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Amor entre primas
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Me llamo Raquel, una chica que destaca por ser muy tímida pero cuando estoy con personas cercanas a mi soy muy suelta. ¿Mi físico? Soy rubia y con ojos azules, mis pechos son grandes tanto que ni una palma caben para sujetarlos. El resto de mi físico no destaca más allá de mis grandes pechos, y generalmente es por eso que la gente se fija en mí, ¿me molesta? Todo lo contrario, me excita y más cuando es mi prima la que se fija en mis pechos.

Ana, que así se llama mi prima, es una chica muy extrovertida, sabe hacer reír a la gente, hacer amigos rápidamente, dar consejos de vida… En resumen, se le da bien todo lo que a mí no se me da bien y aun así ella me atrae de alguna forma y creo que yo también le gusto, o al menos eso creía hasta que pasó lo que narraré más abajo.

Ana venía con sus tíos cada par de meses y se quedaba a dormir en mi casa, concretamente en mi habitación. Muchas veces, debido a la confianza que nos tenemos, nos hemos visto en ropa interior y verla en sujetador y bragas (muchas veces incluso en tanga) hacía que la boca se me hiciese agua. Fantaseaba con ella, me la imaginaba encima de mi besándome, comiéndome el coño, ahogándome contra la cama, haciendo la tijera y mil poses más que mi imaginación maquinaba, estaba obsesionada con ella.

Su cuerpo era hipnotizante, al contrario que el mío su figura destacaba por tener una cadera marcada que resaltaba por su pequeña cintura, un culo sobresaliente que entrenaba cada semana junto a sus gruesos muslos, su pelo era muy oscuro, sus ojos marrones claros y la mejor parte de su rostro eran sus gruesos labios, mi mente se imaginaba mil formas de besar esos labios perfectos y con cada forma me ponía más cachonda y húmeda. ¿Que por qué digo que creo que está pillada por mi? Porque cada vez que viene y duerme conmigo hace una nueva tontería para provocarme: que si azotarme el culo o agarrármelo y agitarlo, tirarme del pelo, pegarse a mí, bailar sensualmente… Pero ni yo me podía imaginar (en verdad sí) lo que había pasado una de esas noches.

Al ser ya tarde Ana y yo nos fuimos directamente a nuestro cuarto compartido para acostarnos, al llegar Ana cerró la puerta con pestillo y entró al baño a cambiarse mientras yo me cambiaba en la propia habitación, me puse unas bragas rosas y un sujetador negro, al salir mi prima no pude evitar fijarme en su ropa interior, un tanga de hilo negro y un sujetador de encaje que se transparentaba ocultando muy finamente sus pezones pero no las areolas que los rodeaban. Además el piercing de su ombligo hacía que su cuerpo se viera mil veces más atractivo que antes.

-¿Qué te parece? Me lo compré ayer.

-Te ves super sexy Ana.

-¿A qué sí?

Posó de forma muy provocativa haciendo que el hilo del tanga que rodeaba su cadera en forma de "V" y marcara su vulva, sus tetas, que no eran tan grandes como las mías pero sí tenían un tamaño más que decente, rebotaban con total libertad a pesar de ser sujetadas. Después cambió a otra pose para enseñarme su culo agachándose levemente, sus glúteos estaban totalmente expuestos y el hilo del tanga solo recorría su ano ocultándolo a simple vista pero al fijarme bien llegué a distinguir los bordes oscuros de su agujerito, empezó también a hacer twerking mientras miraba entre risas mi cara de sorprendida por las vistas que me estaba regalando. Tras enseñarme todas sus sensuales curvas se me acercó.

-Raquel, eres la chica en quien más confío y aprecio y eres mi prima favorita, dime, ¿Este conjunto me queda bien?

-Te queda perfecto.

-Del 1 al 10, ¿cuanto de buena estoy?

-Un 11.

Se rio, me dio un largo beso en la mejilla y me dio las gracias con sus labios muy pegados a mi cara. Fuimos a la cama, nos arropamos, estuvimos cada una un rato con el móvil y tras media hora nos echamos a intentar dormir. Digo intentar porque no pudimos.

-Raquel -Me dijo susurrando-.

-Dime -Susurré-.

-Ah pensaba que te habías dormido.

Me di la vuelta para mirarla, ella estaba mirándome también, con sus pechos semicaidos hacia un lado.

-No me entra sueño -Dijo ella con tono normal-.

-A mi tampoco.

-¿Jugamos a las preguntas calientes?

El juego de "las preguntas calientes" consistía en hacer preguntas subidas de tono sobre nuestra vida sexual, es algo que jugábamos entre las primas.

