Capítulo 5: Y ahora? Ya no hay prejuicios y complejos.
Muy en el fondo escucho un teléfono celular, suena que suena, nadie lo atiende, no sé si es un sueño o de verdad suena un teléfono celular, el tono me parece conocido y de sopetón me despierto <Mierda es mi teléfono> abro los ojos como puedo y veo a Genesis acostada boca abajo profundamente dormida, me levanto con la mayor cautela y salgo a buscarlo, está en la cocina, cuando veo dice Aquiles.
Tomás: -Alo, sí?
Aquiles: ¿Que paso loco?… tengo rato tratando de comunicarme contigo y te he enviado como 10 mensajes, dónde andas?
T: ¿Verga loco, disculpa, estaba dormido y de verdad que no escuche el teléfono, ando en la calle aún, qué paso?
A: ¿Cuándo vas a venir a buscar tú moto, jamás la habías dejado así, pasó algo?
T: No nada malo, tranquilo, después te cuento, ando con Genesis.
A: NO me digas que andas otra vez despechado por esa caraja, qué pasa contigo, hasta cuando vas a seguir cuidándole el culo si no te para bolas.
<Si supieras que anda en pelotas, dormida y en su cuarto del polvo que nos echamos>
T: Ya cierra la boca, no es problema tuyo, más tarde te llamo y cuadramos para pasar por ella, mañana trabajo.
A: Dale, pero que no pase de hoy, mira que donde la tengo estacionada no puedo tenerlo mucho tiempo, me puedo buscar problemas en el edificio.
T: Si, si, tranquilo más tarde te llamo, ¿vale?
A: Dale, quedamos así entonces.
Cuelgo la llamada y me veo en la pantalla del celular que son las 2:00 de la tarde, me sorprende <Mierda, que fin de semana más loco jejejeje>, busco un vaso, tengo una sed horrible, abro la nevera y cuando me estoy tomando mi vaso con agua siento que me agarra las bolas, brinco de la sorpresa y me echo algo de agua fría encima.
Tomás: Coño… me asustaste y el agua esta helada.
Genesis: Buenas, estoy palpando a ver si son de verdad o estoy soñando jejejeje.
T: Cómo qué que, si son de verdad, claro que las son jejeje.
G: Bueno es que anoche o esta mañana, ya no recuerdo que horas son, estas niñas me sorprendieron.
T: Cómo que niñas, son bolas, son masculinas.
G: No, Bolas, termino femenino, aunque claro está que solo las tienen los hombres y estas ¡vaya hombre que las calza! pero la palabra es femenina (me las palpa mientras termina la frase), ¿qué tomas, dame?
T: Agua, ¿quieres?
Le cedo el vaso y me recuesto del mesón, aún seguimos en pelotas los dos, ella toda despeinada pero absolutamente hermosa, sus senos, que son grandes, tiene una caída natural en forma de gota de agua, divinos, sublimes, su cuerpo fue hallado por el mismo Zeus porque de verdad que es toda una diosa, se percata que la ando buceando y me ve, voltea a verme, casi se ahoga cuando dice.
G: ¡Dónde metiste el pene!… ¿Qué vaina es esa?
Dicho eso, bajo la mirada y esta de reposo mi pene, me echo a reír con ganas porque esa loca de verdad que sale con cada ocurrencia.
T: Cómo que dónde está, esto es lo que hay (y le hago el helicóptero con el pene)
G: No me engañes, esa vaina no es lo que tú tenías anoche, lo de anoche es una vaina de otro planeta.
T: No conoces las diferencias de pene de carne y pene de sangre, pues éste (muevo las caderas haciendo que golpee de un lado al otro) es puro pene de sangre.
G: Había escuchado ese término, pero no me joda, debes tener como 100 litros de sangre para llenar esa vaina y encima una bomba de camión bomberos en vez de un corazón porque Dios Santo!
Se acerca y se apoya en mí, me abraza y con una pierna empieza a hacerme cariños en la pierna y su muslo roza mi pene.
T: ¿Estás buscando pelea?
G: No, ya va, aun me duele todo, suelta el vaso y sale corriendo al cuarto.
Sigo tras ella y se tira en la cama entre risas y gritando que no, que la deje
G: ¡Auxilio, se metió un burro en mi casa, auxilio!
