Por medio de algún chat tuve el gusto de conocer a una chica en la ciudad de México, al principio la amistad era solo por medio de la computadora, el foro en que la conocí no recuerdo cual era, pero posiblemente el de amistad o ligue, así que una vez iniciada la charla por ese chat, nos dimos nuestros correspondientes correos para poder contactarnos en un futuro, las charlas como siempre eran triviales y en plan de conocernos poco a poco.
Esporádicamente nos encontrábamos por el MSN, que para los milenials eso era como el Messenger del “Feis”. Hasta que una vez nos armamos de valor y dimos el siguiente paso para conocernos en persona (Yo ya lo había hecho con varias chicas, así que no era algo nuevo para mi).
Ella estuvo de acuerdo después de hacerse de rogar un poco, pero entrando en calor aceptó que nos encontráramos en un punto medio, ya que ella vivía por el poniente de la ciudad o muy cerca de barranca de muerto y yo más cerca de taxqueña. Acordamos fecha y hora, sería en un fin de semana ya que yo no trabajaba, teniendo el fin de semana libre para un encuentro con una amiga nueva, hasta el momento solo nos conocíamos por fotos, ya saben cómo somos, tratando de tomar las mejores capturas de nosotros para estar presentables para la persona a quien va dirigida, y me incluyo jaja, creo que lo vanidoso de uno para impresionar a la persona a quien diriges las fotos, recuerdo que de ella solo se veía del pecho para arriba.
La primera impresión que me dio fue de una chica un poco pasadita de kilos, con una buena “pechonalidad” en el escote que mostraba la foto, no puedo negar que tenía unas facciones coquetas, sus ojos y boca también la hacían ver sexy o al menos eso me parecía en la foto, así nos conocimos virtualmente para poder reconocernos en el punto que nos encontraríamos, yo andaba en modo automático, ya que la novia en turno tenía días que no la veía así que para no aburrirme concerté una reunión con “Dayana”. La reunión sería en los torniquetes del metro viveros de la línea verde del metro de la ciudad, al mediodía.
Con tiempo llegué y al poco rato llegó ella. Les seré sincero la chica si estaba pasadita un poco de peso, pero mi intención de conocer a alguien del chat, era solo con fines de amistad así que no fui descortés o mala leche y después de saludarnos efusivamente por tanto tiempo de conocernos en línea mas no en persona, ya saben cómo es eso. Esa tarde fue muy agradable compartir con ella, primero hicimos una visita al parque cercano de viveros, después recorrimos plazas comerciales, comimos algo en un restaurante, y entre charla me contaba su vida, la chica era traga años, ya que tenía unas “bendiciones” ya algo grandes, no aparentaba más de 30 años, pero ya tenía una hija como de 15 años y un hijo un poco menor básicamente era una madre soltera. Compartimos experiencias de encuentros, el trabajo, las relaciones, etc.
Fue una tarde muy agradable, y ya después de varias horas de reunión, había llegado el momento de despedirnos, para lo cual ella sin pena me hizo un tipo de encuesta, acerca de que le había parecido, si no estaba arrepentido de esa tarde a su lado, yo creo que su aspecto un poco regordete le daba la impresión de que posiblemente nunca más la volvería a ver, pero fui sincero con ella y le dije que no estaba arrepentido, le volteé la pregunta diciéndole que ¿Porque decía eso? ¿A lo mejor yo no le había agradado?, después de afinadas esas cuestiones le confesé que me había agradado la reunión para conocernos, que esperaba que de igual forma ella no se arrepintiera de haberme conocido y que esperaba que esa no fuera la única vez que nos reunamos.
Como les he platicado la Güera misteriosa se esfumaba del radar algunas veces, así que con Dayana tendría con quien salir los fines de semana como amigos, quiero aclarar que no se me estaba antojando en el plano sexual, aunque con el tiempo de conocernos que fueron varios meses los cuales estuvimos saliendo en plan de amigos, pero con el tiempo eso fue cambiando ya que como les había comentado sus facciones de la cara eran muy agradables, sus ojos y su boca eran sexy o eso iba pensando conforme más tiempo pasaba con ella, y obviamente las grandes tetas que se cargaba, ya se imaginaran en ese cuerpo un poco pasado de kilos pues esas tetas eran enormes, poco a poco la vi con interés sexual, pero nunca nos dijimos algo fuera de lugar, nuestras pláticas eran más atrevidas después de varios meses de conocernos, era una amiga muy agradable y abierta, no puedo negar que era muy coqueta conmigo, y aunque no estaba convencido de tener una relación con ella por mi Güera misteriosa que también tenía unas grandes y blancas tetas, pero me dejaba mucho tiempo solo y yo necesitaba a alguien a mi lado y coger continuamente, y como vivía solo Dayana era una gran tentación que se me ponía al frente, y de vez en cuando pensaba en lo que pasaría si Dayana me diera chance de conocer esas grandes tetas, ella tendía sus redes alrededor mío pero dejaba que yo pensara que el cazador era yo, su colmillo era más que retorcido, o más bien no había que imaginarse o hacerse chaquetas mentales ella era una mujer experimentada pero yo no era un santo, así que poco a poco nos coqueteábamos más, en una noche de plática por el MSN, ella me dijo que ya estaba lista para dormir, que ya estaba en su cama en ropa de dormir y con una laptop escribiendo desde su cama.
