Después del fin de semana que les conté, me encontraba muy satisfecha y feliz de lo que mi hermano Juanje me había hecho, sobre todo porque ese día, precisamente fue uno de mis días más felices de mi vida.
Después de ese día. Lo hemos hecho más veces y a continuación les voy a relatar lo que sucedió este miércoles pasado.
Ese día por la mañana le preparé el desayuno a mi hermano y a mis padres y se fueron a sus trabajos. Mi hermano fue el último, pero antes de que se fuese, me abrazo y me beso en los labios muy apasionadamente.
-Sabes Eva, me encanta hacer el amor contigo.
-Pues anda que, a mí, Juanje.
Mientras nos besábamos, nos tocábamos por todos los lados y nos pusimos muy caliente a lo cual le dije.
-Juanje, mmm… ¿te apetece hacerlo ahora conmigo…?
-Ya lo creo Eva, pero ya sabes que tengo que irme y es una lástima.
Entonces me fijé en su bulto y se la toqué.
-Si Juanje, es una lástima no aprovechar esta situación… Mmm… Que dura.
-aauuhh… Si Eva, una lástima.
Pero tocando aquella maravilla le dije
-Joder Juanje, así no puedes salir a la calle
-Si ya lo sé… ¿Y…?
Pues que no me lo pensé dos veces. Le bajé la cremallera del pantalón, le extraje esa maravilla de verga que tiene y me dispuse a chupársela. Se la agarre y empecé a mover mi mano de arriba a abajo masturbándosela. Su pene estaba cada vez más grande en mi mano así que acerqué mi boca y comencé a chupársela. Saque mi lengua y con la punta le toque su glande y a continuación me la metí en mi boca. Yo notaba como su glande me tocaba la campanilla.
-Así Eva… Mmm… Chúpamela… Oouuhh…
Después se la agarre con mis dos manos y le hice una paja con mi boca. Al cabo de un rato, se corrió inundándome mi boca con su caliente leche que por supuesto me bebi. Le limpie la verga de los restos y…
-Guauu… Eva, ha sido increíble.
-Me alegro que te haya gustado, hermanito.
Luego él se fue a trabajar. Había estado bien, pero, sentía un escozor entre mis piernas; anhelaba haberlo hecho con Juanje, mi hermanito adorado; me metí al baño durante una hora para ver si se me quitaba la calentura, pero no, me sentía caliente, con ganas de ser cogida por mi Juanje, salí del baño solamente con mi bata y como no había nadie, decidí darle un poco de calma a mi chocho, haciéndome una paja con mi vibrador, si ya sé que no es lo mismo que tener una verga dentro de él, pero, por lo menos me saciaba un poco.
A la hora de la comida, mi hermano y yo nos sentamos uno al lado del otro y de vez en cuando nos tocábamos entre las piernas sin que nuestros padres se diesen cuenta. A continuación mientras mi padre se echaba la siesta y mi madre fregaba los platos, mi hermano y yo nos sentamos en el sofá y me dijo.
-Oye Eva, ¿te gustaría hacerlo hoy conmigo…?
-¿Hacerlo…?… Sí, ya lo creo. ¿por qué lo dices…?
-Pues porque si quieres que nos vayamos al otro piso y lo hacemos.
Ah si, se me olvidaba es que además de esta casa donde vivimos, mi hermano se ha comprado un piso para independizarse lo cual a mí por un lado me gustaría y por otro lado no. Me gustaría porque así, tendríamos los dos un sitio seguro para hacerlo, o para hacerlo el con sus ligues, pero, por otro lado, ya no podría disfrutar de él más a menudo al no vivir los dos juntos.
Le conteste que sí. Por la tarde, les dijimos a nuestros padres que nos íbamos de compras para así disimular un poco. Nos fuimos a su piso y mientras yo me quedaba en él, mi hermano me dijo que iba a hacer un recado. Al rato, tocaron a la puerta, me asomé por el ojo de la puerta y vi a mi hermano Juanje, le abrí y nos besamos.
-Juanje, ¿a dónde has ido…?
-A hacer una compra.
Y me entregó unas rosas rojas… (mi hermano es muy romántico).
-¿Y estas rosas…?
-Pues por lo de esta mañana.
-Gracias Juanje, pero ya sabes que no tienes que regalarme nada.
Dicho esto, nos abrazamos y nos fuimos directamente al dormitorio. Me desabrocho la camisa, la falda, el sujetador y contemplo mis grandes y redondeados senos, los beso y acaricio con sus manitas, me dijo:
-Tengo más ganas de ti, de comerte completamente y poseerte nuevamente, porque eres mía, mi adorada Eva.
-¡Si hermanito! -le dije simplemente.
Me tomo en sus brazos y me llevo a la cama, me desnudo completamente y nos sentamos juntos, empezó a besarme mientras que con una mano tocaba mis tetas y con la otra iniciaba una exploración por mi coño, bajó sus labios a mis tetas y su mano siguió jugueteando con mi coño y con mi clítoris, introduciendo sus dedos en mi vagina.
