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Cambiando la vida de mamá (Parte I)
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Tiempo de lectura: 17 minutos

Hola a todos. Me llamo Luis Javier, aunque todo el mundo me conoce como "Luisja", os voy a contar mi historia, y como pasó algo con mi madre, que nunca en la vida lo podría haber pensado. Ahora somos algo más que madre e hijo, y nuestras relaciones sexuales son muy muy placenteras.

Mi familia está compuesta por mi madre Pilar (54 años), mi padre Arturo (53 años), mi hermano Roberto (38 años), casado con una rubia que esta como un pan, las de pajas que me he casado a su costa.

Mi padre es muy buena persona, nos quiere mucho a todos, y nosotros a él. Es comercial de una multinacional, por lo que pasa fuera de casa, viajando el mayor tiempo del año. Solo viene 2 o 3 días cada dos meses y se vuelve a ir. Trabaja mucho y tiene un sueldo muy bueno, por lo que nunca ha hecho falta que mi madre trabaje. Siempre dice que le gustaría cambiar de trabajo, y estar en casa a dormir todos los días, pero dice que a su edad quien lo va contratar? Nadie quiere a viejos, solo a chicos jóvenes con estudios… Así que así me jubilaré…

Mi madre ama de casa, no es ninguna mujer que te quite el hipo, ni de las que te giras cuando pasa. Lo que es una mujer del montón. Es castaña tirando a rubia. No muy alta, tetas normalitas eso sí tiecesitas para su edad. Tiene unos pezoncitos riquísimos, y una pequeña aureolas que los rodea. Para ser más exactos 95 copa C. Jeje. Tiene un buen culo. Coño peludo, bueno ya no, estrecha de cadera, entre sus muslos y su coño queda un agujerito que me encanta en las mujeres. Nunca se arregla, siempre usa pantalones anchos, y faldas de mucho vuelo. Por lo que las curvas que tiene, hay que suponerlas. Nunca se le marcan. Siempre bragas feas y aburridas "bragas cristianas", nada de tangas ni mallas ni nada… Pero esto cambiará gracias a mi.

Yo el "Luisa", fontanero de profesión, 32 años, mido 1'95, peso 95 kg, un chico del montón. Nunca me ha faltado sexo desde que perdí la virginidad, a los 17 años con una compañera de clase… Todavía recuerdo los primeros polvos, me corría nada más meterla. Me encanta ver videos x de maduras, y paja que me pegó. Suelo follar todos los fines de semana, dicen que en la cama no lo haga nada mal, sobre todo comerme los coños. Les encanta. Pero como dicen mis amigos, siempre que alguna repite, no os creáis que es por mi polla, puesto que llego justo a la media española de 14 cm pero tengo labia. Y alguna cae… Vivo solo en mi casa, estoy felizmente soltero y hace 4 años que salí de casa de mis padres.

Me encanta la lencería de mujer, me vuelve loco. Siempre digo que no hay mujer, que por fea que sea, por mal tipo que tengan, que con una buena lencería no ponga a 1000 a cualquier hombre… Cuando aún vivía en casa de mis padres, siempre que estaba solo en casa, me ponía algún vídeo de mujeres mayorcitas, iba a la habitación de mis padres y sacaba de la mesilla de noche de mi madre, todas las bragas y sujetadores de mercadillo que tenía, feos pero aun así me ponían cachondo. Y pajote al canto. Eso sí nunca pensé en mi madre con ellas puesta. Nunca había mirado a mi madre con ojos de deseo. En casa nos hemos visto, desnudos, en ropa interior, de todas las formas pero nunca había deseo en nuestras miradas. Nunca pensé en tener una relación sexual con mi madre no entraba en mi cabeza, pero al final paso y no nos arrepentimos ninguno de los dos, de echo nos encanta follar juntos.

Todos los días al terminar mi trabajo, suelo pasar por casa de mis padres, estoy un rato con mi madre, charlamos un rato y me voy cenado, muchas veces, sobre todo en invierno me quedo a dormir con ella, así no tengo que poner la calefacción en mi casa. Eso sí siempre lo hacía en cama de toda la vida.

Un día al llegar de trabajar, y pasar por casa de mis padres, mi madre estaba hablando por teléfono en la cocina (su sitio de la casa favorito).

