba las gracias y movía mi colita lo más sensualmente que podía, eso porque ardía en ganas de volver a sentir esa verga en mi culito, quería que el novio de mi niñera volviera a montarme toda como a una perrita, quería sentirme poseída y a su merced nuevamente.

Después de comerse un rato a mi amiga, Iván saco su verga y con ayuda de una silla la puso en la mitad de nuestras boquita, las dos la besamos y la lamimos como dos hembras mientras el llevaba una mano a cada culito, cuando toco el mío noto el juguete que tenía entre las pantis y me dio una nalgada, entonces le dijo a Marcela que ahora veía por qué la había contratado, pues nada mejor que una putica para cuidar a otra, se bajó de la mesa y se ubicó detrás de mí. Lo primero que hizo fue levantar mi faldita, entonces sin bajar mis pantis tomo el juguete y lo metió por mi culito haciéndome gemir como una nena, dejándome así bajo mis pantis y comenzó a pegarme en las nalgas con su verga, luego con sus manos.

Luego de unas cuantas nalgadas fue por algunos látigos y estuvo castigándome una rato, mientras lo hacía nos trataba a las dos como unas putas, nos decía lo perras que éramos y nos hacía besarnos, también dejaba a ratos mis nalgas para castigar las de Marcela, estuvo jugando con nuestros culitos con algunos de los juguetes que había, haciéndonos rogar a las dos por su verga en nuestros culitos, el final nos dio gusto a ambas y antes de soltarnos metió su rica verga a cada una durante un rato. Cuando nos soltó nos indicó que nos acomodáramos en un sillón, una a cada lado y sentándose en la mitad volvió a atar nuestras correas juntas, así nos puso a que lo chupáramos juntas hasta que sentimos como su verga se ponía más grande, más dura, entonces nos acomodó con las boquitas a los lados de su verga para comenzar a venirse, su semen salió disparado hacia arriba y yo vi, casi en cámara lenta como subía y volvía a caer hacia nuestras caritas, sentí como su leche caía en mis mejillas, en mi cara, mis ojos y mi pelo, otra parte baja por su verga y era absorbida por nuestros besos. Iván nos sujetó hasta que dejamos su verga completamente limpia

Luego nos soltó y nos sentamos ambas en el sillón a descansar mientras él se vestía apresurado, Marcela compuso la ropa que aun tenia puesta y le abrió la puerta mientras acordaban su próximo encuentro y las cosas que ella debía preparar, en eso menciono un par de veces mi nombre escuche sus besos en la puerta y como Marcela la cerraba y volvía a la sala donde yo la espera todavía vestida como una nena con las piernas abiertas y sentada en el sillón. Cuando ella regreso me dijo que descansara mientras se ponía la pijama yo me quede sentada mientras escuchaba como ella arreglaba cosas en el cuarto donde había puesto su maleta, rápidamente regreso en una bata blanca que dejaba ver unas pantis y un sostén blancos, traía una bola rosada en sus manos y cuando llego me dijo que me pusiera de pie, note que ella había vuelto a retomar el rol de niñera y después de desnudarme me reviso bien el culito y me limpio con una toalla húmeda, me quito toda la ropa mientras me decía que era una niña muy mala, que la había hecho quedar mal, señalo la mancha de su lechita en mi vestido y me dijo que era mejor que lo lavara temprano en la mañana, pues si lo dañaba debía vender mi culito para pagarlo, una vez estuve desnuda saco de la bolsa un enterizo rosado de la Barbie, de esos que tienen botoncitos entre las piernas y me dijo que lo usara, luego me paso unas medias de liguero blancas, una bata rosada y unos guantes blancos que me fui poniendo ante su atenta mirada.

Apenas estuve vestida me indico que podía tomar algo y después debía cepillarme los dientes y prepararme para ir a la cama, pues ya estaba muy tarde. Cuando Salí del baño ella me espera en la puerta de la habitación, me tomo de la mano y le llevo cerca a la cama, se sentó y levantando mi bata noto que ya tenía mi ropa interior mojadita, me regaño, me acostó en sus rodillas y me dio algunas nalgadas, también metió sus deditos por mi culito mientras me decía lo putica que era, luego soltó los botoncitos de mi enterizo y sacando un pañal rosado me indico que me pusiera en posición para usarlo, mientras me lo ponía me dijo que a su novio Iván le encantaba hacerla usar esos pañales sucios, que la hacía lamerlos y hasta dormir usándolos como almohada, cuando lo tuve puesto ella tomo un vibrador en forma de plug que no había visto antes y lo metió por mi culito. Antes de prenderlo ato mis manos juntas a la parte de arriba de la cama y me puso boca abajo, entonces sentí como lo prendía, como jugaba con las velocidades, después comencé a sentir que crecía en mi culito, la mire y vi que tenía dos controles en su mano, entonces me dijo que el plug que tenia se inflaba adentro de mi culito, como el de un perrito, que debía aprender a usarlo pues su novio tenia uno doble y le había pedido que para una próxima vez estuviera preparada por que lo quería usar para tenernos abotonadas como dos perras pegadas por el culito.

Yo me sentía muy caliente mientras ella jugaba con mi culito, entonces me dio vuelta y se puso encima de mí y comenzó a tocarme por encima de la ropa de mujer que estaba usando mientras ponía sus pantis sobre mi boquita, me estuvo tocando así mientras aumentaba el tamaño del dildo que tenía en mi culito y cambiaba su velocidad hasta que me moje toda, me vine en ese pañal como una nena, quedando muy mojada, ella lo noto y apago el vibrador, luego comenzó a masturbarse encima de mí, mientras bajaba lentamente el tamaño del dildo en mi culito y sacando su colita de sus pantis la metía en mi boquita de vez en cuando, solo para volverla a guardar después, estuvo así un rato hasta mojarse toda mientras sus pantis seguís pegadas a mi boquita, cuando termino se movió sacándolas primero por una pierna de forma que puso volver a meter su colita en mi boquita para que la limpiara bien y me tomara cualquier resto de su lechita, cuando termine ya se había quitado sus pantis y las metió completas dentro de mi boquita antes de bajarse y acostarse a mi lado para quedarnos así como estábamos profundamente dormidas.

Si te gusto, si quieres saber más o si solo quieres estar en contacto con una travesti de closet que disfruta del mismo tipo de experiencias por cualquier motivo me encanta recibir correos, especialmente con fotos, opiniones, instrucciones, saludos y las órdenes para una sumisa en mi cuenta de nena [email protected], sobra decir que no me interesa recibir dinero por mis relatos y que me calienta mucho cuando recibo sus comentarios por lo que solo con eso me basta.

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