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Cómo logré que el ex-jefe de mi mamá me rompa el culo
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Después de semanas de soñar como don Jairo me follaba el culo, puse un plan en marcha para lograr que me folle. Cómo sabía dónde vivía ya que había acompañado a mi madre una vez a su casa a hacer el aseo, y que aún él no encontraba trabajo, era claro que estaría todo el día en su casa. Mi plan era chantajearlo con una supuesta denuncia por acoso sexual y violación de su parte a mi madre, le pedí a unas amigas de la Universidad que me dejarán un escrito ficticio con datos falsos pero que sea creíble.

El viernes tenía solo clases en la mañana y terminaron temprano, volví a mi casa, me duché, me depilé bien mi vagina, estaba excitada de pensar qué me haría don Jairo, bajo la cálida ducha me masturbé pensando en él terminando en un orgasmo.

Me vestí con la tanga roja que le saqué a mi madre y que sabía que se la había regalado don Jairo. Tomé el plug anal de mi madre y me lo inserté en mi culo el que lo recibió gustoso.

Me puse una faldita roja que me llegaba a medio muslo, un top que combinaba con la tanga, me perfumé y salí de mi habitación. Mi madre me pregunta "¿dónde vas vestida así?"

¡Mamá! Es viernes y con las chicas saldremos, no te preocupes ya tengo 22 años no soy una niña. – Bueno hija, solo cuídate y vuelve temprano. Sí mamá, le respondí.

Tomé el micro bus el que estaba lleno, sentía las miradas de los hombres en mí, lo que me hacía sentir caliente, los roces de los cuerpos en el microbús, los hombres chocaban con mi trasero que, como recordarán, es grande como el de mi madre, con una cintura pequeña y mis pechos que no son tan grandes pero si paraditos. El plug anal se insertaba más en mí lo que me hacía estremecer, mojarme y enrojecer mis mejillas.

Mi plan era llegar a la casa de don Jairo, chantajearlo, reclamarle todo lo que le hizo a mi madre, decirle que le diría a mi padre ya sabía qué había pasado y que si no me da una gran suma de dinero, lo denunciaría.

Me bajé del microbús y caminé las cuadras que faltaban a llegar su casa, la cual era grande y con puertas eléctricas.

Toqué el timbre y como supuse sale don Jairo, vestido con un pantalón corto y polera, el que me mira con cara de asustado ya que sabía que era Miriam, mi madre.

-¿Qué haces acá? Me pregunta.

– Vengo a hablar con usted don Jairo ¿me permite entrar?

– No tengo nada que hablar contigo, no he vuelto a ver a tu madre y no me interesa tener problemas.

– Los problemas ya los tiene, tengo acá una denuncia por acoso y violación que le vengo a dejar, usted sabe que estoy en la Universidad tengo amigos que estudian Derecho. Ellos me ayudaron con esta denuncia. O me deja pasar, o lo llevo a tribunales.

Se quedó en silencio un momento.

– Bueno, pasa entonces.

Me abre la reja y me deja pasar primero a su casa, estaba excitada, me sentía muy caliente pero no quería demostrárselo. Sentí su mirada en mi cuerpo y en mi culo.

– A ver niñita, me dice, que es lo que quieres de mi.

– Don Jairo, quiero que se aleje de mi madre, ya es suficiente todo lo que sufrido por su culpa, mi madre llora en las noches y sufre por todo lo que le hizo y mi padre no sabe que pasa. Lo que hizo a dañado nuestra familia.

– Ella se buscó eso, me dice, no la obligué, tu madre es una mujer muy caliente y lo que pasamos fue solo sexo y nada más. Es una puta que le gusta que le den duro por su culo, es lo que es.

– No diga eso de mi madre, ella no es una puta , cayó en su trampa y usted la violó.

– ¡¿Que yo la violé?! Jajaja se río.

– Vieras como disfrutó mi verga tu madre, la hice terminar muchas veces y por su culo, de la misma forma como nos descubriste en la cama de tu cornudo padre.

Me sentía con rabia, sabía que este hombre era un manipulador, pero quería saber hasta dónde llegaría.

– Miré don Jairo, o me da dinero para mis estudios o esta denuncia se va a tribunales. Acá ganamos los dos, usted se queda en su casa, viviendo de lo que su señora le da o se va derechito a la cárcel.

No le gustó para nada lo que le dije.

A ver pendeja, ¿vienes a mi casa a chantajearme y a pedirme dinero por disfrutar del culo de tu madre? ¿Ella sabe que estás acá? Me preguntó acercándose queriendo tomar el documento. Di un paso atrás, titubeé… "no lo sabe" le dije.

Vi su mirada cambiar, me miró de pies a cabeza rodeándome diciendo. "no lo sabe… mmm… no lo sabe" me dice. Sé a lo que vienes, me dijo. Tragué saliva. Se acercó a mi y me rodeó -Vienes a esto y me da una fuerte nalgada que hizo que rebotará mi culo y que el plug anal que tenía se introdujera más provocándome un gemido el que no pasó desapercibido por don Jairo.

