Soy estudiante y vivo en Madrid capital, con 19 años de edad y acudo con frecuencia a la piscina municipal de Moscardó en Usera, acompañando a mi madre, que sin ser una mujer escultural, posee unos pechos que se apetecen y mas a mi que me traen como loco con la polla a punto de explotar a todas horas del día que estoy en casa.
Pues nada, que como de costumbre, nos preparamos para ir a la piscina y como mi padre trabaja todo el día y mis hermanas estudian igual por las tardes, y yo por las mañanas, solo quedamos mi madre y yo en casa; estando en el ordenador haciendo mis deberes, escucho que me dice mi madre:
-Jesulín que no encuentro el bañador, que me lo han tomao.
Me levanto y voy a ayudarla a encontrar el bañador y lo que miro al entrar al dormitorio es a mi madre en pelotas, al verla mi vista recorre su cuerpo, sus pechos que no entiendo porqué estaban con los pezones endurecidos, veo su vientre y joder, una maraña de vellos rubios cubriendo lo mas indispensable de su sexo, se me olvida que es mi madre y la polla se endurece, ella me ve y me dice:
-que no encuentro el bañador…
Reacciono como un gilipollas o mas bien despierto de mi sorpresivo impacto de verla desnuda y sin poder articular palabra alguna, inicio la búsqueda del bañador, revuelvo lo ya revuelto por mi madre y el bendito bañador que no aparece, hasta que por fin lo descubro metido en una bolsa, y le digo a mi madre:
-que lo he encontrao…
Mi madre se aproxima y me dice:
-pero ¿qué ha pasao, quien lo metió en la bolsa?
-que no sé madre, que lo habrá tomao la Pilarica o la Esther.
Ella con el bañador en la mano dice:
-que tenéis que salir del dormitorio porque ahora me lo pongo.
Intento salir y me detiene, “que ahora mejor me ponéis el bronceador” y acostándose en la cama queda con la espalda hacia arriba y yo empalmao a mas no dar, pero que hago, que me ha agarrao una tembladera de las manos que me cago en diez leches si es que puedo poner bronceador, sin saber que hacer pregunto a mi madre, que donde está el bronceador…
-que lo tenéis en mi bolso a que esperáis.
Me armo de valor y tomo un poquitín de bronceador y empiezo a masajear la espalda de mi madre que en pelotas tumbada en la cama y con las piernas abiertas se relaja, yo siento que mi polla explota, pero sigo con las manos temblorosas intentando controlar mi masajeo, joder que esto es imposible, que esto es para volverse loco, sigo en el mismo sitio poniendo el bronceador y me dice:
-que a este paso, he de quedarme dormida, que tenéis que ponerme en todo el cuerpo…
Llego hasta su cintura y el temblor de las manos se hace más notorio y ella me dice:
-que te pasa tío, ponerme bronceador y ya está, que no necesitáis más…
¡Joder! Que no es lo mismo estar con Maripaz mi novia, que con mi madre, pero mi polla no distingue; sigo bajando por su culin ¡y ostias! Que esto está de la putamadre, sudo frio y caliente, caliente y frio, y hasta que por fin termino en sus pies con el bronceador.
¡¡Mi madre se da la vuelta y joder!! Estoy en las nubes y me dice:
-¡venga! ¿que no podéis acabar? ¡pero niño que te has quedao petrificao!
-que no que no, que estoy viendo por donde empiezo…
-Josselin, que el bronceador deberá quedar parejo ¿y, qué coño que no empezáis ya?… Que tenéis que ponerme en la cara y con cuidao que en los ojos arde y no desearéis que vaya llorando a la piscina, ¿verdad?
-que no que no, que debéis de tenerme un poquitín de paciencia, que esto hay que aprenderlo primero.
-pues que tendréis que aprender y ya está, que lo digo yo…
Pongo el bronceador en su cara, bajo por el cuello, llego a sus bubis y mi polla dentro del chándal está que no cabe al sentir en mis manos las apetecibles y deseadas tetas de mi madre, ella ha cerrao los ojos y aguanta la respiración hasta que a todo prisa termino de poner bronceador y sigo tembloroso hasta llegar a su sexo, que lo noto todo húmedo, y ya sin control y sin importarme un coño que sea mi madre, inicio un masajeo en su vagina que no veas.
Me inclino sobre ella para facilitar la maniobra y escucho unos leves quejidos de mi madre; ya sin detenerme un placer morboso se apodera de mis sentidos, mi inconsciente es vencido por lo prohibido, traspaso la barrera de la lujuria y le doy mas duro a su vagina y a su abultado clítoris, mi madre ya entrada en la pendiente de la voluptuosidad se deja hacer envuelta en la ardiente pasión del sexo tabú, abre más sus piernas para permitir que con toda libertad me entregue a la tarea de darle placer, lo que aprovecha para bajar mi chándal, salta mi polla como impulsada por un poderoso resorte, se apodera de ella y empieza a pajearme.
Me da un tirón mi madre y caigo encima de ella y sin más empiezo con mi lengua a darle a su calientísima vagina, ella se contorsiona y se engulle mi polla, así continuamos por no se cuanto tiempo, yo luchando por no soltar mi semen y ella como loca desesperada prendida a mi pene, mi cara está completamente empapada de sus líquidos y con mi boca saboreando todo esos fluidos vaginales con los que mi madre me inunda y me aturden deliciosamente con ese sabor que tiene mi madre de hembra en celo, que en nada se parecen a los de Maripaz.
