Verán, las cosas con mi vecino favorito iban muy bien; cuando estaba en casa me cogía en cualquier momento y lugar que se le antojaba y cuando no lo estaba siempre me daba órdenes, ese hombre me convirtió en una perra en celo, solo era escuchar su voz o recibir un mensaje suyo para que yo tuviera el coño mojado y los pezones erguidos, ese hombre me enloquecía y no había nada que me gustará más que tener toda su verga bien dentro de mí.
En ese desenfreno sexual fueron pasando los días, una vez, luego de coger, nos estuvimos contando más de nuestras vidas, no se confundan, el sexo que teníamos era duro y salvaje, pero también había momentos de intimidad en donde nos abrazamos y nos contábamos de nuestro día.
Le conté de mi historia con mi exnovio y mi prima, que traicionaron mi confianza, que los descubrí en mi propia cama, nunca pidieron disculpas, se quedaron embarazados y tuvieron el descaro de invitarme a su matrimonio.
Antonio no se podía creer que hubieran tenido tal desfachatez, le parecía impensable, por eso le mostré la invitación, que tiempo atrás, me habían hecho llegar.
-Hermosa, no me lo puedo creer…
-El descaro no conoce límites.
-Eso parece, mira la fecha; aún no ha pasado el matrimonio, ¿Has pensado en ir?
– De ninguna manera me apareceré por allá para ver a la feliz pareja jurarse amor eterno, ni hablar.
– Y, ¿si te digo que yo te acompaño, que la vas a pasar genial y me voy a encargar de todo?
-Lo podría pensar, pero no sé…
-¿Tienes algo más que hacer el próximo fin de semana? Podríamos pasarlo juntos, alquilaría la mejor habitación del hotel y te prometo todos los orgasmos que quieras.
-¿Todos los orgasmos que yo quiera?
-TODOS.
-Me convenciste, pero si no me siento bien en algún momento, me tienes que sacar de allí y llevarme a la habitación para cogerme hasta que se me olvidé todo.
-Perfecto, es un trato. No te preocupes por nada, yo cuidare de ti, me encargaré de todo, no vayas a comprar un vestido para la ceremonia, también me ocuparé de eso.
-Está bien, es un trato.
Así fue, Antonio se ocupó de todo, compro los tickets de avión, reservo la mejor habitación del hotel en donde se iba a hacer la recepción, compro mi vestido (aunque no me lo dejó ver), saco turno con el mejor estilista de la zona y hasta compro el regalo para los estúpidos, digo, para los novios.
Se llegó el día, hicimos maletas y salimos al aeropuerto, cuando llegamos me estaban esperando mis padres, yo no les había dicho que iba a asistir a la boda, pero Antonio se había comunicado con ellos y había organizado un almuerzo.
El matrimonio se realizaría en un hotel lujoso que está a las afueras de mi ciudad natal, estaba bastante apartado pero tenía espacios hermosos, la ceremonia sería en la capilla de este hotel el sábado por la tarde, así que nosotros llegamos el viernes para aprovechar al máximo el tiempo.
El almuerzo fue muy bien, mis padres estaban encantados con Antonio, un sentimiento que yo también compartía. Poco antes de irnos me llegó un mensaje de mi vecino favorito, "Quítate las bragas" decía, para ser honesta no me sorprendió, así que como una niña obediente, fui al baño y me quite las bragas; estaba usando un hilo muy pequeño rosado, que ya estaba mojado por mi excitación anticipada.
Llegue a la mesa y, discretamente, le entregué mis pantys, el las tomo en sus manos y se las llevo a la nariz con una sonrisa en la cara, casi me desmayo de la impresión, ¿Como era posible que hiciera eso delante de mis padres?, para mi alivió ellos no se dieron cuenta de nada. Yo ese día llevaba un vestido corto con estampado de flores rosas porque estábamos en verano, así que Antonio aprovecho mi corto vestido para poner su mano en mi entrepierna, no sé cómo se las arregló para hacerlo y seguir hablando tan normalmente con los demás, al cabo de unos segundos me llegó otro mensaje de el: "Estas muy mojada putita", solo pude reprimir un gemido al leerlo.
Así que allí estaba yo; sin bragas, mojada, con una mano en el coño y temblando de excitación, todo esto frente a mis padres, gracias a Dios mi madre dijo que se tenían que ir. Así que nos despedimos y cada quien tomó su camino.
Nosotros decidimos ir a ver algunos lugares de la ciudad, Antonio cada vez que tenía la oportunidad volvía a masajear mi clítoris o mi culo, o me hacía tocar su verga dura con cualquier parte de mi cuerpo, estuvimos calientes toda la tarde.
