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Cogiendo con Dayana la gordibuena (Final)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Antes que nada quiero agradecer su interés en mi relato, y aunque ya tenía otros relatos, más avanzados, se me vino a la mente Dayana por una botella de ron que apenas utilicé, quise refrescar esa aventurita con mi gordita, y aunque había tenido sexo con chicas de cuerpo amplio, mi amiga al parecer las dietas no eran lo suyo, cuando nos conocimos ella tenía menos kilos, pero con el paso de los meses al parecer las dietas no hacían lo suyo, pero la amistad con ella era por ser una chica “chilanga”, divertida y abierta, y como les había comentado anteriormente ella había despertado la lujuria en mi y ese gran pollote no lo iba a dejar ir así nomas.

Aparte yo andaba con la pila más que cargada porque estaba acostumbrado a coger constantemente y Sofía Marian tenía tiempo que no la veía por lo que mi depósito de leche necesitaba ser drenado.

Ya había pasado algunos días también de que no me había citado con Dayana, me había mudado de departamento recientemente, ocupándome mis tiempos libres en los arreglos del departamento. Dayana lo sabía y aunque se había ofrecido a ayudarme la verdad es que no fue necesario, además de que el orden de las cosas yo era más meticuloso, es más ese Departamento no lo conocía aún Sofía Marian, ya que teníamos como un mes de no vernos, y se imaginaran como andaba cargado de testosterona, como toro de lidia encerrado en un corral. No fue mucho el tiempo para que ya el departamento estuviera al 100% como quien dice literalmente “acogedor”, por fin pude cuadrar con Dayana una reunión para salir a divertirnos como anteriormente lo habíamos hecho.

Pero yo pensaba en que ya era tiempo de probar esa gran carne, y que justamente esa reunión por fin debía ser para coger, no había por qué darle más vueltas al asunto y creo yo que ella también lo deseaba, solo era cuestión de que se lo cantara. Nos reunimos como otras veces en un punto intermedio de la ciudad, pero más fácil de llegar a mi departamento ya que aún no teníamos un plan de lo que íbamos a hacer, bueno internamente yo si tenía un plan y ese consistía en llevarla a coger al departamento donde previamente había dejado todo en orden y limpio como siempre había acostumbrado, pero con un detalle de que había puesto unos inciensos de aromas exóticos, la vainilla y sándalo. El ambiente se sintiera enigmático, sensual y agradable por si se me hacía llegar con Dayana al departamento.

Una vez que nos reunimos en nuestro punto de encuentro, yo llevaba las pilas cargadas como les había contado, jejeje como el conejito de las baterías Duracell me sentía, bien al full, así que cuando vi a Dayana sinceramente le diré que si noté que había subido totalmente de peso, la pinche gordita había entrado a los tacos bien cabrón, pero ingue su madre eso no iba a arruinar mi fantasía, además por experiencia sabía que las gorditas hacen muy buena chamba, son cariñosas, en fin eso no echaba para atrás mis planes y mucho menos los de ella, esa gordita se veía a kilómetros que quería pito, y de eso me iba a encargar de dárselo yo. La Güera misteriosa me tenía a dieta y yo ya no veía quien me las debía, sino quién pagará los platos rotos de la ausencia de mi hembra, así que Dayana iba a ser la ganona de mi lujuria.

Como les decía, no había plan, así que le propuse que por qué no íbamos al departamento así lo conocería y pues podíamos ver una película de la televisión de paga (El Netflix de la época), podríamos pedir pizza, tomar algunas bebidas, etc. Ella entendió muy bien la señal ya que no se negó y aceptó la propuesta. En el trayecto le pregunté sobre su gusto en la bebida, ese día yo debía convencerla de cogerla, y en serio si hubiera un detector de testosterona como esos equipos que visualizan el calor corporal, yo creo que hubiera salido con visiblemente como si tuviera fiebre por mi deseo de querer sexo con tremenda y frondosa mujer, me dijo que le gustaría unos cócteles como piña colada o algo así, por lo que pasaos una tienda de conveniencia y pedí una botella de ron con coco, llegamos al nuevo edificio donde yo vivía el cual tenía portero (Persona que vigila la entrada), me vio pasar con aquella damita y con cara de discreción sonrió, supongo que él se imaginaba lo que estaba a punto de suceder en la intimidad de mi departamento ya que él sabía que era soltero. Aunque era nuevo en el edificio ya era viejo conocido en el mismo ya que tenía amigos viviendo ahí y ya sea que hiciéramos fiestas en su departamento o el mío (donde vivía anteriormente y que no estaba tan lejos) así que siempre estábamos en contacto.

