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Amor y deseo (I): Una vida nueva
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Tiempo de lectura: 9 minutos

No recuerdo como llegué ni como sucedió el accidente, solo sé que desperté en la cama de un hospital después de doce horas de quedar inconsciente, al abrir los ojos estaba rodeado de media docena de personas con batas blancas, desconocía que estaba sucediendo y salí del shock cuando uno de ellos grito.

– ¡ya despertó! Avisen a su familia.

Una mujer vestida de blanco supongo que enfermera salió en busca de ellos, aun aturdido y sin saber nada vi entrar a mi familia, primero mi madre y después mi hermana, ellas lloraban pero con cara de felicidad por verme despierto y con vida, al no recordar absolutamente nada yo seguía sin entender, cuando mi mama se agacho para darme un abrazo y mil besos, yo trate de incorporarme para recibirla y no pude, quise extender los brazos y flexionar las rodillas pero no respondían y comencé a asustarme, pregunte que estaba pasando y mi familia de hombros encogidos dijo.

– no te asustes, están haciendo estudios para saber que sucede.

-Pe… pero ¿porque no puedo moverme? ¿qué pasa? ¿Qué fue lo que me paso?, mi hermana respondió.

– ¿Qué te paso? Solo sabemos que una ambulancia te trajo hasta aquí inconsciente, ¿Qué pasará? Aun no lo sabemos, los doctores no lo saben todavía, te han hecho estudios tras estudios y muchas pruebas y se reúne un grupo de médicos y solo nos dicen que esperemos y que esperemos pero parece que al fin darán un informe hoy al medio día, tu solo piensa en que pronto te recuperaras y podremos volver a casa.

Yo estaba realmente asustado, cuando sacaron a mi familia, nuevamente el grupo de personas en bata blanca quienes realmente eran especialistas en varias áreas y algunas enfermeras, uno de ellos dijo.

– te vamos a realizar una exploración

Y removiendo la sabana que me tapaba tomo un instrumento que parecía un martillo pequeño y en el otro extremo tenía una punta, solo alcance a ver que lo volteo con la punta y me dijo.

– cierra los ojos y responde, ¿que sientes aquí?

Y en mis adentros pensé, aquí en donde, nada doctor le respondí mientras el recorría partes de mi cuerpo sin yo saberlo.

– ¿y aquí?

Nada volví a responder, el continuaba.

– ¿y aquí? Pregunto otra vez.

-Un poco doctor le conteste mientras alguien más de su equipo hacia anotaciones de mis respuestas y así continuo pasando el aparato por mi pecho y seguía subiendo, recuerdo que mientras más subía mis respuestas eran positivas y así continuo hasta llegar a mi cabeza donde la sensación del aparatito era más intensa, al terminar la exploración salieron dejándome solo, se preparaban para el esperado informe del medio día, llegada la hora sin yo estar presente se reunieron con mi familia afuera de mi cuarto de Hospital, yo alcanzaba a ver algo desde adentro porque había una ventana que daba al pasillo, los veía pero no escuchaba nada, no podía mover mi cabeza pero desde esa posición veía lo necesario como para notar cuando mi mamá se llevaba las manos a la cabeza y mi hermana volteo a verme, ambas soltaron en llanto, los doctores se retiraron y mi familia entro a verme ya con el rastro borrado de que habían llorado, ¿Qué sucede? Díganme ya de una vez, mi mamá y mi hermana no podían pero tenían que hacerlo.

– tienes una parálisis en tu cuerpo, es por eso por lo que no puedes moverte y no sientes nada pero ya no tarda tu doctor y él te explicará de mejor manera.

Entro el doctor que tenía asignado mi caso, me saludo y dirigiéndose a mí, dijo:

– Con los resultados de la tomografía, las radiografías y la exploración física, concluimos que tu parálisis se debe a una lesión en la medula espinal, es una lesión alta a la altura de tu cuello y por esa razón has perdido tus facultades físicas como lo son el movimiento y el control para vaciar tu vejiga, los daños ocasionados por esto y sus secuelas son muy severos y por el momento todo indica que no volverás a caminar.

Escuche lo suficiente para derrumbarme y ponerme a llorar, mi familia me abrazo y lloramos juntos, yo sin esperanza alguna, una enfermera interrumpió para decir.

– debemos comenzar el entrenamiento para la familia, desde como movilizar a su paciente, como bañarlo y el cateterismo intermitente que no es otra cosa que introducir una sonda en la uretra para vaciar la vejiga.