Al escuchar esto mi mente la imaginó más de una posición del Kama Sutra de mi gordibuena amiga, se lo insinué a lo cual solo me dijo que era un sucio haciéndose la decente, pero yo sabía que ella se consumía en deseo de coger, esa noche charlamos bastante convenciéndola de que se mostrará por la cámara de la laptop, bastó insistir un poco para convencerla, accediendo no sin alegar que no estaba presentable, que estaba en fachas y sin maquillaje ya lista para dormir.
Le recordé que no me importaba que además ella tenía una cara hermosa y que no necesitaba maquillaje, me transmitió la imagen desde su habitación, tapando su cuerpo con la ropa de cama, se veía sensual sin maquillaje y con un peinado alborotado solo agarrado por una dona para el cabello, le agradecí la vista que tenía de ella, de mi parte ya tenía mi falo bastante excitado, sabía que esa noche la plática con ella iba a ser diferente y que sería la apertura de algo excitante.
La plática fue subiendo de tono, para mi no era algo nuevo, pero si la primera vez con Dayana, y alentado por ella nos hacíamos preguntas indiscretas como:
¿Con que ropa duermes?
¿Cómo te gusta dormir?
¿Para dormirte qué prenda te gusta más?
¿Qué talla usas?
¿Qué tipo de ropa interior te gusta usar?
Hasta ir subiendo el tono de las preguntas indiscretas que posiblemente ustedes como lectores pueden deducir o pensar si es que ya ha hecho este tipo de actividades, de ir conociendo a la otra persona, como por ejemplo:
¿Qué posición te gusta más?
¿Te gusta el sexo oral?
¿Cuál es tu zona erógena?
¿Qué te excita o cuál es tu punto más sensible?
¿Cuántas parejas sexuales has tenido?
¿Tienes pareja?
¿Te gusta de perrito?
¿Has tenido sexo anal?
¿Has participado en tríos?
¿Te gusta que te besen tus tetas?
Fueron varias las preguntas que nos hicimos y respondimos, y en especial la última que describí, ella me hizo saber que esa era una de las partes del cuerpo que más le chulean aparte de sus ojos, y que en especial a ella eso le excitaba que le admiraran sus grandes senos y que era muy sensible en ellos.
Hasta ese punto no les puedo negar que ya veía a mi amiga con otros ojos, la imaginaba a esa chica de grandes carnes haciéndome una gran faena con sus tetas blancas, imaginaba como seria coger con tan tremenda chica, mi chamaco ya estaba más que animado en meterle mi verga, la cual ya derramaba lágrimas de líquido pre-seminal por conocer la panocha de mi amiga la gordibuena, ya entrado en la calentura le pedí que me dejara ver a sus nenas en línea, a lo cual ella después de querer demostrar un poco de pudor y yo rogarle un poco más accedió a mostrármelas, primero fue a asegurar la puerta para que nadie entrara a su cuarto sin avisar.
Me dio una sesión con sus tetas, jugó con ellas ante la cámara de la laptop, me mostraba sus pezones del tamaño de una moneda de $20MXN o más grande, de un color café obscuro sobre unas ubres de piel apiñonada, los botones de sus pezones ya estaban duros y levantados ante la cámara, yo me los comía a través de la pantalla de la computadora imaginándome comer ese gran manjar, ella juntaba sus tetas con sus brazos y acercaba los pitones a su boca, extendiendo su lengua para pasar sus húmeda lengua por esas ubres grandes, sus ojos miraban fijamente hacia la cámara mientras hacía esa escena erótica ante mí, esos ojos claros de mirada bella con un flequillo caído por su frente era de lo más natural y amateur de la escena, las chupo por un rato mientras yo acariciaba mi pija y le decía que ya tenía mi verga más que dura por ella, ella se lo imaginaba y en sus chupadas a sus tenas parecía que chupaba la cabeza de mi falo caliente y rojo por toda la sangre acumulada insinuando aún más se metió un dedo a la boca chupando el dedo y una vez humedecido lo pasó alrededor de su pezón.
Mientras hacía esa escena ella solo emitía gemidos suaves y sutiles para no delatarse en su casa, ya que aunque era una mamá luchona, vivía en casa de su madre quien cuidaba a veces de sus hijos.
Esa noche terminamos más que calientes, está de más decirles que esa noche me convencí de que tenía que cogerme a mi amiga la gordita, ella lo deseaba y yo andaba con la leche de sobra por la ausencia de mi mujer, así que para que me hacía del rogar si ella necesitaba de mi verga en su pucha.
Una vez enfriados los ánimos ella se hizo la pudorosa diciéndome que nunca más me las iba a enseñar, que no sabía lo que había pasado, pero que lo olvidara, y según ella había caído ante mi seducción para que le mostrara parte de su cuerpo. Aclaramos que no se preocupara que ya éramos adultos y que continuaremos tan amigos como siempre, pero dentro de mí yo pensaba que el mal ya estaba hecho, me había mostrado la tentación de esas grandes tetas y no pensaba negarme caer en el pecado de saborearlas, los pecados de la gula, la lujuria se habían sembrado en mi mente ante ese cuerpo apetitoso digno de pintor y escultor Fernando Botero.
Obviamente había capturado imágenes de esas escenas para inmortalizar tan bellas tetas de esa cachonda hembra de carnes exuberantes, nos despedimos por esa noche, y en mi mente y en imágenes estaban las escenas cachondas de mi amiga, así que tuve que desflemas a mi amiguito ya que no tenía con quien desquitarme esa noche, y en mi mente ya estaba fijo que ese exótico cuerpo iba a ser mío pronto, fuese como fuese y costase lo que costase, y ya planeaba cómo iba a ser…
Continuará…