-Hola, Ma qué tal?

-Hola, Luisja mi amor qué tal el día? -me dijo mientras me dio un casto beso en la mejilla como siempre hacia.

-Bien Ma, sin mucha cosa que contar -le contesté mientras abría una cervecita fresquita- Quién ha llamado? Era Pa? Esta por Almería no? Que se cuenta?

-Sí, hijo si en Almería -dijo mi madre con un largo suspiro-. Me ha llamado puesto que le ha llamado el primo Eduardo, que se casa Andrea, su hija en Madrid.

-No nos habrá invitado a Roberto y a mí no? -le pregunté con cierto enfado.

-No, a vosotros no solo a papá y a mi, pero ya sabes qué pasa con el trabajo de papá, que nunca puedes contar con él. Y ¿sabes quién va ser mi acompañante entonces? -preguntó con su voz, la forma de decirlo parecía un premio de esos de TV… pero no no era eso, era un marrón.

-Jo Ma, hay que ir hasta Madrid, el hotel, el regalo, la ropa es un gasto innecesario… Que te lleve Roberto -le dije con enfado.

-Ya sabes cariño, que prefiero ir contigo, es con quién más confianza tengo y mejor filin tengo… -Me dijo con voz dulce…

-Bueno ya veremos le dije.

Nos pusimos a cenar y por un buen rato nos olvidamos del tema boda.

Pasó el tiempo y un viernes, al volver del trabajo y tomar unas cervezas con los colegas, sonó mi móvil mientras abría la puerta de mi casa.

-Hola Ma -contesté.

-Que pasa ya no quieres a tu madre? -me dijo.

En tono de broma. Al otro lado de la línea.

-Hoy no has venido a verme, seguro que si fuese una amiguita de las tuyas veinteañeras, hubieses perdido el culo por venir a verme.

Siempre me hacía bromas con las chicas, siempre decía que no podía entender cómo está soltero…

-Venga Ma, tengo unos amigos con los cuales también tengo estar.

-Lo sé, hijo solo era una broma mi amor, no te enfades. -Me dijo con esa vocecita de madre afligida…- Bueno vamos al grano sabes que tenemos una boda el sábado no? Te acordarás? No te habrás olvidado?

-Mierda la boda… Olvidado total…

-Madre mía si no fuese por mí -dijo mi madre.- Mañana por la mañana si quieres, preparo un chocolate con churros para desayunar y vemos cómo lo hacemos, te espero a las 10. Hasta mañana cariño, que descanses.

-Adiós -solo acerté a decir.

Al día siguiente a las 10, estaba puntual en casa de mis padres.

-Buenos días Ma. Que tal has descansado?

-Buenos días mi amor. Muy bien he descansado mucho y bien. -Contestó mientras ponía el chocolate y los churros en la mesa.- Sabes no se me hace ilusión lo de la boda, así pasamos algo más de tiempo juntos.

-Si pasar más tiempo juntos es lo único bueno que tiene, la dichosa boda, -le dije poco convencido.

-Tú tienes el traje que te compraste hace dos meses para la boda de Luis. Está en tu armario, lo traje del tinte y lo deje allí. De todos modos pruébate lo por si acaso.

Terminamos el desayuno y fui a probarlo, mi madre vino junto a mi. Lo sacó del armario, mientras yo me quita mi chándal. Como antes dije, no tenemos pudores de desnudarnos delante, el uno del otro. Me lo probé y me estaba perfecto.

-Ves como un guante le dije a mi madre, por cierto tú qué te vas a poner? Hace mucho que no vas a ningún evento, dije.

-Seguro que tengo algo en el armario que sea posible. Vamos a ver me dijo. Y pusimos rumbo a su habitación.

Me senté en la cama y empezó a sacar trajes de viejas, bueno como siempre vestía.

-Este -dijo el cuarto que sacó. Un traje de falda ajustada pero ancha, y una chaqueta ideal para mí abuela. Se quitó el pijama feo que llevaba y se quedó en bragas y sujetador. Feos como si solos, Pensé aquí pasan los años pero hay cosas que no cambian. Se lo puso y me preguntó.

-Que tal me ves?

