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Cada día quería más
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Descubrí que mi pareja mantenía relaciones sexuales con una amiga común, en un principio no podía creer como podía traicionarme…

Marga se había separado y la invité una temporada a vivir con nosotros, hasta que encontrara una vivienda que le encajara y que estuviera tranquila con nosotros. Éramos amigos desde hacía años.

Paul habló conmigo en varias ocasiones explicándome que no había sentimientos, eran juegos y que le gustaría que participara en ellos. Mi respuesta inmediata fue…

— NO, ni hablar…

Pero después de hablar mucho, participando Marga y haciéndome entender que estos juegos nos unirían más a Paul y a mi como pareja, acepté…

Me enseñaron Marga y Paul a mantener relaciones sexuales con ellos, y llegó un momento en que lo necesitaba y lo buscaba, nunca antes me había fijado en el coño de otra mujer…

Cuando estábamos sentados en el salón, viendo la televisión, Marga se abría de piernas y yo no podía dejar de mirarla, como era, como se excitaba, como goteaba líquido, como se le hinchaban los labios y crecía su coño…

Cuando Paul le metía la polla, veía como se abría su vagina, como le salían sus flujos y mojaba los testículos de él y también cuando la veía como se masturbaba y como lo hacía… uff me fascinaba verla y en mi cabeza solo tenía esa imagen.

Si una semana no había sexo entre los tres, yo lo buscaba… recuerdo una semana que no había pasado nada…

Estábamos sentados en el sofá grande y Marga en el pequeño, hacía calor y estábamos todos desnudos, y sin saber porque cogí la polla de Paul y empecé a tocarla, ellos me miraban sin decir nada, y cuando empezaba a crecer, bajé la cabeza y empecé a chuparla, con suavidad, lamiéndola con intensidad, entonces Marga se acercó y quería chupar también la polla de Paul.

Entonces me aparté, y ella levanto mi culo y se puso de rodillas tras de mí y empezó a chuparme el coño… tan cachonda estaba, el notar su lengua rozar mi vagina, me volví un volcán y exploté tremendamente fuerte y me olvidé de la polla de Paul…

Marga tuvo que seguir chupando a Paul, este tenía la polla durísima, se había puesto muy cachondo mirando cómo Marga me hacía disfrutar. Ella empezó a meterse la polla muy deprisa, la devoraba hambrienta, con sed… Paul empezó a gemir más deprisa y yo empecé a tocarle sus testículos y al momento terminó con una buena corrida, Marga tragó todo su semen, le dejo la polla bien limpia.

Luego Marga se tumbó en el sofá e hizo que Paul y yo la chupáramos bien los pechos y vagina. Hubo un momento que yo necesitaba comerle el coño y Paul no se apartaba y empezamos un juego de lenguas comiendo un dulce.

Marga no dejaba de gemir, decía…

— me volvéis loca de placer, estoy a punto, si seguís así me voy a correr…

Continuamos chupando los dos con nuestras lenguas y su vagina y al momento oímos un gemido desgarrador que anunció su gran corrida.

Marga y Paul me metieron en ese mundo y me volvía loca, me gustaba y disfrutaba mucho, todo era felicidad, buscaba momentos para pillarlos cuando se masturbaban cada uno, y mientras les miraba yo también me hacía una paja, y cuando estábamos juntos quería jugar con ellos y si me decían que no, yo empezaba con Marga o con Paul o con los dos.

Estaba obsesionada y necesitaba sexo a diario. Ahora lo pienso y no lo entiendo, pero en ese momento era como droga que me empujaba a querer más…

Woman Penelope

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