Está historia es sobre mi familia, por obvias razones no daré nombres reales. En mi casa vivimos mi madre Angie (46 años), yo, Marcos (20 años), y mis hermanas: Sara y Alison.
Hace unos años que mis padres se divorciaron, la verdad no nos cayó de peso por qué todos fue hasta cierto punto tranquilo, mis padres se peleaban y todo pero decidieron que si no se iban a poder llevar muy bien las cosas era mejor que se divorciaran, y así fue.
Al principio a mí no me afectó nada y tampoco a mis hermanas, pero a mí madre le empezó a afectar con el tiempo. Mi madre es bajita, mide como 1.60, es llenita pero tiene un culo gordo y unas grandes tetas, supongo que es por tener 3 hijos, tiene unas aureolas grandes y negras y sus pezones están bastante grandes, son perfectos para chupar, esta bronceada de la cara pero su cuerpo es blanco completamente. Mi hermana Sara es como mi madre, tiene unos pechos ya bastante desarrollados para su edad al igual que su culo, tiene ojos verdes y una cara hermosa, mi hermana Alison salió como mi padre, es delgada y es mal alta que mi madre y mi Sara, es bastante delgada pero ya se le empiezan a notar unas naranjitas.
El principio madre cuidaba más su apariencia, se peinaba, se maquillaba y siempre nos ayudaba, trabaja en las necesidades de la casa, pero después del divorcio todo eso fue cambiando, era como si empezará a perder importancia para ella, y nosotros nos tuvimos que adaptar al cambio. A veces oía a mi madre llorar por las noches en su cuarto y eso me daba lástima.
En mi casa somos algo liberales, mi madre sale de bañarse con su ropa interior sin el más mínimo pudor, yo también lo hago, pero mis hermanas como que no les gusta tanto, ellas casi no lo hacen; igual a veces mi madre se pasea en ropa interior solo que ella usa unos calzones como de abuela, de esos gigante y que le llegaban casi a las rodillas, al menos esas se pegaban a su cuerpo y eso me permitía verle su culo. Yo a veces ando sin playera y todos lo ven normal.
Un día llegue a mi casa de la universidad y me puse a platicar con mi madre de cosas vanas, mi madre era la que más le gustaba contaré sus historias o los suelos que había tenido, pero siempre todos sobre el pasado, sobre cuando éramos bebés y así… Era como si quisiera tener uno, yo le pregunte;
-oye mom y te gustaría volver a tener otro hijo?
-Pues claro que me gustaría! No sabes la alegría que me da verlos crecer, cuidarlos, la termina que un bebé me da, pero cómo crees que voy a tener uno ahorita, ya estoy grande y estoy sola, además, no pienso volver a juntarme con otro hombre, se me hace una pérdida de tiempo tener que conocer a alguien adulto y que tal que termina empeorando la situación, o que le vaya a hacer algo a tus hermanas… No no, así estoy mejor.
A pesar de su respuesta siempre que hablábamos en algún punto mencionaba un recuerdo suyo sobre cuando éramos bebés. Pareciera que lo qieas la haría feliz era empezar su "nueva" vida con la felicidad de tener un ser pequeño que la valorará y necesitará tanto como lo hace un bebé.
Un día que me estaba bañando mi madre toco la puerta y me pedía entrar:
-hijo, déjame entrar, que me anda mucho de la pis!
-Pero ya casi acabo, deja me apuro!
-nooo es que me anda mucho, ándale vamos.
-Dale, pasa…
Tenemos una cortina de platico por lo que ella no me podía ver. Yo escuchaba todo lo que hacía, entro, oí el resorte de sus calzones, como rosaban sus piernas cuando los bajo, y el cjisegete de pis pegando en el escuchado.
-Gracias hijo! Ya estaba que me hacía encima.
Oí que corto un pedazo de papel, se subió sus calzones y se fue. Cuando salí vi que no le había jalado al baño, estaba toda su pis amarilla ahí, me saco de onda por qué ella nunca había hecho eso, pero no le di más importancia.