-Para ir de funeral está muy guapa. -Le contesté con gran ironía.

-Igual tienes razón hijo -me dijo- y tengo que renovar un poco mi vestuario.

-Un poco? Creo que todo. Deberías de cambiar. Anda dúchate y vamos a comprar algo no tengo nada que hacer hasta el lunes.

La cosa sería difícil, los gustos de mi madre y los míos distan mucho. Se fue a la ducha y me tiré en el sofá a ver las redes sociales.

A los 15 minutos ya estábamos, saliendo de casa.

Vestía un pantalón arreglado de vestir, pero ancho, iba delante de mí y cuando íbamos a salir por la puerta, se le cayeron las llaves de casa, cuando se agachó me pareció ver algo muy raro, en los pantalones no se marcaban "bragas cristianas" sino la silueta de un tanga. No puede ser me dije es imposible. Seguro que ha sido producto de mi imaginación. Recorrimos la ciudad viendo escaparates, en la tercera boutique, por fin decido entrar.

-Madre mía que bodrio de ropa, dije.

-No te gusta nada -me dijo…

-Mamá creo que le puedes sacar más partido a tu cuerpo, le dije convencido de mis palabras.

-Si a mi cuerpo de vieja -respondió rápidamente ella.

-Anda Ma, no te hagas la mártir, sabes que para tu edad estás muy bien, pero nunca te arreglas. Si te molestases un poco en ponerte ropa más moderna, estarías mucho más mona

-Anda calla, que te crees que tengo 30 años como tus amigas? -me contestó un poco mosqueada.- Además para que me voy a arreglar para estar en casa?

-Bueno Ma, no te enfades.

Al pasar una tienda, llamó mi atención la madura que había atendiendo. Me pierden está mujeres.

Le dije a mi madre:

-Mira la dependienta, tiene tu edad y mira qué bien le sienta ese vestido.

-Pues tienes razón.

Entramos y saco un par de modelitos muy bonitos, que le quedaban de maravilla, le quitaban 10 años de encima. Cuando la vi salir con el primero, deje de fijarme en la dependienta, que me estaba poniendo muy cachondo… Que paja me voy hacer cuando llegue a casa…

Y empecé a ver esas curvas tan bonitas que tenía mi madre, y nunca enseñaba.

-Me gusta -le dije pruébate el otro.

Entonces me vino a la cabeza la foto del tanga.

-Llevará puesto uno -me pregunté. Hay que descubrirlo me dije. Y me acerqué al probador y vi como se quitaba el vestido, y lo dejaba en la percha. Si señor llevaba tanga, pero que tanga, parecía una de esas bragas horribles, pero en tanga, gris, sin una transparencia o un encaje. Madre mía qué feo, me dije. Cuando salió con el segundo flipe… Esta es mi madre? Con unas medias y un tacón, para quitar el hipo.

-Cual me quedo? Me pregunto.

-Está muy elegante y guapa con los dos -le dijo la maciza madura de la dependienta.

-Yo me compraría los dos, le dije, sabes lo que te he dicho antes.

-Tiene razón, su hijo, creo que tiene muy buen gusto, para lo joven que es. Replico

-Me llevo los dos y así no fuimos a casa de lo más contentos.

Por el camino parecía como si mi padre habría rejuvenecido. La veía muy contenta.

-Ves me alegro que me hayas cambiado un poco el chip.

Fuimos a casa y cuando estamos haciendo la comida le pregunté.

-Ma si no eres tan moderna porque te ha comprado tangas?

Siempre hemos tenido mucha confianza entre nosotros.

-Calla, dijo mi madre. El otro día fui al mercadillo a comprar bragas y me lo regaló el vendedor. Nunca me había puesto uno pero no me disgusta, y cómo íbamos a comprar ropa pues me lo he puesto para ser moderna como tú dices…

-Mamá eso dista mucho de ser moderna, un tanga más feo, que las bragas que tienes.

-Que les pasa a mis bragas? -pregunto indignada.

-Ma, que son de vieja, de muy vieja.

-Pues lo que soy -me dijo.

-Pues bien que te gustan los trajes que te has comprado, bien joven y guapa que te has visto o no? Dije yo

-Si eso sí. Me dio la razón, pero no sé cómo quieres que sea la ropa interior si no se ve. Me dijo muy convencida de su respuesta.