Subimos las escaleras hasta el segundo piso donde se encontraba mi departamento, y como todo buen caballero la dama por delante, admirando el gran cabuz que se cargaba mi amiga, saboreando ese gran culo que me iba a comer esa tarde, yo estaba mentalizado para eso, y no había vuelta atrás, ella coquetamente subió las escaleras y gozando el que me trajera atrás de ella, como perrito en brama.

La hice pasar a mis aposentos, recibiendo de su parte buenos comentarios debido a lo organizado y acogedor del lugar, y los aromas de los inciensos que había prendido en la mañana aún se sentían en el ambiente, creando una atmósfera que al menos para mi era cachondo, el cual trate de transmitir a mi acompañante. Recorrimos el departamento que era pequeño pero muy bien ordenado, aparte de que su construcción era reciente. Le dije que podía ponerse cómoda en el sofá, aquel mueble que traía del otro departamento y tantas batallas habíamos pasado juntos, y esta vez me iba a ayudar con aquella mujer de talla fuera de los estándares a los que estábamos acostumbrados mi mueble y mi falo.

Mientras ella veía a su alrededor la decoración un poco minimalista, con bambúes y figuras orientales, elefantes, etc. Mientras me cuestionaba al respecto, yo en la cocina preparaba alguna bebida para ir entrando en ambiente, falsamente yo pensaba que ella necesitaría una o dos copas de alcohol para que empezara a aflojar su ardiente cuerpo, prepare nuestras bebidas y yo ardía en deseo de que algo sucediera, después de los halagos hacia mi pequeño espacio y platica normal, brindamos por el momento (Y porque esa tarde me la cogería), sentados en el mismo sofá nos dispusimos a ver algo en la TV, cosa que era más que obvia que para mi no me interesaba lo que pasaba en ella, yo estaba ardiendo y segregando en el ambiente mis feromonas que se mezclaban con los aromas a madera y el dulce de la vainilla, el ambiente era propicio para el escarceo, cada vez coqueteábamos más de cerca y ya nos importaba poco lo que había en pantalla, por lo que me pidió que mejor pusiera música ya que no veíamos la TV, poniendo música relajante y cachonda, ante la charla y los temas picantes, hablábamos mas cerca, sus bellos ojos me hipnotizaron y la miraba directamente a los ojos transmitiendo mi deseo por coger con ella, en algún momento dirigí la charla hacia algo más sexual, tomando de referencia a la vez que me enseñó sus grandes y bellas tetas, a lo cual ella desafiante solo pregunto..

Dayana: Te gustaron?

Yo: Por supuesto me volvieron loco (mirándola a los ojos y después dirigiendo mi mirada hacia sus carnosos melones)

Brindamos nuevamente mirándonos a los ojos, llenos de complicidad y lujuria, pidiéndole que me los mostrara nuevamente. Sabedor de que ella también deseaba algo, me recargue sobre su pecho, me mantuve ahí mientras según veíamos lo de la tv. Ella continuaba hablando mientras yo tenía mi mejilla sobre el escote de sus tetas, botando su “chilangueria” me dice:

D: ¡Pinche warrior (Así me decía), tú lo que quieres es cogerme!

Y: Uumm que comes que adivinas…

D: Pues se te ve en la cara.

Y: Si en verdad que me tienes loco desde que te vi por la computadora.

D: Te dije que lo olvidaras, que eso no pasó.

Y: No manches pinche Dayana, me tienes bien caliente…

Y empecé a besarle las ubres por la parte del escote, ella solo suspiro y se rio, mientras yo continuaba entretenido, y de acuerdo con lo que ella me había comentado, ese era su punto débil, así que de ahí no me iba a soltar, mi deseo sexual y mis intenciones ya estaban más que a flor de piel.