Al final del día, tomamos el carro que habíamos alquilado y nos dirigimos al hotel, ambos seguíamos excitados, y Antonio seguía tocando me en cada semáforo en rojo, me estaba enloqueciendo, en algún punto le dije sin pensar "ya cógeme, por favor", y el se lo tomo muy literal, se desvió a una calle muy poco transitada y después de unos minutos paro.
-Te voy a coger ahora, en la calle, desnuda.
Al principio no reaccione, pero él me seguía mirando con tanta lujuria que decidí empezar a quitarme el vestido, luego el brasier, así quede totalmente desnuda en el auto.
El salió y camino hasta la puerta que estaba a mi lado, la abrió y me tendió la mano, yo la tomé temblando de excitación, me llevo a la parte frontal del auto y me subió en el, me hizo abrir las piernas lo más que pude y se alejó unos metros para contemplar su obra. Él seguía alejado cuando se sacó la verga y empezó a tocarse, ese hombre me estaba matando, no me había tocado y ya me tenía gimiendo y con el coño chorreante.
-Por favor Amo, cógeme.
-Mi putita, solo tenías que pedirlo…
El se acercó como un animal en celo, metió toda su verga dentro de mi sin ninguna resistencia, mis gemidos llenaron la noche y me deje llevar, solo era consciente de su verga entrando y saliendo, de sus manos en mis tetas y su boca mordiendo mi cuello, me perdí tanto en eso que solo fui consciente del carro que venía cuando nos pasó y algunas voces gritaban felicitaciones a Antonio mientras seguían de largo.
Esa situación me puso más caliente si cabía, enterré mis uñas en su espalda, quería tener esa verga bien clavada en mi interior, mientras nos besábamos y recorríamos cada rincón de nuestros cuerpos, unos minutos más tardes llegamos los dos al mismo tiempo a un extraordinario orgasmo, tanto que Antonio me tuvo que ayudar a bajar y subir al auto, mis piernas temblaban demasiado. Antes de llegar al hotel, como pude, me puse el vestido, hicimos el registro y nos dispusimos a dormir.
Al día siguiente lo desperté con una mamada, como ya era costumbre para nosotros, desayunamos y fuimos a dar un paseo por los alrededores del hotel, era un lugar enorme, había sitios muy lindos y algunos muy escondidos, mientras estábamos en uno de estos sitios besándonos profundamente y acariciando la verga de mi Amo sobre su ropa, recibió una llamada; era el estilista que venía a maquillarme.
Fuimos a recibirlo, me sorprendió que el estilista llevará tantas personas para que lo ayudará, pero cuando vi a mi mamá pude entender un poco, Antonio la había invitado para que también la maquillaran, aunque seguían siendo demasiadas personas, luego me explicaron, no me iban a hacer un simple maquillaje, también era un día de spa, nos hicieron masajes, depilación, limpieza facial y un largo etcétera.
Como empezamos tan temprano no tuvimos oportunidad de toparnos con ninguno de mis familiares (a parte de mis padres) y como tampoco había confirmado mi asistencia, nadie sabía que yo estaba ahí.
El tiempo pasó y llegó la hora de que nos maquillaran y peinaran, hasta de eso se encargó Antonio, el hablo con el estilista y le dio instrucciones de cómo quería que yo quedará, me hicieron un maquillaje muy sobrio en donde resaltaban mis labios rojos, el peinado fue un semi recogido, que dejaba ver mi rostro pero también dejaba parte de mi cabello suelto, finalizaron el peinado con una diadema de delicadas flores de donde salían cascadas de perlas transparentes y brillantes.
Enseguida salió Antonio y dijo;
-No pongas esa cara, ese accesorio hace juego con el vestido…
Tenía en sus manos un vestido blanco, hecho con una tela de patrones de flores y con las mismas perlas transparentes y brillantes de la diadema. Era largo, con un escote profundo, la espalda solo la cubría dos tiritas de tela que se unían al frente del vestido y tenía una abertura en la pierna tan alta que no pude usar pantys y esto lo complemento, con unos zapatos de tacón rojos, tan altos que me faltó poco para estar de su misma estatura.
-Wow, ese vestido es ultra blanco, no puedo usarlo, es hermoso, pero es inapropiado.
-¿Te pareció apropiado que tu exnovio y tu prima, que era como una hija para mí, traicionaran tu confianza, que estén esperando un hijo y que además te invitaran sin ningún remordimiento a su boda? Creo que es más apropiado que tú uses blanco a que lo usé ella.
