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Aventuras de intercambio. Conozco a dos hermanos
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Como les he platicado, yo era una niña fresa, y como parte de eso tuve la oportunidad de ir de intercambio a estudiar inglés a Estados Unidos a la ciudad de Washington. Eso implicaba que yo me fuera a vivir a la casa de una familia.

Por fortuna me tocó una familia de muy buen nivel económico. La familia estaba integrada por los papás y 3 hijos, el mayor y la hija estaban de intercambio también, así que solo estaba Bob el menor, que tenía 21 años.

Cuando llegué a casa de mi nueva familia Bob se fijó en mi. El era alto, cuerpo atletico y ojos muy azules; yo de cuerpo curveado y llamativo.

Un fin de semana fuimos a casa de unos amigos de sus papás, pasamos por Julian, un colombiano que estaba de intercambio también, buen amigo, no muy guapo.

Salimos muy temprano, hacía calor, yo iba de shorts de mezclilla cortos que enseñaban un poco mis nalgas y una playera de tirantes que resaltaba mis senos.

En el coche, antes de pasar por Julian, Bob me agarró la mano y la puso sobre su verga para que yo viera lo dura que la tenía, para serles franca, si la tenía muy dura, ambos nos volteamos a vernos y solo nos reímos. Ya Bob y yo habíamos tenido varios encuentros cercanos que les platicaré otro día.

Cuando llegamos, nos presentamos. La familia tenía dos hijos y una hija, más o menos de la misma edad que nosotros…18 a 21 ¡al ver a los hijos de los amigos me encantaron! grandes y atléticos, Bob se dio cuenta y en la primera oportunidad me dijo que me iba a coger… yo le respondí cuando quieras.

La casa era grande y bonita, tenía un jardín enorme pegado al bosque y una alberca grande alejada de la casa, ahí se organizó el picnic, los papás con sus amigos se quedaron en la terraza de la casa y nosotros nos fuimos a la alberca. Julián y Wendy se gustaron y no se separaron todo el día, el atractivo de Julián era el gran bulto que se le veía en el traje de baño.

El menso de Bob se fue a poner el traje de baño cuando estabamos acomodándonos en los camastros, asi que "perdió" su lugar junto a mi. Mientras yo me quitaba el short y la playera, los dos hermanos no perdían detalle. Vi que a ambos ya se les notaba que sus vergas se les estaban parando y se empezaba a ver un bulto bajo sus trajes de baño, y a cada rato se las acomodaban.

La alberca estaba lejos de la terraza, solo se alcanzaba a ver una orilla, lo que nos permitía platicar y prácticamente hacer cualquier cosa sin riesgo a ser oídos o vistos.

Cuando regresó Bob, los dos hermanos ya estaban recostados en los camastros, uno en cada lado de mí.

Recientemente me había comprado un bikini para asolearme y lo estaba estrenando ese día. Era un bikini blanco de medidas regulares, la parte de arriba tenía dos tirantes que ayudaban a sujetarlo y levantaban mis senos, la tela era relativamente delgada por lo que se pegaba al cuerpo bastante bien, la parte de abajo dejaba ver mis nalgas, pero no era nada atrevido, la tela se pegaba a mi cuerpo y se podía ver claramente mi vulva si se estiraba un poco.

Ya recostados me di cuenta que mis chichis se salían un poco del traje de baño, los hermanos y Bob me veían constantemente; me senté para poder verlos mejor y fue una mala decisión ya que las chichis ya no se me "salían" y ya no podía, coquetear más con ellos, por lo que me recosté boca abajo para tomar el sol y me acomodé el bikini en mis nalgas, les llamó más la atención pues los tres no quitaron la vista, mis nalgas son grandes y bien formadas por lo que recostada se ven levantadas e incitan a morderlas, al menos eso dicen mis amigos actuales.

Bob se estaba poniendo un poco celoso, se veía con muchas ganas de cogerme y un poco desesperado por no encontrar la oportunidad.

