Pedro llegó con sus amigos a su casa, Elisa sintió un extraña excitación al verlos Luzbel se fue con su hijo y se encerraron en la habitación, Celio se quedó un poco rezagado y se quedó con Elisa en la cocina.
– ¿Cómo ésta la gordita? – le pregunto Celio mientras la arrinconaba contra el frigorífico – ¿Me has echado de menos?
– Déjame – pidió Elisa – esta mi hijo en casa y nos puede ver.
Celio puso su pierna en medio de las de Elisa y la obligo a abrirlas, Elisa le puso las manos en el pecho y hizo ademan de golpearlo, Celio la agarró por las manos y le llevo una mano a su paquete, tenía la polla erecta y dura.
– Mira como me pones marrana – le susurró Celio al oído – por las noches me hago una paja al pensar que he sido el primero en follarte por el culo.
Elisa le aparto la mirada avergonzada, aún tenía el culo compungido, mientras su mano se posó encima del pantalón de Celio y empezó a manosear aquella polla erecta.
– Me puse muy cachondo al oírte chillar cuando te rompía el culo – le dijo mientras la besaba en el cuello.
– Esta mi hijo – balbuceaba Elisa nerviosa – déjame te lo suplico
Celio le metió las manos y le desabrocho el pantalón y le metió una mano por dentro de las bragas y empezó a estirarle de los pelos del coño mientras Elisa intentaba silenciosamente apartarse de él.
– A ver como estas guarra – le susurró mientras sus dedos pasaron por la raja – tienes el chochito mojadito… que marrana… ya quieres volver a follar.
– Mi hijo por favor -suplico ella – déjame y hare lo que me pidas… pero déjame ahora
– Esta noche haremos lo yo te diga – le musitó él – si no tu hijo sabrá lo puta que eres
Elisa asintió con la cabeza y se puso un dedo en la boca y se abrocho el pantalón y se arreglo la ropa. Celio se fue a la habitación con su hijo, al rato salieron y se fueron Celio y Luzbel no sin cruzarse una mirada cómplice con Elisa. Su hijo y ella cenaron y sobre las diez de la noche Elisa recibió un WhatsApp:
Celio: ¡Hola guarra!
Elisa: ¿Qué quieres?
Celio: Sal de tu casa y ven a buscarme con tu coche
Elisa: ¿Para qué?
Celio: Hazlo puta… quieres que vaya y te folle delante de tu hijo
Elisa se quedo un momento dubitativa y pensativa, no podía dejar que su hijo se enterase que su madre estaba siendo sometida y violada por sus amigos.
Elisa: (resignándose) Vale, envíame la ubicación
Celio: ponte una falda y ven sin bragas y sin sostenes – (recibió una ubicación)
Elisa se fue a su habitación, se puso una falda, una camiseta y unas chanclas.
– Tengo que salir un momento… voy a la oficina a acabar un trabajo que he olvidado – se disculpo Elisa con su hijo – no me esperes igual llego tarde.
Elisa salió de casa, arranco el vehículo y puso la ubicación que le había mandado Celio, al llegar vio que Celio la estaba esperando, se subió al vehículo y le dijo que condujese, en un semáforo le paso la mano por debajo de la falda y le toco el coño para asegurarse que no llevaba bragas.
– Para en esa hamburguesería y compra una hamburguesa, patatas fritas y un refresco para llevar
Elisa obedeció extrañada y entro en la hamburguesería y compro lo que Celio le dijo:
– ¿Tienes hambre? – le pregunto ella
– No es para mí – le contesto él – conduce por donde yo te diga
Celio la hizo salir por un camino de tierra que había y condujo unos dos kilómetros hacia el interior y llego a una casa destartalada y aparco delante de la casa y salió un hombre de color a recibirlos.
– Dale la comida -le ordeno Celio – Elisa obedeció y le entrego la bolsa de comida
El hombre de unos 45 años le agradeció el gesto y empezó a comerse la comida
Celio salió del vehículo, cogió a Elisa del brazo y fueron hacia el umbral de la casa desde donde pudo ver un colchón y unas garrafas de agua junto con un carro de un supermercado lleno de ropa y mantas.
