Estaba viviendo en una pensión cerca de la Universidad. Al lugar solían llegar estudiantes foráneos. Llegó un feriado y todos se fueron a sus casas, excepto yo. La razón es que conseguí un minivestido por Internet y quería presumirlo. Me rasuré por todos lados, me puse una tanguita blanca y el vestido color púrpura, era cortito con un estilo escocés, hombros descubiertos y moñitos en los brazos, me peiné super femenina. Me tomé varias fotos posando como una puta y las subí a la app de citas bajo el nombre de Danihot. A los 30 minutos ya tenía varios hombres diciendome cosas ricas, halagos, propuestas y fotos de penes. Yo me sentía en el cielo, respondía a uno que otro con fotos de mis labios o de mis nalgas bajándome la tanguita. Todo esto lo disfrutaba mientras tomaba cerveza.
De un momento a otro alguien golpea la puerta de mi pieza y llama por mi nombre. Reconozco la voz, es un chico de la pensión que se llama Facundo. Sin abrir la puerta le pregunto que qué desea y me dice con voz baja "hola Danihot no te quites el vestido, soy el usuario al que le enviaste la foto en 4". Me quedé helada. Facundo prosiguió: "me voy a bañar, regreso en 10 min, sino abres difundiré tus fotos". Los nervios me invadieron, fui a revisar el chat solo para constatar que había enviado fotos en donde se reconocía el fondo de la habitación y mis cosas con logos de la universidad. Estaba temblando.
Facundo regresó y golpeó la puerta. Empecé a correr en círculos y solo se me ocurrió pintar mis labios y ponerme perfume de mujer, pensé "que pase lo que tenga que pasar". Le abrí la puerta y entró en ropa deportiva como de jugar basket. Entró miró alrededor y a mí. Me dijo "esto queda entre nosotros". Me tomó de la mano y me giró quedando detrás mío. Empezó a manosear mi cuerpo y a abrazarme mientras besaba mi cuello. "Estás rica, me tienes con la verga dura", me decía esto mientras me la frotaba en medio de mis nalgas. Se sacó el pene erecto y me tomó de la cabeza para que se la mame. Me arrodillé y empecé a mamar como chica de película porno, no dejaba que use mis manos. Me hizo poner de pie con las manos en el escritorio, metió las manos bajo mi vestido y bajó la tanga un poco. Empezó a puntearme por atrás. Sentía como su lubricación permitía que entrara la punta de su pene. Me abrazó y aceleró el punteo mientras me decía "qué rica putita, eres tan sumisa, hueles a princesa". Sentí como empezó a entrar su cabeza, pero cuando empecé a sentir un poquito de dolor lo escuché gemir y apretarme con sus manos. Me quedé quieta. Me liberó se guardó el pene y me dijo "te dejo la leche de recuerdo". Me dio una nalgada y salió.
Cerré la puerta y me fui al espejo a verme, tenía semen en el ano, pujé un poquito y salió más semen. Por delante la tanguita estaba empapada de mis líquidos preseminales. Me masturbé y terminé en menos de 1 minuto. Me bañé y me acosté a dormir. Los días pasaron y el semestre terminó sin que Facundo mencionara algo de ese día, es como si nunca hubiese pasado algo. Pero para mí siempre será uno de los mejores recuerdos para masturbarme.