Después de ese día era más perceptivo a cuando entraba al baño o siempre me bañaba ella quería entrar, ya ni me sorprendía a veces solo toca y mi avisaba que iba a entrar, otras solo abría la puerta.
Me preguntaba por qué madre de repente hacia esas cosas, después de hacerse común eso empezó a dejar su ropa interior por la casa, ya sea limpia y se tardaba mucho en guardarla o sucia y la dejaba en el baño o en el cesto a la vista de todos…
Yo ya empezaba a verla como mujer y no como madre, su trasero gordo… Sus tetas en su sostén, la piel de sus piernas, a veces se arreglaba y yo la veía como una mujer guapa.
Así siguió la rutina de dejar su ropa por un tiempo y cada vez era más exhibicionista, pasaba más tiempo en la casa en ropa interior o en la mañana cuando se vestía para el día lo hacía con la puerta abierta. A veces a mí ya se me paraba de verla, me imaginaba darle una sonora nalgada o pellizcarle esas tetas que tenía.
La cocina es angosta y si pasamos dos personas tenemos que pasar pegados, a veces cuando ella cocinaba y veía que yo quería pasar como que sacaba de más su culo y pues lo rosaba, eso hacía que de regreso a veces se me para y tocara su trasero con mi pene erecto dentro de mi pantalón.
Mis hermanas eran abiertas de todo lo nuevo que pasaba, como que o no le daban importancia o no lo notaban.
Un día empezamos a hablar mi madre y yo y me contó un poco sobre un hombre que conocía:
-Hoy me mando mensaje Javier, deberás, ese de seguro solo quiere coger, me manda mensajes una y otra vez de que salga con él, yo no le voy a aceptar, aparte ya está grande y yo ya no quiero empezar a estar a estar conociendo y estar con extraños.
-pues si te manda muchos mensajes algo quiere
-Ya se! Por eso ya casi no le contesto, pero él está de insistente.
– pues bloquéalo, así de fácil. Además es obvio lo que ve.
Ese último comentario dejo a mi madre desconcertada, solo me dijo "está bien" y siglo haciendo lo suyo. Desde ese momento los dos empezábamos a ser cómplices.
Empezó a hablarme más abiertamente de las relaciones sexuales, supongo que lo creí apropiado por la falta de mi padre, se paseaba semidesnuda por la casa, seguía dejando su ropa en todos lados, y seguido me arrimaba su gordo culo.
Ya no pasaba un día que no me hiciera una paja pensando en ella, en su culo redondo y gordo, en sus tetas… siempre iban dedicadas a mi hermosa madre.
Un día era noche ya y estaba lloviendo, yo estaba en mi cuarto viendo un vídeo porno en mi celular cuando de repente mi madre, por lo general toca la puerta:
-Hola hijo, perdón que te interrumpa así, es que hace frío en mi cuarto y pensaba irme con tus hermanas pero ya están dormidas y yo sé que tú siempre te duermes tarde. Crees que podría acostarme hoy contigo?? Vamos, prometo no moverme mucho.
En tono de desaprobación pero sin escapatoria le dije que estaba bien… Me había quedado con las ganas de seguir viendo mi vídeo, pero ahora tendría a mi madre en ropa interior en mi cama y yo con la verga parada.
Se metió y se puso en posición fetal con el culo apuntándome, me dio las buenas noches e hizo como que se dormía.
Yo tuve que cambiar a Facebook ya que no tenían sueño y no podía disfrutar mi vídeo ya junto a mi madre. De repente se movía y se movía y yo pensaba "perfecto, no voy a poder dormir". En eso se mueve y pega su culo a mi pierna, lo sentía tibio, gordo y flácido, a me gusta dormir en boxers por lo que podía sentir la tela de sus calzones en mi pierna.
