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Campamento con mi tímida novia ¿sale mal o bien? (Parte 3)
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Tiempo de lectura: 24 minutos

A la mañana siguiente ella me despertó acariciándome la verga, ella reía un poco y me besaba dulcemente, “¿qué tienes aquí eh? jajaja" me decía riendo perversamente mientras me sacaba la verga erecta, típica erección matutina, me dio una mamada tan intensa que no pude resistir más que tal vez 4 o 5 patéticos minutos, yo eyaculaba y ella me veía a los ojos mientras mis bolas se vaciaban en su cálida boca, ella tragaba sin siquiera hacer caras y me devolvía una sonrisita en complicidad, estaba tan aturdido y me tomó con la guardia tan baja que no pude hacer ningún comentario sobre mis deseos sobre Randal. Ella se cambiaba su hermoso tanga bikini negra y se ponía un enorme bikini amarillo de 2 piezas, ella revisaba y parecía un poco decepcionada cuando lo veía en ella, “carajo, debí hacerte caso jajaja” decía sobre mis anteriores recomendaciones de llevar cosas más sexis, ¿quién era esa mujer? ¿Dónde estaba mi tímida y conservadora novia?

Salimos tomados de la mano y nos encontrábamos al tarado de Fausto secreteándose con Laura, el me saludaba y yo le devolvía el saludo. Nos sentábamos en las rudimentarias bancas hechas de troncos cortados y nos servíamos algo de jugo. “Maldita sea ya no hay cerveza jajaja” decía mi hermosa novia mientras me daba el jugo y bebíamos “está bien hidratarnos, no hemos parado de beber” yo le decía, ella se encogía de hombros riendo.

Llegaba Randal detrás de mi, lo supe porque pude ver la mirada fija de mi novia hacia detrás mío, volteé y en efecto, era el, venía de la mano de Gabriela y nos saludaba. Mi novia lo veía fijamente, contestaba el saludo y reía un poco, mientras me veía de reojo en complicidad con una sonrisita picara, ¿ella estaba dispuesta? ¿Lo que dijo la noche anterior sobre no querer, fue mentira?

Randal y Gabriela se sentaban a lado nuestro, él le pedía que le trajera “algo para beber” Gabriela se levantaba y su lindo trasero se veía bien con su bikini tanga blanco, no era el espectacular culo enorme y redondo de Tiffany, pero nadie dejaría ir ese también lindo trasero, menos tan fácil como él lo obtuvo, envidié un poco a Randal, el enorme y delicioso culo de Tiffany, el lindo culo de Gabriela y me esforzaría porque tachara de su lista el precioso y pequeño culo redondo de mi novia también.

Gabriela se ponía de pie, Randal la nalgueaba sin vergüenza, Gabriela reía y se alejaba para ir a la hielera. Buscaba y buscaba, “¿ya no hay cerveza?” Preguntaba algo frustrada mientras regresaba con jugos, “no ya no, nuestros hombres deberían ir por más” le respondía mi novia viéndome sonriendo. Randal sentaba en sus piernas a Gabriela y bebían los jugos, “podríamos ir al 24 horas que está a media hora de aquí en mi carro” decía Randal buscando mi aprobación con una mirada, yo asentí desinteresadamente, de pronto me di cuenta que si jugaba bien mis cartas estaría a solas con él y tal vez podríamos hablar, me emocionó la idea.

Pasaron unas horas, les informamos a los demás de la situación, también aprovechamos para poner más cosas en la lista, desechables, más agua, algunas botanas, más jugos, carbón. Me aseguré de decirle a todos cuando les preguntábamos y pedíamos dinero que solo iríamos Randal y yo, “si vamos más personas solo perderemos el tiempo”

Llegaba la tarde y Randal revisaba el auto para que no tuviéramos alguna sorpresa desagradable. Le ayudaba pasándole herramientas y esas mierdas mientras él estaba debajo del auto, el auto estaba fuera del campamento, bien alejado sobre el camino, mi novia llegaba “hey ahí estás, ¿ya se van?”

Yo: si, solo hace una revisión

Randal: todo parece en orden – salía sin camisa de debajo del auto con algo de aceite en su espectacular abdomen y pecho

Alejandra: ok ok, no olviden el alcohol jajaja si no ni regresen – decía sarcásticamente mi novia riendo, ella tenía un tono de voz y comportamiento normal mientras estaba tomada de mi brazo, pero ella en serio veía intensamente a Randal de arriba a abajo sin ninguna vergüenza, parece que la vergüenza y nervios se habían ido, el notó la mirada

Randal: deberías darme otra mamada – le decía a mi novia riendo un poco, yo reía nerviosamente, ella sonreía malvadamente, pero tranquila

Alejandra: nah estás loco – decía fingiendo desinterés

Randal: la chupas súper rico… ¿la boca aún te sabe a mi semen? Jajaja – le preguntaba directamente y riendo, los 3 reíamos fuertemente

Alejandra: no ya no, me tomé un juguito – decía infantilmente mi novia, Randal se recargaba en su auto y encendía un cigarro

Randal: la tengo dura ahora mismo, en serio deberías darme una mamadota como la de ayer – decía acariciando su verga en sus shorts, su enorme madero se marcaba, ella veía atentamente

Alejandra: nah neta no – decía intentando mostrar desinterés y volteaba la mirada

Randal: aquí nadie verá, él puede cuidar como ayer – él decía refiriéndose a mi, y sacaba su enorme verga erecta de sus shorts, despacio pero con total naturalidad, mi novia veía atentamente y reía un poco, nerviosamente, yo veía atentamente también

Habíamos visto su verga dos veces, pero ambas veces en penumbras, su verga morena a plena luz del día se veía aún más impresionante y obscena, sus venas marcadas como si fueran a explotar, la tonalidad tan oscura, sus enormes bolas colgando, se veía aún más imponente, una verga horrible pero imponente

Randal: ven – le decía a mi novia con una sonrisa pícara sin moverse de su lugar

Alejandra: nop – decía mi linda novia en tono infantil y riendo un poco, desviando la mirada al infinito del bosque

Randal se acercó a nosotros, tomaba la mano libre de mi novia y la ponía en su impresionante verga, ella la sostenía naturalmente y sin ninguna vergüenza mientras reía un poco, negando con la cabeza desaprobando juguetonamente viéndolo fijamente a los ojos, él la besó, ella continuó el beso, ellos estaban muy cerca ya que ella no soltó mi brazo, verlos tan cerca besándose, ella tomada de mi brazo besándose con él, era tan jodidamente surreal.

