Mi novia Diana y yo llevamos ya alrededor de cuatro años juntos, tenemos un hijo y vivimos juntos hace ya tres años. Es de esa clase de amor que encuentras de maneras locas cuyas historias siempre se cuentan con ese toque de nostalgia y felicidad de haber encontrado a la persona correcta, Diana tiene 24 años, es de estatura promedio, 1.60, cabello rizado y castaño, piel clara y hermosos ojos cafés, es delgada con un trasero de locura y pechos medianos y lleva algunos tatuajes en sus brazos y piernas…
Mientras que yo… Mi nombre es Bruno, soy un hombre también promedio, 27 años, 1.70, complexión delgada, con el cabello largo y lacio, con algunos tatuajes en los brazos. Diana y yo hemos llevado una relación amorosa e íntima desde el principio, casi sin altibajos y además el sexo siempre ha sido fabuloso sin ninguna queja de la que pueda si quiera acordarme. Después de mudarnos a nuestro nuevo departamento, un viejo amigo mío, Esteban, a quien yo conocía desde la preparatoria hacía ya unos 12 años, se mudó con nosotros con la finalidad de compartir algunos gastos incluyendo el alquiler y así todos tener algo de dinero extra y menos preocupaciones, así todos ganábamos y además, a Diana y a mi nos sobraba una habitación en casa.
Esteban tenía más o menos la misma complexión que yo, excepto que él es un poco más atlético y también más blanco, tenemos la misma edad y gustos bastante parecidos en general, por lo que todos nos llevamos bien la mayor parte del tiempo. Vivimos con él durante un año aproximadamente, donde no ocurrió nada relevante excepto que yo notaba cierto interés penoso de parte de él hacia Diana, miradas bastante discretas cuando ella usaba faldas o vestidos, pues los usa siempre con un estilo gothic/dark que a ella le fascina, en ocasiones los usa con medias y ligueros muy sexys debajo, y sin duda eso a mi siempre me encantó, supongo que algunas veces, Esteban pudo haberlo notado y simplemente reservarse sus comentarios para su propia mente. El resto siempre fueron conversaciones amenas, algunas comidas o cenas juntos los tres e incluso un par de películas por la noche antes de irnos a dormir a nuestras habitaciones…
Con el tiempo, fui notando más miradas discretas por parte de Esteban hacia Diana e incluso alguna vez me llegó a hacer el comentario en privado sobre lo bien que se veía mi novia siempre expresándose con respeto, aunque a ella nunca le dijo nada directamente a pesar de tener confianza y una plática amena, siendo unidos los tres como amigos. Conforme el tiempo pasaba, llegué a tener conversaciones de tono sexual con Esteban, esperando saber un poco más de él o de sus ideas sobre el sexo en general y me llevé una sorpresa cuando me confesó que jamás había tenido relaciones sexuales antes, pues siempre se había dedicado a trabajar y estudiar sin dejarle mucho tiempo a su vida social por una u otra situación, me platicó que se arrepentía en ocasiones de algunas deciciones que tomó durante su vida, pero que ya llegaría su momento de experimentar lo que le hiciera falta.
Por alguna razón, su confesión despertó un deseo más intenso en mi de compartir a Diana con él, y poco a poco empecé a fantasear con hacerlo realidad alguna noche loca donde las cosas se dieran solas, y aunque no sucedió, la fantasía había estado rondando por mi cabeza desde varios meses antes de incluso confesarselo a Diana… La primera vez que me atreví a contárselo fue una noche que estábamos teniendo sexo hace ya algunos meses, para ese entonces, Esteban ya no vivía con nosotros, el se había ido a rentar un cuarto a otra zona cercana y teniamos tiempo que lo veíamos solamente de manera ocasional. Quizá se me salió decirle muy de golpe que me excitaba la idea de que alguien más se la cogiera. Y ella en ese momento reaccionó un poco desconcertada, y supongo que decidió solo no darle mayor importancia.