Ya encima de ella, entre risas y falsos forcejeos me abraza con sus brazos y sus piernas, le doy un beso suave, pero largo y siento como se derrite en mis brazos, afloja los brazos y las piernas y se funde conmigo en un beso largo, pero sumamente tierno, de verdad que es divino, ella lo interrumpe.
G: Estoy soñando, dime que esto no es un sueño, por favor.
T: Le pellizco una nalga (grita ay coño) y me rio.
G: Vale no seas malo, no me maltrates… bueno, sí pero solo con lo que tú sabes jejeje.
T: No, no es un sueño, parece, pero esta es la vida real y estoy desnudo, encima de la mujer más hermosa, tierna, divertida y ardiente que he conocido en mi vida.
G: Y ni se te ocurra conocer otra más porque te mato.
Ambos nos echamos a reír y me abraza con fuerza y en el odio me dice.
G: Tomy, me encantas, de verdad que me fascinas, me rio demasiado contigo y me siento feliz.
T: Me alegro que digas eso, no hay nada más que me haga feliz a mí que verte así, feliz, si pudieras verte los ojos te darás de cuanta como te brilla y esa sonrisa (le doy un beso) es una de mis debilidades.
G: Gracias, eres demasiado bello y me fascina estar feliz contigo (me da como 10 besos) ¿Tienes hambre? Porque yo me estoy muriendo.
T: Sí, tengo hambre, ¿Vamos a comer algo, pero afuera, me da ladilla cocina?
G: Uy si que flojera cocinar, dale vamos.
T: ¿Te bañas conmigo?
G: Y tú pensabas que te iba a soltar (me abraza con fuerza e igual con las piernas) así vamos a salir, no te vas a ir a ningún lado, ¿me oíste?
T: Ah buen, dale déjame agarrar las llaves me pongo zapatos y nos vamos.
G: ¡Así en pelotas! ¡Tú estás loco!!!
T: ¿Cuál es el problema? Jejeje
Me levanto, ella está muerta de la risa y literalmente pegada a mi o abrazada, me dirijo al baño, abro el agua y no deja de reírse, me suelte besos, siento sus pezones ponerse duro porque en mi pecho se están clavando.
G: Please, ni tan tan.
T: ¿Cómo que ni tan tan, de que hablas?
G: Ni tan fría ni tan caliente cielo jejejeje.
T: Vale, creo que así está bien.
Entro con ella aun pegada como un koala abrazo de un árbol y dejo que el agua de la ducha nos moje, se ve hermosa y mojada aún más, ella echa su cabeza hacia aras y deja que el agua recorra por su cara, su cabello y mueve la cabeza hacia los lados recibiendo el agua “ni tan tan”, es divina la ducha y ella encima de mí, ni hablar, mi mira y sonríe, sus ojos brilla demasiado, su sonrisa es genuina, deslumbrante y me da un beso tierno que correspondo, baja sus piernas y la suelto, ella busca su esponja agarra el jabón y me empieza a tallar por el pecho, los costados el cuello, es minuciosa, su sonrisa no se borra, me encanta lo feliz que se ve y la dejo hacer a sus anchas.
Continua, talla los brazos y me hace un gesto que me voltee, se dedica a mi espalda, me recuesto de la pared apoyado en mis brazos, sigue bajando cuando llega a mis nalgas se dedica una buena pasada, la cual se queda en ellas y las talla con las manos, volteo y esta agachada como hipnotizada viéndome el culo.
T: ¿Me lo vas a gastar? Jejejeje
G: Gafo (se ríe y me da un buen azote mientras se muerde los labios).
Continua con mis piernas, ya ha este punto me estoy excitando y tengo una erección como al 50%, que irá en aumento, y cuando va de regreso hacia arriba, me da palmaditas para que separe las piernas y me enjabona el culo y las bolas, se percata que va creciendo la erección y me lo agarra con una mano.
G: Ahora entiendo porque le llaman pene de sangre, madre mía, esto está caliente y como crece, voltéate que lo quiero ver.
Me giro y me lo vuelve a tomar con la esponja y la otra mano, lo enjabona con delicadeza, pero lo recorre por completo, le veo su cara de asombro y excitación, se muerde el labio y me mira aun arrodillada, me hala para que caiga agua y me escurra el jabón y ya son el, se lo lleva a la boca, sin dejar de mirarme intenta llevarlo hasta el fondo, pero no puede, la arcada le avisa que es hasta allí, lo saca lento y se relame los labios.
