Hace unos meses comencé a leer relatos en esta página y algunos me gustaron, ahora me he decidido a contar algún episodio de mi vida y le encargue a PobreCain que me ayudara, le facilité los hechos y él ha construido este relato que no se si les gustará pero es lo que pasó.
Me llamo… Siempre me ha gustado el nombre de Elisa y es el que emplearé, al igual que el resto no son los verdaderos para evitar que alguien pueda reconocernos.
A los doce años me regalaron un diario y tomé la costumbre de recoger en él lo que consideraba más relevante de cada día o semana; tratando siempre de reseñar todos y cada uno de los detalles; a día de hoy son más de cuarenta los cuadernos que componen mi tesoro al que nadie tiene acceso más que yo; sigo escribiendo con pluma que es como comencé a hacerlo, a pesar que desde hace un tiempo lo tengo todo en documentos de Word perfectamente organizados que guardo en un directorio oculto de mi portátil.
Tenemos una correduría de seguros y gestoría que con el tiempo ha crecido y cuenta con tres oficinas; Paco no me necesita en el despacho y en estos años me he dedicado de criar a nuestros mellizos Eva y Teo en lo que llamo “nuestro jardín del edén”, se trata de una casa en el campo muy cerca de una ciudad, pero aquí tenemos libertad para vivir como nos apetece.
Esto sucedió el verano de 2010 en un lugar paradisiaco de la costa levantina. Y esta es la historia.
Los chicos ya tienen casi los 17, los tuve cuando estaba a punto de cumplir 20 y Paco 26. Ahora ya van solos al instituto con un ciclomotor que suele conducir Teo y eso me da más tiempo para mí.
La casa fue la de un antiguo señorío, muy espaciosa y al remodelarla quedó de lo más acogedora, tenemos un gran jardín y una verja que la rodea así como una gran cantidad de cipreses que nos protegen de miradas indiscretas cuando estamos disfrutando de la piscina; la desnudez nunca ha sido un problema en nuestra familia y esta historia arranca precisamente en un agradable fin de semana en que el hermano menor de Paco; Luis y su esposa Loli, vinieron a pasarlo con nosotros como hacen con frecuencia.
Los hermanos marcharon el sábado a pescar en el barco de un amigo y no regresaron hasta la noche; a Teo no le gusta la pesca y los cuatro nos dedicamos a bañarnos y tomar el sol junto a la piscina; cerca de mediodía cuando más calentaba vi a Teo en una sombra cerca de la nevera tomando un refresco y pensé en tomar uno yo también, al acercarme le vi una tremenda erección y que no perdía de vista a Loli y Eva que estaban jugando haciéndose cosquillas; Loli tiene 30 años pero es como una cría y le encanta jugar.
Indignada le dije a Teo.
.-¿Quieres avergonzarme? ¡Tapate!
Entró en la casa sin rechistar para coger una prenda que ponerse, un pantalón o un bañador y le acompañe para calmarme un poco, me sentía molesta por su comportamiento y entonces agregué.
-Es tu tía y una mujer casada.
Estábamos en el salón cerca del aparador y me respondió.
.-También tú eres una mujer casada y madre de dos adolescentes, pero eso no impide para que sigas siendo una mujer muy bella, y no estaba mirando a la tía Loli.
Me tomó por la cintura y me encaró al espejo colocándose detrás de mí, me abrazó pegando su cuerpo al mío y me besó en el cuello muy cerca del oído; notaba su gran erección contra mis piernas y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, en unos instantes un millar de imágenes pasaron por mi mente, desde las que era solo un bebé hasta el momento en que le vi esa enorme erección unos minutos antes.
Estaba extasiada y me sentía resguardada entre sus brazos, pero unas voces me hicieron regresar a la realidad.
.- ¡Teo Mamá! Era la voz de Eva y salimos corriendo por ver que sucedía; Loli estaba en el suelo y Eva arrodillada a su lado sujetándole la cabeza.
.- Estábamos jugando y se ha caído; no se puede levantar y dice que le duele mucho la pierna.
Teo se arrodillo al otro lado y comenzó a tocarle la pierna con cuidado; estaba terminando un curso de “técnico en masaje deportivo” y después de palpar el muslo me pidió que le trajera un tarro de crema descontracturante que tenía en un cajón de su mesita de noche.
Fue fácil encontrarlo pero halle algo que me hizo pensar que mi niño ya no lo era tanto y decidí tener una conversación muy seria con él cuando tuviera oportunidad.