-Empiezo -Dijo ella-. Con cuantas chicas te has acostado desde la última vez que te vi que fue… Si no me equivoco hace 2 meses.

-3 chicas.

-¿Solo?

-Follé repetidas veces con ellas.

-¿Cuantas en total?

-No lo sé Ana, como muchísimo 8 veces…

-No está mal. ¿Conozco a alguna?

-Pues una es Sara, te hablé de ella creo.

-Ah si si, la chica que me dijiste que tenía unas tetazas.

-Si esa, con ella me he acostado la mayoría de las veces.

-¿Y como folla?

-Muy bien, bastante bien la verdad -Sonreí al decirlo y acordarme de todas las veces que tuve sexo con ella-.

-Se te nota en la sonrisa, ¿cual es tu pose favorita?

-Ya lo sabes

-Quiero saber si es la misma.

-Tener a alguien sentada encima de mi cara siempre será mi pose favorita.

-¿Ah sí?

Ana nos quitó la sábana y se sentó encima de mi abdomen.

-Vamos a probarlo.

Pasó sus dos manos por mis mejillas, se acercó y me comenzó a besarme muy suavemente. Yo no supe reaccionar pero me dejé llevar, puse mis manos sobre su cintura y seguí sus besos lentamente haciendo pausas para mirarnos en las cuales aprovechaba para mirar sus labios para luego volver a besarnos.

-Me encantan tus labios.

-A mi me encantas tú.

Me lamió todo el labio haciendo un círculo con su lengua, proseguimos con nuestro profundo beso juntando nuestras lenguas, mezclando nuestras babas y humedeciendo nuestros rostros de sudor por el calor veraniego que hacía.

Se puso recta, me pidió que me quitase el sostén y eso hice dejando mis senos a su vista, al momento de verlas los agarró y comenzó a agitarlos lentamente haciendo que ambas nos riésemos de ello, no porque nos hiciese gracia sino por la erótica situación que estábamos viviendo. Tras un "me encantan" comenzó a chuparme uno de mis pezones succionándolo y lamiéndolo dejando mi teta mojada y babosa para luego cambiarse a mi otra teta y hacer lo mismo pero esta vez mordiéndome ligeramente el pezón mientras me miraba con una sonrisilla para ver cómo mi expresión reflejaba dolor y a la vez excitación.

Nos volvimos a besar manteniendo ella mis tetas al resguardo de sus juguetonas manos, acto que yo respondí agarrando las suyas con ambas manos y palparlas para sentir lo blandas que eran tras el encaje. Destapé uno de sus senos dejando a la vista su pezón, me lo llevé directamente a la boca besándolo y succionándolo con suavidad, disfrutando del sabor de su ligera piel y de la voluminosa textura que presumían sus pechos, destapé el otro pecho para degustarlo también.

Mientras yo disfrutaba de uno de sus pechos ella fue acercando ligeramente una de sus manos a mi vulva, deslizándola por todo el abdomen pasando por el vientre e introduciéndose por mi braga para terminar posando sus dedos sobre mis húmedos labios. Comenzó a girar sus yemas sobre mi vulva concentrando sus movimientos sobre mi clítoris haciéndome sentir realmente excitada y dejando escapar tímidos suspiros.

Tapé de nuevo sus tetas con su sostén, Ana agarró mis bragas y me las bajó dejándome totalmente desnuda y a merced de ella, bajó su cara hacia mi coño mientras ella se tumbaba en la cama boca abajo. Me agarró de los muslos y comenzó a pasar suavemente su lengua entre mis labios a la vez que me miraba con su atrapante mirada, puse mi mano sobre su cabeza presionándola contra mi vulva quedando su boca pegada a mi coño e incitándola a que aumentase el ritmo de su jugueteo oral. Mi prima comenzó a lamerme los labios cada vez más rápido, se notaba que ya tenía práctica haciéndome la pregunta de "con cuantas chicas se habrá acostado para tener tal técnica", me hizo retorcerme y agitarme de placer en la cama.

Después de mojarme los labios vaginales mojó sus dedos y me los introdujo lentamente para comenzar a taladrarme con muchas ganas mi empapado coño, comencé a gemir ligeramente, casi susurrando, lo suficiente para que el ruido no saliera de la habitación. Tras ello se puso de rodillas al lado de mi y comenzó a masturbarme con ambos dedos llegándome a tocar el punto G lo cual hizo que mi excitación fuese a más al igual que el volumen de mis agudos gemidos. A la vez Ana me agarraba de uno de mis pezones estirándolo y apretándolo para que me doliese.