Ellos tomaban un descanso del beso, ella bajaba la mirada “¿ya la tienes húmeda?” Decía ella un poco sorprendida, recorriendo el enorme pellejo del glande de Randal revelando su enorme cabeza, él estaba húmedo en la punta, “siempre estoy listo” decía el riendo, ella se reía y volvían a besarse.

Ver la pequeña y delicada mano blanca de mi novia, que apenas podía rodear esa obscena verga morena me ponía súper cachondo. Ellos se besaban y podía escuchar los húmedos sonidos de sus lenguas y saliva, me aleje apenas un paso instintivamente, ella dejaba ir mi brazo, Randal la tomaba de los hombros y “la obligaba” a bajar, ella bajaba un poco a regañadientes, pero riendo.

Ella iba directamente a lamerme las bolas de nuevo como la noche anterior, él se retorcía y le restregaba su saco escrotal en la cara, dejando su obscena verga enorme sobre toda su linda cara, ella lamía obsesivamente sus enormes huevos, podía escuchar su lengua y su saliva “tronando” en las enormes bolas de Randal.

Ella se tranquilizaba de pronto, tomaba la verga frente a su cara, recorría el pellejo y veía la humedad en la cabeza, la ponía en su boca y saboreaba sus jugos pre seminales, él se retorcía, me encantaba de alguna pervertida y torcida manera que ellos me ignoraran. Ella lamió su enorme tranco con la lengua de fuera de arriba a abajo, soltaba su verga, lo veía, le sonreía… y se ponía de pie de inmediato, Randal la veía con cara de incredulidad y con un gesto sarcástico

Randal: ¡¿en serio?! Jajaja – decía mientras ella estiraba su mano y me tomaba la mano

Alejandra: se van en 20 minutos ¿va? – decía sonriendo malvadamente mientras me jalaba de la mano hacia el campamento

Randal: ¡¿qué?! Jajaja eres una calienta huevos, literal – decía riendo sin poderlo creer mientras nos alejábamos

Alejandra: necesito que mi novio me folle ya, bye wey – decía riendo y volteando la cara, nos adentrábamos en el bosque, Randal gritaba riendo

Randal: ¡dame tus lindas nalgas a mi no mames! Jajaja

Nos adentrábamos en el bosque y reíamos ambos, “literal lo dejaste con la verga parada” le decía riendo, ella se encogía de hombros riendo. Llegamos al campamento, corrimos prácticamente a nuestra casa de campaña, se repetía lo que se nos había hecho costumbre, la desnudaba, le lamía el coño, viscoso y delicioso, ella me daba un condón desesperada y me la follaba como psicópata. Intenté hacerle comentarios sobre Randal, pero ella solo reía y no agregaba nada ni respondía mis provocaciones sobre él, no parecía interesada, no quise forzar las cosas y disfrute el sexo. Me derrumbe sobre ella, ella reía y me besaba. Yo me quitaba el condón, se lo ofrecí riendo, ella tragó de nuevo mi esperma directamente del condón y luego me besaba con una sonrisa lujuriosa.

Alejandra: ya vete, necesitamos alcohol – me decía y salíamos de la casa de campaña

Yo: ¿segura que no prefieres acompañarnos, o ir tu sola con él? – dije riendo intentando desesperadamente abrir el tema de nuevo

Alejandra: no le voy a dar el culo – me decía con una sonrisa pícara, pero parecía sincera

Ella estaba en alguna clase de estado cachondo pero controlado, parecía más atrevida y desinhibida pero parecía en control de su situación, ya no parecía que fuera a tomar decisiones estúpidas y atrabancadas por su cachondez, “tal vez solo necesita un poco de alcohol para atreverse” pensé optimista.

Alcance a Randal que estaba dentro del auto, tenía la música muy fuerte, me notó, apagó el estéreo y me abría la puerta, tenía una enorme sonrisa picaresca mientras yo entraba al lujoso auto.

Randal: yo la pongo cachonda y tú se la metes, cero y van 2 – decía riendo mientras comenzaba a manejar

Yo: bueno wey es mi novia ¿que querías? Jajaja

Platicábamos como buenos amigos mientras le detallaba la última follada rápida y algo de las noches anteriores, reíamos también por los gemidos desvergonzados de Gabriela, en ese preciso instante llegábamos al mini súper y bajábamos, hacíamos la compra rápidamente y regresábamos al auto, apenas entramos de nuevo retomábamos el tema.

Randal: no está mal, tiene buenas nalgas – decía Randal sobre Gabriela, pero yo necesitaba saber sobre Tiffany

Yo: wey ¿neta te follaste a Tiffany? pinche culote que tiene la maldita – dije con tono de envidia amistosa

Randal: si, súper culo que tiene, pero Carlos nos descubrió básicamente iniciando el segundo round – decía algo frustrado

Yo: peeero te la follaste bien… aunque fuera una vez – dije intentando sacar más al respecto

Randal: se la metí tan fuerte que hasta le temblaban las rodillas jajaja – ambos reíamos, el retomaba – le dejé toda mi corrida dentro, no le avisé, como que se quedó pensando pero no me dijo nada jajaja – la historia era tan increíble, lo envidiaba tanto, el proseguía – la lamí toda entre las nalgotas a la wey, así con todo su hermoso culote en mi cara – el hacía mímica, imitando lamer el aire – me la follé parada, estábamos en el jardín de atrás donde está la casa del árbol, esa súper cutre y vieja – el disfrutaba contando, yo escuchando, todo coincidía, el en serio se la folló – regresando la buscaré en Facebook y le mandó mensaje a escondidas a ver qué – decía desinteresadamente, dando fin a la historia

Yo: por mientras te diviertes con Gabriela – dije encendiendo un cigarro y abriendo una cerveza, le daba una a el