Seguimos en esta lucha desenfrenada del incesto, perdidos los controles y abandonados completamente al goce ardiente de la pasión sexual; mi madre se levanta y se monta sobre mí, me agarra la polla y la dirige diestramente hacia su ansiosa vagina donde desaparece y empieza a cabalgarme enloquecida, la tomo por las tetas y le presiono los pezones, se retuerce con ese placentero dolor que le produce estas caricias y grita, grita y grita como desaforada, disfrutando la dureza de mi pene que resiste indomable los desenfrenados sentones que mi madre se da, pidiendo más y mas.
-Joder Jesulín, que eres guapo, que has crecio más que tu padre, que tendréis que ponerme bronceador todos los días, desde ahora seréis mi masajista, todo esto sin dejar de cabalgarme y yo de resistir de manera sobrehumana los deseos de explotar, al disfrutar también la deliciosa sensación de estar follándome a mi madre.
La tomo por sus caderas que al encontrarse montada sobre mi se hacen mas amplias y empiezo a bombearla, ella en el clímax de la pasión delira enloquecida de placer, me rasguña el pecho, me clava sus unas en la piel, se inclina sobre mi y muerde mi pecho, el furor sexual la consume y se desborda, yo con la lujuria de estar follando con mi madre estoy a punto de explotar, tenso desesperadamente mis piernas para lograr contener mi eyaculación y muy a duras penas lo consigo.
Ella me desmonta y se coloca en cuatro patas, trastornada del placer me pide que por atrás la penetre en la vagina, me acomodo y sin perder más tiempo se la dejo ir toda de un solo empujón, inicio nuevamente el vaivén del “mete y saca” de mi polla en su inflamada vagina, tomo con fuerza sus tetas y las masajeo hasta hacerla que grite de placer por la furia con que la penetro; el lujuriante placer de follarme a mi madre me trastorna, siento a mi polla agigantarse.
El deseo irremediablemente me consume, me convierte en un brioso corcel que goza el placer prohibido teniendo a mi madre empinada con ese culo esplendoroso, que se abre a cada embestida que le doy; estamos batidos en sus líquidos, ella se ha corrido no se cuantas veces y aún sigue con inmensa desesperación embistiendo mi sexo, me parece que ha estado meses sin que mi padre la folle, porque la veo incansable, no aguanto mas y le digo:
-que me corro madre que me corro…
-espera, espera me contesta y se cambia de posición, toma mi polla con sus manos, está bañada con sus efluvios vaginales y la engulle, en su boca se ha perdio mi polla, se la ha tragao, con su lengua lame mi pene, con su mano empieza a pajearme, no aguanto más, no aguanto mas y le grito:
-¡¡madre que me corrooo!!
Ella apresura sus succiones y acelera el movimiento de su mano hasta hacerme arquear el cuerpo al producirse la tremenda eyaculación mas por milagro que por experiencia contenida por tan largo rato de estar follando con mi madre, ella se traga todo, con ansia desmedida extrayendo con profesional maestría hasta la última gota de semen, tratando de mantener duro y firme a mi pene que lamentablemente va desfalleciendo en la boca de mi madre, se hace pequeño después de haber satisfecho la lujuria que consumía a mi madre.
Me dejo caer a su lado sin fuerzas pero inmensamente feliz, orgullosamente realizado como el hombre más sexual del mundo, abrazo a mi madre y ella me besa apasionada, me aprisiona entre sus brazos, se entrepierna conmigo y yo reacciono a sus arrebatos de pasión, tomándola por su apetitoso culo, la acaricio sintiéndome todo un gigante, mi madre me ha hecho su hombre, me ha convertío en su amante prohibido y me dice al oído:
-hoy he hecho realidad mi más loca fantasía de mi vida, te estaba deseando mi niño y me moría por follarte, te he soñado en mis brazos, te he espiado cuando te aseas, enloquecía de pasión por mi fantasía, puedes hacer de mi lo que te apetezca, que lo que me pidas te daré, eres mi amante secreto y yo te enseñaré lo que es capaz de hacer tu madre por esta pasión prohibida, fóllame, fóllame hasta perder la razón Jesulin…
Con estas palabras me olvido de todo, esta realidad es como una locura… vale le digo y la beso con lujuria y al estarla besando viene a mi mente la imagen desnuda de la Esther mi hermana, ella de alguna manera se da cuenta de mi pensamiento y me reclama:
-Jesulin, que me he entregao a ti antes que a nadie, solo tu padre me ha follao, y mira que tu tío Manolo me acosa cuando me encuentro sola, me he aguantao como una hostia para no ceder pensando en ti, ahora ya soy tuya y no follaré con tu padre deseando que fueras tú, como lo he hecho antes de ahora…
Sintiéndome dueño de mi madre, la beso, la abrazo, le acaricio las tetas, le pongo la mano en su vagina y la siento mojada, siguen sus líquidos vaginales llenando la habitación de olor a sexo, ese aroma que sabe a secretísimo incesto, comparo a mi novia Maripaz con mi madre ¿y podéis creer vosotros que me quedo con mi madre?… Joder que no la comparto con nadie.
Continuará machos, continuará que han pasao cosas que no veas.