En la empresa en la que trabaja mi esposo siempre hacen una fiesta a fin de año, yo casi nunca lo acompañaba pues no soy muy fiestera, aparte que no me caen muy bien ni sus compañeros ni las esposas de estos.
La fiesta era un sábado por la tarde, mi esposo y yo ya estábamos listos para salir. Yo llevaba un vestido a media pierna de color rojo y una blusa abierta el pecho de color rojo también. Soy una mujer de pechos grandes, los cuales para mi desgracia siempre me han traído malos comentarios de hombres en la calle. Además tengo un trasero de buen tamaño que no se me veía mal en el atuendo que escogí para llevar a esa fiesta.
Yo soy una mujer de hogar que respeta mucho el matrimonio, que no cree en la infidelidad y que respeto al cien por ciento a mi esposo. Lo mismo pasa con mi esposo, el es comprometido con el hogar y su familia.
Ya en la fiesta mi esposo me comenzó a pasearme como si fuera una pasarela, presentándome a todos sus compañeros de trabajo y sus esposas, aunque ya conocía a algunos cuantos. En la vista de muchos se notaba el morbo y a muchos se les notaba esa manía de quedarse viendo mis pechos, como si nunca hubieran visto otros. No me sentía incomoda por mí pero si por las esposas o novias de estos, ya que hacían caras al pasar cerca de ellas.
Nos fuimos a sentar y nos llevaron una botella de licor a nuestra mesa y cervezas. Ambos no somos muy buenos para tomar y cuando lo hacemos lo hacemos con medida. Aunque a primeras a mi esposo de llegada ya le había dado dos tragos grandes de tequila y sabia que muy pronto le iban a hacer efecto.
La noche pasaba y tomábamos y comíamos de lo que nos llevaban a la mesa. Yo estaba un poco mareada y mi esposo estaba muy tomado tanto que cuando intentaba levantarse se quería caer, yo sabía que ya había tomado de mas pero era su fiesta y dejaría que disfrutara, al final de la fiesta vería como me lo llevaría para la casa.
Un hombre se me acerco a la mesa y me invito a bailar, mi esposo me dijo que aprovechara y disfrutara de la fiesta también así que salí a bailar con él. Era un muchacho muy guapo y sabia bailar muy ben, aunque tenía manos sueltas ya que de vez en cuando bajaba la mano de mas por mi cintura y la posicionaba cerca de mis nalgas por lo que tenía que quitarlas de allí.
Me fui a sentar y ya mi esposo no estaba en la mesa lo busque con la mirada y no lo ubicaba, por lo que me imagine que debía estar con sus amigos afuera. En eso que me iba a servir un trago y ya no teníamos en la botella pero como por arte de magia se me acerco una persona con un trago y me lo dio para que lo bebiera, era el muchacho con el que había bailado. Yo lo tomé sin ningún temor y le agradecí el gesto.
No habían pasado ni cinco minutos cuando empecé a sentirme mareada mas de lo normal, traté de levantarme para buscar a mi esposo e irnos pero no pude así que no hice mas intentos y me volví a sentar.
Pude observar que ya no quedaban muchas personas en la fiesta, ya la mayoría se habían retirado y mi esposo no lo podía ver por ningún lado.
En eso se sentaron a mi lado el tipo que bailo conmigo y un compañero suyo…
-Porque tan solita, te dejaron abandonada?
-No sé que se hizo mi esposo no lo veo por ningún lado y ya me quiero ir…
-Debe estar por allí, tu tranquila y sigue disfrutando de la fiesta. Quieres otro trago?
-No, ya mas licor no… No me siento muy bien.
-Nos vas a dejar tomar solos, no seas así solo una copa mas y te ayudamos a buscar a tu esposo.
-Esta bien solo una copa y nada más.
Algo me decía que ellos si sabían en donde estaba mi esposo y solo querían verme más borracha de lo que ya estaba. Lo que debía cuidar era que no me dieran un trago como el otro, pues yo sabía que ese trago no era normal o le habían echado algo dentro.
Me dieron el trago y lo tomé, estaba vez no me supo raro, me supo rico, me repitieron una copa más y la volví a beber.
-Ahora si no más, ustedes me dijeron que me ayudarían a buscar a mi esposo.