Randal: supongo… – tomaba un sorbo – pero el culito que quiero es el de tu noviecita – ambos reíamos, me sentía a gusto con él, me atreví

Yo: wey, ella quiere y no, como que le da miedo, no se – dije frustrado

Randal: a ver a ver – decía tomando un tono serio – tú quieres que me la coja no te hagas wey ¿ustedes tienen esa clase de relación? – preguntaba curiosamente

Yo: no, no exactamente… – trate de elegir mis palabras, lo quería como aliado – fantaseamos con tríos y así pero nunca habíamos hecho algo así, la neta está súper chingón, pero como que le da miedo, no sé – dije por completo sincero

Randal: ya decía yo, si se veían muy nerviosos, mira de que puedo follarmela, puedo follarmela, pero necesito que me la dejes a solas – decía seguro de si mismo, yo asentí indicándole que desarrollará su idea, estaba jodidamente emocionado – ella obvio quiere, pero lo más seguro es que le dé vergüenza contigo, que no se quiera sentir muy puta y que la veas de ese modo o algo así – decía por completo seguro de si mismo

Yo: entonces… ¿si los dejo a solas neta crees poder? – dije emocionado

Randal: sin pedos – decía él y seguía – pero, wey – decía remarcando las palabras, demandando atención, yo se la daba – me la follo, y ustedes se van y yo no sé qué pedos puedan tener ustedes, no es mi pedo, como veas, te doy la última oportunidad de que te arrepientas jajaja ya una vez que pase no se puede deshacer y quien sabe ¿ok? – me decía a modo de amenaza amistosa sonriendo, parecía tan seguro, ¿él había estado en una situación así antes? Me consternaba su tranquilidad

Yo: la neta la neta… Si quiero atreverme – Randal solo me dijo “ok”, luego comenzamos a fraguar nuestro plan, incluso nos quedamos en el auto afinando los detalles cuando llegamos al campamento, antes de bajar y regresar.

Regresamos cargados, todos nos ayudaban y éramos recibidos sarcásticamente como héroes, las chicas nos aplaudían y Fausto recitaba una profecía improvisada mientras nos ayudaba a cargar “se dice que llegarán del oeste con delicioso licor y todos se regocijaron y hubo abundancia” todos reíamos, acomodamos las cosas y comenzábamos una pequeña fiesta.

Se hacía tarde, bailábamos, bebíamos, encendíamos una hoguera, estaba nervioso como el carajo, Randal me intercambiaba miradas diciéndome con la mirada que hiciera mi movimiento, pero Carlos no aparecía por ningún lado.

Mi novia bebía y se divertía, parecía un poco ebria y cachonda, incluso bailaba un poco con Randal, ellos reían y ella seguía pareciendo atraída por él, pero luego me veía de reojo y volvía a mi, tal vez Randal tenía razón y ella no quería hacer nada frente a mi otra vez, cuando ella volvía yo evitaba hacer comentarios sobre el para no levantar sospechas, tenía que parecer que había dejado el tema. Ella estaba cachonda, comenzaba a acariciarme la verga despistadamente y a restregarme el culo cuando podía haciéndolo parecer que solo se sentaba en mi, “deberías llevarme a la casita” me decía mi novia algo ebria y sonriendo, “si ¿verdad putilla?” Le respondía, evitando ir a ningún lado, Randal fue muy claro, “necesitamos que no le quites lo caliente, la necesito desesperada por verga”, así que hice una labor épica por no salir corriendo con ella a follar, aunque me restregaba constantemente su lindo y redondo trasero y tenía la verga dura como piedra, la besaba y le acariciaba el coño y las tetas despistadamente cuando nadie veía, haciendo parecer que la aliviaba un poco, parece que ella no sospechaba nada.

Pasaron algunos minutos, estaba desesperándome, pero gracias a dios en ese momento el apareció, solté a mi novia y le dije que lo saludaría, sin darle opción a qué me acompañará, prácticamente corrí a el y lo saludé, parecía solo buscar cosas para volver a entrar a la cabaña.

Yo: wey – dije llamando su atención, el se detenía y me veía

Carlos: ¿que pedo? – me decía tranquilamente

Yo: necesito hablar contigo y Tiffany ¿puedo? – dije desesperadamente

Carlos: ok – decía Carlos, parecía casi preocupado

Yo: en la cabaña mejor ¿ok? – dije rápidamente

Carlos: ok – el me respondía y yo me iba de el, el buscaba cerveza y cosas

Regresé corriendo a con mi novia, le dije que Carlos quería hablar algo conmigo y parecía serio y tal vez vergonzoso, le dije que iría con el adentro, no le dije literalmente que tardaría mucho, pero le dejé claro que parecía algo serio y lo dije en tono de “tal vez tome un tiempo” ella comprendió, me besó y me fui. Carlos me esperaba en la entrada, Randal me veía de lejos con su pokerface.

Entre desesperadamente con Carlos a la habitación sin decir nada, el no preguntó, Tiffany me veía un poco sorprendida y me saludaba. Me senté en un ángulo donde pudiera ver la ventana, Tiffany afortunadamente estaba colocada a un lado dando la espalda a la ventana, si nada llamaba poderosamente su atención fuera, ella no veía nada, Carlos casi se sienta a lado mío

Yo: siéntate allá mariquita, ya me sé tus mañas jajaja – dije riendo algo nervioso apuntándole otra silla donde el me veía de frente y la ventana le quedaba también de espaldas, gracias a dios la cortina estaba abierta lo justo para que yo pudiera ver, pero no por completo

Carlos: jodete Jajaja – me decía riendo y se sentaba dónde yo le indicaba, ¡si!

Tiffany hacia charla sobre cómo estaba yo y cualquier estupidez, lo alargué lo más que pude, durante unos minutos, sentí un escalofrío cuando vi a Randal sentándose dónde me dijo, “me sentaré en las bancas rojas para que puedas ver desde esa ventana, haz lo posible para que nadie más vea"

Carlos cortaba de golpe la charla inconsecuente.