¿Podría existir algo mejor?. El ritmo de sus dedos me alucinaba, pero yo quería algo más y mi hermano me leyó el pensamiento, me echó para atrás y empezó a chuparme mi cueva, mientras sus dedos se introducían en mi culito.
-Mmmm… Eva… Que delicia
Me mordía, me chupaba, su lengua recorría y entraba en mí.
-Oooh… Juanjeee… Siii.
Yo empecé a tocarme las tetas mientras el frenéticamente chupeteaba mi clítoris, me mordía el coño y su lengua me penetraba. Pronto se mojó mi coño, me vine en su boquita, pero yo quería más, aunque en eso mi hermano Juanje paró y me dijo…
-Ahora Eva, te toca a ti…
Se levanto y mientras él se quitaba su camisa, yo le quite su pantalón y al quitarle su slip, su verga salto completamente tiesa. Se acercó a mí a la cama y se la cogí. Noté su verga completamente dura, la admire, que hermosa estaba, rígida como un palo, recorrida por sus venas llenas de sangre, que la hacían poner así de preciosa, le di un beso, le mire a los ojos y me dijo: Continua Eva, chúpala, pero cuando diga para, te detienes, ¿eh hermanita…?
-De acuerdo, Juanje.
El vio mi cara que asentía y empecé a besarle su grande verga a todo lo largo, mientras mi manos acariciaban sus grandes, peludos y hermosos huevos. Lo lamí, lo chupe, lo mordisquee ligeramente y empecé a mamarlo con gran fuerza queriendo extraerle la deliciosa lechita que ya sabía que producía, y que tan deliciosa tenía.
-Sigue Eva… Chúpala… Como sólo tú lo sabes hacer. Si hermanita… Mmm… Mama mis huevos también… Ohhh…
La metía casi por completo en mi boca buscando el mayor placer posible, mis mamadas a su verga pronto se vio correspondida, un torrente de su rico y delicioso semen inundo mi boca. Tuve que tragarme todo el semen que lleno mi boca no tenia deseos de que se desperdiciara ninguna gota y como esta mañana o cualquier otro día, me pareció un delicioso manjar… Por lo que me tragué todo su sabroso semen, estaba pasando las ultimas gotas cuando me dijo mi hermano…
-Joder Eva, ya has hecho que me corriese otra vez.
-Lo siento Juanje, pero es que es tan rico tu semen que quise saborearlo nuevamente.
-Muy bien Eva, pero sigue chupándola que tengo unas ganas tremendas de metértela
-Si hermanito, por supuesto que me la vas a meter.
Así que continue chupando su rica verga, y lamí los huevos, de mi hermanito Juanje, los mordisquee, así como a su verga, hasta que finalmente quedo limpia de semen y completamente parada luciendo ante mí su belleza.
-¡Que grande y preciosa la tienes Juanje…!
-Pues prepárate porque te la voy a dar toda entera.
Mi hermano me recostó en la cama, se me subió, me beso en los labios, y me introdujo su verga de un sopetón, casi hasta el fondo…
-Ayyy… Hermanito… Que dura…
Se echo sobre mí y yo lo rodeé con mis piernas y lo abracé…
-Oouuh… Juanje… Qué maravilla…
-Toma Eva… Mmm… Toma toda mi verga…
Inició un ritmo delicioso de mete y saca, por unos minutos, después me volteo y lo seguimos haciendo en varias posturas más.
Me coloque encima de él y note como su verga caliente se introducía dentro de mi cueva hasta el fondo.
-Eva… Mmm… Si clávatela todaaa… Aaah…
-Juanje… Oouuh… Que verga tienes… Aaauuuh… Que hermosaaa
Mientras yo me la metía y sacaba de mi cueva, mi hermano me echo sobre él y me beso en los labios y después me chupo las tetas.
-Si Juanje… Aaah… Chúpame las tetas… Aliméntate con mi leche
-Hermanita… Mmm… Que rica estas… Que tetas… Que cuerpo…
-Sigue Juanjeee, quiero tu semen dentro de mí, ayyyy, que bien lo haces…
-Eva rica, mi deliciosa mujercita, ya sabes cuando quieras verga, solo tienes que pedírmela
-Si hermanito… Aaahh… Así mismo lo voy a hacer siempre.
De pronto, note como su verga lanzo un chorro de semen en mi interior.
-Evaaaa… Aaahhh… Me corrooo
-Así hermanito… Mmm… Dame tu deliciosa leche.
Lo bese, le di las gracias, me zafé de él y bese todo su cuerpo desde su cabeza hasta sus pies, pasando por el rico instrumento de mis placeres, su verga semidura y enrojecida por tanta fricción requería de mis atenciones, para refrescarla y limpiarla, ya que tenía estratos de la batalla con gotas de semen escurriendo por ella, así que la chupe y lamí nuevamente..