-Si pero no te vayas aun la noche es larga, además te estamos haciendo compañía.
-No, ya dije que ya me quiero ir y si no me ayudan a buscar a mi esposo lo hare yo sola.
-Está bien, no te pongas así te vamos a ayudar.
Me traté de poner de pie pero no me respondían mis pies y empecé a ver todo borroso. Si le habían echado algo a le bebida y esta vez está peor de mareada. Ellos me sostuvieron de una mano cada uno y me llevaron hacia la salida del sitio, en mi camino pude ver a mi esposo dormido en una silla, y uno de ellos me soltó la mano y lo tomo del hombro a mi esposo y empezó a cargarlo.
Yo me sentía más tranquila y agradecida con ellos pues me estaban llevando a mi esposo y a mi hasta el auto, pero oh sorpresa… Mi esposo en ese estado jamás iba a poder manejar y yo menos así que ellos se ofrecieron llevarnos a casa, no me pareció mala idea en el momento.
Uno subió a mi esposo en la parte trasera y yo me subí con él, uno de ellos manejaba y el otro se sentó al lado mío y el desgraciado hacía que sostenía a mi esposo pero era para tocar mis tetas con uno de sus brazos, yo me hacia la tonta solo para que nos llevaran a casa.
Yo les decía por donde debían ir tomando el camino que por dicha era cerca del lugar de la fiesta. Unos minutos después estábamos en casa, ellos me ayudaron a bajar y a mi esposo, lo introdujeron al interior de mi casa al igual que a mí.
Mi esposo en ese momento se despertó y sonrió y solo dijo:
-Mi amor porque termino la fiesta? Ya no hay licor?
-Ya estamos en casa, estas que no te puedes ni estar de pie, estas personas me ayudaron a traerte…
-Muchas gracias, chicos, los quiero mucho… a ver amor, atiéndelos bien yo me voy a descansar un ratito acá…
Lo metimos en el cuarto y lo acostamos en mi cama, este quedo dormido. Ahora estaba en el problema de estos dos desconocidos en mi casa, como me deshacía de ellos sin parecer mal agradecida por la ayuda que me habían brindado.
-Les agradezco que me hayan ayudado a llegar a casa ustedes son muy amables, les ofrecería algo para tomar pero creo que ya está bien por esta noche…
-Para ti tal vez jjjj, nosotros si podemos tomar algo más… Si gustas nos dices donde esta el licor nos tomamos solo una copa y nos vamos ya que mañana debemos madrugar.
-Okey está bien el Whisky esta allí y las copas para que se sirvan, solo una y nada más!!!
-Si bella solo una y nada más…
Uno de ellos el que bailo conmigo se levantó, tomo la botella, las copas y procedió a servir un trago para cada uno, el otro me hacía conversación y no me dejaba ver lo que el otro sujeto hacía, eso me puso a dudar si estaría haciendo algo con mi trago una vez más. Yo no me sentía con ganas de tomar una copa más, pues era muy mala tomando pero sabía que era la única manera despachar a estas personas de la casa.
Sirvieron las copas, yo tome la mía y procedí a beberla, note que estaba mas llena que la de ellos, no me importo pues estaba en casa y sabia que ya ellos se irían.
Ambos se posicionaron a la par mía y solo dijeron:
-No quieres bailar con nosotros?
-No, la verdad ya estoy cansada y quiero dormir aparte que mi esposo duerme…
Empecé a sentir un calor extraño en mi cuerpo, sentía que mi corazón se me estaba acelerando… Esta vez no me quede callada y les dije:
-Que le echaron a mi bebida, algo me dieron para drogarme, no me siento bien…
-No digas eso, solo te dimos del licor que tenías en tu mesita.
-Tranquila bella tu relájate, ven baila con nosotros.
Me tomaron de ambas manos y me levantaron, empezaron a bailar uno por delante y el otro por detrás mío, sentía como ambos me repellaban, como restregaban sus miembros en mis piernas y de mi trasero. Yo trataba de quitarme pero no podía, me era imposible aparte que por alguna razón me estaba gustando lo que sucedía.
-Ya chicos paren, paren por favor, mi esposo esta en el cuarto y se podría despertar.