G: Esto es hermoso, sabroso y asombroso.
Vuelve a metérselo a la boca, pero con una mano me masturba y con la otra toma las bolas, empieza a darme una mamada a toda marcha, me puso a mil su cara, su mirada es de lujuria y la seudo paja-mamada que me está echando es de película, su lengua es súper juguetona, no deja de subir y bajar por todo el glande, la succión es continua y vaya que está logrando su objetivo.
T: Vas a hacer que acabe.
G: (Suena como un chupón cuando suelta el glande) Esa es mi intención, quiero lechita.
Y vuelve a su faena, me lleva al máximo, creo que supo interpretar mi cara porque me suelta las bolas y con ambas manos me pajea sin dejar de mamármelo y la escucho gemir, no deja de mirarme y siento como se me hincha tronco más, señal inequívoca que allí viene la acabada, ella debe haberla sentido porque mantuvo el ritmo y se acomoda para recibirla.
Dos, tres, cuadro, cinco succionadas y exploto, ella caso que se lo saca al sentir el primer latigazo de leche que debe haberle caído de sorpresa, el segundo y el tercero, no deja de pajearme ni mamármela, gime duro que se escucha a pesar del sonido de la ducha, y va bajando el ritmo, de verdad que no sé cuántos latigazos solté, pero si veo que se le escapa por la comisura de la boca algo de semen, me suelta y me muestra todo lo que bote, cierra la boca y empieza a tragar, me muestra la lengua con restos de mi acabada y le pasa la lengua por la punta buscando los últimos restos.
G: Que delicia, tampoco es que haya probado muchas, pero sin duda alguna esta me encanta no sé qué tienes, qué comes o qué tomas, pero me fascina tu leche.
T: Eso de que no has probado muchas se escuchó feo jejeje.
G: Gafo, me conoces y te lo he contado, eres el tercero en mi vida que la prueba y nada que ver, incomparable, Ud. es el campeón lácteo, por el sabor, cantidad y presión… vaya que si me acabas en la cara me sacas un ojo jejeje.
Imposible no reír con sus vainas, de verdad que es demasiado divertida, le tomo de las manos y hago que se levante, me abraza y me da un beso tierno que terminamos en uno de lengua violento, imposible no percibir restos de mi acabada, es la primera vez que lo hago y la pruebo, no me importó, su boca es más divina y me la quería comer.
Me arrodillo y tomo el jabón, la esponja y ella se quiere arrodillar, con una mano la detengo, que se mantenga de pie, empiezo a enjabonarle un pie lo levanto y apoyo en mi pecho, con la esponja full de espuma voy tallándolo, sin dejar de mirarla, sigo por su pantorrilla, rodilla, muslo por fuera, abajo y arriba, cuando voy por la parte de adentro, se lleva una mano a una teta, la agarra <Así te quería ver> subo por su parte interna del muslo sin llegar a su vagina, no pierde detalle y justo cuando iba llegando a donde ella esperaba me detuve, su cara es de frustración, se muerde los labios y aprieta un pezón.
Le bajo la pierna y tomo la otra, haciendo lo mismo, cuando casi llego a su vagina, me detengo y le bajo la pierna, me mira con rabia lasciva, le agarro por sus caderas haciendo que se voltee mirando para la pared, enjabono sus nalgas, con una buena cantidad de pasadas con la esponja y después con mis manos, me fascinas sus nalgas, ella solita levanto su culo y abrió más las piernas, me lo pone en bandeja de plata, como dicen.
A esta altura voy recuperando nuevamente mi erección, me levanto y sigo enjabonando su espalda, pongo sus brazos contra la pared y se los enjabono, ya de pie detrás de ella, mi pene lo calzo entre sus nalgas, de inmediato suelta un gemido y empieza a tallárselo con movimientos de cadera y hacia los lados, habiendo enjabonado ya su cuello por detrás me acerco más y paso a el vientre, estómago y las tetas, uff, me fascina sus tetas, desde atrás es una delicia como se sientes en mis manos, ella voltea a ver cómo se las sobo y enjabono, sobre todo los pezones, que están durísimos, gime cuando se los rozo.
