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Cigarro, perro, corro
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Como muchas personas durante la etapa universitaria tuve que trabajar para ayudar con mis gastos, hice toda clase de trabajos, bañé mascotas, pinté casas, pero el que más me gustó fue el oficio de jardinero… Un buen compañero de la universidad me ayudó a encontrar trabajo como jardinero en casa de una familia adinerada.

El primer fin de semana que fui a trabajar estaba un poco ansioso ya que nunca había trabajado como jardinero pero me decía a mi mismo ¿Cuán difícil puede ser? Así que llegué temprano y toqué el timbre, abrió la puerta una mujer muy guapa, la miré de arriba a abajo sin decir nada, ella preguntó:

¿Que se te ofrece?

Vengo a atender la jardinería, soy el vacacionista, me envió Miguel -dije sin poder quitarle la vista a sus tetas-.

A ok, pasa ya te muestro las herramientas y lo que debes hacer.

Pasé y me llevó a un depósito donde estaban las herramientas, luego me indicó lo que debía hacer y entró a la casa sin decir más nada, mientras se retiraba me comí su redondo culo con la mirada.

Me puse manos a la obra, no sabía muy bien lo que hacía pero no era mi jardín así que no me preocupaba mucho, había terminado de regar unas plantas y ahora debía podar otras, fui al depósito en busca de las tijeras de podar y en el patio trasero vi a una nena rubia de unos 25 años, muy delgada pero con un bonito rostro, estaba fumando un cigarrillo, al pasar junto a ella di los buenos días e inmediatamente comenzó a ladrar una pequeña perra que la acompañaba.

¡Que susto carajo! La perra salió de la nada, seguí en busca de mi herramienta y de regreso ella se disculpó por lo sucedido, la pequeña perra permanecía en silencio a su lado.

¿Quieres un cigarrillo para el susto?

Si dame uno -dije- yo no fumo pero ella no lo sabía solo quería sacarle conversación, agarré el cigarrillo, lo encendí y le regresé el encendedor.

¿Vives aquí? -pregunté-

Obvio, -respondió-

Bueno, yo estoy aquí y no vivo aquí, no soy adivino, por eso pregunto. ¿La mujer que me recibió es tu madre?

-No, ella es Luisa nuestra ama de llaves -dijo- y desde ya te digo que si te la quieres coger pierdes tu tiempo por dos razones, primero; ella no se acuesta con jóvenes y segundo; ya mi papá se la está cogiendo.

¡Que ruda! Pero gracias por la aclaratoria y por el cigarrillo, debo seguir mi trabajo.

-Que te diviertas -dijo ella-

Seguí con mi trabajo hasta la hora del almuerzo, me ofrecieron algo de comer y luego de eso mientras descansaba un rato volvió a salir a fumar la flaca.

-¡Esa mierda te va a matar!

-¿Quieres uno latin lover?

-¡Claro, pero controla a tu fiera!

-Tranquilo solo ataca a pendejos y avisa cuando viene alguien, ven sin miedo.

Me acerqué y efectivamente la fiera estaba relajada, tomé el cigarrillo y lo encendí, luego le pregunté:

¿Porque me dices latin lover y pendejo?

-Porque te quieres coger a Luisa, apuntas alto pero tienes mala puntería jajaja.

-Si pues, no hay peor gestión que la que no se hace…

-¿Todo el tiempo andas con ganas de coger o solo Luisa te puso así?

-Todo el tiempo, es como un problema hormonal o mental, no lo sé…

-¿Quieres que te la chupe?

-Queee ¿Me estas jodiendo?

-No, ando con ganas de mamar así que aprovecha.

De verdad pensé que me estaba jodiendo pero igual me daba morbo mostrarle mi pene así que le pregunté:

-Bien, ¿a donde podemos ir?

-Aquí pendejo ¿No te atreves?

-¿Me estás jodiendo verdad?

-Eso, mi cachondo jardinero, es justamente lo que me pone cachonda, ¡Sacatela!

Lo pensé por un momento y aún convencido de que me estaba jodiendo decidí sacarmela, que ya la tenía algo parada por la conversación, al terminar de liberarla ella la miró unos instantes y sonrió como de alegría, la agarró y comenzó a masturbarme, sabía bien lo que hacía, cuando la tuve bien dura se acercó y comenzó a lamerla como un helado mientras levantaba la mirada hacia mi con lujuria, eso me excitó mucho más y le agarré la cabeza para metérsela en la boca y aceptó gustosa, comenzó a mamar con bastante ánimo, sentía su lengua alrededor de mi glande y eso me volvía loco, comencé el mete y saca cogiéndole la boca e intentando metérsela cada vez más profundamente, la flaca la aceptaba con gusto.

Así estuvimos un buen rato, yo le cogía duro su boca y ella evidentemente lo disfrutaba hasta que comencé a sentir ganas de venirme…

-Me vengo -le decía-

Ella continuaba tragándose mi verga como una enajenada.

-Flaca pará que me veeeengo en tu bocaaaaa, fue inevitable… Varios chorros de mi leche inundaron su boca y ella no se detenía.

-Ahhhh, detente ya coño, te has vuelto loca?

Lentamente comenzó a disminuir el ritmo de su trabajo demencial y no dejó escapar ni una gota de semen, me ordeñó completamente y no desperdició nada.

Terminando la faena escuché ladrar a la perra, ella inmediatamente sacó mi pene de su boca que aún estaba erecto y en ese momento escuché algo más…

¡Hijo de puta!

-Miré en dirección al grito y vi a un hombre mayor bien vestido que se acercaba corriendo rápidamente, la perra ladraba mientras yo corría intentando guardar mi pene erecto antes de llegar a la calle, finalmente escapé.

No hace falta decir que perdí el trabajo y obviamente no me pagaron, pero siento que si gané, ¡obtuve una comida y la mejor mamada de mi vida! Aunque Miguel ya no me quiere recomendar para ningún trabajo.

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