Entre los tres llevamos a Loli hasta la mesa de jardín donde teníamos planeado comer y la tendimos encima siguiendo las instrucciones de Teo que extendió unas toallas y la colocó bocabajo; después de frotarse las manos enérgicamente aplicó un poco de crema y comenzó a masajear el muslo como si quisiera arrastrar algo que tuviera bajo la piel, poco después tomó su tobillo y fue doblando la pierna por la rodilla hasta mucho más de lo que pensé que podía llegar sin que Loli se quejara; ella me miró ladeando la cara y guiñándome un ojo dijo.
.- ¡Que manos tiene mi sobrino!
Entonces Teo nos explicó que solo había sido una sobrecarga muscular y que debía ir con cuidado los próximos días, no forzarla ni salir a correr como suele hacer.
La ayudó a bajar de la mesa y nos dispusimos a comer; mientras los chicos limpiaban y ponían la mesa, Loli los miraba desde el asiento en que Teo le había asignado y yo ponía las bandejas con la comida en el carrito; salí empujándolo y con un pareo puesto y otros dos para las chicas; indique a Teo que entrara a ponerse algo porque la erección no le había bajado en absoluto y me sentía violenta por las otras; Eva lo miraba con interés y eso me molestaba; nunca antes había sentido ese tipo de curiosidad o no había sabido verlo.
Apareció con un bañador de piscina que resultaba más excitante que si fuera desnudo pues le quedaba muy marcada la verga, pero como cualquier comentario habría servido para iniciar un debate preferí que se sentara y que la naturaleza siguiera su curso, convencida que antes de terminar de comer “eso” estaría solucionado, pero nada más lejos de la realidad y después que Eva sirviera el café y lo tomáramos le pedí que me acompañara y a paso vivo me dirigí a su habitación, parada junto a la cama abrí el cajón de su mesita.
Cuando vine a por la crema encontré esto. ¿Qué puedes decirme al respecto? Y otra cosa, me has dicho antes que no mirabas a tu tía Loli cuando te he visto tan excitado. ¿Estabas mirando a tu hermana?
.- Los condones los tengo para cuando los necesite. Y es cierto que estaba mirando a Eva; hace más de tres años que comenzamos a besarnos pero no hemos pasado de ahí de momento.
¿Qué quiere decir “de momento”? ¿Te parece bonito besarte con tu hermana?
.- Puedo decirte que es lo más bonito que nos ha pasado. Un día, cuando estábamos en primero de E.S.O. me dijo que le gustaba un chico pero que no quería hacer el ridículo si llegaban a besarse. Siempre nos hemos llevado muy bien y por eso cuando nos comenzamos a besar sentimos algo muy especial. Desde entonces hemos salido con algunas otras personas, pero nunca conseguimos pasarlo tan bien como cuando estamos juntos.
¡Sois…! ¡Sois…! ¡Esto es una aberración! ¿Porque lo habéis hecho?
.- No hemos hecho nada malo mamá.
¿Y entonces porque os habéis ocultado?
.- No nos hemos ocultado; vosotros hacéis el amor en la intimidad, también nosotros preferimos la intimidad para besarnos y acariciarnos mutuamente, lo pasamos muy bien y no hacemos daño a nadie; tenemos muy claro que en el futuro tendremos otras parejas pero esto nuestro no nos lo quitará nadie.
No sabía que más decirle y solo se me ocurrió decirle que debían haber hablado con nosotros; Teo me miró muy serio y preguntó.
.- ¿Me habrías enseñado a besar?¿Nos habrías enseñado a los dos?
Me pillo descolocada y le respondí que habría hecho lo que fuera para ayudarlos tanto a él como a su hermana.
.- Hace tres años que nos besamos, pero no sé si lo hacemos bien. ¿Quieres comprobarlo?¿De verdad harás lo que dices y me ayudaras?
Estaba en un brete y no quería fallarle, no ahora que se había sincerado y si quería controlar la situación debía evitar decepcionarlo y un beso tampoco era algo tan grave. Tomé su cara con mis manos y juntamos nuestros labios.
Me besó como nadie en mucho tiempo; esa intensidad solo la disfruté en una verbena en que un desconocido al robarme un beso me hizo perder la cabeza, con él perdí la virginidad aunque Paco no lo sospechó porque nunca pensó que yo le podía ser infiel y de hecho no lo fui, solo fueron una horas; muy placenteras pero solo unas horas al final de las cuales nos separamos sin despedirnos siquiera y sin que llegara a conocer su nombre.
Nunca lo podré olvidar; Teo es su vivo retrato y la cabellera dorada de Eva es tal como la recuerdo; en ese momento la razón dejó de gobernar mi cuerpo y comenzó a hacerlo el instinto; ese que nos traiciona algunas veces pero que siempre nos guía en los momentos de confusión.