Empiezo a moverme hacia atrás y adelante, suave para que mi pene se roce con su vulva, con la esponja le enjabono su monte de venus, al sentirme suelta un grito suave y echa la cabeza hacia atrás, pongo mi pene, el glande entre la esponja y mi mano y juntos empezamos a enjabonarla, ella se agita y empieza a moverse al compás conmigo, se talla duro, gime con desespero.
G: Métemela, anda, por favor, clávame aquí mismo.
T: ¿Lo deseas? Dime qué tanto lo deseas.
G: Ay todo, lo quiero todo dentro, quiero que me abras, sentir como llenas, como palpitas, mira como me tienes, quiero que me partas… ah sí, sí, así, pero métela ya.
Dicho esto, le halo hacia mí para que el agua caiga y le enjuago tu vulva, mi pene y mis manos, casi grita al sentir el juego con el agua y vuelvo a llevarla hacia la pared, hago que apoye sus manos y le agarro por las caderas levantando aún más su culo, casi que esta parada de puntillas, con un suave movimiento de cadera logro calzar el glande en su entrada, voltea a verme, abre la boca, su cara es de sufrimiento, pero un sufrimiento de placer.
T: ¿Esto es lo que quieres?
G: Si, es lo que quie…. (suelta un largo gemido al sentir que voy entrando sus ojos lo pone en blanco).
Llego hasta su cérvix y pega un brinco al sentirla, en esta posición no logro meterse del todo, y agarrada de sus caderas empiezo a cogérmela suave solo se escucha sus pequeños gritos y la ducha, es algo porno porque la posición, ella de cuclillas con sus piernas abiertas y yo caso que sosteniéndola por las caderas penetrándola, eso me excita demasiado.
G: Si, duro, dame más duro, anda, quiero que me partas. (entre jadeos me lo ruega).
T: No creo que te merezcas que te de duro.
G: Si, claro que si, métemelo duro, anda vam… (No la dejo terminar y la embisto con fuerza, esta vez sí entro toda, por lo visto su excitación hizo que se ensanchara su gavina).
Grita un “Sí” y agarrada de la cadera la embisto una, dos, tres, y así sucesivamente, se la estoy clavando a petición, se pega a la pared por las embestidas, sus tetas están aprisionadas contra la pared y la sigo taladrando, ya esta vez con bastante intensidad, me pone a mil, verle el culo así, y como se ve cuando entro y saldo, su ano con las embestidas palpita, se ve como se abre y cierra poco, pero es notable, <El culo es mi próxima ficha a coronar>, estando dentro de ella se siente más caliente que el agua que nos cae encima.
El tiempo es relativo cuando estas disfrutando, uno cuando está tirando o haciendo el amor, no voltea a ver un cronometro o reloj, solo se dedica al placer y más nada. Sus gritos son ahogados y altos, intenta decir algo, cuando siento que su vagina me aprieta una, dos, tres veces, ya aprendí a leerla, está por venirse, así que aumento poco la intensidad y hace que me suba a mí también.
T: Me pones mal, esto es lo que querías, te voy a llenar de leche.
G: Si, dale préñame, quiero sentirla adentro (y se queda en un Oo largo)
Cuando sus piernas empiezan a temblar y su totona a masticarme el pene, la sangre me sube y no aguanto más explotando dentro de ella, enterrándosela hasta el fondo.
G: Ah sí, ah (Un largo grito que se debe haber escuchado hasta fuera del apartamento).
Sus piernas tiemblan y debo sostenerla porque casi se cae, la abrazo y mi pene se sale.
G: No, que no se salga… ay la quería adentro.
T: Estas que te caes bella (me rio porqué puso una cara de puchero).
Me recuesto en su espalda, ella aun pegada a la pared, beso su cuello, he intenta voltearse y le ayudo, me abraza por el cuello y me empieza a besar, seguimos abrazados y esos besos dulces, llenos de ternura y pasión, hasta que me muerde duro y le hala el labio hasta soltarlo, no sé cuánto duramos así,
G: Vas a tener que bañarme de nuevo jejejeje.
T: Dale, por mi feliz, anda vamos que ahora tengo más hambre.
G: Cómeme a mi grrrr (haciendo como un tigre con cara picara).
Me rio, levanto la esponja, la enjabono bien nuevamente, hago lo mismo conmigo y abrazados dándonos besos nos escurrimos el jabón por todo el cuerpo.