Eso me empezó a evitar y empecé a pensar mucho en mi madre y en hacerla mía, a que sabrá su conejito o sus grandes tetas. No podía para de pensar así, y solo hacía que se me parara más. Me gire y me puse de cucharita con ella, tenía mi pene bien parado y lo deje entre su culo y yo. Ummm qué rica sensación, sentir el culo de mi madre con mi pene; está tan concentrado en la sensación que de repente se movió y me espanto mucho. Me quedé quieto a la expectativa de ver que hacía y se volteó hacia mí y me abrazó, me abrazó con cariño y tenía si rostro a unos centímetros del mío. Pensé que se había dado cuenta y que se había enojado o algo pero no dijo nada.
Así se quedó un rato y solo pensaba en la sensación de su culo, por lo que la erección no bajaba. En eso me dice al susurrando:
-Hace mucho calor, ahora, deja me destapó.
Y así lo hizo, gracias a la luz de la luna pude ver la silueta de su cuerpo y sus grandes tetas, estaban algo caídas, supongo que por la posición se notaba más.
En eso mueve su pierna derecha y trata de meterla entre las mías, abrí mis piernas intuyendo que quería hacer y dejó su muslo rozando mis huevos, ya estaba a full! No podía tener una erección más grande. Paso así un pequeño momento como en lo que simulaba mi reacción y se acercó más, mucho más, se recostó en mi pecho y me abrazaba.
Yo ya no podía dormir, se me había ido completamente el sueño, paso así otro rato y me dice "sigue haciendo mucho calor, espero que no te importe…" Se separó de mi se quitó la playera corta que tenía puesta y se bajó sus calzones y los lanzo, yo estaba absorto no podía creerlo, pude ver sus tetas rebotar y aún que no lo veía, sabía que su concha estaba desnuda; se volvió a acostar sobre mi pero ya no solo recargo su cabeza, ahora recargaba una gran parte de su cuerpo sobre mi.
Así se quedó unos segundos, yo ya no podía con la erección, era obvio que la sentía… La tenía aplastada por su panza. De repente se sube hasta mi oído y me dice:
-He esperado el momento para hacer esto, no sabía si aceptarías o no, pero por lo que siento en mi panza yo sigo que si.
Y me besó en la boca, me empezó a meter la lengua, por supuesto que respondí, mi madre me tenía muy excitado, nos besábamos sentía su lengua hasta dentro de mi boca, me lamía los labios y yo los suyos, ella se estaba excitando empezaba a soltar gemidos queditos, yo aplique algo que había aprendido con una novia y le empecé a lamer la oreja y a besar el cuello, se estaba excitando bastante.
– hijo, pero qué rico se siente, ve como me tienes.
Y agarró una de mis manos y la llevo a su conchita, estaba empapada y pegajosa, estaba caliente. Me embarre los dedos de sus flujos y los lleve a su boca, se los restregué en los labios y ella se los lamió, después le metí mis dedos a su boca y ella los chupo y succionó, después nos besamos y ahora sus besos tenían otro sabor por sus flujos. Sabían salados pero excitantes.
Ella estaba sobre mi, desnuda y yo sentía sus tetas en mi pecho, pasaba mis manos por su espalda y nuca hasta su culo y lo amasaba y lo pellizcaba, cada vez que lo hacía fuerte ella gemía, ufff qué rico gemía mi madre, es una dulzura escucharla gemir, le di una nalgada y gimió un poco más fuerte. Me dijo:
-Vamos hijo, estoy muy excitada, necesito que me llenes el interior de tu lechita ya no puedo más, anda, anda, cúmplele este deseo a ti madre.
-te amo mama, eres increíble y estás muy hermosa.
-Te amo hijo, ahora vamos y se buen hijo.
Ella se separó de mi, se puso en cuatro y me dejó su culo en alto, tenía si cabeza clava en la cama y con sus manos me abría sus nalgas, me mostraba el camino al placer. Si vacilar restregué mi pene en la entrada de su concha y se llenó de flujos, quería hacerla sufrir y ansiar mi pedazo de carne.