Me tomó de la cintura, por mi espalda, y apoyo su verga en mi trasero. -Hueles rico, me dice a acercándose a mi cuello. Déjeme, le dije intentando separarme de él, siendo inútil mi esfuerzo. – Tienes un trasero igual a tu madre, de seguro ya te lo han roto… Me decía mientras bajaba una mano y me agarraba una nalga. Estás deliciosa, tienes un culo de infarto. Con la otra mano la subió a uno de mis pechos, los que al tacto se me pusieron duros, gemí. – No me han roto mi culo, no me lo han hecho por ahí, le dije.

Don Jairo me giró y me dio un beso metiendo su lengua hasta mi garganta, le respondí el beso succionando su lengua, sus manos bajaron hacia mi culo, los apretaba fuertemente, abría y cerraba mis nalgas, una de sus manos siguió la línea de mi tanga hasta mi anito, y descubrió que tenía el plug anal. Dejó de besarme y me miró mientras tocaba el plug y lo metía más adentro. – Eres una putita como tú madre, mira lo que tienes dentro de tu culo.

Me gira bruscamente y me hace caminar hacia la mesa del comedor, haciendo que me agache y dejándome apoyada en la mesa y el culo parado. Me sube la faldita que traía… -vaya sorpresita que me encuentro, la misma tanga de la perra de tu madre y el plug anal que le regalé. Empezó a sacar y meter el plug de culo, ¡basta! Le decía, ¡no siga! Pero no me escuchaba, me corrió a un lado la tanga, – voy a saborearte tal como a tu madre, dicho esto, se agacha y me da una lamida de mi vagina que me hace gemir, me abre de piernas, juega con mi culo, el plug anal lo mete y saca, me sentía en la gloria, cuando lo retira fuerte de mi culo, deja de lamerme, se pone de pie y siento como su verga se abre camino a mis entrañas. ¡No por favor, déjeme, me duele, nunca me lo han hecho por mi culo! Le supliqué. – Igual que la puta de tu madre, el cornudo de tu papá nunca le hizo el culo, pero qué crees, así como estrené y lo rompí hasta que me suplicó que solo me la follara por ahí, así mismo te pasará a ti, eres una perra como ella y te romperé el culo hasta saciarme porque estoy acumulado desde que tu vieja no quiso más.

Dicho esto me mete entera su verga en mi culo el que entró fácilmente por lo dilatado que estaba con el plug anal, siento que me rompe por dentro hasta que sentí sus huevos chocar con mi vagina. – aaaah grité!

Lo miré y se veía como poseído, miraba mi culo con unos ojos de ira mientras me tenía fuertemente con sus manos en mis caderas.

– Te gustará esto putita, me dice…

– Soy tu puta, dame tal como a mi madre, soy tu perra.

Me sacó su verga despacio dejando solo su cabeza, y me lo metió duro hasta los huevos. Así lo hizo varias veces.

Aaah, siii, duurooo dameee durooo! Le decía mientras gemía.

Me penetraba a tu antojo, sentía su verga en mi interior que estaba como un palo, nunca había sentido tanto placer, mi cuerpo empezó a estremecerse… Voy a terminar… le decía y mi cuerpo se arqueó, una serie de espasmos involuntarios se apoderó de mi cuerpo, Jairo me seguía follando duro, me daba nalgadas las que me excitaban más, mi vagina botaba mis fluidos mientras llegaba al orgasmo.

-eso puta, sabía que te gustaría mi verga, eres como la puta de tu madre, aquí mismo me la follé, y me suplicaba por más verga!

Si, soy tu puta! Dame tu verga, me encanta!!!

Tomé mis nalgas y las abrí para que entrara mucho mejor.

-dame más papi que me tienes loca! No creía lo que le decía, pero era verdad, me tenía ensartada con su verga en mi culo en un mete y saca freneticente… Termina en mi culo, quiero tu leche dentro… Le abrí lo que más pude mi culo. -te encanta la verga puta, te la daré toda…

Aceleró el ritmo, me tomó del pelo haciendo levantar mi cabeza, la otra mano estaba en mi cintura empujándome hacia atrás así la embestida era más dura, más intensa, lo que me hacía gritar de placer… Aa ah, ahhh, ahhh, siiii, mmmm… Aa ah aaaah aaah, dame duro, dame tu leche en mi culo… Aceleró más, sentí que su verga pulsaba en mi culo cuando se detuvo, dió un grito – toooma putaaa!!

Y me lleno los intestinos de su leche varios chorros me inundaron, en ese momento me llegó otro orgasmo más intenso que el anterior… Aaaah… Mmm me llegaron espasmos. Dios, nunca había sentido tanto placer en mi vida, entendí a mi madre, este hombre usaba tan bien su verga que mi madre debió sentirse muy satisfecha.

