Hola he aquí un suceso que viví hace bastante tiempo.
Tenía más o menos cerca de los 30, era casado y como a todos le sucede, algunos amigos se pierden en el camino por diferentes causas y otros siguen contigo, quizás compartiendo más o menos tiempo.
Yo tenía (tengo) un amigo que se llamaba Carlitos y nos conocíamos cuando teníamos 16 o 17 años más o menos. Perseguíamos mujeres -como todos- y éramos muy compañeros de pesca en interminables noches en la playa esperando el pique fue haciendo que entre nosotros no hubieran secretos de nada.
Un día en un feriado largo nos fuimos a unos 200 y pico largos de kilómetros a una costa bastante brava y decían, había buena pesca. Alquilamos una pequeñísima cabaña de madera que formaba parte de unas 5 o 6 más que se alquilaban en verano principalmente.
Tenía 2 camas, baño, un tv de 14 pulgadas a colores, una ducha y una kitchenette donde cocinábamos lo que pescábamos o lo que habíamos comprado en la frontera antes de llegar.
Por cierto había un diminuto mercadito con enlatados y víveres básicos que soportaban estoicamente el mal clima del invierno frente al mar.
Habíamos llevado un videocasetero y una docena de películas alquiladas, cigarrillos, cerveza, vino tinto y comestibles varios como para pasar una semana de pesca y asados.
El clima fue muy adverso y solo 3 días completos pudimos salir de pesca, era imposible tirar el plomo más de 40 o 50 metros, así que pasamos de cuentos, charlas, películas y viendo solo 2 canales aéreos que se agarraban en el tv (uno Brasil y otro local que se veía bastante mal).
Ni que hablar que entre las pelis habían varias porno.
El segundo día fue tenebroso de frío y viento, así que luego de un asado en un pequeño parrillero techado a un costado de la cabaña nos tendimos en la cama a mirar una peli.
No recuerdo el título pero el casette salió de la caja mojado, ¡uf! Tremenda peli, completita, tenía todo el porno "normal" junto en 70 minutos, es decir aunaba los temas lésbicos, gay, travestis, hetero, y sus actores eran de todos "los pelos"; jóvenes y adultos mayores.
¡Un lujete de peli para no aburrirse!
A los 15 minutos de peli teníamos las pijas haciendo carpa y era difícil disimular así que sin decir palabra ambos la sacamos fuera de la ropa y procedimos a suculentas pajas a dúo.
Nos mirábamos de reojo por momentos y comentábamos la peli y las chicas que se mandaban unos solos de flauta tremendos, la temperatura en la cabaña era del trópico.
Acabamos con lechadas tipo como caballos y guardamos la "herramienta".
Detuvimos la peli y nos preparamos unos mates mientras la tv pasaba un noticiero vespertina que era una grabación en gran parte del noticiero del mediodía que a su vez era gran parte del noticiero de la noche anterior.
Salimos de caminata a pesar del frío y a la noche decidimos seguir mirando la peli en pausa de la tarde.
Rebobinamos unos minutos para atrás y otra vez la rubia infernal con su "solo de flauta" al pobre señor y nosotros al palo, esta vez estábamos en calzoncillos y con la estufa a leña al mango.
— Che viejo ¿porque no me pajeas y yo te pajeo a vos? -me dice-
— Hice silencio, Carlitos insiste y agrega:
— Dale arrimamos las camas, nadie se va a enterar…
Sin decir palabra me levanté, el hizo lo mismo y juntamos las camas de una plaza. Nos juntamos en el medio y agarró mi pija que estaba casi al palo por la distracción. Un latigazo de placer me inundó y se me quedó dura como piedra. Crucé mi mano y encontré su verga al mango y húmeda.
Procedimos a pajearnos despacio. Su verga era similar a la mía, un centímetro o dos menos pero más gruesa.
– Que bien se siente -murmura mientras suspira y mueve la pelvis arriba y abajo.
– Si, estupendo, riquísimo -le respondo en la misma situación de goce aunque no estábamos muy cómodos-.
Le solté y me di vuelta en la cama quedando a los pies de él ambos boca arriba. Pasé la mano por entre sus piernas y tome su verga y el la mía. A estas alturas estábamos en bolas total para estar más cómodos.
