Habían decidido que lo mejor para romper el hielo era el alcohol. Sobre el papel todo parecía mucho más fácil.
Ellos lo tenían clarísimo, es más, ya tenían experiencia con Genia, y lo disfrutaron mucho. Así, cuando Silvia propuso a Luismi que quería que hiciesen un trío con otro hombre a él no le pareció mal. Diría que hasta le excitaba el hecho de compartir a su pareja.
Lo primero era decidir con quién y eso era algo que decidiría ella. Tenía que ser alguien que le excitara mucho. Durante un tiempo estuvieron buscando candidatos. Entre estos, Luismi propuso a alguno de los amigos de la antigua pandilla de Silvia, pero esto quedó descartado porque a ella ninguno le resultaba demasiado excitante. Quizás el único sería Sergio pero se encontraba viviendo en Nueva York. Así que Silvia barajó varios nombres entre los amigos de su novio y al final acabó decidiéndose por Juanma, el compañero buenorro de Luismi.
Era un tipo alto, musculado de gimnasio, moreno, con rasgos angulosos. Tremendamente atractivo. Y ser uno de los mejores amigos de su novio le daba un morbo especial, al punto de haberse masturbado alguna vez pensando en él.
Cuando Luismi se lo comentó a su compañero de trabajo, éste reaccionó con perplejidad. Pensó que le estaba gastando una broma. Pero Luismi le convenció contándole la singular relación que mantenían Silvia y él:
-Hombre, Silvia está buenísima… pero joder, es tu chica. -Comentó Juanma un tanto sorprendido por la petición.
-Ya joder. Pero no te preocupes. Lo hemos hablado mucho.
Quedaron para cenar el viernes por la noche en casa de la pareja. Y efectivamente el alcohol fue necesario. Primero bebieron rioja durante la cena. Un par de botellas. Ya luego pasaron a las copas. Mientras Luismi servía whisky para todos, Silvia se dispuso a poner música. Al agacharse para manipular el CD, su pantalón de talle bajo dejó ver parte de su culito tan solo cubierto con un tanga de hilo dental rojo:
-Se te ve la hucha -dijo sonriendo Juanma.
-De eso se trata, ¿no? -contestó Silvia con voz sensual.
Con las primeras notas de “Good night moon” de Shivaree, Silvia se puso de pie y tras dar un sorbo a su copa sacó a bailar a Juanma en medio del pequeño salón tan solo iluminado, para la ocasión, con una luz tenue. Esto daba a la estancia un ambiente muy íntimo.
El compañero de Luismi se dejó llevar por ella que, ya desinhibida por los efectos del alcohol, se arrimaba todo lo que podía rozando su delicioso culito por la entrepierna de Juanma que empezaba a crecer:
-Espera, que esto lo vamos a grabar -comentó Luismi al tiempo que sacaba una cámara digital.
Juanma comenzó a besar el cuello de Silvia que se entregaba a la música y guiñaba un ojo a su novio que no perdía detalle con su cámara.
Dejando colgado a su pareja de baile Silvia pasó a los brazos de Luismi con quién se marcó otra parte de la canción.
El invitado tenía ya una tremenda erección que se notaba en lo abultado de su pantalón. Silvia dio otro sorbo a su cubata y comenzó a quitarse la camiseta de tirantes quedándose solo con el sujetador ante los dos hombres:
-Vamos chicos quiero ver esos cuerpos.
Luismi se quitó también la camiseta de mangas cortas que llevaba puesta:
-El tuyo ya lo conozco amor y me encanta. Quiero ver el de él -dijo señalando al amigo de su novio con cara de deseo.
Juanma se había sentado en el sofá y veía venir a Silvia al son de la música. Se sentó sobre las piernas del chico y comenzó a desabotonar su camisa blanca mientras se morreaban. Luismi seguía grabando y el calentón le estaba provocando sudores. La pareja se desnudaba apasionadamente. En un instante estaban los tres en ropa interior. Juanma le comía las preciosas tetas. Ella rozaba su sexo aún con el tanga rojo por encima del paquetón que se marcaba en el bóxer del hombre:
-Dios como me gusta una de éstas -dijo la chica cuando tuvo la polla de Juanma en la mano.
Silvia se colocó de espaldas a Juanma que permanecía sentado en el sofá y fue incrustándose la verga mientras miraba a su novio. Éste seguía grabando, centrado ahora en como los rasurados labios vaginales de su novia se abrían para abarcar el tremendo grosor del pene de su compañero de trabajo.