Carlos: ¿y que querías decirme we? – decía interesado, tomé aire, había pensado bien la mentira para ganar tiempo

Yo: bueno… Creo que le pediré matrimonio a Alejandra – dije nervioso, estaba bastante nervioso así que no fue necesario fingir eso

Tiffany saltó de su silla y fue corriendo a abrazarme, “¡felicidades!” Carlos me abrazaba también, todos retomábamos nuestros asientos. Ellos me hacían mil preguntas, ¿cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? Yo tenía algunas mentiras pensadas, así que las ideas salían naturalmente, casi me sentí mal de ver tan animada a Tiffany con mi retorcida mentira, con un motivo tan oscuro. Intentaba mantener la atención sin hacer evidente que espiaba la ventana, tenía toda la atención y era difícil mirar “despistadamente”.

Casi se me sale el corazón cuando vi a Randal llamar a alguien con la mano y aparecía mi linda novia entre las penumbras sentándose a lado de el en las bancas rojas, estaba oscuro pero ella usaba ese muy llamativo bikini amarillo, se me secaba la boca y me temblaban las manos, con Tiffany y Carlos intenté mantener un tono que pareciera emocionado y no jodidamente nervioso.

Randal y mi novia platicaban y ella reía un poco, yo quería salir corriendo y cancelar todo, pero así como ella parecía haber controlado su puta desesperada y atrevida interior, yo había logrado controlar mis impulsos de furia celosa y estaba haciendo las paces con mi cornudo interior, tal vez Randal tenía razón y ella hacia las paces con su puta discreta interior.

Alargaba el tema, no fue difícil, Tiffany preguntaba cosas tan específicas como donde tenía pensado que sería la misa y de que color serían los manteles, dando por hecho que ella me diría que si. Randal y mi novia charlaban y charlaban, y creo que el tocaba su pierna. Pasaba el tiempo y me sentía como una tercera rueda incómoda, tal vez Carlos quería que me largará y que su increíble novia se sentara en su cara, el solo fumaba y reía, ella seguía preguntando, saltando de emoción y riendo histéricamente.

Lo recuerdo perfectamente. Mi novia negaba con la cabeza riendo, se ponía de pie, se quedaba de pie unos segundos, Randal se ponía de pie también y se iba de ahí desinteresadamente con su celular en mano, “¡puta madre! ¿¡No funcionó!? ¡Me cago en todo!” Pensé y casi maldigo en voz alta, Randal salía de mi vista, mi novia Alejandra caminaba lejos de las bancas… Hacia el espeso bosque que estaba detrás… No podía creerlo, ella iba a ese ya legendario jardín donde Randal tomó el increíble culo de Tiffany.

Ella se perdía en la maleza, unos segundos después Randal entraba también al oscuro e inmenso bosque detrás de ella, ellos solo estaban despistando a los posibles mirones, por fortuna la cabaña estaba a una distancia en que sería muy difícil para ella verme desde las bancas hasta adentro de la habitación. Todo me daba vueltas, de verdad nunca había estado tan nervioso en mi vida, tenía dificultades para respirar, Tiffany estaba hablando por fortuna, si no, tal vez yo hubiera estado tartamudeando como idiota.

Las instrucciones fueron claras, “dame unos minutos, por si ella se arrepiente y regresa a medio camino, empezaré con la señal, no te preocupes” esperé unos minutos, dejaba que Tiffany hablara y yo me sentía desmayar. Vi mi celular en cuanto ellos habían desaparecido entre la maleza casi juntos (9:58 pm) Randal me dijo que 5 minutos serían suficientes, el jardín estaba a unos 250 metros a través del bosque según Randal, apenas avanzo el reloj de mi celular, “10:04 pm” 5 o 6 minutos, levanté la mirada, callé de golpe a Tiffany que seguía hablando sin parar.

Yo: espera espera – dije alzando la mano, ella se quedó callada y me veía – Ale me mandó un mensaje, necesita algo – intenté fingir una preocupación calma, como si necesitará irme, pero no como si ella hubiera muerto

Tiffany: ¿si te llegan los mensajes aquí? El mío sirve cuando le da la gana – decía viendo su propio celular

Yo: deja ver qué onda – dije levantándome, juro por dios que las piernas me temblaban un poco, intentaba mantenerme en pie dignamente

Ellos me despidieron amablemente, Carlos me acompaño a la salida de la cabaña, “disfruta el culazo de tu vieja” le dije, casi me arrepiento apenas decirlo, estaba cachondo, yo no tenía esa clase confianza con él, por fortuna el solo se rio y me dio la razón, “siempre lo hago” dijo orgullosamente.

Salí caminando a toda velocidad, pero no quise correr para no llamar la atención, el tarado de Fausto casi me detiene, pero logré decirle que me esperara y seguí caminando, revise mi bolsillo, traía la pañoleta roja, entre en el espeso bosque cuidando que nadie me viera y me abrumaba la absoluta oscuridad, pero no quise prender la lámpara de mi celular por obvias razones, intentaba ser tan silencioso como pudiera, cuidando cada paso, tuve un poco de miedo, en serio estaba oscuro, quien sabe que clase de animales o bichos habría por ahí.

Recordaba las instrucciones de Randal, “detrás de las bancas rojas, te sigues todo derecho, cuando se acabe el bosque y veas el jardín, a la derecha está luego la casa del árbol, no tiene pierde, está algo vieja, pero yo digo que si te aguanta jaja súbete sin miedo”

Caminé y caminé, a lo lejos veía la luz de la luna colarse entre los arboles por fin el bosque terminaba, volteé a la derecha y ahí estaba la ya tan mencionada casa del árbol, en un árbol notablemente más alto, robusto y viejo que la mayoría, exactamente en la orilla del bosque, asiento de primera fila hacia el jardín. Me acerqué con las piernas temblando, no podía creer lo que sucedía. Por fortuna, las escaleras clavadas sobre el tronco, estaban del otro lado del tronco que no daba hacia el jardín, pude subir lentamente pero completamente oculto de que alguien pudiera verme desde el jardín, subí despacio, las escaleras rechinaban un poco, me detenía intentando ser tan sigiloso como un ninja y maldiciendo internamente, las escaleras se aflojaban y casi parecían soltarse del árbol, pero resistían y retomaban su lugar apenas subía el pie al siguiente escalón.

