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Casi un contorsionista
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Ese lunes había trabajado más de lo normal me quede hasta las 20 horas por lo que era el único en el quinto piso del edificio donde tengo mi oficina,  necesitaba sacar el estrés del día así que entre a una App de contactos y citas gay, apenas me conecte empecé un chat con un chico que su perfil decía que estaba a dos kilómetros de distancia, por discreción muchos de los usuarios de esa App no ponemos foto del rostro por lo que por el privado preguntamos algunos detalles sobre nosotros, cosas como:

-Hola cómo estás

-Bien viendo qué hay en esta App y tu

-Igual por salir de la oficina y buscando relajarme

-Interesante y que buscas para relajarte quien sabe y te puedo ayudar con eso

-Algo se sexo me vendría bien ahora

-Qué edad tienes y qué rol eres

-Tengo 30 y en el rol no me complico depende con quien lo haga y tu

-25 años e igual según cómo se den las cosas asumo el rol

-Dónde estás ahora si te interesa podríamos quedar y ver qué se hace

-Estoy saliendo de clases, dónde podríamos hacerlo

-En mi oficina podría ser, ven ahora estoy solo

-Pásame la ubicación, a qué te dedicas de que es la oficina

-Ahí está la ubicación, soy abogado es un estudio jurídico

-Yo soy instructor de danza estoy saliendo de la academia dame 20 minutos para darme una ducha y voy

-Está bien te espero acá me escribes cuando llegues para bajar a abrirte porque está cerrado el edifico

Serré las persianas de la oficina para mayor privacidad, y extendí el sofá cama que para eventos como este tengo en mi despacho, fui al baño me lave los dientes, me perfume y con unas toallas húmedas me puse listo para ver hasta dónde llegaría ese encuentro.

Cuando me aviso que estaba afuera tomé las llaves y bajé a verlo en el ascensor me empecé a preguntar cómo sería el chico ya que no habíamos intercambiado fotos ni hablado de nuestra descripción física, yo solo quería tener una nueva experiencia quería probar que se sentía quedar con un completo extraño para un encuentro sexual, pero en parte me cuestionaba la idea que qué no hubiera atracción con el chico.

Abrí la puerta y ahí estaba el, era delgado, de 165 cm más o menos, piel canela, ojos negros y una nariz aguileña, la verdad no me pareció tan atractivo pero en fin ya estábamos ahí y la arrechera pudo más, lo invité a pasar y apenas se serró el ascensor él se me pego y me empezó a besar, lo hacía bastante bien así que me causo una erección, llevé mi mano hasta su entrepierna y sentí que él ya estaba duro hace rato, me gusto lo que toque pero cómo en los pasillos del piso hay cámaras de seguridad me aparte de él y fuimos directo a mi despacho.

Ya era un poco tarde para estar en la oficina por lo que fui directo al punto, apenas serré la puerta lo lleve al sofá, empezamos a besarnos y quitarnos la ropa mutuamente, afloje mi corbata y él empezó a desabrochar cada uno de los botones de mi camisa, solo tuvo problemas para quítame las mancuernillas que según dijo no las había visto antes, le quite la chaqueta y la camiseta, afloje su cinturón y le baje los Jeans, el ajustado y blanco bóxer hacía que se le marcara la verga que le llegaba hasta el ombligo, le quite los zapatos y disfrute de sus pequeños calcetines grises, él se puso de pie y yo sentado en el sofá le baje el bóxer y tome su verga con mi mano, era bastante dotado una verga que cómo mínimo tenía unos 21 cm y de un grosor perfecto no tanto como para lastimarme pero suficiente para llenarme el culo y darme placer, era un poco curvada hacia arriba de un color café oscuro y con una cabeza morada y redondeada que estaba húmeda, lo masturbe por un momento antes de llevarme su verga a mi boca, cuando lo hice pude sentir el suave sabor de su preseninal la curva de la gran verga me hacía cosquillas en el paladar el me la metió tan adentro de mi boca que no pude aguantar y me la saque, pase mis manos por su flaco trasero de pequeñas nalgas, definitivamente lo dotado que estaba por delante contrastaba con lo mucho que le faltaba por detrás.

Cómo su miembro era notablemente más grande que el mío y dado que tengo mejor culo que él era lógico el rol que debíamos tomar cada uno para mayor placer, le mame tanto la verga que él me lo compensó dándome la vuelta y poniéndose a mamarme el culo, me dilató tanto su lengua que entró con facilidad su verga curvada, la sentía tan dentro de mi que con cada envestida me hacía gemir, después de un rato penetrándome en cuatro cambiamos de posición, yo me recosté de espaldas en el sofá cama y él se puso de rodillas ente mis piernas, levante mi trasero para que me metiera la verga por el culo, se sería un enorme placer mientras cada centímetro de su verga entraba y salía de mi.

Apreté mis muslos alrededor de su cintura y mientas me follaba puso mis piernas en sus hombros, se reclinó a besarme mis pectorales y eso me encantó por lo que pase mis manos por su nuca y sosteniendo su cabeza contra mi pecho hice que me manara los pezones, me estaba dando una estupenda cogida y cuando pensé que no podía ser mejor me lleve una sorpresa ya que este chico era casi un contorsionista, con su verga aún dentro de mi paso sus manos por mi cintura y me levanto y él se dobló de tal forma que se metió mi verga en su boca y empezó a chupármela mientras movía sus caderas y continuaba penetrándome, no pensé que eso fuera físicamente posible pero era como estar en un trío en el que yo era el de en medio siendo penetrado y mamada mi verga al mismo tiempo, fue tal mi doble placer que no pude más y me corrí en su boca, el me beso pasó mi semen a mi boca y me hizo tragármelo, disfrute el sabor de mi propio semen era un poco dulce.

Sacó su verga de mi y me pregunto si se podía venir en mi pecho, le dije que si y para ayudarlo a venirse empecé a mamarle la verga mientras sostenía sus delgados pero firmes muslos, después de unas cuantas lamidas a sus retículos me dijo que se iba a venir así que me hice hacia atrás y deje que me la echara en mi pecho, la leche resbalando por mis pezones se sentía tibia por lo que me dio placer restregarme mis manos en mis pectorales.

Le pedí que me pasara los pañuelos desechables del escritorio y nos limpiamos con ellos, nos vestimos y me ayudo a poner las cosas en su lugar, deje abierta la ventana de la oficina, recogí los pañuelos manchados del piso y los lleve para tirarlos en otro lugar porque no quería que la señora de la limpieza sacara conclusiones, ya en la calle intercámbianos números por si se nos antojaba otro encuentro, nos despedimos y tome mi auto para ir a casa, en el camino fui pensando como a pesar de no ser tan atractivo como me gustan los chicos me había dado una cogida que algunos extremadamente guapos con los que he estado no me habían hecho sentir ni la mitad de bien, por eso pensé que en otro momento lo volvería a repetir con él.

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