-No sé porqué pero desde que la vi con esos vestidos, me estaba pasando algo por mi mente. Me estaba empezando a poner cachondo mi madre, desde ese momento la empecé a mirar con otros ojos que los de toda la vida.

Le dije, que si quería, podíamos compramos ropa interior, para la ocasión.

Si hombre dijo mi madre, voy a ir a una tienda con hijo y que elija el mis bragas. Si claro hijo que aquí nos conocemos todos.

Entonces puse a maquinar mi mente. Empecé a imaginar a mi madre con unas bragas transparente pequeñas, un sujetador a juego, un liguero y unas medias a media rodilla y se me puso la polla como el mármol de la cocina. Para Luisja que es tu madre…

-Bueno ya veremos dijo mi madre. Pero eso en ella era un si. La verdad que estaba flipando.

Cogí el móvil y al segundo estaba en una página de una conocida cadena de ropa interior. Mira Ma le dije.

Era un conjunto de braguita, sin costura negra transparente, con un sujetador a juego, también transparente y unas medias a media rodilla, con unos adornos preciosos y su liguero a juego.

-Eso es de puta. Fue lo primero que dijo.

Pero yo ya estaba pidiendo mi número de tarjeta, y la dirección de envío. La talla la conocía bien desde siempre.

-Estás loco dijo mi madre. Pero no sé, porqué se dejaba hacer…

El día paso y por la noche en la cama. Fue la primera vez, que vi a mi madre como mujer, me la imaginaba con esa ropa interior y me puse a mil. Dos pajas me tuve que hacer.

El miércoles antes de la boda mi, madre ya había estado el peluquería. Me mandó un whatsapp. Luisja ya he llegado el paquete, pero esto no lo veo.

Al terminar de trabajar pase por su casa. Toda la tarde estuve pensado, en como le quedaría a mi madre el conjunto. Cuando llegue estaba en el salón viendo la TV.

-Hola Ma que tal?

-Mal hijo mal… no me veo con esas bragas, no tapan nada, y enseñas todo… No es para mí, devuélvelas.

-Bueno Ma. Pruébatelas y vemos… Voy pero ya verás como no… Dijo mientras entraba en su habitación.

A los 5 minutos entro en el salón, ves como no me queda…

Al verla entrar por la puerta flipe y mi polla más, como se puso, la visión era flipante, mi madre una madura, con un buen cuerpo y eso conjunto, me puse a mil.

-Que le pasa Ma? Dije medio tartamudeando.

-Pues que se me ve el coño, el culo, las tetas, todo.

Madre mía te comía entera ahora mismo, pensé.

Para quitarle hierro al asunto, le dije en broma, el coño es lo único que no se te ve, con ese matojo de pelos que tienes, y me eche a reír.

-Tampoco te gustan los pelos de mi coño? Me dijo indignada.

-No mamá creo que deberías depilártelos. Esos además es antihigiénico.

Se le desencajo la cara. Ya lo que me faltaba acertó a decir, con más de 50 años y depilándome el coño.

-Se acabó. El traje me lo pongo, pero no sueñes que me voy a poner estás bragas y mucho menos, depilarme el chichi. Dijo de los más seria y tajante.

-Bueno Ma cómo quieras. Igual ha sido querer cambiar mucho… Le dijo derrotado. Le di un beso y me fui a casa.

Nada más llegar estaba como una moto. El ver así a mi madre me había puesto a mil. Me tuve que hacer tres pajas. Con la excitación que tenía esa noche soñé con ella, menudo polvo le eche… Madre mía. Se me estaba escapando la cosa de las manos.

Llegó el viernes que era el día que salíamos hacia Madrid. Había reservado un hotel para dos noches. Pero el viernes por motivos de curro me tuve que quedar a terminar una obra y llegue a recoger a mi madre a las 23 h. Vamos que a las 2 am estamos allí, le dije mientras se montaba en el asiento del copiloto

Durante el viaje hablamos de cosas poco banales, trabajo y así. Cuando en la radio, había un programa de esos subidos de tono, y salió un chico que se había tirado a su prima.