Logré subir a la casa, me mantuve a gatas, la casa era lo suficientemente alta para tal vez apenas mantenerme en pie, pero evidentemente quería mantenerme lo más oculto posible. Me acerqué a la ventana… sentí uno de los más absolutos y sinceros escalofríos en mi vida al ver a mi novia abrazada de frente y besándose con Randal, parecían casi “demasiado cerca” de mi, pero la verdad estaban a una distancia muy prudente, básicamente estaban a “1 casa y media” de distancia de la base del árbol donde yo estaba escondido, la luz de la luna era perfecta, podía distinguirlos perfectamente, tal vez no podía distinguir cosas como si ella sonreía o ver bien sus pezones, pero podía verlos perfectamente en el panorama general, digamos que podía ver sus cabezas moviéndose por sus apasionados besos y las manos de Randal moviéndose entre la delicada espalda de mi novia y su lindo culo, incluso si me fijaba bien, podía notar como el apretaba sus hermosas y redondas nalgas, entre el tremendo silencio podía escucharlos susurrando y riendo un poco entre beso y beso.

El jardín era amplio, era evidentemente artificial, el pasto estaba en buen estado y era una explanada bastante bien lograda, ¿tal vez una antigua (o futura) explanada para acampar? No estaba tan lejos del campamento, pero si estaba en el lugar perfecto para ser “otro campamento” y ahora mismo era perfecto para que ellos pasaran desapercibidos.

Dentro de la casa, yo estando a gatas, la ventana me quedaba exactamente a la altura de los ojos, estaba tan oscuro dentro que si hubiera habido algún clavo o algo tirado por el piso, me hubiera pinchado una rodilla sin duda, así que no había modo humano en qué ella lograra verme, solo a menos (tal vez) que ella estuviera buscando a conciencia algo ahí dentro de la casa del árbol con la mirada. Me senté y solo la cabeza me sobresalía, como dije, asientos de primera fila y aunque ella volteara hacia mi lado, la altura de la casa me hacía sentir a salvo.

Busqué rápidamente la pañoleta roja, hallé el modo de atorarla de modo que quedara colgando de la ventana. “La dejas puesta, estaré viendo despistadamente a la ventana, en cuanto la vea, empiezo de verdad el espectáculo para ti mi cornudo amigo”. Logré colgarla y se quedaba atorada, colgando por fuera, la pañoleta era muy roja, él podría verla sin duda.

Me senté en flor de loto y me saqué la verga sin vergüenza, la tenía completamente erecta, Randal fue muy despistado, no me di cuenta en qué momento haya visto la pañoleta roja, pero de pronto él le quitó el brasier del bikini a mi novia y lo tiraba al piso, ellos se besaban, el hundía la cara en sus lindas, redondas, firmes y pequeñas tetas, ella alzaba la cara disfrutando que sus pezones eran lamidos y succionados, seguramente.

Mientras Randal complacía con la boca a mi novia en sus lindas tetas, también bajaba sus propios shorts el mismo, podía ver la mano de mi novia desaparecer entre sus piernas. El hábilmente la volteó de modo en que el show me quedara de perfil, él la empujaba de los hombros y la ponía de rodillas, ella no se resistía en lo más mínimo. Ella hundía la cabeza entre las piernas de Randal, pero yendo tan abajo que supuse que seguramente ella iba directamente a lamer sus bolas primero como ya se le había hecho costumbre, pensé que eso era un acto sumiso sexual muy evidente y súper cachondo, ir directamente a lamer sus depósitos de esperma.

Randal se retorcía y tenía ambas manos colocadas firmemente sobre la cabeza de mi novia, haciendo la cadera hacia delante, restregando sus enormes bolas contra la cara de mi novia y sosteniendo con firmeza la cabeza de mi novia. Él la retiraba, ponía sus delicadas manos sobre su firme trasero, ponía las suyas propias sobre la cabeza de ella y comenzaba a follarle la cara tan fuerte que podía escuchar las escandalosas arcadas de mi novia, pero ella jamás se retiró, el embestía la cara de mi novia y ella hacia ruidos “orales” de una manera tan escandalosa y cruel, que me pregunté si él lo hacía para hacerme más delicioso el espectáculo o simplemente no le importaba castigar en la garganta a mi novia con su dura y enorme vara.

Tal vez solo 5 minutos, él ponía de pie rápidamente a mi novia, él se quitaba hábilmente sus propios shorts por completo solo con las piernas y los dejaba en el piso, el completamente desnudo era mas imponente aún, sus gruesas piernas lucían increíble… Randal le quitaba el bikini amarillo a mi novia y lo tiraba en el pasto, ella no se resistía en lo más mínimo y ahora ambos estaban completamente desnudos uno frente al otro, Randal besaba el cuello de mi novia y yo vi una de sus mano sobre una de las lindas nalgas de mi novia y otra desaparecer entre sus delicadas piernas.

Ella alzaba la cabeza disfrutando, ella estaba perdida en el placer y lo tocaba por completo, ella le apretaba firmemente el trasero con ambas manos, una en cada nalga, apretaba con firmeza de una manera casi graciosa, como lo haría un hombre pervertido y desesperado con una chica nalgona, no como lo haría una chica femenina y tímida (ella jamás me había mallugado el trasero así) pero ella no paraba ahí, espalda, pecho, hombros, brazos, abdomen, sus manos se movían rápidamente por todo el increíble cuerpo de él, entre apasionados besos y Randal besando el cuello de mi novia, ¿él tenía razón? ¿Ella se limitaba frente a mí? Ella no parecía tan sexual con el cuándo yo estaba presente. No escuchaba mas risas nerviosas ni mas murmullos, ellos estaban perdidos disfrutándose, solo escuchaba ruidos húmedos, tal vez por Randal besando su cuello o tal vez porque la masturbaba fuertemente.

Ella dejó sus manos sobre el firme trasero de Randal, una mano en cada nalga mientras con la cabeza alzada disfrutaba la boca de su amante en su cuello, él tenía una mano magreando su hermoso culo y otra entre sus piernas, ella gemía tímidamente pero podía escucharla perfectamente. Entonces el la besó apasionadamente, pero solo un beso, paraban, él decía algo, y se sentaba en el piso invitando tomando de la mano a mi novia, me estaba jalando la verga tan fuerte que casi me la arranco.

