Estaba en una fiesta de fin de curso de mi mejor amigo, allí conocí a mi amiga Lara, ella era su compañera de curso, nos habíamos visto un par de veces, pero cuando todos empezamos a realizar nuestros rumbos de vida, fue donde más contacte con ella.
Fuimos muy unidas en esa época yo le contaba mis historias y ella las suyas, cuando termine de estudiar en la facultad y me cambie de ciudad a 2 horas de donde vivía antes, nuestra relación no fue lo mismo, pero jamás perdimos el contacto. Pararon 2 años, ella se casó, fui a su boda y a los nueve meses como bien demanda un matrimonio llego su primer hijo. Mientras todo esto le pasaba a ella, yo disfrute mi soltería, tanto con hombres como mujeres.
Pasaron varios años después de eso y volví a mi pueblo natal, en los últimos años había perdido un poco el contacto con ella, es la verdad, pero un día yendo al supermercado me la crucé. Yo estaba decidiendo que shampoo comprar administrando mi economía. Escuche un grito de alegría saliendo por la góndola de al lado, – ¡Juli, Juli! ¿Cómo estás? Toda emocionada y alegre como ella siempre era. Hablamos un rato y quedamos para vernos para cenar en esa semana. Mientras tanto hablamos un poco de que ella se divorció, vive sola con su hijo. Y yo le conté que había vuelto. En ese instante pareció que los años nunca habían pasado y que nuestra amistad siguió intacta.
Llego la noche en donde nos íbamos a ver y decidimos ir a un bar a tomar unas cervezas artesanales, porque ella jamás había probado, yo fui con un vestido corto entallado al cuerpo, botas cortas y una campera de cuero, ella fue con un jean engomado donde se le veía bien las curvas (voluptuosas caderas) y una remera trasparente pegada al cuerpo donde se notaba que no llevaba sostén. Cuando nos vimos ambas nos sorprendimos lo bellas que estábamos. Yo le dije que estaba hermosa, no me lo iba a callar, me conto además del divorcio que tuvo citas que fueron espeluznantes después de su lo único interesante nuevo es que había probado un trio con una pareja. Siempre tuvo curiosidad de estar con una mujer, así que había aceptado un trio por una app de citas. Yo sorprendida de los cambios de mi amiga, la noche se tornó interesante.
Durante el bar nos alocamos un poco y terminamos en una discoteca no formaba parte del plan, pero teníamos ganas de disfrutar de la noche cuando recién llegamos ella me dice que inventemos que éramos novias, como cuando éramos jóvenes, para que los hombres no nos molestaran, pero siempre hay uno que otro, que siempre te pregunta que le gustaría hacer sándwich con nosotras. En un momento de la noche ella me confiesa, -¡me gustas!, ¡siempre me gustaste! y yo le dije que también, pero como estábamos influenciadas por el alcohol supuse que era algo tonto.
Cuando estábamos esperando el auto para irnos a nuestras casas ella me da un beso en la boca, yo sorprendida se lo continue, porque me estaba gustando lo que estaba pasando. Justo llego el auto. Llegamos a su casa ella me agarro de la mano y me dijo no, vamos directo a tu casa, – ¿segura? Le pregunte. – ¡Si! Respondió.
Cuando llegamos a mi casa, llegamos haciendo ruido, escandalosas y riéndonos de la noche hermosa que habíamos pasado y hace tanto no habíamos pasado una noche de disco, lo único que habíamos planeado era ir a beber unos tragos.
Ella se fue a bañar y sacarse el maquillaje mientras yo le buscaba ropa cómoda para que durmiera. Cuando voy alcanzarle la toalla para que se secara, me dice: -¿venís a bañarte conmigo? Y cuando la vi estaba totalmente desnuda regulando el agua de la bañera semi inclinadas con esas caderas que ya venía deseando con ese pantalón ajustado que tenía puesto. Obviamente no me pude contener y la besé, me saqué lo que tenía puesto y nos metimos de lleno a la ducha.
Ella me dijo vamos despacio quiero probarte y deleitarte entera. así que me puso de espalda a ella y me empezó a besar la espalda mientras tocaba mis pechos, que ya estaban erectos de lo caliente que estaba, me acariciaba despacio los brazos y mi abdomen, hasta llegar a mi zona pélvica, donde empezó a introducir sus dedos para tocarme el clítoris, en donde en esos primeros instantes empezaron a salir mis primeras respiraciones agitadas de placer, ella me dio vuelta y me dice: – ¿te gusta?, y yo le respondí sin aliento: -¡claro, que sí! Y nos dimos otro beso apasionado, y salimos de la ducha para transportarnos a la cama.
Ella me empuja hacia la cama y se tira encima mío, me empieza a dar besos en el cuello y baja hacia mis pechos, llenándolos de saliva pasándole la lengua, y me las amasaba mientras las chupaba, ella bajo primera a besarme el clítoris y cuando empezó, ¡por dios! lo hizo tan rico que empezaron a salir mis gemidos automáticamente, me encantaba mirarla como lo hacía, me daba tantos lengüetazos tan rápidos que no aguante mucho y acabe. Toco mis jugos y metió sus dedos en mi boca.
Yo me puse al lado de ella y la empecé a tocar la vulva e introducirle mis dedos, esos gemidos no tardaron en parecer, lentamente metía y sacaba mis dedos hasta que me pidió mas fuerte, saque mi arnés que tenía guardado en el cajón, me lo coloque y a ella puse en posición en cuatro y introduje el miembro de goma, estaba tan excitada que me pidió que le jalara del pelo, se lo jale mientras le daba un par de nalgadas, a ese instante aprecie ese hermoso culo que tiene. Cambiamos de posición yo me puse arriba de ella, y con los movimientos rápidos que le daba acabo de inmediato.
Ella me saco el arnés y me dijo quiero sentir tu vagina frotándose con la mía, se subió arriba mío, abrió bien mis piernas, y puso su vagina con la mía y empezó a moverse. Despacio y suave hasta llegar rápido y fuerte en donde nuestras vulvas juntas y mojadas se sentía el máximo placer de las dos y los gemidos que salían de ambas del fuego y la pasión de esas cuatro paredes que al unisonó acabamos al mismo tiempo. Estuvimos tan candentes las dos esa noche que nos dormimos a las diez de la mañana, estuvimos toda la noche teniendo sexo.
Cuando terminamos nos acostamos abrazadas, totalmente desnudas y traspirada que me encanto mirarla por un rato lo hermosa que se veía, ella fue la primera en dormirse. hasta que me dormí.
Cuando nos despertamos ella me despertó con un beso en realidad, ella me dijo que hacía mucho tiempo que deseaba estar conmigo. Y que le excitaba tanto todas las veces que le contaba cuando tenía aventuras con otras mujeres, que cuando me iba de su casa terminaba masturbándose. y le pregunte -¿porque nunca me lo confeso?, y me dijo que, ¡yo! no la veía con ojos de interés sexual, si no, como amiga.
Al irse me dio un beso tan apasionado que me quede con ganas de más. Y luego más tarde me llego un mensaje de ella diciendo.
-En la semana nos vemos.
-De mí no te vas a librar tan fácil
-Te quiero!
Espero ansiosa la semana que viene.
Wow,