Mi disque relación con Flavio iba en aumento, y le llamo así, porque oficialmente seguía siendo novia de Daniel, aunque ya el mayor tiempo lo pasaba con aquel chaparro promotor.
Y es que, era de mañana y según salíamos a desayunar y me tenía en cuatro en el sofá de mi cuarto, dándome con todo y muy rico, salíamos a citas de trabajo en la tarde y terminábamos en su casa, el sentado en su sofá mientras yo le daba un rico oral, o de noche según salíamos a cenar y terminábamos en el hotel cogiendo como locos.
Así era nuestra relación de amistad y sexo, de hecho, ya era muy poco el tiempo en el que veía a Daniel incluso en las fiestas quien me acompañaba era Flavio.
Una noche fuimos a una fiesta de un amigo de ambos, la temática era “dark” entonces me puse mi mini falda negra de cuero entallada que resaltaba mis nalgas, unas medias de red negras, mis botas negras un brasear negro que encima solo llevaba una blusa de red que mostraba mi brasear, me fui bien coqueta, desde que me vio, Flavio estaba encantado, aseguro que sería la que más llamaría la atención.
Al legar todo iba muy bien, en eso Flavio me presento a su amiga, que resultó ser una de sus ex, su nombre era Maribel.
F: Mira, te presento a Cindy, ella es mi novia.
M: ¡Hola! ¡En serio andas con una mujer tan guapa!!
C: ¡Hola un gusto y gracias por el cumplido!
La fiesta tenía un gran ambiente, los tres disfrutábamos juntos, Maribel era una mujer muy ardiente, se notaba en su forma de hablar, mirar y bailar, además tenía un muy buen cuerpo, tetas grandes, abdomen plano, nalgas paradas, estaba claro que con la posición socia de Flavio, él podía andar con mujeres así, pese a no ser tan agraciado y el ejemplo era Maribel y yo.
Éramos el centro de atención, Maribel y yo bailábamos muy cachondas me encantaba andar de caliente con ella, en el momento del baile de reggaetón todas las miradas eran a nosotras, Maribel se movía muy bien y ambas la bailábamos Flavio que era la envidia de la fiesta.
Finalmente termino la fiesta, pero nosotros queríamos continuar, así que nos fuimos para una casa de Flavio y en el carro:
M: ¡No mames, esta vieja me encanta!!
C: ¡Tú también eres un desmadre!
M: ¡No!! O sea que me gustas, ¡estás bien buena!!
F: Jajá, si esta buenísima, ¡además todo lo hace muy bueno!
C: ¡Jajá, cállate Flavio!
M: ¡No me al antojes eh, jajá!!
F: Maribel y yo en el pasado hicimos tríos y orgias, ¡fue rico!
C: Si, se nota su calaña, ¡jajá!
Una vez que entramos a su casa, inmediatamente Maribel en un acto desenfrenado me comenzó a besar, yo no me opuse, al contrario, una parte de mi deseaba eso, así que ambas nos perdíamos en un beso apasionado y sensual, mientras Flavio miraba y festejaba el acto.
Maribel metía su lengua en mica, sus manos apretaban mis nalgas, yo la agarraba la espalda mientras de re ojo miraba como Flavio se acariciaba su verga y tomaba su vaso de licor.
F: ¡Que ricas se ven!
M: Mmm, ¡es que esta mujer me encanto!
C: Uhm, ¡que rico besas!
Nos despegamos y al instante Flavio nos tomó de la mano y nos llevó a su cama, ahí nuevamente, Maribel y yo nos besábamos y acariciábamos todo nuestro cuerpo, mientras Flavio se desnudaba y miraba el acto.
Comenzamos a desnudarnos, Maribel me quito las botas y la falda, yo le quitaba su blusa para contemplar sus firmes tetas morenas las cuales eran apetecibles por su forma y tamaño, Flavio también empezó a participar, me quito la blusa y el brasear, Maribel me quitaba las medias de red, yo el bajaba su calza a la morena guapa, ahora los tres nos besábamos como locos.
Ya finalmente desnudo, lo primero que hicimos fue hacerle oral a Flavio, ambas devorábamos la verga dura del chaparro, el gemía y celebraba que cada chupada nos besáramos, Maribel era muy buena mamando verga, se notaba en como la devoraba, yo no quise quedarme atrás y mientras le acariciaba las tetas a la morena, me comía la verga de Flavio.
F: ¡Uhm, si así, que rico!
C: ¡Eres una come vergas!!!
M: ¡Tú también!
C: ¡Cómeme a mí!
M: Acomódate, ¡te la voy a comer!
Hicimos una conexión de mamadas, yo devoraba la verga de Flavio, él se comía la concha de Maribel y Maribel me daba un rico oral.