Las palabras de mi mamá me sorprendieron, sabía que estaba disgustada con mi prima, pero no sabía que estaba tan herida.
Todos en la habitación me alentaron a usar el vestido, incluso las personas que nos ayudaron a estar listas, así que decidí hacerles caso, me probé el vestido con todos los accesorios; estaba espectacular, eso si, de no ser por los demás accesorios y que el vestido indudablemente era muy caro, me hubiera visto vulgar, pero estaba en el balance perfecto entre elegante y sexy, a pesar de no estar usando ropa interior.
Mis padres se adelantaron a la ceremonia y nos avisaron cuando está empezó, Antonio y yo entramos justo cuando acabaron de tocar la marcha nupcial, no sé de dónde mi Amo consiguió una única rosa roja, pero me la entrego y entramos tomados de la mano, mientras que con la otra yo sostenía la rosa, hasta los puestos que nos habían separado mis padres, puestos que estaban muy cerca de los novios. Mientras caminabamos se escuchan murmullos, las personas no sabían que estaba pasando, algunos se preguntaban se era una boda doble. Yo estaba espectacular con mi vestido blanco, pero Antonio no se quedaba atrás, llevaba un smoking negro, estaba impecable, con la barba recortada y su pelo arreglado y ese aroma tan característico de él, el solo verlo aceleraba mi corazón y mojaba mi coño.
Mi prima y mi ex, estaban con la boca abierta, no podían creerlo, antes de sentarme les di una mirada a cada uno y guiñe un ojo, fue lo más cliché que pude hacer pero sus reacciones valieron la pena, me ex se puso pálido y mi prima estaba roja de la furia, tuve que controlarme para no reír a carcajadas.
-¿Lo disfrutaste? Pregunto Antonio.
-Lo disfrute casi tanto como cuando tengo tu verga dentro…
-Entonces lo disfrutaste mucho, mi amor. Dijo mientras acariciaba toda la longitud de mi pierna que los buenos modales le permitían.
La ceremonia transcurrió con normalidad, salvo en algunos momentos en donde el novio o la novia me miraban de más, cuando el padre pregunto si había alguien que se opusiera, los novios me voltearon a ver fijamente, yo solo pude sonreír, en ese momento, como si lo hubiéramos ensayado, Antonio y yo nos miramos y nos besamos.
La ceremonia acabo y todos nos fuimos a la recepción, saludamos y hablamos con mucha gente antes de que los recién casados llegarán.
Cuando llegaron empezaron con los discursos, hablaron mis tíos y mis ex suegros, hablaron sus amigos y luego preguntaron si alguien más quería dar unas palabras.
Así que yo tomé el micrófono, tuve que volver a reprimir una carcajada por las caras que hicieron los recién casados al verme tomar el micrófono.
Comencé diciendo; estoy muy feliz, porque estás personas están comenzando una nueva vida juntos, porque después de mucho buscar se pudieron encontrar, y buscaron mucho, ustedes me entienden, pero por fin encontraron su complemento perfecto, no puedo imaginar otras dos personas tan compatibles, que se merezcan tanto el uno al otro, porque créanme, se merecen, son tal para cual, solo espero que el universo les devuelva todo lo que le han dado a los demás. ¡Que vivan los novios!
Los asistentes, no sabían muy bien como reaccionar, solo atinaron a dar unos aplausos descoordinados.
Eso no me quito todo el dolor por el que pase, pero si lo disfruté bastante.
Al transcurrir la noche los ánimos se subieron, las personas empezaron a bailar y disfrutar.
Mi papá me invitó a bailar y Antonio hizo lo mismo con mi mamá, luego de estar un rato en la pista, me exnovio, ya bastante tomado, prácticamente me arranco de los brazos de mi padre para que bailará con él.
-Estas preciosa.
-Siempre lo he estado.
-Tienes razón, pero hoy estás deslumbrante, verte con ese vestido me hace recordar todas las veces en las que me imaginé ir al altar contigo.
-Que lástima que la memoria te falló cada vez que te cogiste a mi prima.
-Eso fue un error, tú lo sabes.
-Un error que repetiste muchas veces, y que falta poco para que llegue a este mundo.
-Pero un error al fin y al cabo, yo a la que quiero es a ti.
No sé qué espíritu poseyó a mi exnovio, porque a partir de esa frase, intento meter sus manos bajo mi vestido, todo frente a la mirada incrédula de su recién y embarazada esposa. Yo no quería hacer un escándalo, por eso intentaba quitarme lo de encima lo más discretamente posibles, pero ese hombre no me dejaba en paz, gracias al cielo Antonio apareció.