-Tu escuchaste lo que dijo tu esposo, “atiéndelos” así que es lo que estás haciendo…
Uno de ellos comenzó a besar mi cuello mientras que el otro tocaba mi trasero y poco a poco levantaba mi vestido, sentía como el introducía su mano y tocabas mis nalgas. Yo trataba de sacar las manos de allí pero no podía. Ya para este momento estaba excitada, el que besaba mi cuello empezó a besar mis labios y yo correspondía a esos besos, eran unos besos que me dejaban sin aliento y me excitaban más y más.
-Te gusta, te gusta esto preciosa?
-Ya por favor paren, no me hagan esto…
-Tranquila mi amor que esto apenas empieza.
Yo sabía que esto no iba a terminar nada bien para mí.
Me sentaron en el sillón, el que me había estado tocando mi culo ahora me besaba, su lengua se consumía dentro de mi boca y jugaba con la mía, mientras que el otro estaba entres mis piernas, estaba quitándome mi calzón, yo quería cerrar las piernas pero algo me decía que no lo hiciera una extraña fuerza hacía que me resistiera.
Me quito mi calzón y posterior a eso hundió su cabeza entre mi vagina y empezó a meter y sacar su larga lengua y jugaba con mis labios vaginales, no pude aguantar mucho y tuve un orgasmo increíble que literalmente escurrió por mis muslos y la mayor parte termino en la boca de este hombre.
El otro aún seguía besándome, pero de un pronto a otro saco su pene, este era realmente enorme, más grande y grueso que el de mi esposo y lo acerco a mi boca, yo no hice mas que abrir la boca y empezar a realizar sexo oral a este compañero de mi esposo.
Tenía una verga que no era la de mi esposo en la boca y la estaba saboreando, la estaba disfrutando y esta persona lo estaba notando pues mi respiración había cambiado.
El que me estaba realizando sexo oral, se quitó su pantalón y dejo ver su pene, esta era más larga que la de su otro compañero solo que mas delgada. Se inclino y la puso en mi vagina y de un solo golpe me la metió, tuve que pegar un grito y me asusté pues pensé que había despertado a mi esposo, aunque le achacaba la culpa de lo que estaba pasando a él.
El me metía y sacaba esa verga de una manera fenomenal, mis gemidos acrecentaron y una vez mas un nuevo orgasmo. Nuca había podido tener más de un orgasmo y ya llevaba dos. Estas dos personas me estaban dando una cogida increíble.
Ellos me tomaron de las manos y me pusieron de perrito en la alfombra, e intercambiaron posiciones. Yo tome con mi mano la verga de uno de ellos y la chupaba por todos lados y me la consumía en la boca, mientras que el otro estaba gozando de mi clítoris pues me estaba chupando mi vagina, ese era el mejor sexo oral que había recibido en mi vida…
Posterior a eso el me la empezó a meter con mucha fuerza, sus huevos rebotaban en mis nalgas y sonaban como aplausos, sentía que me iba a rajar en dos pero no me importaba, ese dolor ya no era dolor, era solo placer.
Ahora al que le estaba dando sexo oral se lanzo al piso, yo me levante y sabía que él quería que lo montara y eso hice, me senté sobre ese largo pene y se hundía en mi vagina, no pude aguantar y empecé a gritar el jalo mi cabeza y me besaba, de seguro para apaciguar mis gritos y mi esposo no se fuera a despertar.
En eso, la sorpresa más grande y que estaba segura iba a pasar sucedió, el que estaba de pie se colocó detrás mío, lanzo una saliva en la entrada a mi ano, sabía que me la iba a meter por mi culo…
-Por allí no, por allí nunca lo he hecho con mi esposo y sé que duele demasiado.
-Tranquila mi amor, a partir de hoy este tipo de sexo te va a quedar encantando tu relájate y disfruta.
El acerco su pene al hueco de mi ano y lo fue metiendo de a poquito, sentí su cabeza como iba entrando, él iba haciendo presión y metía un poco más, ya sabía que había entrado al menos la mitad, me estaba doliendo pero quería esperar a ver que iba a pasar cuando entrará toda y ver si podía aguantarla. Estaba recibiendo una doble penetración, esto era algo que jamás en la vida me lo hubiera imaginado y me estaba gustando.
Ambos empezaron a meterme ambas vergas en coordinación; me metían y sacaban al mismo tiempo, fue cuando vino el tercer y cuarto orgasmo, ambos justos… sentía que me iba a desmayar, era algo como estar en un sueño.
