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Cambio de gym y nuevas experiencias
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Hola a todos, gracias por seguir, likear y comentar mis publicaciones. Para los que me preguntaron, si, son todas reales. Realmente que pase en mi imaginación y creer que pasa en la vida real, es medio creepy. Pero no. En este caso son reales y me da mucho morbo saber que Uds. las leen y les gustan y calientan mis historias. Y para los que me preguntaron, soy de Ciudad de Buenos Aires, Argentina. 38 años. 1.84 de altura, piel blanca, pelo rubio oscuro, ojos celestes claros, lomo de gym, buenas piernas, brazos, dotación de 22×8 real. Activo. Dicho por 3ra o 4ta vez esto, paso al relato del día.

Resulta que desde hace años asisto al mismo gym. Un gym normal de barrio a 3 cuadras de mi casa, que con los años pudo abrir dos sedes mas en otros barrios de la ciudad. Todo a pulmón. Siempre eran los mismos instructores. A este Gimnasio empecé a asistir casi desde que abrió. Nunca quise ir a las cadenas grandes, no por una cuestión de dinero, sino que son mas marketing, y no suelen estar adaptadas con máquinas e instructores que sepan guiarte con un correcto levantamiento de pesas. Además, en los gimnasios chicos, está mas ese concepto de gym bro, amigos, familia de gym, que son muy buena onda, y uno va enteramente a entrenar. No a estrenar ropa, sacarse foto en los espejos, ver que puede levantar y estar 30 min en la rutina y 45 min en la ducha. Nunca me gustó esa onda y todo eso lo sé por las cosas que mis amistades me han contado.

El tema que producto de la interminable cuarentena y que los costos $$ de un gimnasio chico, no era el mismo que de las grandes cadenas, y de las 3 sedes, 1 cerró. La otra había disminuido personal, y la que yo iba, entre varios socios con una cierta posición económica, hicimos una donación para que pudieran mantener las instalaciones funcionando, lo cual, generó que por varios meses, no nos cobren la cuota mensual. Se mantuvo, pero producto de que no les aumentaban los sueldos a los docentes y se había abandonado bastante el mantenimiento de varias máquinas, en cuestión de meses, el gimnasio y la onda pasó a ser otra. La segunda sede terminó cerrando y quedó la que yo asisto, pero mi instructor se fue a trabajar a una cadena y me dio el consejo: ¡andate de acá!

A las 2 semanas me fui a anotar a 6 cuadras de mi casa, a una conocida cadena de gimnasios. El chico de la recepción que me atendió es del bando, el que limpia, es del bando. El profesor que me asistió, no. Por lo que dije: OK, no va a haber distracciones y vamos a entrenar en paz. Además esta cadena lo positivo que tenía una sede a una cuadra y media de mi trabajo. Así que los días con presencialidad en la oficina, iría a esa sede, y los días de home office a la otra. Explique a los profesores el tipo de rutina que yo hacía, que era de progresión, con cierto peso y tiempos. Ya buscaban enchufarme la rutina mediocre de cualquiera que recién arranca. No! Además ahora te envían todo por una app donde ves la rutina que cargó el profesor y la vas siguiendo desde tu celular. Yo acostumbrado a años de tener mi ficha con los días y tipos de entrenamiento. ¡En fin! Parezco un viejo.

Los días pasaron y fui alternando las sedes y los horarios. No voy a negar que en cada sede había un tipo diferente de gay, y q varios me llamaron la atención. Muchos usando calzas o shortcitos muy ajustados, cosa que en mi otro gym de barrio no se veía. Y varios culos para nada despreciables. Por la cercanía a mi casa, y que siempre asisto después de trabajar, nunca hice uso de las duchas. Salvó hace casi dos semanas atrás.

Sabiendo que después de la oficina tenía una cena familiar. Fui al gym a la mañana temprano, me ducharía ahí, armé el bolso con la ropa de trabajo y el saco y pantalón lo llevé en una percha, y lo coloqué adentro del locker. Ingresé 7.30 am y terminé con mi rutina cerca de las 8.45.