– Se llama Adebola y lo ayudo y le traigo comida y más cosas
Elisa observo en silencio como aquel hombre devoraba la comida y cuando hubo acabado ella y Celio volvieron al vehículo, Elisa se sentó y Celio le cogió la pierna la subió por encima del cambio de marchas, le quito la chancla y el pie le quedo a la altura del salpicadero.
– Ábrete de piernas marrana – le conmino Celio – Elisa se quedo paralizada por un instante y no supo reaccionar mientras tanto Adebola se acerco a ella y la observo de cerca. Celio la agarró por la barbilla y le dio una bofetada en la mejilla y le subió la falda, mientras Adebola le manipulo el asiento y lo echó atrás.
– Mira que chocho te voy a dejar ver hoy – le dijo Celio a Adebola, mientras Elisa quedo espatarrada y aturdida.
– ¿De dónde has sacado a esta putita? – pregunto Adebola mientras le cogió la pierna a Elisa y la saco hacía afuera
– ¿Qué me vais a hacer? – pregunto Elisa asustada y aturdida
– Cállate guarra – le exigió Celio mientras sus dedos le abrían los labios del coño para que Adebola lo viese perfectamente –
Elisa intento que la dejasen y Adebola la agarro con fuerza y Celio le metió dos dedos en el coño y empezó a meterlos y sacarlos con intensidad
– Dejadme… no quiero – suplico Elisa con lagrimas en los ojos agarrándose con fuerza al volante y chillando
– Chilla lo que quieras… aquí no te va escuchar nadie – le advirtió Adebola
– Es una mama muy marrana y la estoy preparando para que sea una buena puta – le dijo Celio a Adebola – esta gorda pero me gusta follarla
Los dedos de Celio le empezaron a provocar placer y empezó a gemir placenteramente, Celio saco los dedos y le acarició el coño y su dedo le estimulaba el clítoris y Elisa empezó a retorcerse y a dejarse hacer dócilmente.
– Ya esta cachonda la muy guarra…tiene el chocho bien mojado – le dijo Celio a Adebola – huélele el chocho
Adebola metió la cabeza dentro del vehículo y llevo cara al coño de Elisa y le olió el coño
– Cómo le huele el coño a la puta – expreso Adebola – déjame comerle el coño.
En ese momento Elisa hizo un gesto negativo con la cabeza y Celio un gesto positivo y Adebola le paso la lengua por el coño a Elisa que dio un respingo al notar aquella lengua tan áspera pasando por encima de su clítoris.
– No dejes que me haga eso – suplico Elisa a Celio mientras levantaba la mirada al cielo
– Que coño más suave que tiene esta tia – dijo Adebola – ¿De dónde la has sacado?… es una buena puta
– Es la madre de un amigo y se la estoy dejando bien entrenada y follada – dijo Celio que se puso de pie dentro del vehículo y le llevo la polla a la boca – chúpamela gorda.
Elisa cogió la polla de Celio con las manos y empezó a chupársela y lamérsela mientras empezaba a gemir placenteramente, la lengua áspera y grande de Adebola le estaban provocando un placer a lo cual no estaba preparada
– ¿te gusta que te come el negro el chochito marrana? – le pregunto Celio mientras le daba golpes con la polla en la cara. Elisa hizo un gesto afirmativo mientras se llevaba a la boca la polla de Celio.
– cómele el chochito a la gorda – le dijo a Adebola -haz que se corra esta puta con tu lengua.
Adebola asintió con la cabeza y le pasaba la lengua frenética y hábilmente por todo el coño de Elisa que no tardo en dar síntomas y se corrió profundamente. Celio le dio unas bofetadas cariñosas en la cara a Elisa mientras adebola se sacaba la polla.
– Ahora quiero que le hagas una buena paja – le pidió Celio a Elisa.
– No quiero… no me obligues a hacer eso – dijo Elisa mirando la polla de Adebola que era enorme – no voy a hacerlo… vámonos.
– Vas a hacer lo que yo te diga guarra – le grito Celio – esta tarde has dicho que harías lo que te pidiese y te estoy pidiendo esto… ¿Quieres que tu hijo sepa lo puta que eres?… o mejor lo llamo ahora y le digo donde estas.
– Te lo suplico… no me hagas esto por favor – le pidió Elisa
– Le haces una buena paja o dejo que te folle toda la noche en aquel colchón mugriento – le amenazo Celio agarrándola por el cuello
Elisa se lo quedo mirando horrorizada y resignada aquel supuesto amigo de su hijo la estaba sometiendo a su voluntad y ahora la estaba emputeciendo y le hizo un gesto con la cabeza mientras le caían lágrimas por la mejilla.
