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Como inicio mi relación con la madre de mi novia (2)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Les recomiendo leer mi relato anterior para que entiendan un poco más este relato.

Como se podrán imaginar a mis 20 años, la erección regresó inmediatamente, ver a la señora Paola parada frente a mi buscando ropa que ponerse para salir a recibir la pizza que pidió me excitó demasiado. Se puso una falda de mezclilla y una blusa negra sin brasier, yo me le acerqué y le arrimé mi verga y comencé a besarle el cuello.

Me apartó y me comentó que teníamos que comer algo, yo solo pensaba en coger, pero ella me detuvo y comimos. Al terminar ella me dijo que se sentía muy llena, nos sentamos en la sala y nos pusimos a ver una película.

Yo pensé en ese momento que ya no habría más acción esa noche y vimos una película. Mientras veíamos la película me puse a pensar en mi novia, en lo que estaba haciendo y hasta miedo me dio el pensar en mi suegro, que era un tipo mal encarado y de pocas palabras, pero esas ideas se disiparon cuando de pronto mi suegra me empezó a mamar la verga.

La tomé de la cabeza y la empecé a guiar en cuanto al ritmo, pero nuevamente ella me detuvo, y me dijo que a las mujeres les gusta también recibir placer cuando ellas dan, por lo que guio mi mano a su vulva. En ese momento me di cuenta de que ella era la que mandaba y que lo que haríamos seria lo que ella quisiera.

Mientras recibía una mamada espectacular, yo acariciaba su clítoris ya hinchado, realizaba movimientos en círculos de forma superficial y esporádicamente metía mis dedos en su vagina que estaba demasiado húmeda. Después de unos minutos ella se levantó y me pidió acostarme yo pensé que iba a montarme, pero no, nos pusimos a hacer un 69. Era muy rico sentir el sabor de sus fluidos, que resbalaban por mi boca con mi lengua jugueteaba con su clítoris y la entrada vaginal. Estuvimos así unos 10 minutos, cuando se me ocurrió meter un dedo en su vagina y con otro empezar a tocar su ano, ella solo suspiro y siguió con su trabajo oral.

Poco a poco fui introduciendo mi dedo, cuando ya estaba más de la mitad del dedo dentro de su ano, se levantó, me dijo “espérame tantito” y se fue al baño, pensé que la había espantado, mi erección había disminuido pues me quedé en la sala sacado de onda lo único que hice fue ver la tele, pero después de unos minutos me habló, yo me acerqué a su habitación, ella estaba en el baño en la regadera. Cuando entré al baño ella estaba hermosa, imaginen su cuerpo mojado detrás de un vidrio que se veía empañado por el vapor, esas tetas copa b, esas nalgas más grandes que la de mi novia, esa cintura que tanto me había llamado la atención y más en los últimos días.

Me quedé parado admirando su cuerpo, me dijo “pásate es que a mi me gusta mucho por mi culito y sé que lo tengo que vaciar y limpiar antes de que entres, porque si no es muy sucio”. Yo me fui a sus labios, mientras la besaba no desaproveché ni un solo momento para poder agarrar sus nalgas y sus tetas, se dio la vuelta y yo comencé a besar su cuello y su espalda, mientras el agua caliente recorría su cuerpo, yo besé sus nalgas y las mordí un poco, pero me levanté.

Ella me dijo “si vas a entrar por mi culito debes prepararlo” y yo empecé a besarla y meter poco a poco mis dedos y ella me dijo “así no”. Yo hasta ese momento desconocía el ‘beso negro’, y ella me dijo “mira está limpio ya me aseguré de eso, ya no te puede salir una sorpresa y además sigue cayendo el agua que hace que sea más limpio”. Yo le pregunté “¿quieres que te coma el culo?”.

Solo sonrió y me dijo “si, solo utiliza tu lengua como lo hiciste con mi vagina”. Me quedé pasmado un momento, pero dije si es la condición para poder usar ese culito lo haré, por lo que me acerqué a su cuello, la besé, volví a bajar por su espalda y ella me ayudó separando sus nalgas con las manos dejando a la vista aquel culito un poco más oscuro que sus labios vaginales. Esa imagen me prendió demasiado, así que me acerqué a probar por primera vez un culo.

No sé cómo describir la sensación, pero es una sensación no muy diferente a mamar una vagina, solo que el culito no lubrica como lo hace la vagina, además no dilata como lo hace la vagina, es una sensación diferente, pero placentera estar entre dos nalgotas comiendo es muy excitante. Estuve así unos minutos mamando su culo, pero metiendo los dedos por su vagina. Ella me dijo que en lugar de su vagina los fuera metiendo poco a poco por su culito, cosa que hice sin pensar, primero entró un dedo sin problemas, luego dos, ya cuando intenté meter el tercer dedo me dijo que mejor intentara con mi pene, pero en la cama.

Salimos de la regadera, nos secamos con unas toallas sin dejar de toquetear sus tetas, ella se puso una toalla en la cabeza y yo la dejé en el baño, se acostó boca a arriba y me dijo que con cuidado, no era la primera vez que hacia sexo anal, pero fui lo más cuidadoso posible. Primero, puse un poco de lubricante en su ano, metí dos dedos y sin problema entraron, luego unté mi pene con lubricante, puse la cabeza en su ano y poco a poco fui entrando, ella puso sus piernas en mis hombros y sus manos en mi piernas para detenerme cuando entrara muy rápido. Estuve entrando por partes, metía, un poco mi pene y ella me detenía, me quedaba detenido, eso fue hasta que estuvo todo mi pene dentro de ella.

Cuando me dijo “empieza a moverte”, empezó el vaivén, cada vez más intenso, yo sentía cada vez más apretado. Con su hija solo lo había hecho vaginal, porque me decía que el anal no era de su agrado, pero al parecer su madre era una experta. Cambiamos de posición, yo sentado en la orilla de la cama y ella dándome sentones, poniéndola en 4 fue una sesión un poco larga, pero llegó el momento de poner su piernas de nuevo en mis hombros y después de unas embestidas más vi salir liquido de su vagina, empecé a sentir como el líquido caliente escurría sobre mi pene y empezó a hacer espuma con la entrada y salida de mi pene en su culito. Yo ya no puede más y me vine en su culito. Cuando me salí vi como escurría y para mi sorpresa mi pene salió limpio.

Nos empezamos a besar, y nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente la vi dormida y la desperté con un rico sexo oral, ya era sábado 11 de la mañana.

Lo que hice el sábado se los contaré en otro relato, espero que sean de su agrado, sé que no soy el mejor, pero voy empezando, espero recomendaciones para mejorar, les recuerdo que mis relatos serán 100% reales.

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