Yendo a las duchas olvidé que había puesto toalla. Me acercó al puesto del vestuarista y le solicito una toalla. Me la cobra, (100 pesos 1 toalla con jabón y shampoo) y voy a mi locker a sacar mis cosas. Lo llamativo que cuando entré a ducharme, entraron 3 más que habían estado durante el tiempo que estuve entrenando (algunos el mismo tiempo otros, mucho menos) y también se iban a duchar y solicitaban toallas. Empecé a desvestirme y esos 3 se pusieron en bancos enfrente mío. La realidad que de esos 3 solo 1 me llamaba la atención. Tendría casi 30 años, de físico entrenado, bien formado, 1,72 aproximadamente, de pelo rubio, piernudo, cara de nene y unas nalguitas que parecían un caramelo.

Agarré el kit que me dieron y me metí en la ducha. Lo sorpresivo de todo es que las duchas tenían unas cortinas que no cerraban completamente, no sé si x lo desgastadas, sucias, o que no eran al tamaño adecuado. Cerré lo que pude y empecé a ducharme para irme a trabajar.

Los 3 que estaban en el vestuario, los mismos en 3 duchas enfrente mío y todos con las cortinas abiertas, y los 3 tratando de espiarme por las aberturas de mi cortina. De no creer, pero esas cosas pasan. El nene que me había interesado estaba en diagonal mío con la cortina abierta y pude ver un lomaso divino. Unas piernas casi lampiñas, y una cola que era un durazno precioso. Me empecé a empalmar de solo mirarlo. él se pasaba el jabón y me miraba y se masturbaba. Un pedazo de pija importante tenía. De pronto por la situación, mi pija se puso piedra, erecta. Y él se quedó sorprendido por el tamaño, yo me puse jabón en la mano y empecé a pajearme para darle a entender a él, que me interesaba destrozarle ese hermoso orto.

Los otros dos, viendo que no les prestaba atención, se fueron de las duchas pero sin dejar de mirar a donde estaba el pendejo y donde estaba yo. Cuando me percaté que no había nadie más molestando, corrí la cortina y le dejé ver todo completo. El nene empezó a relamerse y me hizo gesto de que me meta en su ducha. Cerré el agua, y me metí donde estaba él. Nos besamos, apretamos y bajó a mi pija y trató de chupármela entera pero no pudo. Lo levanté lo puse de espaldas, me agaché y le comí el orto. Era una manteca deliciosa. Se lo apreté, mordí, besé y traté de ver si podía penetrarlo pero fue medio imposible. Me puse jabón en la pija y traté de enterrársela un poco al menos, pero me hacía para atrás le dolía. Estaba estrechito y no estábamos cómodos. Me pajeo y me la chupó como pudo un poco más. Casi que acababa pero escuchamos ruidos cerca de las duchas, le di un beso y me fui. Me quedé con la leche hirviendo y con ganas de salir.

Sali de la ducha, me sequé, miré la hora y volando me vestí para irme a la oficina. Ahora había 6 personas mirándome como me cambiaba. El pendejo salió de la ducha. Se secó, se me acerca y me dice: Usas IG? Si, le respondí. Te lo paso. Me guiña el ojo y me dice: hablemos por ahí.

Llegue a la oficina 5 min tarde, metí la excusa de que se me había mojado la camisa y la tuve que secar. Veo el celular, abro IG y tenía su solicitud de amistad. Lo acepto y empezamos a hablar. Me cuenta que se llama Ramiro, que está por cumplir 30 años, que entrena desde los 22, que es de capital, cerca de mi casa y que es analista de riesgo e inversiones en un banco que se encuentra a dos cuadras de mi oficina, que vive solo, y que estaba haciendo un Posgrado en inversiones. Interesante prospecto. Por fin uno como la gente!

Si, obviamente, quedamos en vernos porque ese culo quiero comérmelo completo.

Continua parte 2.

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