G: Me falto el cabello, si quieres salte tú, que yo me lo lavo rápido.
Me da un beso y me vuelve a morder el labio halándolo, le encanta hacerme eso por lo visto.
Me salgo de la ducha, me seco con la toalla que me había dado, busco mi ropa, debe estar en la secadora, y en efecto, allí la encuentro, regreso al cuarto hasta una silla que tiene cerca de la ventana, ella ya estaba saliendo de la ducha y se está escurriendo el cabello.
T: Bella, por casualidad, tendrás algún desodorante de alguno de tus “amiguitos”.
G: ja ja ja, muy gracioso, aquí en el baño debe haber uno.
Entro buscarlo y abro el gabinete encontrando uno, esta nuevo (menos mal) me pongo un poco, salgo para vestirme, con la misma ropa con la que la fui a buscar el sábado de madrugada en el bar, busco mi teléfono y son las 4:00 pm <wow, que forma más sabroso de invertir dos horas> me rio y mientras ella buscaba que ponerse en su closet, me pregunta:
G: ¿De qué te ríes cielo?
T: Nada, son las 4 de la tarde y cuando nos metimos a bañar serían las 2, creo, vaya forma de invertir dos horas.
G: Ni me lo digas a mí, por cierto, manejas tú, me duele el culo jejeje
T: Cómo que el culo, ni lo he tomado, aún…
G: (lanzándome la toalla que se puso en el cabello) tú crees que no me duelen los músculos de la cadera, o crees que tienes un maní entre tus piernas y eso de aún, ni sueñes, eso no va a pasar.
T: No seas soez jejeje, tampoco fue para tanto.
G: Voy a comprar un arnés con tus medidas y después que te parta en dos, hablamos.
Estallé en una carcajada al punto que me tuve que sentar en la silla porque de verdad ella es imposible, sentado me amarro las botas y le escribo a Aquiles diciéndole que en una hora aproximada estaría allí, le llamarían cuando este en la entrada del edificio, él me responde que “ok” y al sonar el teléfono, me dice:
G: Te estas reportando con la otra, dile que eres mío y que se jodío, que ni se te acerque porque la hago picadillo.
T: Vaya cuaima la señorita.
G: Siempre, acostúmbrate, porque tú eres mío y vámonos, que también tengo hambre.
Se había puesto unos de esos vestidos semi deportivos que son a medio muslo, ceñidos, resaltan su figura, sin sostén y unos zapatos de goma blancos, cabello suelto, aun mojada y de salida toma su bolso y saca un perfume, busco mis cosas y agarro las llaves, sella e echa tres splash de perfume y dos a mí.
T: Epa, eso no me queda a mí.
G: Estoy marcando territorio, te mordería para dejarte marcado, pero no te va a gustar.
T: Si quieres te busco un fierro de ganado y soy uno más de tu hacienda.
G: Estas muy gracioso, como si fuera ganadera yo… ja.
Ese juego del ganado, que los celos y demás, es el típico juego que siempre nos hemos echado en los últimos tres años, casi que no podía salir con mis amigas porque ella se aparecía con su novio, o mejor dicho su ex, el pendejo eso en fin, me coqueteaba duro delante de su novio y mis amigas, ninguna de mis conquistas la llego a pasar, decían que ella estaba enamorada de mí y yo les explicaba que ella es mi mejor amiga, mi ex, me soltó “Si claro, amigo ratón del queso” y de allí el nombre de esta historia.
En el estacionamiento, encendí su camioneta, se calzó sus lentes de sol y prendió su reproductor, empezó a sonar un reggaetón que tanto le gusta y salimos.
T: ¿Sushi o hamburguesa?
G: Me lo pone difícil, sabes que ambos me encantan…
T: Sushi entonces.
Me suelta un manotón y se echa a reír, en plena vía pone su mano sobre él apoya cabezas de mi asiento y me hace cariños, como voy manejando de vez en cuando volteo a verla y siempre está mirándome o creo, al menos que se haya quedado dormida jejeje.
T: ¿Que tienes?
G: Nada, me sonríe y juega con mi cabello.
T: Seguro, estás tan quieta y eso sí que es raro en ti.
G: Ay si, la revoltosa pues jejejeje no vale, que te estoy viendo vale, ¿qué no puedo?