Pero con el tiempo cada vez fue más y más frecuente que yo sacara el tema y le hablara sobre lo mucho que me excitaba la idea. Buscaba videos en internet sobre tríos, swingers y voyerismo, siempre con mujeres usando lencería como la que a mi me gustaba que ella usara y se los mostraba al principio con poca o nula respuesta de parte suya, pues de por si, ella no era mucho de mirar pornografía, lo que me hacía pensar que quizá no estaba interesada en absoluto y que no tenía sentido que siguiera alimentando esa fantasía en mi cabeza y a decir verdad, estuve a punto de dejarlo por la paz. Pero, con el tiempo, yo seguí haciendo menciones sutiles sobre el tema y ella fue cediendo a fantasear al respecto, ya lo hablábamos con cierta lujuria y más libertad mientras teniamos sexo, dándonos detalles sobre como nos gustaría llevarlo a cabo, yo ya le había contado que Esteban jamás había tenido sexo y que me gustaría que ella le quitara la virginidad, cada vez sentía que el tema fluía con mejor ritmo y sentía que Diana se excitaba con mayor facilidad al fantasear sobre ello.
Varias semanas después, le dije a Diana directamente, que quería que lo hiciéramos de verdad, se lo dije mientras estábamos cogiendo y fantaseando por lo que ella a todo me dijo que si, estaba super excitada, seguía mi juego diciendo que si a todo lo que yo pedía. Era quizá un sábado por la noche, sabía que íbamos a ver a Esteban el siguiente martes y le dije directamente que quería que pasara ese día. Ella afirmó y llegamos juntos a unos orgasmos muy fuertes, el imaginarme a Esteban cogiéndose a mi novia frente a mí, me llevó a un punto de excitación que no puedo describir y creo que Diana también lo notó.
Me quedé agotado en la cama mientras ella se vestía para dormir, no recuerdo si en ese mismo momento volvimos a mencionar más sobre el tema. Pero al día siguiente sí que lo hablamos, mucho de hecho, cada vez parecía ser más que lo estábamos planeando más que hablarlo, contemplando todos los escenarios posibles para sentirnos seguros pues, después de 4 años juntos jamás habíamos involucrado a ninguna persona en nuestra relación por ningún motivo.
Al principio habíamos acordado que Diana usaría atuendos más provocativos cuando invitaramos a Esteban a nuestro departamento, sin duda en el momento parecía la mejor idea, ir de poco en poco y dejar que fuera fluyendo la situación lentamente para sentirnos seguros. Pero al día siguiente, cuando faltaba solo un día para verlo, la ansiedad ya me estaba comiendo vivo, tenía una necesidad fuertísima de que las cosas se dieran y pudiéramos hacer realidad nuestra fantasía. Le dije a Diana que quería que sucediera, que se lo dijéramos directamente a Esteban, para ya dejarnos de misterios y suposiciones…
Aunque pensé que ella no me apoyaría ésta vez, lo hizo, juntos decidimos decírselo una noche antes de verlo. Aunque tuve que ir a verlo yo solo. Salí hacia la casa de Esteban ya casi a media noche y al llegar solo platicamos normal, como de costumbre. Confieso que el poder decírselo fue una cosa abrumadora, tomar el valor fue muy difícil pero después de platicar un buen rato en el auto, le dije que lo había citado para preguntarle si estaba interesado en hacer un trío con Diana y conmigo. Así, sin más… Sin duda su reacción fue de desconcierto y confusión al escuchar una cosa que quizá jamás en su vida creyó escuchar de mi boca, pero no pasó mucho tiempo hablando para que se animara, y tras un montón de preguntas sobre el tema, accedió a que lo intentaríamos con calma. Esa noche llegue a casa y le conté a Diana que él habia accedido, tuvimos un momento de éxtasis, excitación y posteriormente tuvimos sexo con una euforía que hacía tiempo no teníamos, mientras cogiamos, nos decíamos cómo nos gustaría hacer el trío, nos hablábamos de poses, besos y todo lo que nos imaginábamos en el momento y entre más hablábamos más excitación conseguíamos, llegamos rápido al orgasmo y nos quedamos dormidos.