¡Ahora sí las manos subían y bajaban cómodamente! La televisión y la peli ya no importaba.
– Me acabo -me dice mientras arqueaba su cuerpo-
No supe que hacer y mi mano siguió el sube y baja. Mi pija explotó en leche a los pocos segundos luego de su acabada.
Quedamos todos enchastrados de leche, huevos, manos, barrigas, nos miramos y nos reímos como locos.
– Nunca he sentido tanta leche salir -me dice agotado con la respiración agitada-
– Igual yo, ni cuando estaba de novio con la loba de Fernanda -agregué a sus comentarios-
Pasaron quizás 5 o 10 minutos, tomamos aire y me dice
– Hay que bañarse para sacarse esta lechada jajaja
– Si la verdad, que desperdicio de niños le digo jajaja
Se levantó y procedió a ducharse al rato me invita bajo la ducha.
El baño no era para dos personas, cabíamos los dos pero difícil para moverse.
Igual nos enjabonamos y quedamos de pijas duras de nuevo.
Me pajea despacio, me toca el culo y le digo que no me interesa el "tema" porque sufro de problemas físicos en la "zona". Quedó ahí el tema y no pasamos de toqueteos en las zonas bajas, léase vergas y huevos.
Nos fuimos a la cama y nos colocamos en la misma posición que antes (tipo 69)
Las pijas al mango chorreando jugos en plena pajas esta vez más controladas, más suaves, se gira de costado y procede a mamarme la verga de una manera increíble que me dejó al borde de acabarme en 4 chupadas.
Su verga estaba a centímetros de mi cara y me negaba a chupársela. Suelta mi verga y me dice:
-Dale chupámela, nadie sabrá nada y además te aseguro que no sabe mal, ¿no dirás que no te gusta que te lo hagan? Y queda en espera…
Pasaron unos segundos y volvió a mamármela otra vez de forma infernal.
Pensé si me da tanto placer porque no retribuirle el favor y se la empecé a mamar. El olor a jabón tuvo mucho que ver y la textura de la piel era agradable.
Sentía la cabeza de su pija entrar y salir en mi boca y yo chupaba torpemente al tiempo que el gemía de placer pero mi goce era mayúsculo y no prestaba mucha atención a lo que hacía.
De pronto le digo:
– Me voy acabar viejo -pensando que apartaría su boca-.
Pero no se apartó y siguió mamando con una potencia de succión increíble mientras su mano derecha bajaba y subía y la otra me apretaba la base de la verga abarcando los huevos.
En el primer chorro de leche dejó de chupar tan fuerte y me acabé como caballo largos minutos… Creo.
Terminaba de echar terrible lechada cuando un chorro grueso golpea mi garganta, no tuve tiempo de reaccionar y el me sujetaba la cabeza al tiempo que su pija entraba y salía de mi boca.
Dejé pasar los chorros de su leche directo a mi garganta mientras mi mano hacía de tope para que su pija no me ahogara.
Cuando sentí que había terminado y se quedó quieto me dejé caer boca arriba. El seguía lamiendo mi pija despacio descubriendo la cabeza y sobándome los huevos, era delicioso pero yo estaba muy cansado.
Tremendos polvos los de ese día. Cierto es que estar recién bañados influyó mucho. Quedamos rendidos y nos dormimos como estábamos.
La mañana siguiente desperté con mi pija dura y Carlitos mamando despacio y disfrutando cada centímetro.
Se dio cuenta que había despertado y se subió encima mio dejando su pija que estaba como fierro delante de mi cara. No le hice esperar y me colgué de su verga como si fuera un ternerito en la teta.
Fue delicioso sentirle prendido de mi pija. Sus manos acariciaban mis huevos, viajaban por el peritoneo y sus dedos acariciaban el agujero de mi culo pero sin entrar. La sensación era genial, abrí mis piernas para que estuviera cómodo.
Terminamos acabándonos al mismo tiempo. El olor a leche, pija y sexo era mortal en la pequeña habitación que ya iluminaba otra mañana que se veía bastante inhóspita otra vez.