T: Claro que puedes, pero ¿qué piensas al verme?
G: No me lo creo, esto es un sueño, de verdad Tomy, ya sabía que yo te gustaba mucho, pero conociendo el hombre que eres, lo bueno, dulce, caballeroso, siempre me dio miedo hacerte daño, tú muy bien lo sabes, lo impulsiva, loca que soy, no me aguanto nada de nadie.
Le interrumpí diciéndole:
T: Lo sé, tranquila, no te juzgues, yo nunca lo he hecho, además una cosa es lo que antes habíamos conversado y otra muy diferente es en dónde estamos ahora, me entiendes.
Ella se quedó callada unos segundos y se acomodó en el asiento y dijo:
G: ¿Y dónde estamos ahora? (su tono fue algo serio)
T: Te soy franco, en un limbo, porque ni tu ni yo hemos hablado con seriedad y manos después de los hemos hecho, ambos nos conocemos muy bien, al punto que sabemos nuestro pasado y presente, pero ni tu ni yo podemos definir ni siquiera predecir el futuro.
Su semblante cambio dejo de mirarme y empezó a mirar por la venta.
T: Pero algo sí te puedo garantizar, aquí estoy, aquí estaré mañana, pasado, la próxima semana y hasta que ambos decidamos poner fin a lo que tengamos, ¿Qué será? No lo sé, pero algo si te garantizo, hoy y ahorita, te quiero muchísimo, no sé si decir que te amo te agradaría, porque por muchas noches me sentía mal sabiendo que estabas en brazos de alguno de los imbéciles con los que salías y sabiendo que ninguno de ellos te merecía.
En ese momento estaba detenido esperando luz verde en un semáforo y sin esperarlo se lanzó a encima de mí y me dio un beso tan fuerte y profundo que sentí mi cara húmeda, de la impresión me percaté que por sus mejillas corría una lágrima.
G: Yo si te amo, y te amo demasiado, siempre reprimí mi sentimiento hacia ti por muchos prejuicios estúpidos y temores absurdos en mí, pero estos días me has enseñado y hecho a ver la realidad en mí y sí, te amo Tomás.
Me vuelve a besar y fue tan rico ese beso, más por las palabras con las que venía acompañado que solo nos sacó de esa burbuja la corneta de carro que tenía detrás. Avanzo y le abrazo, aun recostada de mí y cambio de carril, intento estacionarme, logro hacerlo unos metros más adelante.
T: Bella, me siento en el cielo, mi pecho se siente un frio de la emoción y no te garantizo un cuento de Disney porque es mentira, esa vida no existe, pero si quiero darte lo mejor de mí al 1000 %, aquí estoy, tuyo soy y tanto me costó tenerte que perderte por alguna estupidez que pueda hacer es imposible.
La abracé fuerte y le di un beso que estaba cargado de mucha pasión y verdadero sentimiento, no puedo negar que se me aguaron los ojos de la emoción, momentos así pocas veces se viven y aquellos que me leen saben a lo que me refiero, hay momentos que vale la pena recordar y revivir una y otra vez porque son únicos.
Continuamos con el camino, llegamos a un restaurant en el Municipio Chacao Maki sushi, uno que sé que no conocía pero que me han recomendado, al estacionarnos se percata que su pezón se marca demasiado y busca un sweater dentro de su camioneta, se lo pone y seguimos.
G: ¿Es bueno?
T: No sé, me lo han recomendado, pero es la primera vez que como aquí.
Me abraza por el brazo y sonríe.
G: Que rico, conociendo lugares nuevos juntos.
T: Esa es la idea, que sea único el lugar y el momento, además este fin fue mi primera vez.
G: (Se ríe aparatosamente) Primera vez, tú, aja… seguro, échame un cueto de vaqueros ahora, mira que venía sentada de lado porque me duele el culo (diciendo esa última palabra ya bajaba la voz porque estábamos entrando al restaurant).
Nos sentamos en la terraza, ella busca la carta y empieza a cuzquearla, mientras de verdad me siento a verla, ella metida en la carta y con una mano me acaricia la mía que esta sobre la mesa, me lee el menú y realmente no le estoy prestando atención, solo le observo, lo bella que está, su cabello aun húmedo, sus cejas, su boca como se mueve cuando pronuncia cada palaba cuando pronuncia la d que se muerde la punta de la lengua, demasiado, sin duda estoy enamorado de esta loca.