Me gustó verlo así, era muy divertido, ¡jijiji! Para éstas alturas de mi viaje él era una especie de Novio Cornudo, ya les contaré como empezó y se desarrolló esta relación en otros relatos.

Aproveché para ponerlo más celoso, y sin disimulo comencé a coquetear con los dos hermanos, platicando con ellos y acomodándome el bikini para enseñar un poco más, incluso en algún momento me senté viendo al hermano menor y abrí mis piernas para que pudiera ver, como se dibujaba mi raja en el traje de baño. Mi piel morena hacía que contrastara mucho el blanco, notándose claramente todos los detalles incluyendo mis pezones que empezaban a ponerse duros.

Me agachaba para que pudiera ver mis chichis casi salirse del traje de baño, y por supuesto el otro hermano veía mis nalgas sin pena.

Aproveché para ponerme bronceador en las piernas, lo que hice lentamente desde los pies hasta las rodillas y posteriormente con el pretexto volví abrir mis piernas, y me puse en los muslos, me tardé un poco en la parte interior, yo veia al hermano menor de reojo y literalmente estaba con la boca abierta y no perdía ningún detalle.

Puse más bronceador en mis manos y me puse en el abdomen relativamente rápido, continué con mis hombros, cuando llegué a las chichis lo volví hacer lentamente y me quede mirándolo, intercambiamos sonrisas y se puso un poco nervioso.

Cuando terminé, le pedí si me ayudaba a ponerme bronceador en la espalda y muy nervioso me dijo que sí, se levantó inmediatamente dándome la espalda, claramente se estaba acomodando la verga, cuando se dio vuelta su traje de baño mostraba claramente su erección y no lo podía ocultar.

Se acercó y se colocó a mis espaldas, le di el bronceador y aproveché para acariciar su mano, el solo se río muy nervioso, se puso bronceador en las manos y me aplicó en el cuello y en la espalda siendo muy cuidadoso de no tocar nada más allá de lo necesario, supongo que le daba pena o guardaba respeto. Disfruté sus manos.

Terminó de ponerme bronceador y me recosté boca arriba, acomodando mis chichis que ya estaban brillosas por el bronceador y dejando que éstas salieran un poco de mi bikini, ya mis pezones estaban duros en ese momento y se podían apreciar claramente en el traje de baño. Mis pezones son más bien grandes por lo que se notan muy claramente cuando están erectos, incluso bajo mi ropa de diario y mis amigos dicen que les gusta verme así, que los excita.

El hermano menor se apenaba cuando lo cachaba viéndome como se me salían las chichis, el grande no dejaba de verme descaradamente y de acomodarse la verga en el traje de baño, por cierto ya se le notaba una buena erección también.

Y yo, "inocentemente", enseñando, provocando y disfrutando ser la estrella del show.

Alguien propuso meternos al agua para refrescarnos y empezamos a jugar vóley, casualmente todas las pelotas iban hacia mí y yo fingía que no me daba cuenta, mi bikini se había aflojado un poco por el agua y el movimiento por lo que mis senos botaban de lado a lado, de arriba abajo a punto de salirse, por supuesto ganamos el partido.

Alguien sugirió que jugáramos “peleas de caballitos” y las parejas fueron Julián y Wendi, los dos hermanos y Bob y yo; en el transcurso del juego yo alterné mi “caballito” usando a los dos hermanos, mi piel estaba bastante resbalosa por el aceite y el agua.

Durante el juego, ¡aproveché para tocarles todo el cuerpo! nalgas, abdomen, pecho y por supuesto la verga, cuando me caía me agarraba de su traje de baño y lo jalaba.

Cuando me subía a los hombros de mi “caballito” en turno siempre me agarraban de las piernas para que no cayera, y aprovechaban para acariciarlas y apretarlas.

