Un saludo cordial para mis lectores…
Desde que murió Dirmero, fue muy triste su partida, y algo muy inesperado, pasó una temporada que no pude superar su muerte.
Calvin me dio mucho consuelo y así nos volvimos pareja, recordando aquellos tiempos que pasamos juntos, cómo disfrutamos mucho.
Calvin me propuso vivir con él, para estar más tranquilo y despejar la mente, eso hice y me fui a su departamento ya estamos viviendo juntos.
La primera noche dormimos juntos y desnudos, estuve contemplado su hermoso pene grueso, empecé a chupar su glande, muy hermoso su pene, grande, grueso y con buen sabor, al rato de chupar y chupar supe que tenía que tragar toda su esperma, así logre dormir hasta el día siguiente.
Ya mudándome a su casa fue el fin de semana que debíamos tener mucho sexo rico y duro, era sábado y amaneció el día muy nublado, para no salir de la cama, Calvin despertó y me dio un beso con lengua que me excitó muchísimo, pude ver cómo su pene aumento de tamaño y ya muy húmedo su glande, pase mis dedos para saborear su líquido preseminal, que encontré un buen sabor en su pene.
Él se levantó para ducharse y me invita para ir al baño juntos, accedí ir a la ducha, una vez bañándonos, lavé su miembro y le daba mamadas muy ricas, nos depilamos y quedamos muy limpios, Calvin aprovecho en depilar mi ano y así pasaba su lengua por mi culo, me lamía mucho mi ano, era una sensación muy divina, sentía mucha saliva en mis nalgas.
Pasamos del baño para el cuarto para arreglarnos y prepararnos y tener nuestro coito sexual, mientras nos alistamos aproveche para meterme un dildo tipo pequeño con figura de diamante y me queda ajustado para que dejara un poco mi ano abierto y para prepararme de recibir el hermoso pene de Calvin ya que es muy gruesa y grande, me aplique mucho aceite de coco en mis nalgas para que tenga un olor rico.
Una vez realizado esto, observo a Calvin masajeando su pene, vi que lleno su palma de la mano derecha de saliva húmeda y la frotaba en todo su miembro, esto me excitó muchísimo, me hizo seña para que le diera masajes en tu pene.
Me senté frente a su hermoso pene y le di besos en el glande llenando toda la cabeza de saliva espesa, así pude meterme un poco más la cabeza de su pene grande y grueso, estaba deleitado por tan rico sabor y textura, me recordaba las mamadas ricas que le daba a mi primer hombre, Dirmero, pero el pene de Calvin era mucho mejor, tenía algo especial, él se cuida mucho su piel siempre se aplica unas cremas para el cuerpo y más entre su partes íntimas, trasero, entre sus piernas y todo el cuerpo, él sabe que me gusta mucho la saliva espesa, Calvin se aproxima hasta mis labios me pide que abra mi boca para darme su espesa baba.
Continuará.