Sabía que ellos estaban a punto de estallar, ambos se pusieron de pie, me pusieron de rodillas, sabía que me iban a echar su leche en mi boca, a mi esposo nunca se lo permitía y cuando lo hacía inmediatamente escupía lo que me echaba. Y así fue, empezaron a sobarse sus penes y el primero acerco mi boca a su vergota y comenzó a lanzar chorros de leche caliente, el sabor no era desagradable, es más me estaba gustando así que trague toda la leche y tome su verga con mis manos y empecé a limpiarla por completo, sin dejar rastros de semen en él.
El segundo hizo lo mismo, solo que el tomo su verga y la hundió hasta mi garganta y allí empezó a convulsionar lanzado adentro toda su leche, casi hace que me ahogue con la cantidad de leche que emanaba de su pene. De igual manera no desperdicie una sola gota, posterior a eso limpie su verga dejándola sin nada de leche.
Yo creía que ya todo había terminado pues yo había tenido mis orgasmos y ellos habían podido regarse también, pero no era así. Se acercaron a mí, uno me beso y me dijo:
-Te podemos pedir un favor más?
-Que será, no creo que pueda haber algo mas que puedan hacer conmigo!!!
-Si lo hay… queremos regarnos pero cada uno dentro de tu vagina, queremos llenarte de leche, que dices, nos dejas preciosa?
Me veían con ojos de chiquillos de quince, se veían tiernos, me estaban pidiendo algo normal pero que de seguro a ellos los excitaba, seguro el llenar de leche a la esposa de un amigo era una gran hazaña.
-Está bien, pero tiene que ser rápido, me da miedo que mi esposo se despierte….
–No hay problema, lo haremos rápido y a ti te va a encantar…
Tuve que sonreír a lo que él dijo, sentí como si fuera algo de novios, posteriormente me acosté en el suelo boca arriba, abrí mis piernas y levante ambos pies, el primero se puso sobre mi y yo pase mis piernas por su cintura para poder ayudar a hacer presión cuando el empezara a metérmela y así fue…
El comenzó a meter su pene que estaba bien parado dentro de mi vagina, lo metía y sacaba con mucha velocidad, para excitarlo más empecé a darle un beso, pasaba mi lengua por toda su boca y juntaba mi lengua con la suya, como lo había hecho en un principio, la respiración de ambos se aceleró así como las metidas de pene dentro mío… No habían pasado cinco minutos cuando de pronto pude escuchar un quejido que vino de él, se estaba regando dentro mío, pude sentir su liquido caliente que llenaba mis entrañas, yo lo jalaba con mis piernas, no quería que dejara una sola gota en su verga.
Cuando termino acerco su pene a mi boca y nuevamente le limpie los rastros de leche que le quedaban, el mi miro se acercó y me dio un beso.
Ahora el turno de su amigo, de igual manera él se inclinó, me planto un beso donde su lengua jugaba con la mía, metió su pene dentro mi vagina y así mismo inicio su juego, su mete saca un poco más doloroso pues lo metía con mucha fuerza… Su verga parecía que me iba a partir, lo hacía con tanta fuerza que hizo que tuviera un orgasmo más, esta vez ese orgasmo hizo que temblara todo mi cuerpo y sentía que me iba a desfallecer.
Por fin lo tan esperado, el empezó a regarse dentro de mí, yo lo sostenía pues quería sentir cada espasmo dentro mío, sentía como su semen caliente regaba las paredes de mi vagina, sentía como su leche salía dentro de mi… Al terminar me puse de rodillas, acerque su pene a mi boca e igual que su amigo deguste todo lo que pude, limpie cada gota de leche que quedaba dentro y la trague.
Me puse de pie y ambos se acercaron a mis pechos y los chupaban, parecía que querían más pero desgraciadamente ya estaba a punto de amanecer y en cualquier momento podía despertar mi esposo, no había más tiempo.
Ambos tomaron sus ropas y procedieron a ponérselas para emprender la salida de mi casa. Les sonreí, y me despedí con un beso y procedí a despedirlos.
Espero que pronto pueda repetir esta experiencia, pero ya será hasta la próxima fiesta.
Fin
Uuuyy q ricura historia me gustaría con mi esposa