-Madre mía a donde vamos a llegar dijo mi madre, no habrá más gente en el mundo con quién echar un polvo? Que te tienes que tirar a tu prima? Esto es muy moderno para mí dijo ella.

-Me eche a reír, joder Ma eres más antigua que el hijo de coser.

-Bueno ahora estoy cambiando me dijo.

No le di importancia. Pero a los 100 km me dijo, oye Luisja. Lo de chichi bien sabes tenías razón, además es muchos más higiénico así, sin pelos, pero es una sensación muy rara. Se me pega la piel.

Joder no puede ser, se ha depilado el coño, me ha hecho caso. Me moría de ganas por llegar y verla me puse como un toro.

-Ves Ma, hay que ir con los tiempos… Le dije.

.Si hombre ahora vamos y está noche echamos un polvo tu y yo, para ir con los tiempos no te jode. Dijo mi madre y los dos reímos a carcajadas.

Pero a mí, ya no me importaba esa idea, había traspasado la barrera y ahora era lo único que quería. Follármela.

Cuando subimos a la habitación, era amplia y con dos camas. Mi madre se tumbó en la cama y me dijo estoy muerta.

-Venga pues a dormir que mañana tenemos un día duro. Le dije.

Los dos nos desnudamos, pero las bragas que tenía puestas eran las de toda la vida, eso me enfrió un poco. Se había depilado el coño pero me daba que no se lo iba a ver. Maldije mi suerte.

Nos pusimos el pijama y a dormir. Espere que se durmiera mi madre y solo en pensar verle el coño depilado, me hice una paja de campeonato y caí rendido.

Serían las 9 cuando nos despertamos.

-Buenos días cariño, descanso el señor, me pregunto.

-Si Ma y muy bien además. Bajamos a desayunar? Le dije.

-Vale y luego subimos nos damos una ducha y salimos a dar un paseo te parece? Dijo mi madre.

-Después de desayunar y subir a la habitación, dijo mi madre. Quién se ducha primero?

-Yo, le dije. Me desnude delante de mi madre cuando me pregunto. Hijo tu también tienes depilados los huevos? Dijo asombrada

-Ja ja le dije Ma, la verdad que es más cómodo y más fresquito, ya hace dos años o así que lo hago… Y me fui a la ducha. Me di una ducha bien fría, no quería empalmarme y que mi madre se sentiría violenta.

Cuando salí, ella entró pero hizo algo que nunca había hecho, cerrar la puerta del baño… Un poco más y me echo a llorar, ahora pensaba que iba a ser mi oportunidad de ver ese coñito depilado, pero nada… Hasta me enfade un poco

Cuando salió con una toalla enrollada al cuerpo, me dijo te parece si me pruebo la ropa de esta tarde y ves a ver que tal y así ves los zapatos que me he comprado, dijo mi madre.

-Vale -acerté a decir un poco derrotado. Pensaba que se podría esa bragas fea que siempre lleva, que las que le había comprado las dejo en casa. Pero no fue así.

Yo desde la cama vi como cogía algo de la maleta y fue al baño a cambiarse. Ahora se vuelve recatada la tía. Cuando se depila el coño. En fin, pensé.

Pero a los 5 minutos algo cambio para siempre en mi, cuando vi salir a mi madre con el conjunto de Braga, sujetador y esas medias que habíamos comprado días atrás.

-Que tal me ves? -Me dijo como una coqueta colegiala de 20 años.

-Madre mía, ahora sí Ma, pero acércate para verte mejor. Le dije. Cuando se iba acercando pude ver esos labios que nunca había visto y toda la vida llevaban, bajo un matorral de pelos. Que tetas. Que culo y que coño que labios más redonditos y gordos los tenia, creo que era el mejor coño que nunca había visto estás preciosa Ma, no pareces la misma, si te viese así PA.

-Anda calla que tú padre ya no me toca ni con un palo, ya ni cuando llega a casa me echa un polvo. Dijo en tono enfadado.

Siempre hemos tenido confianza, pero nunca había oído hablar así a mi madre y mucho menos contarme los secretos de alcoba.