Mi novia descendía delicadamente con Randal, ellos se sentaban un poco, Randal la besaba, creo que él dijo algo, ella se ponía en cuatro patas, me apreté la verga con tanta fuerza…

Randal se colocaba de rodillas detrás de ella, pero disfrutaba la vista, le apretujaba su hermoso y redondo culo con ambas manos y le abría las nalgas, bajaba la cara y la hundía en su lindo trasero. Mi novia gemía tímidamente, pero yo conozco sus ruidos, eran por completo sinceros, porque créanme amigos, podía escucharla perfectamente. Randal se tomaba su tiempo, lamía profundamente y ella se retorcía y volteaba a verlo de vez en cuando entre gemidos, al final ella solo disfrutaba y hundía la cara en el pasto levantando las caderas y restregando su hermoso culo contra la cara de su amante, Randal abría las nalgas de mi novia y pude ver cómo alcazaba la cara un poco, para lamer entre sus hermosas nalgas, estoy (casi) seguro.

Randal levantaba la cara del delicioso elixir del rosado y hermoso ano de mi novia, y se acomodaba detrás de ella, tuve que parar de masturbarme varias veces para no correrme, él se acomodaba de rodillas detrás de ella, en esa típica imagen del hombre colocando su verga con una mano y separando las nalgas con la otra, mi respiración era demasiado agitada y podía sentir mi corazón palpitando escandalosamente en mi pecho, como si hubiera corrido 5 km sin parar.

Randal se acomodaba detrás de ella. Una mano en su imponente vara y otra sobre una nalga de mi linda novia, pude ver cómo el veía el lindo culo de mi novia buscando su apretado coño seguramente, mientras con su otra mano sosteniendo su verga la acomodaba delicadamente en ella, soltaba su verga, tomaba con una mano la cadera de mi novia y la otra la afianzaba firmemente sobre su delicada espalda, afianzando la posición de mi novia de “cara al piso, culo al aire”.

Pude ver cómo el empujaba de una manera delicada pero firmemente su cadera contra el lindo culo de mi novia, la espalda de mi novia se arqueaba violentamente, de manera instintiva, un reflejo inconsciente por el enorme y grueso falo de Randal entrando en ella y estirando su pequeño coño, un gemido gutural y casi primitivo salía de ella, no un delicado ni femenino gemido como los de siempre, un ruido sexual histérico hecho con la garganta, casi parecía rasgarle la garganta, él la empujaba con fuerza con la mano que tenía sobre su espalda para que ella siguiera bien empinada, de manera ruda y autoritaria, mientras no soltaba su cadera con la otra mano y restregaba su pubis contra las hermosas nalgas de mi novia y estoy casi seguro que podía ver su cara de placer.

El dejaba su enorme verga entera dentro de ella, disfrutando su apretado, caliente y húmedo coño, ella se retorcía y podía escuchar su respiración histérica “sufriendo” en placer soportando la enorme verga de Randal dentro de ella por completo, Randal no sacaba su madero de ella, ella se retorcía pero permanecía sometida por la firme y autoritaria mano de Randal sobre su espalda, ella no intentaba levantarse, no conscientemente al menos, estaba sometida a él, peleaba fuertemente contra el instinto de su cuerpo de levantarse, lo lograba, se quedaba con el culo al aire, como le indicaba Randal con su mano sobre su espalda, él la tenía sometida con un gesto tan simple como tomarle la espalda.

Randal iba hacia atrás y hacia delante despacio, delicadamente, pero por completo, como dije, ellos estaban de perfil, podía ver como el alejaba su cadera de ella, para de inmediato acercar lentamente su pubis lentamente y restregarse por completo contra el lindo y redondo culo de mi novia, ella gemía mientras el entraba despacio, y cuando el terminaba con su pubis contra su lindo culo ella hacía ese ruido gutural sexual histérico con la garganta que jamás había escuchado, como un gimoteo, un quejido sordo y gutural.

Él tomaba ritmo yendo hacia afuera y hacia dentro, ella dijo claramente “¡ay cabron no mames!” Y la verga casi me explota. Randal soltaba su espalda, la tomaba firmemente con ambas manos de las caderas. El comenzaba a follarsela con más velocidad, ella se retorcía y gemía fuertemente, sin ninguna vergüenza, a todo volumen, podía escucharla perfecto y fuertemente, ella sabía que estaban lejos, podía hacer todo el ruido que quisiera (o necesitara) y lo hacía.

Él tomó confianza, ya había adecuado su coño para su enorme vara, así que comenzó a follarsela “en serio”… Muy en serio.

El sostenía con ambas manos y no soltaba la cadera de mi novia, la embestía con tanta fuerza que podía escuchar las húmedas penetraciones, esos aplausos húmedos que suenan en todo buen video porno. Escuchaba las escandalosas penetraciones mientras veía como Randal sostenía firmemente a mi novia y movía hacia delante y atrás violentamente sus propias caderas, al mismo tiempo que maniobraba hábilmente el culo de mi novia hacia delante y hacia atrás también, él iba hacia delante y el la llevaba hacia él, él iba hacia atrás, y la alejaba de él, para luego ir hacia delante de nuevo y jalar el lindo culo de mi novia hacía el de nuevo, ritmo perfecto de atrás hacia adelante, el llevaba el ritmo, ella era un pequeño juguete sexual en sus manos y ella lo permitía.

Ella gemía escandalosamente, histéricamente, desesperadamente, gritaba tan fuerte que ya no estaba seguro de que la distancia con el campamento fuera suficiente. Entre los histéricos gritos sexuales de mi novia y las escandalosas penetraciones, de vez en cuando podía escuchar los profundos, viriles y ásperos gemidos de Randal, mientras el veía atentamente el culo de mi novia, yo jamás había estado más cachondo en mi vida, descubrí un nuevo mundo, no estoy seguro de quién de los 3 disfrutaba más, pero apostaría que mi novia.

