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Amiga de un extraño (2)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Recuerdan al extraño del taxi? Pues dejamos de ser extraños, y nos veíamos cada dos semanas para tener encuentros, pláticas y demás.

Pasamos varios meses y nuestra relación se estrechó cada vez más. Acordamos tomar unas vacaciones y nos fuimos a Costa Rica, Punta Islita fue el lugar que sería testigo de unos días llenos de pasión, caricias, y mucho sexo.

Por razones obvias no podíamos de manera explícita decir a qué íbamos de viaje, solamente que nos íbamos de viaje. Él mencionó que iba a finalizar un negocio de importaciones y yo iba de parte del trabajo a unas capacitaciones.

No viajamos juntos, ni en el mismo vuelo o el mismo día pero al llegar al aeropuerto lo vi, estaba ya en mood verano, unos shorts, sandalias y una playera que descubría sus brazos que tantas veces me habían cargado, estrechado y abrazado. Llegó con unas flores, y un cartelito que decía "Bienvenida Extraña" y yo lo amé, sabía la gracia que eso me hacía, Gabriel y yo ya no éramos extraños cualquiera.

Me abrazó y dijo al oído "no sabes las ganas que tengo de cogerte", él lo dijo y yo sentí como un toque de electricidad recorría mi cuerpo. Me reí, tomé mis flores y caminamos tomados de la mano hacia el carro, él ya se había encargado de tener uno que nos llevara de vuelta al hotel o a cualquier otro lugar que quisiéramos.

En el carro le pregunté si iba a manejar, y dijo no, "recuerdo que una de tus fantasías es que te toquen mientras conduces, así que hoy es el día en que la vas a cumplir…"; me volví a reír y le dije Ok acepto. Pero la verdad estaba nerviosa, no conocía el carro, el camino, el país, que tal si me paraban o perdía el control del carro, como fuera, ese día nuevamente haríamos magia.

Subimos las maletas, eran 2 pequeñas ya que lo que menos llevaba yo era ropa, estaba dispuesta a estar desnuda la mayor parte del tiempo, junto a él la ropa estorbaba. Después subimos al auto, yo en el asiento del piloto y él como copiloto, pusimos la ruta y afortunadamente el hotel no estaba a más de veinte minutos así que podía manejar despacio, para no causar ningún incidente. Él tomó mi mano, la que yo llevaba en la palanca de velocidades y comenzó a frotar su miembro lentamente, lo que él quería era que yo supiese lo duro que estaba ya, y yo estaba encantada con saberlo.

Una de las cosas que más me gustaban de Gabriel y yo era eso, no ocultábamos cuando estábamos calientes, o cuando nos sentíamos en otra frecuencia. Éramos honestos, si mentíamos a otros, por qué a nosotros también? Era una regla tácita entre la relación, las mentiras se quedaban afuera.

No puedo poner en palabras lo sentido, vivido en una semana de vacaciones al lado de él, lo que puedo decir es que nunca en la vida había estado tan feliz y adolorida al mismo tiempo. Él usó todos los chats que teníamos para hacer exactamente lo que yo le había pedido, complació cada una de esas fantasías que tenía.

De tantas les voy a compartir dos, para que se vayan haciendo una idea de como fue todo… Aparte del auto y la mojada que me dio, la siguiente fue saliendo a un CC del área, yo en falda, dentro un vibrador y él teniendo control total de mi.

Pero esto es para la siguiente historia…

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