Teo me abrazaba y el contacto de su cuerpo me hacía estremecer, con una mano solté el pareo y comencé a acariciarle la verga que en unos instantes asomaba su cabezón por la cinturilla del bañador, lo bajé lo suficiente para que no molestara y sin soltarla me vi sobre Teo que se había tumbado en la cama.
No podía, no quería pensar, le hice el amor lentamente y por mucho rato, un agradable orgasmo me sacudió y ver cómo me miraba era la mejor de las recompensas, seguimos hasta que me llenó con su esencia sin dejar de besarnos y acariciarnos, trató de apartarse y le suplique.
¡No! No salgas de mí, quédate conmigo y vive el momento.
Sus caricias me tenían extasiada y me hacían rememorar momentos muy lejanos en el tiempo pero muy gratos. Al rato, noté que tenía una erección más que notable y comencé a moverme otra vez, en esta ocasión me sorprendió al rodar para quedar encima y ser él quien llevara la iniciativa haciéndome la mujer más feliz del universo, con la energía propia de la juventud me hizo llegar en varias ocasiones y en cada caso paraba y esperaba besándome y acariciando mi cuerpo hasta que estaba en condiciones de seguir. No puedo precisar cuántas veces fueron pero desde hacía mucho tiempo nadie me trataba de ese modo, ni siquiera en las escapadas que suelo hacer con frecuencia.
Cuando se vació en mi por segunda vez se quedó quieto cubriéndome con su hermoso cuerpo; esa opresión en mi pecho me hacía sentir importante y a él muy especial. Oímos que Eva llamaba a Teo y le contesté que ya salía, para evitar que entrara y nos viera así; con el pareo en la mano fui al baño y me limpié con urgencia, salía de la casa cuando ella se disponía a entrar.
.- Tía Loli pregunta si se podrá bañar, le apetece mucho pero prefiere oír la opinión del experto.
Creo que está echando una cabezada pero con tanto alboroto saldrá enseguida. De todos modos Eva entró en la casa y no se lo impedí, al rato aparecieron los dos sonrientes; Teo se agachó frente a Loli y comenzó a tocarle la pierna.
.- Creo que te hará falta otro masaje; tienes la musculatura muy agarrotada y es necesario relajarla. ¿Quieres que te lo dé?
Con una sonrisa que conocía muy bien; Loli le dijo que estaba a su entera disposición. Teo, envió a Eva a por la crema y aceite corporal para masajes; entre tanto me dijo en un susurro.
.- Desde hace unas semanas Eva está sintiendo serias dudas sobre su sexualidad y esa ha sido la causa principal para que no hayamos hecho el amor aún, se siente fuertemente atraída por una compañera de instituto que es una lesbiana declarada. ¿Puedes ayudarla de algún modo? No sé si has tenido alguna experiencia de ese tipo pero creo que es mejor la bisexualidad que tomar una postura tan radical como negarse a las relaciones con los hombres.
Le apreté el brazo en señal de complicidad y en cuanto llegó Eva ayudamos a Loli a tenderse en la mesa y mientras Teo se hacía cargo de ella, le dije que me acompañara dentro; fuimos al salón y nos sentamos en un amplio sofá muy juntas a pesar del calor.
Eva me miraba con curiosidad, a grandes rasgos Teo le había explicado algo y no traté de ocultar mi satisfacción mientras le contaba lo que había sucedido y como; le tomé una mano y le pregunté si se sentía molesta conmigo, con nosotros, y abrazándome aseguró que nada que hiciéramos podía molestarla, quería a su hermano y por mucho que cambiaran las cosas; para ella siempre seria el número uno.
Después de que derrumbáramos esa barrera que tanto mal puede hacer; de romper ese tabú y entender que el amor es lo más importante en la vida por encima de cualquier convencionalismo, me ha dicho que sientes atracción por una compañera y que eso te confunde.
.- Es mucho más que atracción, siento que somos almas gemelas y aunque solo he cruzado unas palabras con ella es extraordinaria y la forma en que se expresa me hacen pensar que como ella dice “los hombres están de más”.
¿No decías que Teo seria siempre el numero uno?¿Dónde lo deja eso que acabas de decir?
.-Con Teo es diferente; es especial y siempre lo será para mí, pero dudo mucho que otro pueda compararse con él.
¡Ven! Abrázame y déjate llevar, creo que Teo ha hecho por ti, por nosotras, mucho más de lo que imaginamos.
Abrazadas y con los pechos pegados, unas saladas lagrimas se mezclaron con la dulzura de sus labios que me recibieron con alegría, un interminable beso nos unía más y más; mi niña era toda una mujer y además tanto o más ardiente que yo.