Me impresionaba la velocidad, la fuerza tan endemoniada y la resistencia de Randal, el no paraba, no descansaba, solo penetraba violentamente a toda velocidad a mi novia, los exagerados ruidos de penetración me abrumaban, y no podía creer que mi novia gritara tan ruidosamente, en momentos pensaba frustrado, que yo JAMÁS, ni una sola vez, nunca, me la había follado así, ni podría hacerlo.

Randal acomodaba una pierna sobre el pasto, dejando solo una rodilla sobre el pasto, la penetraba aún más rápido y con penetraciones menos largas, pero más intensas, lo hacía más cercano y rápido, ella tenía los puños cerrados fuertemente,

“¡ay no maaames! ¡Mas! ¡MAS!” exclamaba mi linda y “delicada" novia histéricamente, ella comenzó a retorcerse violentamente, el cuerpo le temblaba, sobre todo las piernas sin control, ella tenía esa clase de orgasmos intensos de vez en cuando conmigo; tal vez 10 en todos nuestros 5 años juntos, y yo solo lo lograba en sesiones maratónicas después 4 horas de sexo intenso, recuerdo que la primera vez que lo logré llevábamos más de 2 años follando y ella estaba tan impresionada que me dijo por primera vez que me amaba…

Pero Randal acaba de lograrlo la primera vez en 20 minutos, las piernas de mi linda novia se retorcían descontroladamente y ella gemía sin vergüenza a todo pulmón, yo sabía que cuando pasaba eso, su coño apretujaba y palpitaba sin control, él tendría mucho placer…

El gemía más intensamente y clavó toda su verga en ella para disfrutar su palpitante coño, restregando su pubis por completo contra su hermoso culo, moviéndose en círculos por completo dentro de ella, disfrutando como loco, retorciéndose también, alzaba la cara gimiendo con alivio, el también terminaba debido a los apretones del coño de mi novia.

Ella recuperaba la respiración, el sacaba su verga lentamente de ella viendo atentamente su culo, se tiraba en el pasto a lado de ella y le azotaba el culo, la ignoraba de inmediato, mientras ella se quedaba “empinada” recuperando la respiración, por último se desplomaba en el pasto a lado de el, acomodándose en su pecho, él la abrazaba desinteresadamente.

Ambos respiraban histéricamente, podía ver los pechos de ambos levantándose, entonces ella abrió un poco las piernas y parecía revisar su coño con su mano, me jale tan fuerte la verga cuando de pronto la realidad me golpeó. No me había dado cuenta, ¡no lo había pensado! ¡él no se puso condón! ¡Disfrutó su delicioso y apretado coño al desnudo!… ¡se corrió dentro de mi linda novia!… un beneficio que yo había experimentado solo un par de veces en fechas especiales, ella jamás había querido usar anticonceptivos. Eyaculé en 20 segundos con este pensamiento y mi espesa corrida golpeaba la pared de madera de la casa del árbol.

La “claridad post orgasmo” me golpeaba, de pronto no sabía que hacer mientras los veía recomponerse, se abrazaban, y parecían platicar acostados en el pasto completamente desnudos. Pero decidí no pensar demasiado, el me lo advirtió, “si eyaculas, te vas a sentir como el carajo, pero solo unos minutos, espera y recupera la cachondez, ¿ok?” Jalaba mi flácida verga intentando ponerme a tono de nuevo. Ella acariciaba sus bolas, y parecía de nuevo esa chica satisfecha y tranquila sexualmente, él la había complacido por completo como yo no había podido esos días, parecía relajada y feliz.

Ella se ponía de pie y el la seguía, ella se vestía de nuevo. Él tomaba su celular, yo tomaba el mío y recordaba lo que me dijo

“si no puedo convencerla de quedarse más tiempo, te mando mensaje, intentaré distraerla un poco, te largas hecho la chingada de regreso, intentaré llevarla por otro camino de regreso”.

Me llegaba un mensaje de él de inmediato, “vete”. Una lástima, estaba empezando a ponerme erecto de nuevo y quería un segundo show, pero supongo que irónicamente Randal se folló “demasiado bien”, tan bien que ella no necesitaba más en ese momento. Me retiraba rápidamente mientras veía que el la abrazaba intentando evitar que ella se pusiera el bikini jocosamente y ella reía un poco. Bajé lo más rápido que pude y los escuchaba reír en voz alta, así que lo hice con confianza sin preocuparme demasiado por el ruido de las chirriantes escaleras. Casi corrí por el espeso bosque está vez usando la linterna de mi celular.

Regresé y cuando estaba a 5 metros de salir del bosque hacia el campamento, apagué la linterna y me fijé bien que no hubiera nadie en las bancas rojas, nadie. Salí cuidando que nadie me vería y básicamente corrí a mi casa de campaña. Me acosté e intenté fingir estar dormido, necesitaba tranquilizar mi respiración, respiraba como psicópata.

Cerré los ojos e intentaba moderar mi respiración, no podía creer lo que había sucedido, y ahora esos pensamientos que me dijo Randal que llegarían, llegaron, culpa, celos, enojo, decepción, erecciones confusas.

¿Ella acababa de darle su coño desnudo a básicamente un desconocido? ¿En serio?

¡Ella siempre me hacía usar condón! ¡Que perra! ¡¿Mi verga no es lo suficientemente buena para obtener su coño desnudo?!

¿Qué pasaría cuando regresáramos? El buscaría a Tiffany, ¿qué le impedía buscar a mi novia también a mis espaldas? Ahora tendrían toda la ciudad para follar escondidos y a salvo ¿ella lo vería a mis espaldas?

Yo le había sido útil a Randal ¿pero ahora? ¿El me dejaría de lado y disfrutaría de lleno el lindo culo de mi novia sin mi?

Ella nunca había follado con nadie más ¿Ella dejaría de amarme cuando viera que no puedo follarmela como él? ¿Ella ya no sentiría mi verga ahora? ¿Ella fingía sus orgasmos conmigo? ¿Había vivido insatisfecha sexualmente sin saberlo? y ahora que ella lo sabía… ¿qué pasaría?

Jamás la había escuchado gemir y gritar así ¿ella pensaría ahora que yo soy patético en la cama?

¡¿Cómo se había atrevido a decirme que no lo haría y hacerlo a mis espaldas?!