-Ya es hora de que bailes conmigo. Dijo apartando a mi ex.
-¡Oye! Primero pide permiso, que ella está bailando conmigo.
-El no tiene que pedirle permiso a nadie, pues, yo le pertenezco.
Dicho esto lo dejamos en medio de la pista de baile mirándonos fijamente.
Antonio me llevo a una parte de la pista de baile más oscura.
-Me encanta que le hagas saber a los demás que eres mía, que me perteneces.
-¿Como no lo voy a hacer? Si me encanta ser tuya.
Empezamos a bailar sensualmente, no nos importo que nos estuvieran mirando, él tenía una mano en mi culo y la otra en mi espalda, presionandome fuertemente contra él, yo tenía mis manos alrededor de su cuello, pero lo que me estaba enloqueciendo, era su rodilla en mi entrepierna, esa rodilla se abría paso por la abertura del vestido, y masajeaba mi clítoris, a veces fuerte y a veces suave.
-Si sigues así, vas a tener que cogerme aquí y ahora, ni siquiera me importa que mis padres lo vean.
-Mmmm tentador, pero me temo que si hacemos eso vamos a terminar en la cárcel, pero tengo una mejor idea.
Sin dejar de tocarme el culo, me llevo por los diferentes pasillos del hotel, paramos frente una habitación que tenía como nombre "suite nupcial".
-Si está abierta te cojo aquí, puta hermosa.
Y si, estaba abierta, dentro estaba decorado con pétalos de rosa, había fresas con crema, champagne y una nota deseando felicidad a la pareja de recién casados.
-Mi perrita, tú sabes que yo cumplo mis promesas.
Me tomo en brazos, como cuando estábamos en la pista de baile, pero esta vez sus movimientos eran más bruscos, me cogía las tetas, el culo, me halaba el cabello para darme un beso profundo y con lengua y su rodilla no dejaba en paz a mi clítoris.
-Mi puta caliente, me tienes el pantalón mojado con tu excitación.
-Amo, eso es enteramente tu culpa.
-Tambien va a ser mi culpa que salgas de aquí con el culo rojo y bien follada.
Me hizo ponerme en cuatro sobre la cama, subió mi vestido, me empezó a azotarme el culo fuertemente, a veces metía dos o tres dedo en mi coño, pero él seguía dando nalgadas, solo hasta cuando mi humedad empezó a caer en la cama, fue que mi Amo decidió que era momento de llenarme el coño de verga, estaba disfrutando mucho, ese entra y sale de la polla dura, larga y gruesa que tenía mi Amo, di un chillido de placer cuando sentí que iba metiendo un dedo en mi ano, luego otro y luego otro. Cuando de repente se escucharon voces, eran personas discutiendo, específicamente, era mi prima y mi exnovio.
-Como es posible que me hicieras esto, que ella me hiciera esto, debiste sacarla nada más la viste, pero no, solo te la quedabas viendo como un estúpido.
-¿Que podía hacer? NADA. Yo no te hecho nada.
-Te parece poco ir a hablar con esa zorra, seguro te quiere reconquistar, esa puta roba maridos, debi sacarla de mi matrimonio de inmediato, pero te tenía que hacer caso a ti, ¡Por Dios, hasta se puso un vestido blanco!
-Ella se veía muy bien, y no hizo nada malo, solo la fui a saludar, eso es todo. ES-TO-DO.
-De esa perra puedo esperar cualquier cosa.
Mientras está conversación se daba, mi Amo me pregunto si quería seguir o si parabamos.
-Quiero seguir, no se te ocurra sacar esa verga y esos dedos dentro de mi, quiero que me cojas más duro, quiero que me hagas venir.
Mi Amo cumplió mis deseos, siguió clavándome profundamente su verga y sus dedos, sus embestidas eran cada vez más fuertes, me iba a venir y mi Amo también. Instantes antes de que llegáramos al clímax, los recién casados entraron en la habitación, mi querida prima profirió un tremendo grito de incredulidad y en ese instante me Amo me dio una descarga de semen tan fuerte y abundante que me hizo venir de inmediato, el semen de mi Amo salía de mi vagina manchando las sábanas blancas de la cama.
-Pero que está pasando aquí, prima, como pudiste hacerme esto, que asco, estas enferma.
-Ajajaja No es para tanto, fue un ojo por ojo, tu saliste ganando porque está no es tu cama y este no es tu novio.
Mi exnovio se había quedado mudo, mientras Antonio y yo íbamos saliendo de la habitación le dije:
-Cariño, así es como se ve un orgasmo femenino.