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Con la misma moneda (parte 1)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Ana María, es la mujer de un amigo, podría decir mi mejor amigo, pero con lo que pasó hace un par de semanas, no creo que tenga el valor moral, para seguir llamando mejor amigo, creo que ni amigo debería atreverme a llamarlo.

Crecimos juntos en el mismo barrio, salimos a las mismas fiestas y conocíamos juntos a las mismas chicas, y por años cuando nos gustaba a ambos la misma chica, me hacía un lado, aún si la chica se hubiere fijado en mi.

Hace muchos años, decidí hacer un viaje de negocios, que se volvió con el pasar de los días uno de placer, conocí en aquella ciudad cajamarquina, a una bella mujer, de piel blanca y ojos verdes, a la fecha era mi más grande conquista en cuanto a belleza se tratara. El viaje de negocios que estaba programado para que durase dos semanas, terminó durando dos meses de besos, abrazos y algo más. No quiero dejarles este algo más a su imaginación, porque podría afectar con el resto del relato, así que les contaré que este algo más, se refiere a una mamada que me dio la chica de piel blanca y de ojos verdes, al inicio, parecía inexperta para dar una manada, pero la última noche juntos, su mamada fue espectacular, su lengua jugueteando con la punta de mi verga y sus dedos dando unas suaves caricias a mis testículos, hicieron de esa mamada un cierre con broche de oro.

Tres días después, esta chica era solo un relato erótico, que llegue a contarle a (bueno seguiré diciéndole amigo) quién no dejaba de pedirme una y otra vez, que le cuente cómo fueron esos dos meses con ella, y tras contar este relato una y otra vez, tras pasar unos meses, se volvió solo un cuento más de los muchos que le conté en su momento a mi amigo.

Y los días se volvieron semanas, y las semanas se volvieron meses, y los meses de volvieron un par de años, en los que mi amigo, había trabajado conmigo en la empresa y de tras dos años, él fue enviado en su primer viaje de trabajo a un pueblo llamado Huamachuco, dicho pueblo está ubicado en la libertad, a 6 horas de distancia de Cajamarca, y para él sus dos meses que debió haber durado su trabajo haya, se volvieron dos años, por decisión de los directivos de la empresa, y tras estos dos años, él me envía una invitación virtual, con la que me invitaba a su boda.

Por medio de muchos mensajes, mi amigo me pedía que no falte, que yo sería una especie de padrino, digo especie porque no me pidió dar ni un sol para la boda, y así fue, la noche de la boda llegó y allí estuve, aunque por poco no llego, gracias al destino o por capricho del destino llegué un poco más tarde que la novia y mi amigo había decidido, que no se casaría sin que yo esté presente.

Y digo capricho del destino, porque grande fue mi sorpresa, cuando llegue y entre todo el apuro el me presento a su novia a la volada, tanto que ella solo dijo hola, sin darse cuenta quién era yo. Pero a mí me vasto ese simple hola, para darme cuenta de que la novia de mi amigo, era la chica de piel blanca y de ojos verdes, que años atrás me había dado unas ricas manabas durante casi dos meses.

Pero la boda continuo, y mi amigo estando todos ya en la resección, saco a bailar a su novia y antes que acabe la canción, me cedió el resto del baile con su ahora ya esposa.

Y fue en ese entonces que ella se dio cuenta de lo chiquito que es el mundo, y yo no sabía, que decirle mientras bailábamos y solo atine a decirles, hola otra vez, seguido de un a los años y ella un poco más suelta dijo: imagino que tu amigo, sabe de la chica que te la mamo durante casi dos meses en Cajamarca ¿Verdad? Para responder esa pregunta, tuve que tragar saliva y le dije que si, pero que no se preocupe, que nunca dije su nombre. Al terminar el baile, mi amigo me hizo una pregunta, para la cual me a una distancia prudente para que su mujer no escuchase, y me dijo: ¿blanca y de ojos verdes como la que le dio de manadas a usted verdad? Pues te cuento que está también hace unas ricas manadas, mientras mi amigo me decía esto, lo miraba como si me alegrará, pero la verdad era más nerviosismo que alegría, pero esa noche solo ella y yo sabíamos que era la misma chica de las ricas manadas.

Tres noches después termino la fiesta y por la tarde del cuarto día, me despedí de mi amigo y su esposa. Al hacerlo me entregaron un paquete donde se suponía venían unos quesos y digo se suponía, porque en todos los quesos ella Había anotado su número de celular para asegurarse de que yo lo agregase a mis contactos y así lo hice, agregué el número con el nombre manadas, no le escribí a ella, solo le escribí durante meses a mi amigo y de vez en cuando le dices a él, saludos para tu esposa y eso era todo.

Cinco años después, la empresa traslado de regreso a mi amigo, a nuestra ciudad natal, y me encargaron a mi que les buscase una casa en alquiler o en venta, pues mi amigo no quería llegar como arrimado a casa de sus tíos, y así fue, les conseguí una casa en venta cerca al departamento que yo alquilaba ya durante tres años, y por ser tan cerca la distancia de mi departamento a la casa de los, cada domingo por la noche cenábamos los tres juntos en su casa de ellos, y fue en esas noches que fui notando que había una cierta frialdad en ellos, y preguntándole discretamente a mi amigo, aunque ella escuchase, él me dijo: hace ya tres años estamos así, desde que se me ocurrió la estúpida idea de serle infiel y aunque me perdono y seguimos juntos, ella se volvió así de fría.

Con el pasar del tiempo, la confianza que nos tuvimos en los días en que me daba sus mamadas, regreso y digo la confianza, no se adelanten a sacar conclusiones, pero debido a que esa confianza volvió entre nosotros, fue que una noche ella me dijera tras encontrarla llorando en su casa, que ella estaba harta de mi amigo, que otra vez le había descubierto siéndole infiel y que está ves no estaba dispuesta a perdonarlo, que esta vez se vengaría.

¿Vengarte?

Si voy a vengarme ¿y cómo vas a hacerlo? Pues voy a cachar con el primero que se me crucé por mi camino el día sábado. ¿Y que creen que pasó? El día sábado ella fue a mi departamento, y según ella esperaba que de su casa hasta mi departamento se le cruzará alguien y nadie se le cruzo. Así que como yo era quien ahora ella tenía en su delante, tendría que cachar conmigo .y para serles sincero, el recuerdo de sus ricas mamadas no me dejó pensar en resistirme a esta situación, sino que en unos minutos ya estábamos en mi sala yo de pie y ella de rodillas, metiéndose mi verga hasta lo más profundo de su garganta, lo hizo tan rico y como toda una puta profesional, que fue en su boca que me vine dándole a tragar toda una gran cantidad de chorro sexual, ya que venía por días recordando sus mamadas.

Después haberse lavado en el baño, creí que ella saldría y se despediría, pero; no fue así, salió del baño totalmente desnuda y tumbándome sobre el sofá, procedió a quitarme toda mi ropa, y se sentó sobre mi verga, la cual se la metió de un solo empujón, y pude sentir todo su cuerpo estremecerse con cada entra y sal de mi verga en su coño. Y así estuvimos por muchos minutos ya que como me había venido antes en su boca, se podría decir que para el segundo desfogue tarde un poco más. Pero ella en ese lapso de tiempo, se vino más de cinco veces, en las que cada vez grito como toda una perra.

Continuará…

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