Ella aumentó tanto el ritmo que el ruido acuoso de sus dedos penetrándome la vagina se podía escuchar por toda la habitación haciendo que llegase a un orgasmo que descargó un gran chorro sobre toda la cama y la sábana acompañado de un grito muy agudo. Ana bajó de nuevo a mi coño y se puso a comérmelo para saborear mi líquido vaginal.

-Vamos a por tu postura favorita.

Se puso encima de mi para besarme otra vez con su boca mojada con mi líquido vaginal, hizo una pausa para decirme que abriese la boca, al hacerlo me escupió un hilo de babas y flujos que tocaron la punta de mi lengua.

Después de intercambiar besos y líquidos se subió y posó su coño sobre mi cara, aparté el tanga de hilo a un lado y tuve su hermosa vulva a apenas unos centímetros de mi cara, la besé y lamí para sentirla, era muy suave y estaba muy húmeda, sus labios exteriores eran esponjosos y tan gorditos que parte de mi boca podía hundirse entre ellos.

-Venga prima, haz tu magia y dame un buen orgasmo con esa lengua.

La agarré de los muslos y pegué mi cara a su coño introduciendo levemente mi boca para comenzar a lamerle los labios en sitios donde sabía que a ella la excitarían a la vez que pasaba la punta de mi lengua por su mojado clítoris. De la excitación que ella estaba experimentando sentí como el peso de su cuerpo se dejaba caer sobre mi cara y como sus muslos temblaban de la satisfacción. Sus gemidos fueron aumentando levemente con su temblorosa voz, su vagina se iba mojando cada vez mas, empapando también mi cara, sus piernas presionaban mi cabeza y su mano me agarraba del cabello moviéndolo en señal de cuanto lo estaba disfrutando ella.

Yo seguí con mi labor oral con pasión lamiendo y chupando su coño llegando incluso a introducir la punta de la lengua dentro de ella. Mi caliente prima entre suspiros decía "si Raquel sí", "cómeme el coño prima si joder…" o "así se hace perra". Para acabar decidí masturbar efusivamente su clítoris, ella comenzó a retorcerse y a gritar levemente intentando aguantarse los gemidos hasta que le provoqué un pequeño orgasmo cesando sus gritos y dejándola satisfecha.

Volví a colocarle el tanga ocultando sus húmedos y preciosos labios, me senté junto a ella para besarla intercambiando a la vez un largo abrazo cálido que juntaba nuestros húmedos cuerpos. Nos tocábamos muy sensualmente entre nosotras, ella me tocaba las tetas y yo su culo, ella me recolocaba el largo pelo tras mi oreja mientras yo mordía sus labios, ella me lamía y besaba el cuello para luego jugar con su piercing con mi boca. Nos revolvíamos en la cama como gatas juguetonas, reíamos y nos calentábamos, intercambiábamos palabras y piropos que prendía nuestro fuego.

-Te quiero -Solté sin titubear mientras estaba encima de ella y a centímetros de sus labios-.

-Yo también te quiero Raquel.

-Si se enteran nos matan.

-No se van a enterar -Me besó-. Me da igual que seamos familia, nos queremos, te quiero.

Sonreí, despegué nuestros cuerpos y fui a la mesilla de noche, abrí el primer cajón y saqué un dildo rosa y un vibrador.

-¿Cual usamos primero? -Dije sujetando los juguetes en cada mano-.

-Eres más traviesa de lo que pensaba primita.

-Me aburro mucho.

-Pues probemos el dildo, mi coñito está travieso hoy.

Se dio la vuelta para ponerse en cuatro encarándome sus glúteos y dejando a la vista su precisa vagina y su ano. Le quité la braga mojada tirándola a un lado de la cama, lamí un rato su vulva pasando mi lengua por sus labios y por el agujero de su culo. Luego escupí el dildo y me lo metí a la boca mamándolo y metiéndomelo hasta el fondo de la garganta para luego sacármelo tras darme una pequeña arcada. Ya con el juguete totalmente lubricado se lo fui rozando por los labios lentamente para que lo sintiera, ella movió su culito riéndose a la vez diciendo "a qué esperas, métemela entera", obedecí y fui introduciéndole el dildo, conforme se iba metiendo mi prima agitaba de placer y soltaba largos suspiros mezclados con su aguda voz. Una vez metida hasta el fondo lo volví a sacar y repetí el proceso varias veces hasta aumentar bastante la velocidad, lo suficiente como para hacerla gemir y excitarla.

A la vez que estaba follando su vagina escupí en su ano, chupé mi dedo medio, lo acerqué a su agujerito y fui metiéndole el dedo lentamente notando como su ano se iba apretando, una vez totalmente dentro lo empecé a mover en círculos dentro de ella sintiendo su recto.