Se quedó por unos momentos en mi culo, sentí que se ponía menos duro y lo sacó, y en su lugar me puso el plug anal que entró fácilmente y me dejó la tanga en su lugar. -así te quedarás, con mi leche en tu culo. Cómo aún me tenía del pelo, me dio un tirón que me hizo hincarme. -Ahora me lo dejaras bien limpio puta, y pobre de ti si me muerdes o lastimas con tus dientes. -no don Jairo, esta sucio, le dijé. -Abre tu boca puta! Me dio un fuerte tirón en el pelo haciendo que miré hacia arriba y por el dolor abrí la boca el que aprovecho para meter su verga. Su sabor era fuerte, me llevaba la cabeza hacia su pelvis, haciendo que su verga me atragante lo que me hacía toser, pero me tenía fuerte de la cabeza y no me dejaba respirar.

Siguió así por un rato hasta que nuevamente se puso duro y grande, mi boca me dolía ya no aguantaba más, pero me estaba gustando. Lo tomé con mi mano, y lo masturbaba, lo miraba a los ojos, se veía nuevamente con ganas de partirle, succionaba su cabeza, pasaba mi lengua por todo su glande, lamía sus huevos, me llevaba su verga dura hacia mi boca, ya no me daba arcadas entraba todo, le hice garganta profunda. -ah que buena puta, que bien lo mamas. Cómete toda mi verga, me decía mientras seguía en mi faena, no sé cuánto pasó pero en un momento me tomó con ambas manos la cabeza y con su cadera me follaba la boca, saqué mi lengua para que entrara todo ese miembro -¡Me vas a hacer terminar putaa! Me gritaba. -Ah siii toma mi leche puta, tragatela todaaa!! En eso siento como vaciaba su leche en mi garganta la que paso directo a mi estómago. No entendía como tenía tanta leche que se salía por la comisura de mis labios. Traté de tragarme todo lo que pude. Se vacío completo en mi garganta. Me lo sacó e instintivamente lo limpié con mi lengua, no dejé un poco de su leche en su verga. Me sentía una perra, una puta.

Sentí celos de mi madre, porque estuvo varios meses disfrutando a este hombre y a su verga.

-¿Te gusta esta puta? Le pregunté

– Está mucho mejor que su madre puta.

– Le sonreí… Le besaba la cabeza de su verga y hasta que se puso flácida.

-Debes irte, me dijo. Ya es tarde y en un rato más llega mi señora.

Me sentí decepcionada, quería más. Me puse de pie y me arreglé la ropa.

-Para la otra vez llega más temprano, así podré usar tus agujeros a mi antojo, me dijo y me dio una fuerte nalgada.

Arregle mi cabello, la ropa. Me dejó en la puerta , lo miré y le di un intenso beso.

-¿Quedaste con ganas de más putita?

-Sí, le dije suavemente.

– Te espero el lunes, a las 12.

-No puedo, tengo clases a esa hora.

– Di que estás enferma o inventa otra cosa. Ahora vete, perrita. Dándome otra nalgada.

Caminé al paradero, me sentía agotada, pero muy satisfecha.

Tomé el microbús, lo bueno es que había asientos y al sentarme me acordé que tenía el plug insertado en mi culo, el que lo cerré para que no se manchara mi falda o el asiento. Lo mantuve apretado con mi culo. Lo pulsaba y se sentía rico. Me empecé a mojar de nuevo. Pero respire profundo, abrí la ventana y me despeje un poco.

Llegando a casa mi madre estaba en la cocina con mi padre el que estaba en la mesa viendo la televisión.

-¿Hija que te pasó que llegaste tan temprano?

– Me sentía mal mamá así que me vine temprano, aparte estaba aburrida no había chicos guapos. Hola papá, como te fue hoy.

-Bien hija.

– Ya anda a ducharte que ya está lista la cena… ok le dije.

Fui a mi habitación, me sentía agotada. Llevé mi ropa limpia y toalla al baño. Me saqué todo y la tanga de mi madre, pero no el plug.

Me metí a la ducha, estaba deliciosa el agua. Me sacó el plug anal y tal como cuando se libera el tapón del lavaplatos con agua, así se escuchó saliendo de mi culo y la leche de Jairo salió como un chorro al piso, lo que quedó se deslizó por mis muslos. Me toqué mi culo, estaba caliente pero muy abierto. Me metí dos dedos, 3 dedos… El cuarto ya entro apretado. Lo tenía muy abierto.

Terminé de ducharme, salí muy relajada. Bajé a cenar, mamá dice ¿Que te pasa hija? Estás con una cara rara y distinta.

– No pasa nada mamá. Solo estoy cansada.

Terminé de cenar, le di las buenas a mis padres y me encerré en mi pieza, me puse el pijama, guarde el plug anal y la tanga la que lavé mientras me duchaba y me quede dormida casi al instante.

Las sesiones de sexo con don Jairo continuaron por varias semanas… Me compró cosas para usar, como ropa sexy, tangas, zapatos altos para que se defina mejor mi culito y un vibrador que funcionaba por wifi, el que podía controlar a distancia con su celular, estas cosas las guardaba él… así estuvimos por semanas, hasta que mi madre nos descubrió. Pero esa es historia para otro relato.

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