El solo quería el culo de mi linda novia, de mi linda novia de 5 años, yo la amaba locamente, para el solo era un lindo culo, una puta más a su lista, él ni siquiera sabía su segundo nombre, ni siquiera había sido el único coño que había tenido en este campamento ¡¡y yo le ayudé!!

¿Convertí a mi novia en una puta para él? ¿O era culpa de ella? ¡¿Que carajos hice?!

Mi mente divagaba cruelmente, y aun así estaba completamente erecto, escuché pasos cerca de la casa de campaña, se me hizo el corazón un puño, escuché el cierre de la puerta abriéndose y básicamente aguanté la respiración. Se abría la puerta y escuchaba a mi linda y zorra novia decir, “si, aquí está, yo creo ya me voy a dormir ¡hasta mañana!” Y escuchaba a Fausto decir algo a lo lejos, supongo que ella llegó buscándome preguntándole a él.

Fingí despertarme cuando la escuché. Y ella me saludó nerviosamente, entraba y evitaba mi mirada, se acostaba conmigo y se colocaba para hacer cuchara y ella estar dentro, no quería darme la cara

Yo: salí de con Carlos y no te vi, ¿dónde andabas? – no sabía si acusarla, si solo molestarla y ver qué hacía, todo era jodidamente confuso, ella estaba evidentemente nerviosa cuando intentaba contestarme

Alejandra: ammm si si o sea… si con Laura – decía y tomaba confianza – cosas de mujeres, ya sabes – seguro ella quería decirme cállate y duérmete, no iba ser así

Yo: oh ya ya vale vale – dije tranquilamente mientras acariciaba su lindo coño, ella no se negaba

Busqué su cara, ella volteó y nos besábamos, ella buscaba mi verga completamente erecta en mis shorts, ¿ella follaria conmigo por culpa? ¿O acaso ella si quería más y pudo resistirse a Randal? ¿Solo quería probar una vez con él y no quedarse con las ganas? ¿También estaba confundida?

Nos desvestimos tranquilamente tocándonos y entre besos, ella parecía más mi novia y no esa súcubo hambrienta de sexo de los días anteriores, por momentos olvidaba lo sucedido y los crueles pensamientos me abandonaban, todo estaría bien, ella aún me amaba, aún era mi linda y tierna chica, la locura del jardín se quedaría ahí, ¿verdad?

La acosté boca arriba, me puse debajo para darle placer oral, abrí sus piernas por completo y ella parecía dudar nerviosa en su mirada hacia mis ojos cuando abrí sus piernas, juro por dios que su coño estaba “boquiabierto” en serio, lo juro.

Me invadió la locura de nuevo, hundí la cara entre sus piernas, lamí y sorbí obsesivamente ella me veía fijamente con nervios evidentes, su coño sabía salado y amargo, tal vez a semen de Randal, creo que ella tenía miedo, me veía fijamente mientras yo lamía, “Franco…” Me decía débilmente intentando levantar mi cara, y yo me negaba ¿Qué me diría para negarme lamer su coño? Ella amaba mi sexo oral, no había razón lógica para impedírmelo, ella se rendía y me dejaba continuar, veía nervios y tal vez culpa en sus ojos. Definitivamente comí semen de Randal del coño de mi novia, podía sentirlo en mi boca, sabor amargo, saliva espesa.

Me levanté de su salado y amargo coño, ella parecía casi aliviada, me sonreía nerviosa, yo me colocaba sobre ella, ella me detenía un poco

“ammm el condón amor…”

Ella me decía débilmente viéndome nerviosa, ella siempre simplemente me lo daba, así funcionábamos, yo me ocupaba de ella, ella buscaba el condón y me lo daba, como siempre, con autoridad, sin ser grosera, pero siendo firme, está vez parecía casi preguntarlo, sentí muchas cosas, esos días jamás sabía que sentir, la vi un segundo, ella me veía fijamente, quise reclamarle, pero no pude. Simplemente acepté la superioridad de Randal, y acepté que ella lo dejaba claro de ese modo, él tenía el derecho de tener su coño desnudo, aunque no lo conocía, aunque él no la amaba y ella obviamente lo sabía, aunque se la había follado en un simple jardín como a una puta sin nada de amor ni cuidados, el tenia mejor verga, mejor cuerpo, y follaba mucho mejor, el tenía ese derecho, yo no.

Busqué un condón, me lo puse y ella parecía aliviada, y sonreía de nuevo abriendo sus piernas para mí, tal vez ella no se hubiera negado a dejarme follarmela a pelo, pero no quise abusar de su culpa.

Entre en ella increíblemente fácil, ella se mordía el labio y me abrazaba, sin hacer un solo ruido sexual, me dijo que me amaba y dije lo mismo, nos abrazamos y follabamos lento, juro por todos los dioses que su coño se sentía enorme, simplemente no podía sentir que ella me apretara como siempre, era algo que yo tenía muy presente, ella tenía el coño muy pequeño, era algo que incluso presumía con mis amigos y bromeaba con ella, “suerte que solo te creció el culo y no el coño" y ambos reíamos.

Esta vez ella era enorme, era como meter el dedo en un cartón del papel higiénico, como un niño con la verga pequeña follandose a una MILF con 3 hijos, me sentía patético, pero también me hacía sentir cachondo, ella había sido usada tan fuertemente por Randal que su coño estaba enorme, y ella lo notaba, no hacía ningún ruido y volteaba constantemente a su vagina, tal vez ella también estaba sorprendida de no sentirme. Ella me veía y me sonreía dulcemente mientras yo la penetraba delicadamente, yo quería que fuera diferente y no como con Randal, ella me decía mucho que me amaba y nos besábamos dulcemente.

Terminé y llené el condón, gimiendo y desplomándome sobre ella, ella me decía cada 5 segundos que me amaba viéndome a los ojos, buscando mi perdón sin pedirlo explícitamente, ningún afrodisiaco más potente que la culpa ¿eh?

Nos acostamos, hicimos cuchara y dormimos en silencio, como si ambos sintiéramos culpa. Le dije que ella era lo mejor que me había pasado en la vida y ella me dijo que me amaba más que a nada o nadie.

La mañana siguiente sería interesante.

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