Comenzaré a relatar el cómo cumplí mi mayor fantasía. No sin antes me presento, mi nombre es Carlos complexión delgada con mi cuerpo algo tonificado, pues hago ejercicio. 26 años y 9 años casado con Sofi una linda pelirroja de tez blanca atractiva y llamativa a primera vista, pues aparte de ser sexy, estar buena es muy carismática.
El sexo aunque en realidad bueno, comenzó a caer en la monotonía y yo, un apasionado enfermo y adicto al sexo me di a la tarea de buscar maneras, prácticas o formas de poderle dar más candela a la relación y pues, durante el coito fantaseaba y le susurraba al oído la propuesta de que fuera alguien más quien la estaba penetrando, de primero ella se molestaba un poco, pero conforme la práctica le fue tomando el gusto hasta aceptar y fantasear de igual manera, cambiándome el nombre, susurrándome cosas que le gustaría que le hicieran…
Un día navegando por las páginas web de la localidad buscando una sala de masajes para llevarla y cumplir mi fantasía, encontré un post de un club swinger (venía buscando cobre y encontré oro) rápidamente pedí informes para poder ir a conocer, pues sinceramente nunca habíamos tenido una experiencia, mucho menos swinger.
Después de ya tener toda la info en mano, se lo propuse alrededor de 3 meses hasta que después de tanto insistir cedió…
La noche era fría, por ende no se quiso vestir muy descubierta, sin embargo llevaba un blusón 5 dedos abajo de la nalga y unas mayas negras que se transparentaban, así como unas botas negras de tacón alto, aunque tapada sinceramente se veía muy llamativa pues de por sí ya es algo alta con sus 1.75.
Durante el camino la note nerviosa, por lo cual no dude en decirle lo linda que se veía y en lo muy feliz que me hacía, así como a cachondear tocando suavemente su entrepierna hasta sentir por encima su tanguita que llevaba puesta. Al llegar al lugar, aunque temerosos nos armamos de valor y entramos, era completamente diferente a lo que por nuestras cabezas había pasado, ya que imaginábamos una orgía total desde el recibidor, sin embargo todo era muy formal, limpio y respetuoso, tras aislarnos y comenzar a beber nuestro vodka mi esposa fue tomando confianza al grado de levantarse a bailarme eróticamente sin importarle la gente, al notar eso las demás parejas nos invitaron a su círculo de charla a mi cuál rápidamente accedí para integrarnos más.
Comenzaron a hacer preguntas de nuestras experiencias y al darse cuenta que éramos nuevos en el ambiente, rápidamente dos parejas se interesaron en apadrinarnos y hacer comentarios de que entonces por eso mi esposa iba tan tapada (sus parejas se encontraban aunque con ropa, bastante expuestas ya que sus blusas eran transparentes y sus faltas no alcanzaban a cubrir ni la mitad de sus nalgas ) a lo cual entre bromas y retos convencimos a mi esposa de que se pusiera más cómoda, sinceramente pensé que se negaría pero no sé si fue el calor de la noche o las copitas de vodka haciendo su efecto pero dijo ahorita regreso, cuando fue al baño, se quitó sus mayas quedando sólo con el blusón tipo vestido, en cuanto llegó entre bullas y alardes, noté que uno de ello la tomo de las nalgas al momento de sentarse, yo creí que al ser la primera ocasión probablemente me molestaría sin embargo pasó todo lo contrario, rápidamente me empalme y era muy notorio por lo que mi esposa estiró la mano y me sujetó mi pene por encima del pantalón, diciéndole a las demás lo que estaba pasando e invitando a qué las demás me revisaran el paquete, rápidamente sentí las manos de las dos frotándome el pene por encima cuando de repente ella dice "a ver tú" y voltea con quién la tomó de las nalgas y se aferra a su paquete al mismo tiempo que le da un beso apasionado de lengua, yo estaba extasiado con tan excitante escena que lo único que hice fue comenzar a frotarle las tetas en compañía de la esposa de él, mi esposa sube una pierna a mí quedando en medio de la pareja y mientras besa y acaricia el pene de él, ella le soba las tetas y él mete lentamente la mano entre las pierna empezando a masturbarla por encima de la tanga, aunque algo en shock, estiré mi mano hacia la entrepierna de mi esposa pero lejos de quitar la mano de él, lo único que hice fue hacer al lado su tanga para que tuviera mayor acceso, me sorprendió lo tan mojada que estaba mi esposa, la levantamos y levantamos el blusón hasta dejar sus tetas al aire, pues también se había quitado ya su brassier, en un movimiento botó su tanga y me dijo, tú solo ves y te encarga de cuidar mi ropa, yo obedecí y cumplí mi papel de cornudo consentidor mientras ella disfrutaba como manos agendas recorrían su cuerpo y más miradas atónitas de los demás no se despegaban de ella, pues nos encontrábamos en un cuarto con aproximadamente 20 personas las cuáles sólo estaban bebiendo y platicando.
Si les agrada el relato y quieren la segunda parte de este, así como las otras experiencias que hemos acumulado, háganmelo saber ya que soy nuevo en esto y quiero saber sus comentarios.
Saludos!
Sofi y diablo.