El murmullo de la televisión,
actores y actrices que ni escuchábamos;
en un plácido duermevela estábamos,
tenue la luz en nuestra habitación.
Bajo la manta, la calefacción
provenía de nuestros cuerpos, buscábamos
estar muy juntos, nos compenetrábamos:
moví una mano y palpé tu erección.
Ocultando mi cara en el embozo,
en la oscuridad el bulto avisté;
descendí los escalones del pozo.
De tu pijama tu polla saqué;
feliz la chupé, me moría de gozo;
cachorrita mamé y el semen probé.