Nos fundimos en una sola y las manos de ambas exploraban el cuerpo de la otra sin reparar en nada que no fuera proporcionar placer, inventamos caricias y quedamos estiradas, yo encima de ella sorbiéndole los pezones, y por como jadeaba tuve la certeza que nadie lo había hecho antes, hacerle sexo oral fue suficiente para proporcionarle un violento orgasmo, llevarla a la que me aseguró después que había sido la experiencia más placentera de su vida.
Cuando nos serenamos ambas y nos sentamos abrazadas le dije al oído para que mis palabras acariciaran el lóbulo de su oreja.
Esta noche, pásala con Teo y gastad algunos de esos condones y mañana me cuentas qué opinas de lo que has vivido con los dos.
Puedes tener lo mejor de cada sexo a poco que abras tu mente, y si te gusta esa chica pasa tiempo con ella dejando clara tu postura para que no se sienta utilizada pero que eso no te impida disfrutar de cuanto la vida te ofrece.
Me miró y vi satisfacción y curiosidad en sus ojos.
.-¿Cómo aprendiste esto? Eres sensacional y te quiero mucho.
Lo aprendí siendo más joven que tú y fue una de las mejores decisiones de mi vida; han sido muchas las mujeres con las que he estado y no he necesitado enarbolar una bandera para ello. Muchas de las mujeres que nos rodean son bisexuales y disfrutan mucho siéndolo; de hecho, hay quienes opinan que la mujer es un ser bisexual; contar con una mayor sensibilidad le permite entregarse al amor sin distinción de sexo.
Conocí a Loli antes que tu tío; yo los presenté pero fue un acto egoísta, si se hacían pareja continuaría teniéndola cerca y podría seguir disfrutando de sus favores y esa es la razón de que nos veamos con tanta frecuencia. Nuestros esposos lo saben y entienden que no pierden nada porque nosotras pasemos tiempo juntas.
Su sorpresa fue grande y al mirarme con renovado interés le aclaré.
Hace unos ocho años, tu padre insistió en que fuéramos a un local de intercambio de parejas; sentía un gran interés por una chica y quería tenerla como amante y pensó que si también yo estaba con otros hombres sería más sencillo planteármelo y conseguir que aceptara, los detalles ya te los contaré otro día, pero tu padre no espero a salir para decirme cuales eran sus intenciones y accedí de inmediato. Desde ese día, cada vez que me atrae una persona tanto si es hombre como mujer trato de estar con ella asegurándome antes que no perjudicaremos a nadie.
Eva alucinaba y yo me sentía liberada, ya no tenía que seguir escondiéndome de ellos, habían madurado mucho más de lo que imaginaba y estaban dispuestos a seguir haciéndolo; me esforzaría en ayudarlos en todo lo que pudiera.
Esa tarde tuve la dicha de poseer a mis dos hijos y nunca me arrepentiré.
Cuando íbamos a salir apenas nos pudimos aguantar. Teo estaba dándole a Loli un masaje “erótico” por como ella babeaba y se la oía jadear. En ese momento estaba amasándole uno de los pechos, clavaba sus dedos cerca de la clavícula y bajaba con ellos enterrados en la carne hasta llegar a la areola culminando con un pellizco en el pezón, después hizo lo propio con el otro pecho y repitió la operación varias veces hasta que siguió camino del vientre presionando con sus dedos hábilmente.
La respiración de Loli era fuerte y entrecortada y a juzgar por como temblaba todo su cuerpo estaba en un estado de excitación máximo, Teo se unto las manos con aceite y con las palmas la esparció desde debajo de los pechos hasta las ingles y ella separó las piernas exageradamente para facilitarle a Teo el acceso.
Con las manos extendidas, fue presionando alrededor del ombligo y bajando hasta llegar a las ingles esquivando la vulva pero acercándose cada vez más, parecía que quisiera atravesar su piel con los pulgares y cuando por fin se decidió a acariciar su monte de venus el suspiro que emitió Loli hizo que me estremeciera e imagino que al igual que Eva también yo tenía una expresión de envidia en la mirada.
Con una mano, separaba sus labios vaginales con soltura como si lo hubiera hecho mil veces, mientras paseaba los dedos de la otra siempre hacia arriba entreteniéndose en el clítoris que presionaba y hacia que Loli se tensara, se dedicó entonces solo al clítoris presionándolo y moviendo los dedos rápidamente en todas direcciones y Loli llevó sus manos a los pechos y comenzó a acariciarse salvajemente los pezones.