D: Ay warrior, que me haces, pinche warrior, ya lo tenías planeado verdad?

Y: glub, glub “mjjj”

Entre besos, y tratando de abarcar sus tetas en mi boca, solo asentía con la cabeza y le murmuraba que si.

Y: Desde que vi tus tetas me levanto en las mañanas con ganas de cogerte mamita… Mira como me tienes (Dirigiéndole una mano a mi pinga)

D: No mames cabrón, me pones bien caliente también, y este amiguito tuyo se ve rico.

Una vez que ya estaba dicho todo de ambas partes era más que obvio que esa me iba a coger a mi amiga la gordita, me encargue de sacar esas grandes tetas de su prisión temporal, para tener un festín, yo estaba engolosinado con semejantes y voluminosas tetas.

Otro punto más para ese sofá, estaba a punto de cogerme a la gordibuena, y casi la desnudaba en ese sofá y liberaba mi verga del pantalón, el cual ella se dedicó a acariciar y jugar con el tronco que pronto la penetraría.

D: Pinche mono, nada más para eso me quieres verdad…

Y: No cariño, me caes a toda madre, eres lo mejor, pero te traigo unas ganas que no puedo con ellas.

D: Bueno ya que ingue su…

Ella estaba tratando de actuar su papel de pura e inocente, pero se que ella también lo deseaba al igual que yo.

Nuestras bebidas quedaron en el olvido, me había dado cuenta que según mi plan de darle alcohol para que me soltara su gran cuerpo no era necesario, ya que no llevábamos ni la mitad de nuestros vasos y ella ya estaba más que entregada a mis caricias.

Los besos y caricias iban y venían de mi hacia ella y ella hacia mi, su respirar agitado se escuchaba, a la vez que quería reclamarme y decía en resoplidos

D: pinche warrior, pinche warrior eres bien pinche caliente cabrón…, wey te sales con la tuya

Y: Así me pones mi amor… Además tu también lo quieres, ¿o no pinche Dayana…?

D: Umm que cabroncito me saliste pero es verdad, si se ve rico eso.

Era tiempo de empalar a la gorda de mi amiga, en serio que ya no aguantaba más la presión y la lujuria por coger con ella. Así que aproveché para levantarme y soltar mi pantalón frente a ella, por lo que se abalanzó a meterse en esos labios sensuales de su regordeta cara, como desesperada se lo trago, en sus mejillas se veía el bulto de mi verga al tragarla, no soy un wey de una polla kilométrica pero tengo lo mío, ella estaba confirmando mi teoría de que esa mujer gordita iba a ser una gran experiencia y que de ella iba a recibir lo que con ninguna otra dama.

Me dio una rica mamada, ella sentada en el sofá y yo parado frente a ella, dirigiendo con mis manos la intensidad de sus magistrales movimientos y succiones sobre palo, recorrió la zona de mis genitales con su boca y lengua hasta que le pedí se levantara para amasar esas amplias carnes mientras nos besábamos, mi real intención era poder desabrochar sus jeans que no sé cómo madres había entrado en ellos, unos jeans de mezclilla elástica que hacían verla coqueta y sensual a esa dama cachonda, con un poco de su ayuda fui tirando sus jeans para abajo, mientras besaba sus tetas y grandes pezones que me ponían más caliente y mi verga ardiendo de vez en cuando tocaba parte de su regordete cuerpo, mis manos por fin tocaban sus amplias y gordas nalgas, sorprendiéndome que la muy zorrita traía una tanga y al sentir su panocha, estaba más que húmeda diciéndome al sentir mis dedos:

D: ¿Te gusta?, Pinche warrior, me tienes bien caliente.

Y: Mamita, tú me pusiste así desde que me mostraste a tus nenas, además tu también lo quieres, o no?

D: La verdad sí.