-Bueno cierra la boca. Me dijo. Tú no querías venir a la boda. Y lo has hecho por mí, pues yo por ti he hecho lo que has pedido. Me he puesto lo que tú has dicho que me sienta bien. Y la verdad que me siente bien. Parece que me que quitado 20 años de encima. Dijo muy orgullosa.

-O más, Ma pareces mi novia. La verdad, calla zalamero que no sé cómo lo haces pero siempre te sales con la tuya. Dijo sonriendo.

-Pues a ver si es verdad y te echo un polvo que es lo quiero. Pensé.

-Venga vamos a vestirnos y vamos a dar una vuelta. Se acabó la pasarela Cibeles. Dijo mi madre.

Pero yo así no podía ir a ningún lado está cachondisimo el ver a mi madre con esa ropa me estaba matando. Entonces se me ocurrió una cosa ir al baño de recepción y cascármela.

-Ma voy al coche a por la cartera me la deja allí, te espero en recepción.

-Vale tesoro ahora bajo. Dijo ella desde el baño.

Bajé como un loco al baño de la recepción, corrí el pestillo y casi nada más tocarme me corrí, me recordó a mis primeros volvos… Estaba muy excitado la verdad, así que como no se me bajaba la cosa, pues me hice otra…

Me limpie y salí a esperar a mi madre. Llegamos a la vez.

-Vamos amor y se agarró a mi brazo cual novia.

-Sabes cariño, no sé, me siento muy bien a si contigo, sabes que siempre hemos estado muy unidos pero, ahora parezco una persona nueva. Más joven no sé, has hecho subir mucho mi estima cariño, y me plato un beso en los labios.

Pensé que estaba en un sueño pero no fue así. Esto no puede estar pasando.

-Donde vamos le dije…

-Al Corte Inglés mi asesor de imagen, dijo alegre, quiero renovar todo y cuando digo todo es todo, mi vestuario.

-Pero no decías que no podías ir a una tienda y que tu hijo te eligiera las bragas? -Le dije con cierto rintintin.

-Si hijo, pero eso es, en casa donde todos nos conocemos. Aquí es distinto, nadie nos conoce. -Dijo muy segura, sin soltarse de mi brazo.

Allí estaba yo en la sección de lencería, mi sito favorito con mi madre. Compramos varios conjuntos, de braga y sujetador y de tanga y sujetador. Dijo que porque no unos tangas. Puesto a modernizarse…

Me estaba poniendo como una moto, no sé cómo mi madre no se daba cuenta de lo empalmado que estaba. Bueno si estaba como un niño con zapatos nuevos. Estaba emocionada.

-Tengo que comprar algún panty para las faldas que me tengo que compara -dijo.

-Ma, -le proteste al instante…

-Vale compraremos medias lo que diga mi estilista… Los dos partimos a reír.

Compramos tres juegos de medias que me estaba volviendo loco. Y cuando ya piensas que va a acabar tu sufrimiento, va y te dice que se va a comprar un par de faldas, unos pantalones ah y unas mallas., que tenía ganas de tener unas…

Cogimos unas faldas por encima de la rodilla ajustadas, pero si ser cortas. Una faldas muy elegantes para una mujer como mi madre. Luego unos pantalones vaqueros y dos pantalones blancos.

-Que tal estos me dijo y me asome por la cortina, mal Ma, creo que necesitas una talla menos, pero me estarán muy justos protesto.

-Bueno pruébatelos, le dije yo. Y… en efecto como le quedaban, que culito le marcaban. Como ha podido estar esta mujer así tan dejada, sin sacar partido a ese cuerpo, durante tantos años. Un poco de atención es lo que necesitaba.

Las mayas para que contarte… Dos pares se compró. Le dije ves Ma, porque hay que comprar tangas. Con estas mallas se te marcan esas bragas feas y grande que llevas.

-En cuanto lleguemos al hotel las voy a tirar todas las que he traído. Dijo convencida

-Buenos pues listo -dijo mientras pagaba 350€ que había gastado en ropa.

-Verás cuando vea Pa, el extracto del banco… -Le dije de broma.

-Que no se va enterar, tu padre sólo se preocupa de sus ventas y sus clientes…

Veía que mi madre se estaba desahogando conmigo, y que cada vez estaba más a gusto a mi lado, y yo más cachondo. No sé cuánto aguantaría este suplicio.