Y así fue y debía ser, entrenaron a mi familia para saber cómo atenderme, en los días posteriores mi madre y hermana se turnaban para cuidarme, en la noche se quedaba alguien conmigo, en el día por igual ayudándome a cubrir mis necesidades, tenía autorizado el cuidado familiar las veinticuatro horas del día, regrese de nuevo a ser un bebe, me bañaban, me secaban, me ponían un pañal y la bata y hasta debían ayudarme para orinar, mientras mi madre y hermana se ocupaban de mí, por el riesgo que la ciudad representaba mi mamá me cuidaba por las noches y mi hermana debió dejar sus estudios universitarios para cuidarme durante el día, me resultaba muy extraño y me daba pena que ella tuviera que auxiliarme para asuntos tan personales, pero como lo dije anteriormente regrese nuevamente a ser un bebe, debo suponer que a ella le pasaba igual pero era demasiado bondadosa ante esta situación.

Una mañana llego un camillero a decirle que me tocaba baño, el me paso a una camilla de acero con agujeritos como de coladera, al parecer era especializada para el baño, una enfermera junto con mi hermana me llevaron a un cuarto frío y solitario que tenía una regadera de teléfono y ahí le enseñarían como debía de asearme, como enjabonarme, como tallarme y la manera de limpiar mis genitales, no olvido cuando me retiraron la bata y quede desnudo, me avergoncé demasiado, era la primera vez que me mostraba sin ropa ante una desconocida y mi hermana, que bochornoso momento, voltee a verla a ella y su pudor le dificultaba voltear a ver mi cuerpo desnudo, o tal vez no el pudor pero la situación de parentesco lo complicaba, sin mirarme directamente y con la mirada abajo atendía las indicaciones de la enfermera, enjabono mi cabello, bajo por el pecho, los brazos, mi abdomen y seguiría con la zona de mi sexo, el peor momento fue cuando la enfermera le dijo.

– baja el prepucio y deja descubierto el glande para lavar perfectamente bajo la piel, solo voltee los ojos para no ver, mi hermana se acercó y con las manos temblorosas tomo la piel que envolvía mi pene y con cuidado descubrió la cabeza, al hacerlo su nerviosismo aumento y tiro el jabón, al recuperarlo comenzó a asearme delicadamente, vertió agua sobre mi glande y con mucho cuidado lo enjabono, todo lo hacía al tacto con la mirada hacia arriba, en ese momento me di cuenta que yo no sentía nada de lo que mi hermana me hacía, entonces me preocupe pero no mostré mi angustia, de regreso a mi cuarto el camillero esperaba para volverme a pasar a la cama, en cuanto estuve seco y listo, la enfermera dirigiéndose a mi hermana le dijo.

– importantísimo vaciar la vejiga del paciente cada cuatro horas es de suma importancia, no hacerlo a tiempo eleva su presión arterial pudiendo ocasionar un daño cerebral serio.

Acto seguido me voltearon sobre mi costado y le instruyo.

– toma un guante y póntelo, este es gel lubricante y esta una sonda, coloca un poco de gel en el dorso de tu mano, ahora baja la piel de su pene para descubrir el glande, vez ese agujero, es la uretra, con sumo cuidado introduce la sonda y cuando queden de fuera unos diez centímetros, la orina comenzara a salir y entonces te detienes, espera a que termine de salir la última gota, retiras poco a poco la sonda y vuelves a limpiar la zona,

Una vez más dependía del sacrificio de mi pobre hermana, torpemente se colocó los guantes y puso lubricante en el dorso de su mano, nuevamente se vio forzada a manipularme el pene, bajo mi piel y lo sostuvo, con mucho nerviosismo, con la sonda trato de atinar al agujero de la uretra y cuando lo logro debió sostener mi miembro con firmeza para introducir la sonda, una vez más solo pude confirmar que ante tanta manipulación yo no alcanzaba a sentir nada.

Tras 30 días de hospitalización y docenas de estudios clínicos, el diagnóstico no cambiaba, solo la parálisis en piernas y brazos detectados desde el primer momento de mi ingreso, yo postrado en la cama entendía muy poco, a través de la ventana veía que continuamente médicos y mi familia se reunían en el pasillo para hablar de mi estado, siempre que había ese tipo de reuniones o informes mi familia volteaba triste hacia donde yo me encontraba, yo no podía escuchar nada, pero me imaginaba que no se trataba de nada bueno.