Y: ¿Pensaste en algún momento que esto iba a suceder? Yo creo que si, por eso estamos aquí y tu así… Además esa tanga cachonda, ya sabias que te iba a coger verdad…

D: Pues quien sabe si te ibas a decidir, pero por si las dudas vine así…

Y: Te agradezco mucho ese detalle y mira lo que lograste, tócalo…

D: Si pinche warrior lo tienes rico…

Volvimos a lo nuestro, me senté ahora en el sofá, y ella parada frente a mí le pedí se girara para que la guiara en unos sentones sobre mi verga, antes me coloque un condón, y ese enorme culo se fue sentando en mi falo que parecía insignificante ante tan tremenda colota de mi gorda cachonda, se dio unos cuantos sentones, que fue un poco incómodo por la posición, su peso, y con el pantalón aun a media pierna impidiendo movimientos libres, pero lo que importaba era que mi falo ya estaba dentro de esa gran funda. Dayana se daba sentones agarrando sus tetas que se movían en cada embestida, yo trataba de suavizar los movimientos de ella con mis manos para que no me cayera con todo su peso, temía que en una de esos sentones doblara mi pene y lo fracturara. El sonido en la sala era de la película que estaba en TV, y los resoplidos míos al recibir tal placer de la carne de la ardiente panochota de mi sexy gordita, que rico cogia ella.

D: Así warrior, dámela cabrón…

Y: Si mamacita, así muévete me estas matando, que rica estas piche amiga…

Unos movimientos más, y como era muy complicado en el sofá ella sugirió que nos fuéramos para la recamara, la muy golosa quería estar más cómoda, también yo quería disfrutar de ese gran cuerpo de mi amiga la gordita caliente.

Nos terminamos de desvestir a prisa en mi recámara (era la primera vez que llevaba a una amiga al departamento que recientemente me acaba de mudar), dejamos botada las prendas de uno y otro para acomodarnos en la cama, iniciamos con la típica posición del misionero, para tenerlos de frente y poder amasar sus tetas, era fascinante la forma de tener a mi bella amiga de frente a mi y mi cuerpo metido entre sus anchas piernas, le besaba sus enormes tetas, sus labios mientras nos mirábamos a los ojos, su mirada coqueta me tenía cautivado, mientras bombeaba el interior de su vagina, no quise ser descortés, por lo que me separe un poco de ella, para besar su cuerpo hasta llegar a su húmeda panocha, estaba atragantando de ese manjar húmedo que me daba mi amiga, la saboree y ella se dejaba hacer todo lo que yo quería, solo se escuchaba sus gemidos y de repente algún “reclamo” de su parte:

D: Así, sigue así cabrón, me querías coger verdad…

Y: mjjj… slup, slup (mientras metía mi cara entre sus piernas)

Después ella cambió de posición, se puso arriba de mí, se movió muy delicadamente, ella gemía muy rico, estaba dando el bautizo a la recamara, que aún no había estrenado ninguna amiga ni con la Güera misteriosa, los retumbos de la cama por los movimientos se escuchaban en la pared, y no hice nada para silenciarlos, tenía a esa chica de talla grande sobre mi, y no dejaba moverme de ahí, ella se estaba desquitando de quien sabe cuánto tiempo en ayunas, bueno yo también había tenido ya más de un mes en ayunas, además no me importaba el qué dirán de los vecinos, el ruido de la cama y sus gemidos delataban que la estábamos pasando bien ahí dentro.

Ella se portó de maravilla, tuvo al menos uno o dos orgasmos, mientras yo hacía esfuerzos por no terminar ahí mismo, le pedía descansar un rato, pero entre pausas ella me mimaba y sonriente solo jugaba conmigo, para no hacer más largo el relato, les diré que lo que me cautivo, fue cuando ella se colocó de perrito, no mamen, pinche culote frente a mi (jajaja me río ahora) de lo ridículo que me vería, ella de talla extra y yo más estrecho y un pitito (Mucho sartén para dos huevitos), pero ingue su, me tire a matar, si mi gorda lo quería, me le fui como perro que no ha comido carne en varios días, me afiance de sus anchas caderas, y me metí entre sus dos carnosas nalgas, volviendo a salir la bestia, tratando de ser brusco en mis movimientos para que ella sintiera mi falo en lo profundo de su ser, le daba nalgadas en tan anchas nalgas, dejándoselas rojas, se escuchaba el sonido de nuestro golpeteo de cuerpos, las nalgadas que le propinaba en esas amplias carnes, yo estaba sudando a raudales, se me salía el corazón, gemía y pujaba por tratar de llenar completamente la pucha de mi amiga, ella solo gemía, casi gritaba cuando sentía mis embestidas y mis nalgadas:

D: Así warrior, así papi, sigue así mi amor…

Y: Ay mamita estas bien pinche rica…

Y: No mames, me estas dejando bien jodido…

D: Ayyy, ayyy asiii… así… Me vengo otra vez… dame lechita warrior…

Y: Ummm sii ahí te van…

D: SI papiii, dámela… me estoy viniendo…

Mi eyaculación fue inminente ante tales palabras y concentrándome para no quedarle mal a mi amiga, empecé a sentir que ya me venía, por lo que se la saque de su panocha rápidamente, quite el condón, botándolo fuera de la cama para que mi pene escupiera toda su flema sobre las anchas nalgas de mi amiga, las cuales estaban rojas de las embestidas de mi pelvis y de las nalgadas que le había dado… Yo era estaba bañado en sudor, el corazón me latía a mil por hora, pinche gorda si me dio batalla la cabrona, en verdad a toda madre mi amiga, quede rendido sobre su regordete cuerpo batiendo mi leche en su cuerpo y el mío por el contacto, terminamos oliendo semen y sudor, que gran faena me había echado con ella..

D: Warrior, eres un hijo de la chingada.

Y: ¿Yo, por qué?

D: Porque me trajiste aquí a coger y no a ver películas…

Y: Uumm pues sí, ¿pero tú no querías?

D: Wey no te hagas pendejo, sabes la respuesta.

Descansamos un poco en la cama, y ella se dedicó a atenderme, se afianzó de mi verga nuevamente, estuvo acariciándolo y acicalando, como si se tratara de una mascota, se lo llevó a la boca nuevamente, hasta que me puso nuevamente loco, la gorda sabía hacer lo suyo, bueno yo también me dedique a sus grandes tetas que era lo que más me había llamado la atención desde que me las enseñó, tuvimos otro encuentro esa tarde noche, hasta que me dejó muerto nuevamente, sudado, débil que cuando me baje de la cama me tenía mareado, en una de esas me iba a caer pisando algo que estaba a un lado de la cama. Prepare el baño, y nos arreglamos, ya era tarde cuando la fui a dejar a su casa, y me di cuenta que lo que había pisado había sido mi celular, le había partido su madre (a mi celular carísimo de la época) porque esa gordita me había dejado para el arrastre cuando salí de la cama, estaba totalmente des-lechado y sin fuerzas.

Y una vez más había confirmado que las mujeres gorditas o gordibuenas, son a toda madre, en el sexo son muy bien portadas, cariñosas, comprensivas, abiertas. Mi amiga no era una súper modelo, y aunque sus facciones de la cara eran bellas, cuando salía con ella, trataba de que no me relacionarán como su novio, pero la verdad es que esta chica una vez más me ponía los pies en la tierra, demostrando que no necesitaba cogerme a una chica tipo Mia Khalifa para disfrutar de un buen orgasmo. Siempre va a estar en nuestra mente y en la necesidad que tengamos para disfrutar del placer del sexo (jeje y yo ya andaba bien urgido).

La botella de licor que había comprado para esa ocasión con Dayana nunca más la use, por lo que estuvo guardada junto con otras botellas de licor, conservándose por años casi intacta ya que solo había servido dos copas esa noche con Dayana, y en una peda reciente a la fecha de hoy que escribo el relato, tuve una fiesta, y cuando se acabó la bebida, saque de la bodega las botellas que tenía guardadas, encontrando la única botella de ron que me quedaba, y la compartir con los amigos, en mi interior brindando por aquella gordibuena que fue la que descorcho en su momento la botella y yo a ella.

Un brindis para mi gordibuena amiga que me dio una de las mejores cogidas y esa botella que esa noche mis amigos y yo terminamos su contenido. Gracias Dayana…

Muchas gracias por leer mi relato, recordándoles que es 100% real, solo cambió los nombres de los involucrados, las situaciones, y detalles trato de ser lo más fiel a lo vivido.

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