G: ¿Te parece?
T: Sí, perfecto. (Ni idea que se refería, estaba absolutamente inmerso en su belleza).
Llego el mesonero, nos tomó la orden, trajo las bebidas, y empezaron a llegar los platos, la comida transcurrió de lo más normal, reímos de cuentos pasado, me comento sobre una de sus amigas, hablamos de trabajo ella del suyo y yo del mío, me comento sobre su hermano, le eche el cuento de los míos y así pasamos el rato, en eso me suena el teléfono, es Aquiles preguntado qué había pasado, le respondí que estaba cerca que me diera 15 min, le mostré el mensaje y me dice que pidiéramos la cuenta, al llegar ella insistía en pagarla a lo que me negué y empezó:
G: Tommy déjame pagar, déjame invitarte por favor.
T: No, quiero pagar todo yo.
G: Vamos a medias pues.
Me pone cara de puchero y me sostiene la mano donde sostengo la tarjeta que le estaba dando a mesero, imposible no caer ante semejante ternura, de verdad sabe cómo desarmarme, saca s tarjeta y le da ambas al mesonero, éste nos trae los respectivos voucher para firmar y le dejo la propina.
Ya de salía va abrazada a mi seguimos riendo por una de sus ocurrencias.
G: Uy que rico es comer, quede llena y de verdad que tenía muchísima hambre.
T: Si estuvo muy rico todo, elegiste muy bien.
G: Claro, sabes que tengo un gusto excelente, que más podrías esperar de mí.
Diciendo esto levanta sus brazos y da una vueltica y abre la camioneta, la enciendo y vamos al apartamento de Aquiles, estacionado me bajo, ella se cambia, él ya me estaba esperando en la puerta, él la conoce, le saluda con una sonrisa y la mano levantada, ella le grita.
G: Aquí te lo dejo.
Él puso cara de sorpresa y se rio, aun estando al lado de ella, le digo:
T: Espérame que encienda la moto y te escolto a tu casa, ¿vale?
G: No cielo, dale tranquilo, voy a mi casa, pero antes debo ir a comprar unas cosas.
T: Seguro, no me cuesta nada acompañarte, es más quiero hacerlo.
G: No dale, anda descansar, me llamas cuando llegues, ¿sí?
T: Dale, está bien, sí, te llamo, claro que sí.
En eso ella casi que se sale de la camioneta por la ventana y toma mi cara, me da un beso largo y suculento, al que yo correspondo y obvio, termina mordiéndome el labio y soltándolo.
G: Uy que rico son tus labios, DIOS MÍO. (Diciendo lo último gritando).
Se pone el cinturón y arranca, me quedo parado viendo cómo se va, llevo los dedos a mi boca y sobo el labio, de verdad me muerde duro, me encanta me rio y me volteo, veo a Aquiles con cara de WTF, levanta los brazos.
A: Explícame eso, ¿qué paso aquí?
T: Que te puedo decir, me rio y levanto los hombros.
A: No si claro, un besito de amigo, si te estaba devorando, cuéntame que paso, adema no andas con la misma ropa de viernes, ¿te quedaste en su casa todos estos días?
T: Un caballero jamás habla de una dama.
A: Sinvergüenza, lo veo y no me lo creo, de verdad.
Me rio y vamos conversando pendejadas, cambio de tema porque de verdad no quiero decir nada de lo que ha pasado y mucho menos comentar la intimidad de ella con más nadie, no es problema de nadie, es mi relación, mi vida, mi privacidad, ya en el estacionamiento caliento la moto, me pongo el casco, los guantes, le escribo un mensaje diciéndole que voy saliendo cuando Aquiles me dice:
A: Mira, ¿qué vas a hacer con Aimara?
Vaya balde de agua fría, Aimara, es una amiga que me había dado unos besos con ella, se suponía que ese viernes iría por ella a buscarla después de darle una “vuelta” a génesis, cosa que no hice obviamente y tampoco me excuse después de haber cuadrado, algo que es un valor en mi es la puntualidad y responsabilidad, manejo mi vida con congruencia por lo que mi amigo me recordó algo que debo hacer como hombre, dar la cara definir las cosas, además ese aspecto no se lo había contado a Genesis, menudo peo que se me avecina por no haberle contado sobre ella.