En todas las ocasiones que podía, me agachaba para poder tirar al equipo contrario, aunque se me vieran o se me salieran las chichis y también por la fricción se me metía el traje de baño entre las nalgas y se me veían más. El caso es que fue un agasajo para todos y a estas alturas ya los cuatro hombres tenían una erección clara, que se les notaba en los trajes de baño y que cuando me caía se las podía tocar, a todos en algún momento del juego les agarré la verga con fuerza debajo del agua y ninguno se quejó.

Obviamente, ellos también me tocaron todo lo que quisieron: las nalgas, los senos, las piernas, la cintura, etc. y yo me dejé, sobre todo las nalgas, que rico, ¡uff! Me encanta que mis amigos me acaricien, aprieten, muerdan, besen las nalgas y que terminen besándome el culo, es una sensación que me hace estremecer y quedarme lista para lo que sigue por ahí.

Bob, cada vez que podía se agarraba su bulto y me lo enseñaba, recordándome que quería cogerme desde la mañana y yo me acordaba lo dura y rica que se le pone. Para este tiempo, ya le había mamado la verga a Bob y me encantaba que la tenía muy venosa.

En algún momento del juego el hermano grande, Stan, me agarró por atrás para "salvarme" de que me cayera, pero casualmente sus dos manos quedaron en mis dos chichis y no conforme con esto las apretó para sentir su consistencia.

En otro momento, el hermano menor me tenía agarrada desde atrás por la cintura para que yo no me pudiera escapar, mientras tanto yo me movía queriendo escapar, pero en el intento sentí en mis nalgas algo duro y grande, su miembro, a lo que respondí con más movimiento restregándole mi culo en su verga, el se pegaba más y yo le entregaba mis nalgas.

Pues entre juego y juego, me dieron ganas de ir al baño, así que me salí de la alberca y me fui al baño que estaba en la parte de atrás. En el camino, me encontré a Julián y a la hermana cogiendo en serio y sin quitarse los trajes de baño.

Ella recargada sobre un mueble de toallas, Julián se la metía y sacaba muy rápido y fuerte. ¡Ella era delgadita, se veía la parte de abajo de su bikini de lado para darle oportunidad a que Julián metiera su verga, el traje de baño de el estaba hasta las rodillas y la verga y los huevos de fuera, se veía delicioso! Hasta se me antojaba chupárselos mientras el seguía cogiendo. La parte de arriba del bikini solo le había sacado las chichis y en la posición que estaba se le veían colgando como campanas en lo que Julián hacia su trabajo.

De repente, Julián sacó la verga del sexo de ella y se empezó a venir, mojando sus nalgas, su espalda y embarrando con su verga su semen en la piel de ella, el seguía jalándosela y pasándosela por las nalgas y espalda.

Si, me quedé muy cachonda, regresé a la alberca y los vi observándome caminar, no quitaban la vista de mis chichis y de mis piernas, yo me jalaba el traje de baño hacia arriba dejando claramente marcada mi raja y mi clítoris, que también ya estaba erecto. Vi que los dos hermanos se estaban agarrando la verga bajo el agua. En ese momento me hubiera gustado cogérmelos a los dos.

Yo seguía muy caliente, así que le hice señas a Bob y mientras él se salía de la alberca me agaché a secarme los pies dejando que vieran en todo su esplendor mis nalgas, mientras el traje de baño estaba metido en mi culo, ya que me lo había jalado hacia arriba.

Finalmente, Bob llegó y me dio la mano y nos fuimos directo a los baños de la alberca.

Llegando al baño cerramos la puerta y rápidamente se la saqué y ya estaba muy dura como me lo había imaginado y las venas en su tronco se veían hermosas, el me bajó los tirantes del traje de baño, dejó mis chichis de fuera y colgando y empezó a besármelas y a lamerlas, mientras yo se la empecé a jalar fuerte, yo estaba muy caliente de haber visto a Julián cogiendo con la hermana, el me bajó el traje de baño y yo me hinqué para mamársela y saborear esa verga que tanto me gustaba, después de un rato me puso una toalla en el piso del baño y me puse de perrito para que pudiera meter ese tronco, de una sola vez hasta el fondo. Cuando iba a entrar, le pregunté por el condón y me contestó, "no traje".