-¡¡Hermanito, que deliciosa es tu leche!!
Finalmente, nos abrazamos, nos besamos y quedamos un rato ahí, unidos en la cama acariciándonos y besándonos como dos novios colegiales, después de haber hecho una travesura.
Después de un rato, nos dirigimos al baño a darnos una ducha, él hizo pipi y me dijo
-Anda Eva, ven, ayúdala a descargar.
-Vale, Juanje.
Yo me le acerque y la tome en mis manos, que rica se sentía, note como corría su orina por la verga. Termino de mear, se la sacudí, me incline y le di un beso.
-Muaaa… ¡verga hermosa, que rica estás!
Nos bañamos mutuamente, pues nos gusta muchísimo hacerlo los dos juntos. Me encanto enjabonarlo todo, pero sobre todo al enjabonar sus grandes huevos y su vergota, a la cual masturbe durante unos minutos, solazándome con este agasajo que le daba. Claro se le paró completamente, luciendo ante mí su erecta belleza, me arrodille y la bese, la chupe nuevamente, le mordisque su glande, y después de un rato él la retiro de mi boca. -No Juanje, no me la quites, quiero más verga, quiero tu lechita, quiero tu semen, me fascina saborearlo, es tan delicioso.
-Si Eva, pero en otra ocasión será, ahora lo que quiero es probar de tu culito, así que gírate, inclínate un poco y sentirás lo que es bueno.
-Pero Juanje, nadie me ha metido nada por allí, y tu verga es tan grande, que me partirás en dos.
-No te preocupes Eva que lo haremos muy suavemente.
Tomo el tarro de crema y me puso en la entrada de mi culo, y en su verga.
-Bueno Eva, sabes estaba deseando probar tu culo.
-Pues adelante hermanito, yo también lo deseaba. Adelante ábremelo con tu verga.
Dicho esto, me incline y espere su acometida. Me puso la verga en la entrada y ayudándose con una mano, la empezó a mover alrededor de mi ano, mientras que con la otra mano me acariciaba mi cueva y mi clítoris y toda, no sé cómo lo hacía, pero que feliz me estaba haciendo, me vine en un orgasmo en su mano, ya que la posición en que me tenía me excitaba, el saber que me estaba introduciendo la cabeza de su vergota en mi culito y que era precisamente él, mi hermano, mi Juanje, quién estrenaba ese cálido rinconcito.
Me metió la verga casi hasta la mitad, me dejaba acomodarla dentro de mí, y empezó con un delicioso vaivén, mete y saca de su hermosa verga sobre mi culito. Así permanecimos durante un rato hasta que me acostumbre a ella.
-Hermanito, sigueee, metemeee toda tu verga,
Y él no se hizo de rogar de un sopetón me introdujo toda, hasta que sentí en mis nalgas sus huevos hermosos, esto casi me dejo sin aliento, eso sí, me porté y aguanté su embestida y nuevamente siguió con su bombeo, hasta que me hizo venirme otra vez.
-Oouuhh… que culooo… mmm… Evaaa…
-Sigue Juanjeeee… aaauuuh… sigue metiendomelaaa…
Era maravilloso, su verga dentro de mi culo entrando y saliendo una y otra vez. Al cabo de un buen rato, me bañó mi interior con sus disparos de semen, chorros de su sabrosa lechita. Yo notaba, como unos ríos de leche caliente inundaban mi culo, por fin había tenido ya su leche en todos mis agujeros.
Después, note como su verga se ponía un poco flácida y me la saco del culo. Se la limpie por supuesto y nos fuimos al salón. Comimos un poco y nos sentamos en el sofá los dos desnudos…
-¿Oye Juanje, ya creo que deberíamos irnos, no…?
-Si Eva, ya va siendo hora.
-Perfecto, pero antes, voy a darme una última satisfacción por hoy
-Que vas a hacer…?
Y tome de nuevo su verga con mis manos.
-Te voy a dar una última chupadita o es que no quieres…?
-Si hermanita, me encanta como recorres mi verga con tus labios.
Me agache a saborear nuevamente la verga de mi hermano.
-Oouuh… si Evaaa… aaah… chupalaaa
Se la estuve chupando un buen rato hasta que me la saco y la puso delante de mi cara y boca para que viese salir la leche de su capullo y me disparo su semen, dijo:
-Así Eva, para que puedas tragarte todo.
-Mmm, que rico y delicioso es tu semen, quiero más, le dije mientras me metía su verga en mi boca para succionarla y ver si me daba más semen.
Como veis, continúo haciendo el amor con mi hermano y por supuesto continuaré. Aquí tenéis el segundo relato y a ver si más adelante os puedo mandar más. Muchísimas gracias por publicar el anterior y a ver si hacéis lo mismo con este.