El tiempo seguía su marcha, yo mejoraba pero solo en mi estado de ánimo, ya me sentaba en una silla de ruedas prestada y había dejado la cama y eso me hacía sentir bien, físicamente aún no se veía ningún avance, pero en uno de esos días mi medico asignado pidió reunirnos para hablar con los tres, mi hermana, mi madre y yo, y así fue, en mi cuarto de hospital comenzó diciendo.

– el caso del paciente es un caso complicado, ustedes han visto la evolución y ha sido lenta si no es que nula, la verdad es que las lesiones en la medula espinal no tienen cura, es decir son irreversibles, en España hay investigaciones muy avanzadas mediante un método que se llama tratamiento con Células Madre, se han realizado pruebas en animales y finalmente en dos humanos, los cuales recuperaron todas sus facultades físicas, es decir volvieron a caminar nuevamente, este método aún no ha sido avalado por la Organización Mundial de la Salud pero por ahora es todo lo que hay,

Yo casi saltando de gusto le dije pues probemos doctor, no me importaría servir de conejillo de indias a lo que respondió.

– espera un poco, no es tan sencillo.

¿Cómo? ¿Por qué? A que se refiere doctor, el respondió nuevamente.

– Bueno además de que el tratamiento está en una fase experimental, es el procedimiento llevado a cabo el que complica en algunos pacientes y sus familias la obtención de las Células Madre, para que puedan entenderlo (primeramente, es la manera en que debe hacerse y en segundo lugar, de quien deben obtenerse esas células que generalmente es lo que dificulta iniciar el procedimiento).

-Pues explíquenos doctor, ¿Qué puede ser tan malo?, el doctor tomo aire diciendo.

– está bien, están preparados todos.

Vamos doctor que me está asustando.

– está bien pongan atención, las células Madre que necesitamos para aplicar el tratamiento con su paciente, solo pueden provenir de la mezcla de ADN entre el paciente y un familiar directo, el producto de esta mezcla será el donante de quien se sustraigan las células que necesitamos para iniciar el procedimiento.

Todos volteamos a vernos sin entender nada, absolutamente nada, doctor podría explicarnos de manera más sencilla.

– tienen razón perdonen, las células de las que tanto he hablado solo deben obtenerse de la mezcla de tu ADN que es en quien serán implantadas y el de tu hermana, es decir tu hermana debe embarazarse de ti y será él bebe producto de ambos quien done las células madre con el código genético que necesitamos.

Ahora todo fue más claro pero todos quedamos sorprendidos y absortos, cada palabra que nos dijo sonaba tan extraño, fue mi madre la que rompió el silencio preguntando.

– pero doctor como puede sugerir eso, de hecho es algo antinatura, como puede siquiera llegar a pensarlo, no es una posibilidad.

– no son ocurrencias mías y aunque suene disparatado es Ciencia, los experimentos en España se iniciaron con ratones y primates, estos primates eran familia, eran hermano y hermana, se les provoco una lesión y perdieron la movilidad de sus extremidades, tras el tratamiento recuperaron el movimiento volviendo a caminar, cuando se realizó con los primeros humanos esto fue con el producto de dos hermanos, es decir se sustrajeron las Células del bebe que creció y nació del vientre de las hermanas, ambas por inseminación in vitro, el resultado es prometedor pero es así como debe de ser.

Para poder solucionar un problema de salud, mi hermana y yo debíamos tener un hijo y de esa manera poder sustraerle células madre para mi cura, que dilema, en el pequeño cuarto todos nos quedamos pensando y es que todo aquello parecía una verdadera locura, el doctor intervino solo para decir.

– creo que debo dejarlos solos, tienen mucho de qué hablar.

El silencio invadió nuevamente aquel cuartito, fue muy difícil tratar y siquiera hablar de lo que el grupo de doctores sugería, como era posible, mi hermana embarazada de mí, cargando en su vientre a un hijo de su propio hermano, pero esos pensamientos contravenían con el deseo y la importancia de volver a caminar. La decisión y tratar el tema era un asunto familiar, no fue nada fácil para mi familia aceptarlo y para mi hermana fue más complicado puesto que sobre ella recaería todo el peso y la responsabilidad, pero al final el amor que sienten por mi ayudo a discernir la situación, y aquella reunión concluyo con un…

– está bien, hagamos lo que debemos hacer, esas fueron las palabras de mi hermana. Busquemos información sobre la inseminación y yo estoy dispuesta a hacer lo que sea para que tu vida vuelva a ser la vida de antes.