Así que me paré, me arreglé el traje y le dije lo siento, pero sin condón no hay juego, me salí un poco molesta y pensando, “a este pendejo que le pasa”, yo estaba muy caliente.

Al llegar a la alberca me recosté en el camastro, excitada, agitada y molesta, tomé agua, cerré los ojos…

¿En eso escuché a Stan – ¿estás bien? ¿necesitas algo? te veo enojada.

– Si, creo que es el sol y la falta de agua

– Estás súper quemada de la espalda, ¿te pongo protector?

– Si. No dije nada más.

Y ahí estoy, excitada, boca abajo, enseñando nalgas y con unas deliciosas manos recorriendo mi cuerpo con doble intención, inmediatamente mi cuerpo caliente y mi vocación de puta hizo que me olvidara rápidamente de mi enojo y pensara otra cosa: su mano entre mis piernas, hasta mi sexo, sus dedos adentro, su otra mano en mis pechos, su verga fuera junto a mi boca pidiendo mámame!

¡Ay! Pura imaginación de niña caliente!!

En eso nos llamaron a comer, todos nos preparamos para ir a la terraza donde estaba la mesa puesta.

Me senté, y Stan se me quedó viendo el pecho que ya estaba bronceado, lo dejé mientras agarraba mi vestido, se me "cayó" sobre él, y cuando lo agarré lo hice con todo y lo duro que me encontré, él se río, yo también…

Ya en la mesa me senté lejos de Bob y cerca de Stan, comimos y disfruté ver cómo la traían parada los 3, terminamos de comer, la hermana dijo que se iba a bañar, los papás organizaron una cascarita de tochito y se fueron a jugar, menos el hermano chico que andaba lastimado de la rodilla.

Nos quedamos del lado del bosque, arriba, viéndolos a la sombra de un árbol.

Platicamos de como estábamos pasando el día, muy divertidos, de nuestros novios y me dijo, qué suerte tiene tú novio con ese cuerpazo que tienes. Mi novio de esa época es ahora mi esposo.

– Le respondí, muchas gracias

– Me dijo, hoy me voy a masturbar pensando en ti

– Que rico, quiero ver

– ¿Siii?, No podía creer lo que le dije.

Se puso a un lado, donde le tapaba un árbol, se la sacó y me la enseñó, una verga grande como la de su hermano mayor, supongo que el papá también la tenia grande.

– me dijo, mira cómo me tienes

– le contesté, ¿y que sigue?

En ese momento se la empezó a jugar, a moverla, a “enseñármela”, estaba larga y delgada, se la empezó a jalar, ¡¡no mames!!, ¡¡que rico verlo!!

– Me pidió que le dejara ver mi culo, “show me your ass”

Me puse de nalgas y me subí el traje para que las viera bien.

– Cumming! Cumming!

¡Así que lo vi y empezó a chorrear como fuente! Me mojó los pies y la pierna… mas… otro poco… se la soltó, le colgaba, la agarré y me la metí a la boca para limpiarla del semen que tenía embarrado. Literalmente, me la comí y se la dejé bien limpia, el se la guardó. Me dio su toalla para limpiarme la pierna y bajamos con los demás.

Después del partido de fútbol, nos fuimos a bañar. La hermana me dejó el baño de su recámara.

Cuando estaba saliendo de la regadera llegó Stan, ni permiso pidió, entró y cerró con llave, se acercó, me abrazó, me besó, me agarró las nalgas.

Vi en el espejo mi cuerpo desnudo y él a medias, bajé mi mano para tocar, ¡¡duro, muy duro!!

Se bajó el traje de baño.

¡Ahí estaba, grande y rico, me lo había imaginado y antojado todo el día! No me quedó mal.

¡¿Y que creen?!

Pues sí, me hinqué y me acerqué…

El me la acercó y yo abrí la boca, la puso sobre mi lengua, la abracé con los labios.