-YAAA DALEEE HIJO!! QUE NO AGUANTO MAS por favor no seas malo! Ve como me tienes!
Y empezó a empujar ligeramente su culo contra mi, tratando de insertarse mi pene, así que agarre mi cabeza y le inserte de a poquito los 18 cm de carne que tengo poco a poco. Mi madre gimió cuando entero la cabeza y no paraba de bufar cada que yo la metía más, debo admitir que entró suave seguramente por la excitación que tenía, yo la deje hasta el fondo y me espere, tenía que disfrutar al máximo esa cuevita tan húmeda y caliente, aquella por dónde yo había salido, pareciera que por ser la vagina de por dónde naciste se siente más rico que cualquier otra!!
-Ufff hijo que la tienes grande, ummm tu padre la tenía casi igual pero la tuya es más gorda!
Ya empezaba a hacer más movimientos y un poco de balanceo, la empezaba a sacar casa vez más y mi madre solo hemos y bufaba, estaba extasiada así como yo.
-No no no, por favor no la saques!
– haré lo que yo quiera! O ya no tendrás nada.
-Bueno, como tú digas hijo, pero por favor sígueme la metiendo!!!
Y así lo hice la sacaba y la metía
-hummm si si que rico!! umm… vamos hijo vamos!… no pares, por favor
Estaba empezando a bombear más rápido… Sentía como que ya estaba queriendo venirme y la saqué.
-Nooo que haces! Te dije que siguieras…
– espera, que quiero cambiar, vamos súbete
Siempre me ha encanto que la mujer se de sus sentones sobre mi verga y mi madre no sería la excepción. Me acosté, paso si pierna sobre mi se sentó en mi pecho y bajo a darme un beso que le recibo con gusto!
-Ahora verás lo que es bueno, tu madre te va a exprimir todo
Se enderezó y se empezó a meter mi verga en su concha, ufff adoro esta parte ver cómo una concha se come una verga. Se la enterró toda y empezó a moverse en círculos
– mamá mamá!!! Que rico te mueves vamos! Ufff
-Te gusta? Te gusta como la putita de ti madre se inserta tu pene??
– siii me encanta… Sigue!
Se empezó a mover riquísimo, como si su vida dependiera de eso, luego empezó a brincar sobre mi pene y veía como sus tetas rebotaban al mismo ritmo, verla a los ojos y ver su mirada de lujuria no tiene precio.
– MAMA!!! ME VENGO ME VENGO
-espera espera amor, que ya casi me vengo yo también
No puedo aguantar más de lo rico que se movía y explote dentro de ella, al sentir mi lechita coches dentro de su concha tuvo un orgasmo mi madre… Le temblaron las piernas y se calló de espaldas, quedó acostada y temblado, me pare y me moví a sí lado la abrace y la empecé a besar.
– Mamá te amo! Eres increíble, no necesitas que cualquier otro hombre venga a la casa, yo puedo darte todo lo que necesitas.
-ay hijo! Yo también te amo! Ahora que sé que cuento contigo ya no necesito a ningún otro hombre! Solo te quiero a ti, además tú no eres un extraño.
-claro que no mamá, yo puedo cuidar de ti!
-Lo se hijo, ahora deja te limpio eso, ven acá
Ella se paró, me hizo acostarme y me la empezó a mamar, todavía rico pero se ve que no lo había practicado tanto.
-Ay hijo lo siento, a tu padre no le gustaba pero yo quiero que recibas el mayor placer que puedas!
Cuando acabó fue rápido a su habitación desnuda, fue a tomarse la pastilla para no quedar embarazada, a pesar de su edad el ginecólogo le decía que aún era fértil, y eso mi madre no lo olvidaría, regreso a mi lado, me abrazó y nos dormimos los dos, desnudos, sudados, la concha de mi madre llena de semen, pero felices y enamorados