– Luego te enseñare a que no me vuelvas a desobedecer… vas a ser mi puta para lo que yo te diga – le advirtió.
Elisa se acerco a Adebola y lo apoyo al vehículo le puso una mano en el pecho y con la otra le empezó a hacer una paja a aquella enorme polla.
– Así marrana hazme una buena paja – le decía Adebola para humillarla mientras Celio observaba la escena atentamente – Mírame mientras me haces la paja puta – Adebola la obligo a que lo mirara y Elisa lo hizo furiosa y avergonzada.
Por suerte para Elisa, Adebola empezó a gruñir y se corrió lanzando una gran cantidad de esperma encima del suelo, Elisa se apartó humillada y Celio recogió una chancla que se le había caído al suelo, la cogió por el brazo y la llevo delante del vehículo y la puso encima del capo caliente y alumbrada por las luces encendidas y la cara y las tetas de Elisa quedaron encima del capo y le subió la falda.
– Te voy a enseñar a hacer lo que yo te diga gorda – le recrimino Celio y empezó a azotarle las nalgas con la chancla.
– No… te ruego me des más – le suplicó llorando y chillando Elisa
– Tienes que castigar a esta zorra – le dijo Adebola – que sepa quién manda.
Celio la azoto con su propia chancla sin compasión mientras Elisa vociferaba como una loca y las nalgas estaban cada vez más enrojecidas.
-¿Vas a hacer yo te diga putita? – le pregunto Celio – te sigo castigando guarra
– Para por favor… me haces daño – le suplico ella en voz baja y resignada – hazme tu puta
– Dímelo otra vez gorda – le dijo él avasallándola – quiero oírtelo decir.
– Sométeme – balbuceo ella con voz sumisa – emputéceme si quieres… pero házmelo tú.
Celio soltó la chancla y se acercó a Elisa, le abrió las piernas y la penetró violentamente por el culo, Elisa soltó un grito desgarrador y Celio le sacaba la polla y la volvía a penetrar profundamente, Elisa lanzaba gritos dolorosos con cada pollazo que le daba Celio.
– házmelo despacio – le suplico ella – encúlame suave… hazme gozar.
Celio empezó a moverse suave y profundamente y la polla empezó a entrar a salir fluidamente del culo de Elisa que empezó a gemir placenteramente.
– Me encanta follarte el culo tan estrecho que tienes gorda – le dijo degradándola – cuando acabe contigo te va a caber cualquier polla.
– Así… muévete así – balbuceaba ella – me gusta que me des por detrás
– ¿te gusta que te la meta así? – le exclamaba – cómo me pone follarte por el culo
– acaríciame el coño con los dedos – le pidió Elisa moralmente pervertida – quiero correrme
Celio le acaricio el coño con los dedos y Elisa empezó a jadear y gemir fuertemente mientras su cuerpo empezó a convulsionar.
– Quiero correrme con tu polla dentro de mi culo – pidió ella – métemela sin compasión
– Me gusta follarme gordas como tu – le dijo él con la voz entrecortada – te voy a hacer mi esclava sexual.
Elisa se corrió salvajemente y Celio empezó a penetrarla profundamente y se corrió descargando toda su leche en el interior del culo de Elisa que se giro se abrazo a Celio y empezó a morrease con él.
– Cómo me follas cabrón – le confesó Elisa – nadie ha hecho que me corra como haces tu
Se quedaron un buen rato abrazados y volvieron para casa por el camino de tierra, antes de coger la carretera Elisa paro debajo de un árbol.
– Quiero que te vayas contento a casa – le dijo ella y se agacho, le saco la polla y le hizo una mamada de campeonato, Celio se corrió dentro de le boca de Elisa y continuaron el camino. Elisa dejo a Celio cerca de su casa se despidieron dándose la lengua. Elisa antes de llegar a su casa paro el vehículo en un margen y se masturbo salvajemente, cada día se ponía más cachonda y excitada, cuando llego a su casa su hijo ya estaba durmiendo y se fue a dormir placenteramente y con las nalgas doloridas, aquella tunda de azotes la habían puesto cachonda a más no poder.