Y empezamos a movernos… mmmm… suave, a ritmo, despacio, fuimos acelerando, fue entrando más, mis manos sobre sus muslos para controlar su ímpetu.

La sacó y me dio sus huevos, los chupé también, se la jaló un poco y entró de nuevo a mi boca, a movernos juntos.

Sentí que se aceleraba y lo saqué.

Entonces me levantó, me volteó de espaldas contra el lavabo y me la puso entre las nalgas.

– le pregunté, ¿tienes condón?

– y me dijo no, pero tranquila, no voy a entrar

Me agarró de las chichis, y empezó a frotar su verga entre mis nalgas, rico, como si estuviéramos cogiendo, cada vez más rápido, cada vez más fuerte.

Yo disfrutando en el espejo de frente, y disfrutando por atrás también.

Su cara de excitado.

Sentí caliente y mojado en toda la espalda baja, su respiración acelerada, bajó el ritmo, bajó la fuerza.

Se recargó en mi espalda.

– “¡the best ass I have seen, and your mouth… unique!”, como les he contado, me encanta mamar vergas y que se vengan en mi boca.

Se paró, se subió el traje de baño y se salió.

Me enjuagué de nuevo y me cambié.

Antes de salir del baño me vi al espejo, "Estas muy buena…"

Salí del cuarto de la hermana ya arreglada y con mi maletita.

Bajé y estaban organizando juego de cartas.

Me senté a la mesa y Bob se sentó junto a mí, yo ya había tenido lo que quería, así que ya no estaba enojada con el. En cuanto pudo me agarró la pierna, sonreí, yo traía shorts.

Se acercó y me dijo, ya vi cómo anda este par viéndote y queriendo cogerte.

– No creó

– Seguro! Se les notaba la verga parada!

– Le contesté, no creo, ya les quité las ganas

Se quedó callado, quieto, no me dijo nada, me vio, me reí con cara de cómplice.

– Really?

Hice gesto de "si".

– fíjate bien…

Entonces volteó a verlos, como analizando su cara.

Y si, ahí estábamos.

Todos con miradas de cómplices y al mismo tiempo cada quien en lo suyo, la hermana con el amigo en otro canal.

Bob se dio cuenta que sí, que algo había pasado… con uno… con los dos… y me volteaba a ver y yo sonreía, también cruzaba miradas con Stan y nos sonreíamos, Bob se daba cuenta y me acariciaba y apretaba la pierna entre "me molesta y me gusta, no lo puedo creer".

El hermano chico se paró por refrescos, traía unos pants

– míralo bien, ya no sé le nota…

Ya no la traía parada, Bob no sabía si verme a mi o a el.

Y así pasó la tarde, a Bob se le ponía más dura mientras más cuenta se daba de lo que había pasado.

– ya no aguanto las ganas, me dijo

Fue el baño como tres veces, creo que a acomodársela, creí que en algún momento se iba a masturbar y a venir, pero no, porque regresaba duro de todas formas.

El en mi pierna, yo en su entrepierna.

¡Hora de irnos! Nos paramos, nos despedimos, beso en la boca al hermano chico, Bob nos vio, ¡y al coche!

¡Obvio Bob moría de ganas! En el coche no dejó de tocarse, enseñándome, pero nos portamos bien.

Ya en casa nos fuimos a dormir.

Me preparé.

Llegó en cuanto se apagaron las luces, enseñándome lo que tenía para mi.

Yo también estaba lista, completamente desnuda bajo la sábana.

Cerró con seguro, se quitó la pijama, yo me destapé y me puse en posición de juego.

Me dio duro, delicioso, yo también estaba muy mojada.

Fuerte, rápido, al suelo, en silencio, recién bañados, olor a sexo… jadeos, orgasmos, mi espalda mojada… su verga sobre mis nalgas descansando.

Nos paramos, me limpió, se vistió, me meto a la cama, se va, me duermo con el cuerpo cansado y feliz.

¡Que delicioso día!

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