Al día siguiente, Diana me permitió elegir lo que se iba a poner, escogí un corset de tela delgada que habíamos comprado unas semanas antes, de esos que tienen ya los ligueros, color negro con transparencia y encajes, con unas medias negras lisas también con encajes que hacían que sus piernas se vieran aún más espectaculares, dejaban entrever los tatuajes de sus piernas, ya que no eran tan oscuras, también se puso un calzón pequeño de encaje negro y un vestido negro de caida media con argollas y cierres que dejaba lucir su estilo goth. Cuando Esteban llegó, le dejó ir esa mirada de sorpresa a Diana que a mi no hizo más que excitarme de a poco, pues aunque no habíamos dicho con claridad cuándo iba a suceder el trío, yo sabía que ese podía ser el día, yo quería que ese fuera el día…
Fuimos a comer juntos a un restaurante de comida rápida, por un rato pareció ser un martes como cualquier otro, pues solíamos reunirnos los tres para comer o simplemente platicar sin mayor problema, la plática fluía como siempre y después de un par de horas decidí sacar el tema, ya habíamos salido del restaurante, subimos todos al auto y les invité a intentar ese día, a ver que tal se daban las cosas. Con notorio nerviosismo todos aceptamos y fuimos a un mini súper a comprar un par de gomas de mascar, algo de beber y preservativos.
Nos dirigimos a un motel cercano que Diana y yo ya conocíamos, sin duda las cosas ya estaban más que avanzadas, yo sentía una excitación indescriptible que me inundaba la cabeza y quizá ellos estaban experimentando algo parecido, entramos al motel, escogimos una habitación y cuando subimos las escaleras,solo estuvimos un rato platicando sobre temas cualquiera, mirando la habitación y tratando de quitar la tensión poco a poco, nos fuimos acercando cada vez más hasta quedar los tres juntos sentados, hasta el respaldo de la cama que era enorme, quizá una Queen Size, Diana estaba en medio, yo a su izquierda y Esteban a su derecha.
El tiempo seguía yéndose como agua, creo que de algún modo sabía que si yo no daba el primer empujón, las cosas quizá no sucederían… Así que tomé valor y comencé a besar lentamente a Diana, acariciar sus hombros y su cabello mientras le recorría de a poco sus labios con los míos y rosábamos lento nuestras lenguas, con una sensación de mucho nerviosismo sabiendo que justo a nuestro lado estaba nuestro amigo, con el que ya habíamos fantaseado varias veces pero jamás habíamos tenido ningún contacto.
Él solamente nos estaba observando a pesar de que Diana y yo ya habíamos subido el tono de nuestros besos y caricias, no había notado que el hiciera ningún movimiento, en ese momento decidí tomar una de las piernas de Diana y acercarla hacia Esteban, dejando ver un poco del encaje de sus medias y yo acerqué la otra hacia mi dejando sus piernas bien abiertas, después tome la mano de Diana y la dirigí hacia Esteban, ella comenzó a tocar sus piernas y poco a poco la deslizó hasta su verga que ya estaba bien parada, comenzó a frotarla mientras me besaba, Esteban y yo acariciábamos sus piernas y ella nuestras vergas al mismo tiempo, en ese momento me di cuenta de que lo que había fantaseado por meses ya estaba sucediendo, tenía una erección descomunal y comencé a bajar el cierre frontal de su vestido poco a poco dejando ver la lencería super sexy que ella estaba usando debajo, mientras de a poco iba tocando sus pechos, mi mano se metia debajo de su lencería reslbalándose hacia sus pechos hasta descubrirlos ligeramente dejando ver sus pezones endurecidos por la excitación, no pasó mucho tiempo hasta que ya no aguanté las ganas de lamerlos y besarlos, comencé a hacerlo como a ella tanto le encanta succionándolos y apretandolos ligeramente con mis manos, y ella comenzó a gemir y dejar su cuerpo reaccionar, soltándose con calma.