Cuando la tuvo entera dentro, Silvia, suspiró fuerte y echó su cuerpo hacia atrás buscando la boca de su amante. Comenzó a botar sobre la polla, notando como le llegaba hasta el fondo de su experta vagina. Con su mano derecha comenzó a acariciarse el clítoris entrando en un estado de éxtasis. Juanma le amasaba las tetas. Su novio se acercó a ella, se arrodilló y comenzó a lamerle el clítoris al tiempo que su amigo la penetraba. Ella estaba enloqueciendo al sentir la lengua de Luismi lamer su clítoris tan cerca de la polla de su montura:
-Ponte de pie, vamos -le ordenó ella a Luismi.
Su novio se incorporó y comenzó a masturbarse frente a ella:
-Dámela. Dame la polla que te la voy a comer. -Animaba a su novio mientras seguía cabalgando a Juanma.
No era tan grande como la de su amigo pero si era gorda y a ella le encantaba chupársela. Estuvieron un rato en esta postura; Juanma sentado, amasándole las tetas, Silvia subía y bajaba por la verga mientras se masturbaba con la mano derecha y Luismi le tenía cogida la cabeza con la polla en la boca.
Toda esta situación llevó a la mujer a un orgasmo brutal. Cayó rendida sobre el torso de Juanma dejando a los dos hombres con ganas de correrse.
Tras unos segundos de recuperación, Silvia se puso a cuatro patas delante del amigo de su novio y empezó a chupársela. Trataba de tragársela entera pero le era imposible. La tenía demasiado grande para su boca.
Su novio se puso detrás y comenzó a follársela con fuerza agarrado a sus caderas. Entre jadeos y suspiros de los tres, Juanma se corrió en la boca de Silvia que tragó buena parte de la leche. Ya con la boca libre se centró en disfrutar del polvo que le estaba proporcionando su novio:
-¿Quieres que Juanma te la meta por el culo? -preguntaba Luismi excitado.
-Si, si. Quiero que me dé por culo -contestaba ella un poco forzada por el esfuerzo.
-Pero la tiene muy grande, ¿no? -volvía a preguntar él.
-Si, pero quiero que me lo parta -ella ahora se hacía otra paja -métemela tú primero, Luismi.
Juanma seguía sentado en el sofá viendo el polvo que estaba echando la pareja mientras les oía la propuesta de sexo anal.
Su novio sacó un bote de vaselina que tenía guardado en uno de los cajones y se la untó por el ano. Ella apoyó la cabeza en el suelo dejando totalmente expuesto su culo. Su novio fue penetrándola poco a poco:
-Dilátamelo, vamos métemela entera.
Luismi, sin apenas esfuerzo atravesó el esfínter anal y empezó a bombear con fuerza el culo de Silvia que gemía y gritaba. Mientras Juanma se había recuperado de la mamada y se pajeaba con el espectáculo de los novios. Luismi no pudo más y se corrió dentro del culo. Lo había dejado dilatado para el gran tamaño del miembro de su amigo.
Silvia se incorporó para apoyar su cuerpo en el sofá. De su agujero trasero salía el semen de Luismi. Su amigo se untó bastante vaselina para facilitar la penetración:
-Te vas a acordar toda tu vida… -le dijo Juanma en tono casi amenazante lo que provocó en la mujer que su libido se disparase.
Muy despacio fue introduciéndola. Tras pasar el capullo sintió como el ano abrazaba con fuerza su polla. El calibre de ésta era demasiado, incluso para un culo experto como el de Silvia:
-Me duele, joder -tenía la cara apretada y roja. Los dientes trinchados.
Luismi volvía a tener la cámara y grababa el momento de difícil sodomía que estaba sufriendo su novia. Juanma volvió a empujar, lo más difícil había pasado y ahora la penetración fue más rápida:
-Aaaggg, joder, como duele.
-Dios que culo tiene tu novia, cabrón. -Dijo Juanma mirando a cámara.
Luismi estaba otra vez masturbándose. Mientras su compañero le abría el culo a Silvia. Ahora los movimientos eran más constantes y la penetración más profunda:
-Dame fuerte joder, dame -desafiaba ella.
Luismi seguía pajeándose fuerte a la altura de la cara de Silvia con la visión de su compañero dándole por culo a su novia.
Con un grito animal Juanma descargó gran cantidad de esperma en el ano desgarrado de la novia de su amigo y segundos después fue Luismi el que se corría en la cara de su novia.
Ella estaba rendida y se tumbó como pudo en el sofá. Con el coño y el culo, totalmente abiertos y la corrida de su novio en la cara era incapaz de moverse. A un lado reposaba Luismi y en el suelo estaba Juanma.
Pasada media hora se despidieron de su invitado. Ellos decidieron ducharse juntos y Luismi obsequió a Silvia con una comida de coño. Ella de pie apoyada en la pared con una pierna sobre el hombro de su novio quién de rodillas lamió el clítoris de ella hasta el orgasmo mientras un chorro de agua caliente caía sobre ellos…