Su lengua devoraba magnifico mi concha, ya me al habían chupado otras mujeres, pero en ese momento, la mejor sin duda era ella, por otro lado, Flavio metía su lengua en la concha húmeda de la morena y también sus dedos, la lujuria dominaba la casa, el inicio estaba más que rico.
M: ¡Corazón! ¡Deja que Cindy me la coma!
F: ¡Si, como gustes!
M: ¡Quiero sentir como lo hace y porque te tiene gimiendo!
C: ¡Si, déjame probarte!
F: Pero ahora, hagamos otra cosa, ¡ya quiero entrar!
Me acosté y Maribel acomodo su vagina en mi cara, yo la tomé de sus muslos y metía mi lengua en su vagina, me encantaba el sabor salado y la mezcla de sus fluidos y saliva de Flavio.
Flavio me abrió las piernas e introdujo su pene de forma suave, me encanto como mi vagina lo recibió, me apretó los pies y empezó a embestirme, mientras yo continuaba comiéndome la vagina de Maribel.
Los movimientos de Flavio me encantaban, al tiempo ellos dos se besaban y Flavio le mordía las tetas a Maribel, quien me cabalgaba la cara para que su clítoris gozara el estar dentro de mi boca.
M: ¡Ah, Cindy, uhm!
F: ¡Uhm, te dije que era buenísima!
M: ¡Ah, que rico!!
Los dos estaban fascinados con tenerme para ellos, mi lengua continuaba trabajando a Maribel y Flavio seguía dándome fuerte, la noche de fiesta me estaba regalando un momento inolvidable.
Cambiamos, ahora yo acostada recibía mamadas de la morena, mientras que ella en cuatro recibía las estrujadas del chaparro magnate.
C: ¡Ah, Maribel, uhm que rico!
F: ¡Agh, si cómetela nena, uhm!
M: Mas, ¡uhm empújate más Flavio!
Flavio se acostó, yo lo cabalgaba y Maribel le cabalgaba la cara, Flavio devoraba el clítoris dela morena mientras yo le daba una cabalgada fenomenal.
Los gemidos de los tres retumban en la casa, el chaparro suertudo gozaba de nuestros cuerpos, a mí me encantaba besar a Maribel, su boca me tenía hipnotizada.
F: ¡Así, muévete, uf!
C: ¡Besas riquísimo Maribel!
M: ¡Tú también, Cindy, me encantas!
C: ¿Estas gozando Flavio?
F: ¡Cómo no!!! Dos hembras como ustedes, ¡soy un suertudo!
Me acosté nuevamente y Maribel subió y me cabalgo, su vagina rosaba la mía y rico con la mía y para aumentar el momento Flavio penetraba a Maribel, sus embestidas hacían que el rose fuera fenomenal.
M: ¡Ah, así, que rico!
F; ¡Dios, uhm!
C: ¡Ah, uhm, ah!
Los tres gozábamos como nunca, la morena se movía bien y podía darnos placer a los dos, yo me sentía su hembra, me estaba gustando ser de ella y no tanto de él, así que hicimos una clásica tijera.
Nos entrelazamos y empezamos con el movimiento de cadera, Maribel paro a Flavio y nos pusimos a mamarle la verga, el no cabía de la excitación y emoción, el sexo de su vida.
F: ¡Ah, nena, uhm!
M: ¡Mm, que rico, uhm!
C: ¡Ah, dios!!
Nuestros ricos movimientos de cadera hacían que nuestras vaginas sacaran fluidos a chorros, estábamos cerca del orgasmo.
Le dábamos la mejor chupada de su vida a Flavio, nuestras bocas desparecían el pen del chaparro, de pronto el no aguanto más y empezó a expulsar su leche, su semen caliente nos caía en neutro cuerpo mientras ella y yo continuábamos chocando para conseguir nuestro orgasmo.
F: ¡Ah, nenas uhm!
M: ¡Sácala, uhm!
C: ¡Muévete hermosa ya casi, ya casi!
M: ¡Agh, ahí voy!
C; ¡Ah!!!! ¡Yo también, me vengo!!!!
El orgasmo era inaguantable, nuestros gritos se oían hasta la calle, la pasión desbordada en nuestros agitados pechos, un beso de lengua compartiendo el semen de Flavio daba por terminado este primer round de nuestro encuentro.
M: ¡Nena, que rico coges!
C: ¡Uf, Flavio me encanto tu ex!
F: ¡Hagamos esto más seguido!
La noche termino con am sexo, me encanto estar con ellos, aunque más con Flavio, para mi mala fortuna esa fue la última noche con ambos ya que cosas nuevas llegaron a mi vida.
Con cariño Cindy.