No puedo olvidar la cara de sorpresa y excitación que puso Esteban cuando se acercó y logró ver lo que Diana estaba usando debajo de su vestido.Yo seguía besando sus pechos y su boca mientras Esteban ya comenzaba a acariciarle la entrepierna por encima de su ropa interior, decidí terminar de quitarle lo que quedaba de su vestido que ya de por sí enseñaba todo lo que había debajo, le quité también la ropa interior, me subí sobre ella y comencé a metérsela lento y a besar sus pechos y su boca mientras ella gemía y Esteban miraba…
No tardé demasiado tiempo, quería que los tres disfrutaramos así que me levanté y la puse en cuatro, ella se acercó a Esteban y comenzó a acariciarle la entrepierna, le sacó la verga y comenzó a mamarsela de una manera tan sensual que mi erección se intensificó aún más, empecé a metérsela en esa pose un buen rato mientras ella se la seguía chupando hasta que decidí que ya era el momento, quería que mi amigo le metiera toda la verga a mi novia y la hiciera gemir para mí. Le di la vuelta a Diana y quedó enseñando las nalgas a Esteban y comenzó a chuparme la verga ahora a mí del mismo modo que se lo estaba haciendo a él, excepto que a mi también me besaba la boca.
Esteban se puso el condón y le metió lentamente toda la verga a Diana, ella empezó a gemir mucho y a sudar cada vez más, me di cuenta que en verdad lo estaba disfrutando, se notaba que él tenía movimientos más vigorosos que los míos, como cuando se tiene esa sensación de celo cuando apenas comienzas una relación. Me estaba encantando ver como se la cogía así. La mayor parte del acto, Esteban y yo estuvimos intercambiándonos la vagina y la boca de mi novia, mientras la tocábamos por todos lados y la escuchábamos gemir de placer. Ya habían pasado dos horas y se sentían como 20 minutos, Esteban se recostó en la cama y Diana se montó encima de él y comenzaron a coger muy rápido y duro en esa pose, mientras yo estaba de pie junto a ellos, ella me la estuvo chupando, apenas podía por el movimiento pero, se notaban las ganas que tenía de tener mi verga en su boca…
Sabía que teníamos que irnos en poco tiempo así que sugerí cambiar a otra posición, nos recostamos los tres en la cama, Diana se acomodó de lado, poniendo sus nalgas a mi disposición y comenzó a besar a Esteban, en ese momento logré ver un poco mejor cómo se besaban y me excitó un montón verlos besándose con lengua y empecé a cogerme a Diana, tomé buen ritmo y ellos seguían besándose apasionadamente, sentí que si seguía me iba a venir y algo me dijo que no era el momento así que me quité y ella rápido se volteó, comenzó a besarme y Esteban le metió toda la verga en la misma posición, fue el punto del trío donde más cerca estuvimos todos, después de eso no pasó mucho tiempo para que Esteban se viniera adentro de Diana, se separó de ella, se quitó el condón y solo comenzamos todos a platicar, todo había salido bien, nos vestimos nos fuimos a nuestro departamento, donde después Esteban pidió un coche y se fue. Apenas regresé de despedirlo en la puerta, Diana y yo comenzamos a coger de manera salvaje y nos venimos super rápido, teníamos la euforia acumulada del momento y nos generó un celo increíble, los días siguientes estuvimos cogiendo varias veces al día y hablando mucho del tema.
Fue una de las mejores cosas que hemos decidido hacer juntos más allá de la inseguridad que nos provocaba… Pensábamos no repetirlo en un tiempo pero exactamente una semana después, volvió a suceder inesperadamente y vaya que fue mucho mucho mejor… Pero, esa ya es historia para otro relato…