Cuando salimos de allí, mi madre me dio un abrazo, y me dijo, gracias cariño por preocuparte por mí. Entonces me plato otro beso en los labios está vez más largo.

-Ma, que haces? -Acerté a decir.

-Lo siento, dijo asustada, no era mi intención incomodarte, pero es que me sale dentro nunca nadie se había preocupado tanto por mi.

-No me importa, tranquila mamá, pero aquí delante de todos le dije temeroso.

-Aquí no nos conoce nadie, ves todo el mundo va a lo suyo. Y volvió a darme otro beso en los labios más largo, yo la verdad que no podía separarme, me gusta la sensación, era de lo más agradable.

-Ves no se ha dado cuenta nadie, que soy una madre , dándole un beso en los morros a mi hijo… -dijo risueña.

-Ya pero yo no soy de piedra Ma, soy un hombre y muy fogoso y me estoy poniendo un poco cachondo. Acerté a decir.

-Jaja -rió mi madre, ahora me vas a decir que porque has visto a tu madre en ropa interior y comprando algo ropa "arreglada" que dices tú, te has puesto cachondo?… No si al final vamos a acabar como los primos de la radio.

-Me voy a modernizar tanto que acabamos follando. Dijo en su tono sarcástico. Anda calla Luisja, dijo mi madre no será para tanto.

Comimos algo rápido y volvimos al hotel a descansar un rato. Bueno o eso era nuestra intención. Justo al lado del hotel había una peluquería, mi madre entro para ver si le podían maquillar y preparar un poco el pelo.

-Que te han dicho? -Le pregunté cuando salió.

-Que baje en 1 hora o así, respondió muy contenta.

Ya en la habitación mi madre, dijo que quería probarse otra vez la ropa que habíamos comprado. Y así lo hizo, cuando ya se había probado todo, incluyendo la ropa interior, supe que no podía más que me hacia una paja o reventaba.

Cuando mi madre tiro toda su ropa interior de mercadillo a la basura y estaba desnuda en la habitación, me dije ahora o nunca, me desnude delante de ella. En cuanto me vio como tenía la polla, solo acertó a decir:

-Pero si se va reventar. Madre mía chiquillo cómo estas.

-Te lo he dicho antes Ma, que uno no es de piedra y que tanto beso y ver eso cuerpazo desnudo, me está pasando factura. -Dije todo cachondo.

-Pero hijo eso es por mi? -Dijo mi madre, pero como te va a poner cachondo el cuerpo de una vieja, bueno, será que los modernos sois así, me dijo entre risas

-Ma, déjate de tonterías me he tirado a chicas de mi edad que estaban mucho peor que tú, las cuales no me ponían ni la mitad de cachondo que me potes tú.

-Para el carro, dijo muy seria y tajante, hijo que no se te olvide que soy tu madre, y no va a pasar nada entre nosotros.

-Soy mujer, he sido durante 35 años y seguiré siendo solo, para tu padre…

-Me voy a duchar, y fue hacia el baño.

Pero lo que ella no sabía es que desde mi posición y gracias a los espejos, estaba viendo su cuerpo desnudo, su chocho depilado y su culo redondito. Que paja me casque en aquella silla, mientras la veía jabonarse ese cuerpazo. De hecho creo que la mejor que recuerdo con mucha diferencia.

Cuando salió, yo no me había dado cuenta, pero mis calzoncillos negros, estaban llenos de lefa, llenos de manchas blancas.

-Pero hijo, esas manchas son las que siempre que lavaba tus calzoncillos, estaban ahí. Dijo como asombrada. No me dirás qué te has tocado no? Y espero que mucho menos pensando en mi. Dijo un poco enfadada. Soy tu madre hijo recuérdalo, tú no me puedes mirar con ojos de deseo, ni yo pretendo provocar eso.

Ya más calmada.

Se comenzó a poner el conjunto de ropa interior, que yo escogí para ella. Esas braguitas y ese sujetador que no dejaban nada a la imaginación, esas medias preciosas con sus liguero.

-Anda abróchame el corchete de atrás del liguero, dijo mi madre sacándome de mi sueño.