-¡¡Aaahh!! ¡Si joder eres una puta traviesa si!

Todo su cuerpo temblaba del placer que estaba sintiendo, yo me estaba excitando por ella y por las vistas que tenía de Ana en cuatro: su cabeza con todo su cabello desecho estaba apoyada en la superficie de la cama, su delgado torso acababa en frente de mi con sus grandes glúteos, su ano estaba ocupado con mi dedo y su coño, que estaba siendo penetrado con mi dildo, estaba cada vez más húmedo, soltando un hilo de flujo vaginal que terminaba mojando el edredón del colchón.

Tras un buen rato en esa pose, disfrutando de las vistas y terminar dejando sus piernas excesivamente mojadas por sus flujos, cambiamos de roles.

Esta vez yo me puse en cuatro y ella me metió el dildo si aviso alguno muy fuertemente, perforándome la vagina y haciéndome sentir una sensación de dolor y excitación. Me penetraba la vagina a gran velocidad a la vez que me azotaba el culo muy fuertemente dejando marcas, escozor y moratones.

-Eso es Raquel, gime como la puta que eres.

Yo gemía y gritaba a la vez que me tapaba la boca para no hacer ruido pero el sentir del dildo siendo introducido en mi mojadísima vagina y mi prima azotándome y tratándome como una puta hizo que fuese imposible y terminé soltando un grito de placer que acabó en éxtasis y mucho sudor.

Ana se quitó su sostén, se acercó con el vibrador y dijo de hacer la tijera. Cruzamos nuestras piernas y pusimos el juguete en medio, lo encendimos y empezamos a besarnos a la vez que el éxtasis y el placer de compartido iba creciendo en el interior de cada una. Bajé la vista para mirar como nuestros mojaditos coños vibraban, volví a mirar a Ana para fijarme en su cara de placer: sus ojos me miraban a la vez que ella apretaba los labios, sus cuencas a veces subían del placer y gemía soltando "te quiero" o "eres una guarra". Mis manos se posaron en sus tetas para apretarlas, nuestros sudorosos cuerpos se agitaban, el vibrador se hundía entre nuestros labios… Era una situación tan indescriptible y tan caliente que todo ello me llevó al orgasmo soltando un squirt que mojó el vientre de Ana, nuestras piernas y el resto de la cama dejando una gran mancha húmeda de mi líquido.

Me tumbé en la cama soltando largos y profundos suspiros debido al cansancio. Ana se puso encima de mi para besarnos de nuevo pegando nuestros cuerpos y compartiendo tanto sudor como flujos vaginales.

-¿Te has cansado cielo? -Me dijo ella pegada a mi oreja-.

-Mucho.

-Te has comportado como una guarra.

-Lo sé. Es que me pones muy puta.

Su mano fue acercándose a mi coño.

-¿Te pone tu prima?

Introdujo sus dos dedos en mi.

-¡¡Aaaah siii!!

-Eres una puta degenerada.

-Lo sé ¡¡¡aaaay siii!!!

Comenzó a masturbarme violentamente.

-¿Te gusta?

-Ayyy siii ¡¡¡Me encanta!!! ¡¡¡Más más!!!

-¿Te gusta que te traten mal?

-¡¡Me encanta joder siii!! Trátame como la guarra que soy dios siiii.

-Eres una zorra que le gusta el incesto.

-Me pones mucho Ana.

-¡¡asiii asi siiii siii asii!! ¡¡¡aaah!!!

Terminé corriéndome otra vez pero mucho más intenso que la otra vez y llegando a mojar hasta el suelo.

Terminamos la noche besándonos y durmiéndonos pegadas, totalmente desnudas y al descubierto ya que debido al calor no quisimos usar las sábanas. A la mañana siguiente nos metimos las dos a la vez a la ducha para besarnos y limpiarnos. Cambiamos el edredón de la cama y las sábanas mientras mis padres estaban fuera y nos tomamos el resto del día como un día normal entre primas, pero besándonos y riéndonos de todo lo que hicimos anoche.

Espero que os haya excitado este relato, y que vuestra imaginación haya dado vida a cada párrafo de él, mostrando poses y el amor que se tiene. Raquel y Ana. Muchos besos para todos y todas.

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Autor
Selene
Selene
Hola!! Mi nombre es Mónica, soy una autora joven de 20 años que pretende compartir sus experiencias más sexuales y escribir historias excitantes para llevarte al éxtasis cada vez que me leas. Deseo mojarte mi querido/a lector/a, y que cuando te toques me lo digas para yo saber que hago un buen trabajo escribiendo. Espero convertirme en tu puti-autora favorita :) Mi correo: [email protected]

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