– Estas segura de esto, le pregunto mi madre

Días después sali del hospital pues por el momento no había más que hacer en ese lugar, llegar a casa en esas condiciones fue muy raro, los vecinos me miraban con extrañeza y morbo, me sentía incomodo, pero debía sobreponerme. Rápidamente me adapte a una silla de ruedas más confortable y fabricada conforme a mis necesidades.

La inseminación in vitro era lo más factible y recomendable porque esto no involucraba relaciones sexuales y sentimientos, los miembros de mi familia investigaron costos, clínicas a fondo para saber más de lo que esto se trataba, el costo del tratamiento superaba nuestras posibilidades, al parecer se vislumbraba como una lejana posibilidad, nuestra economía en aquel momento no era la mejor por no decir que era desastrosa, cuando me compartieron los resultados en verdad me puse muy triste, primero la noticia de la parálisis y después el dinero me negaba la oportunidad de revertirla, estuve varios días solo acostado, sin comer y sin salir de mi cuarto sumido en una gran depresión y esto preocupo a mi familia, uno de esos días entro mi hermanita, tomo mi mano y con voz tierna me dijo.

– no te preocupes, todo va a estar bien.

Se levantó y salió de la habitación, me dejo pensando de que se trataba, me hizo pensar que habían reunido el dinero que quizá consiguieron un préstamo, eso pensé, más tarde me enteré de que no era así.

Una nueva reunión con mi madre y mi hermana termino con mis dudas, se pararon las dos frente a mí y su actitud me asustaba, ¿Qué pasa? Les pregunte, hablen ya, comenzó mi madre diciendo.

– tu hermana y yo hemos hablado esto por días y ambas tomamos una determinación, eso sí fue muy difícil aceptarlo quiero que lo sepas pero llegamos a la conclusión que así debe ser y prefiero que sea tu propia hermana quien te lo diga.

-Bueno ya por favor de que se trata díganlo de una vez les replique yo, se sentó mi madre y fue mi hermana quien tomó la palabra.

– en relación a aquella plática con el doctor, el tiempo que ya ha pasado sin que hayamos hecho nada y sabiendo que no podemos pagar una inseminación artificial, además de como has estado sumido en depresión los últimos días y eso nos preocupa, mi mamá llora todas las noches porque sufre por ti, no quiere verte así, nadie queremos verte así, esta situación nos afecta a todos en la familia es por eso que entre mamá y yo tomamos una decisión, mira yo te amo y me duele verte así, quiero verte nuevamente como antes, saltando, corriendo, jugando al futbol, quiero verte feliz por eso creo que la única manera de lograr llevar a cabo tu tratamiento ya que dinero no tenemos es hacerlo de manera natural, cómo lo hacen todos, es decir tener relaciones sexuales entre tú y yo hasta que logre quedar embarazada.

Trague saliva y le dije pero no puedo permitir que te sacrifiques tanto, además tú, yo, esto parece una verdadera locura, ella me interrumpió para decir.

– esas son las cosas que hace la familia, eso hace un verdadero hermano por amor, no importa el sacrificio que se deba hacer, a mí me importa que tu estés bien.

Fue inevitable derramar unas lágrimas de felicidad, la bondad de mi hermana me enternecía y daba esperanza, esa noche fue difícil dormir, en toda la noche no lo logre, la cabeza y mis pensamientos daban mil vueltas principalmente pensando cómo le haríamos, nunca vi a mi hermana con otros ojos, a pesar de que ella es muy hermosa y tiene un bonito cuerpo siempre la veía con respeto, siendo así las cosas todo se complicaba aún más, cerca de la madrugada una idea llego a mi cabeza para tratar de afectar lo menos posible la salud emocional de toda la familia y no hacer nada dentro de la misma casa donde vivíamos los tres, pensé en hacer un viaje, al despertar lo platique solo con ella y llegamos a la conclusión que sería una buena idea, a mi hermana le fascina visitar Oaxaca, así que decidimos viajar lo más pronto posible a la capital de ese Estado en plan de vacaciones y en plan de lograr el objetivo trasado, todo esto con la aprobación de la familia.

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