Mientras lo hacía, me volví a poner, como una moto. Se puso su elegante vestido y me pidió que le abrochase la cremallera. Y así lo hice, pero no calculé bien la distancia, y mi polla se estaba restregando en su culo.

-Luisja, dijo en tono seco, te pareces a tu padre cuando éramos novios, todo el día estaba con la cola dura, dijo mi madre. Con lo que ha sido y ahora ni me mira, ni se fija en mi, dijo derrotada.

-Venga Ma, no te vengas abajo que estabas de lo más contenta. Que pasa? Que con papá ya nada? No tenéis sexo?

-Mira hijo te voy a decir una cosa. Antes lo de follar sin estar casados era pecado, Tu padre hasta la noche de boda, no me había tocado ni un pelo, de los que antes tenía ahí abajo. Después de 35 años de casada con él, siempre en la postura del misionero, y no te creas que duraban más de 15 minutos. Alguna vez he llegado a pensar que no he descubierto el sexo, que no disfrutado de él. Incluso que no he tenido ni un orgasmo. Dijo casi sollozando.

-Ma, que me estás diciendo? Nunca has tenido un orgasmo? Madre mía no lo podía creer, hace dos días me dices que iba a estar con mi madre, en un hotel, en la misma habitación, desnuda, poniendo más cachondo que nunca en la vida, y contándome su vida íntima… y no me creo.

-No se cariño, la gente dice que tiene un orgasmo y es capaz de colgarse de una lámpara de gusto, oigo que la gente pierde la cabeza por follar. Y entonces yo dijo no es para tanto. Si un poco de calorcito y un poco de gustito sientes, pero de ahí a morirte de gusto… Dijo mi madre.

-Mamá, creo que tu nunca has tenido un buen orgasmo, si no lo sabrías. Creo papá no ha sabido hacerte gozar en la cama, no ha sabido sacar chispas a ese cuerpazo, que tienes le dije, haciéndome el entendido.

-Puedes hijo, ya así me quedaré, de por vida. Nunca seré infiel a tu padre. Dijo muy tajante.

-Ya Ma, pero te puedes tocar…

Pude ver cómo se sonrojaban sus mejillas, mientras me decía, eso desde pequeñas en el colegio, y en la iglesia nos decían que era pecado, y por eso nunca, bueno o casi nunca lo he llevado a la práctica. La verdad que las tres o cuatro veces que lo he hecho, nunca encontré el placer que dice la gente… Dijo.

Buff aquí tienes mucho trabajo que hacer Luisja, tienes que trabajártela mucho para llevártela a la cama. Pensé en mi cabeza. Poco a poco, tampoco se iba a poner esas bragas, y se las puso, tampoco se iba a depilar el coño, y lo hizo. Dice que entre nosotros no habrá nada pero lo habrá. Valla si lo habrá… Pensé

-Uff es tardísimo, no llego a la pelu. Adiós mi rey, luego seguimos esta conversación. Vete preparando para cuando suba. No quiero llegar tarde, dijo mientras corría por la habitación y se dirigía hacia la puerta. Entonces me planto otro beso en los morros, esta vez apretándose mucho a mis labios.

Cuando salió, me hice una paja de campeonato qué manera de eyacular, si me había hecho una paja hace 20 minutos. Esto me iba matar. Tras acabar la paja no se me bajaba me tuve que hacer otra. Tras esta, me fui bajo la ducha, con agua bien fría.

Me vestí, peine, y me puse colonia. En ese momento se abrió la puerta de la habitación, como si de una película se tratara, por ella apareció, la mujer que me había parido, la mujer que tanto se preocupó de mi cuando crío, la mujer que se pasaba las noches en vela, esperando que volviera de fiesta… Pero preciosa cómo nunca la había visto. Estaba radiante, elegante…

-Pilar -me salió decirle- No tienes que envidiar a ninguna chicha de 18 hasta 40. Quitas el hipo… -Le dije zalamero de mi.- Si no fueses mi madre y te dejaras, te enseñaría a tener un buen orgasmo.

-Calla marrano, no seas tan zalamero, que veo tus intenciones, y ese no es el camino. Pervertido.

No le dejé seguir le planté un largo beso en los morros, y le dije

-Vámonos. Que puedes pasar perfectamente por ni novia en vez de por mi madre.

Continuará…

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