Arañando su espalda… Pasamos a estar en la pose del misionero el sobre mí y yo abajo así estuvimos y descendió de mi boca a mi cuello dando suaves lengüetazos hasta bajar a mis pechos manoseándolos con sus manos y lengua, después las agarro como manijas de una puerta de base a punta y daba suaves mordidas estaba toda babeada, pero explotaba de placer sentía abajo grande húmedo y caliente…
¡¡Fue una sensación que no puedo explicar, pero me volvía loca!! Descendió su mano bajo mi pantalón le pedí que lo hiciera por encima porque, aunque estaba excitada también consciente de lo que hacía… y temía. Empezó a frotar su dedo medio con intensidad en mi chochita despacio de abajo hacia arriba sentía como rozaba mi clítoris después aumento la velocidad y me aferraba con mis largas uñas a su espalda y la rasgaba podía sentir como se estremecía y como se erizaba toda su piel, me besaba delicioso mordía mis labios suaves entonces mi yo masoquista y el salvaje dijo: ¡más recio! Y así lo hizo…
Wooow decía mi mente; era un dolor lleno de placer, pasamos a quitarnos los pantalones y ambos quedamos en ropa interior de pronto a lo agresivo me volteé y me puse sobre del él en la pose de vaquerita… Así es me gusta dominar empecé a rozar su verga con mi chochita veía su cara de excitación y eso me hacía feliz puedes me daba la señal de que lo que hacía lo estaba haciendo bien.
Yo gritaba su nombre y gemía de placer no podía controlar mis emociones. Entonces Sentí como metió sus dedos de bajo de mi braguita húmeda y dio uno que otro rosón y debo admitir que me gusto, pero pedí que dejara de hacerlo así, pues no soy muy segura de si misma y continuo sobre mi braguita.
Cerraba mis ojos y sentía la brisa de los árboles y el aire fresco que erizaba mis pechos él seguía masturbándome me hacía tocar el cielo. ¡Era lo más rico yo ya me masturbaba, pero ahora sentir que alguien lo hacía por mí y que era el hombre por la cual me derretía era genial!…
Creo que ya estábamos agotados de tanto manoseo, aunque sentíamos por dentro el gran deseo de seguir, pero entonces me baje y me recosté a su lado bese su mejilla y le dije que lo amaba y que era lo mejor que me había pasado y quería pasar el resto de mis días a su lado me abrazo y me dijo que jamás se iría de mi lado que me amaba y cuidaría de mí.
Sentí tanta tranquilizad placer y amor todo dentro de mí estaba revuelto, pero me sentía feliz todo era un ambiente positivo. Nos vestimos y volvimos a besarnos recorrió mi cintura y me dio un apretón fuerte en mi nalga y me sonrió entonces me dio su mano y íbamos de nuevo hacia casa los problemas se resolvieron y estábamos felices ahora yo quería que fuese así por mucho más tiempo, por lo que siempre que tenía la oportunidad me escapaba con él y así me volví adicta a la intimidad después de probar el placer y tocar el cielo con arañazos, besos y caricias candentes no hay vuelta atrás.
FIN