Una gran eyaculación anunció la inminencia de un potente orgasmo que Teo alargó de forma cruel mucho más de lo que cualquiera habría hecho y casi ninguna de las mujeres que conozco habrían soportado, metió varios dedos en la vagina y comenzó a follarla con ellos, no me podía creer lo que hizo a continuación; había oído hablar de ello, incluso había visto algún video pero pensé que estaban trucados.
Aplicó una gran cantidad de aceite y prosiguió donde lo había dejado, juntó las yemas de los dedos y los fue introduciendo lentamente, cada vez un poco más mientras con la otra mano plana sobre el vientre seguía acariciando a Loli que cada vez tenía los ojos y la boca más abiertos aunque no emitía ningún sonido.
El puño completo se encontraba dentro de Loli y lo fue moviendo con cuidado pero eso ya era igual; ella apoyó las plantas de los pies en la mesa y alzó el culo tanto como pudo, eso facilitó las maniobras de Teo que llegaba a enterrar hasta la marca del reloj en ella y cada vez más deprisa, entonces salimos las dos y nos colocamos a los lados de Loli sujetándole una mano cada una mientras con la otra le acariciábamos los pechos.
Ella se estaba martirizando el clítoris salvajemente; jadeaba y bufaba sin control y unos minutos después se desplomó sobre la mesa y su cuerpo se quedó totalmente quieto, a excepción de los espasmos de un tremendo orgasmo que tardaron en desaparecer. Teo la cubrió con una toalla y nos miró unos instantes antes de exclamar.
.-Ya veo que habéis aclarado algunas cosas y me alegro. Ella me ha preguntado si podía hacerle un masaje que la pusiera de buen humor y que lo de la pierna lo podíamos dejar para más tarde; le he dicho que solo he hecho unas pocas prácticas de masaje erótico y que tengo que hacer más; me ha pedido que practicara con ella y eso he hecho.
¿Cómo lo aprendiste? No creo que esto forme parte del temario del curso.
.-¡No! Esto es como si dijéramos un master. La tutora del curso nos propuso por separado la posibilidad de conocer este tipo de masajes. Al igual que algunos más accedí porque sentía una gran curiosidad; primero fueron unos videos y explicaciones que nos daba esos sábados por la mañana; tres de esas mañana fuimos a una sauna y el primero fue ella la que le dio uno de esos masajes a una chica que la ayuda y los siguientes días nos eligieron a Lurdes y a mí para hacerlos, nos corrigió en varios puntos pero la experiencia fue enriquecedora.
Has dicho antes que practicaste poco. ¿Solo esa vez? Parece que no es demasiado por como lo has hecho.
.-Con Lurdes hemos practicado bastante, ella es una mujer separada de treinta y un años; acordamos practicar entre nosotros y lo hemos hecho bastante en su casa, ella lo hace conmigo y yo con ella, no hemos llegado a tener sexo porque según ella eso le habría quitado rigor al entrenamiento; los últimos días lograba en dos horas proporcionarle al menos cinco orgasmos, y ella a mi tres y todo sin consumar el acto; dice que cuando estemos preparados sí que podemos ser amigos si me apetece estar con una mujer mayor; tendríais que verla, es preciosa y estoy seguro que tendrá mucho éxito profesionalmente hablando.
Unos minutos después, Loli abrió los ojos y me miró emocionada; le tomé una mano y me dijo en susurros como si la voz no le saliera del cuerpo.
.-¿Qué le habéis hecho a mi sobrino? ¿Qué ha pasado con aquel niño con el que jugaba esta mañana en la piscina?
Ese niño ha crecido; ya es un hombre y entre todas lo tenemos que formar para que lo sea de provecho.
Nos quedamos a su lado en silencio hasta que comenzó a reaccionar; la ayudamos a levantarse y quedó sentada sobre la mesa; cuando Teo le ponía la mano en la espalda o en la cadera, se estremecía y su labio superior temblaba; estaba claro que se sentía todavía muy excitada a pesar del tratamiento recibido, también nosotras lo estábamos y propuse darnos un baño para bajarnos la calentura.
En el agua, jugamos los cuatro un rato sin hacer distinción de quien hacía que ni a quién. Poco antes de las ocho salimos del agua y después de darnos una ducha nos vestimos y esperamos jugando al rummikub a que regresaran los pescadores.
La cena fue muy entretenida, conocimos muchas anécdotas sucedidas en su día de pesca y cuando nos retiramos a dormir Paco me preguntó.
.-¿Qué tal vuestro día?
Tenía sueño, pocas ganas de darle explicaciones y muchas de comparar a los hombres de mi casa en la cama. Hicimos el amor hasta que quedo exhausto y poco antes de dormirnos me dijo con una sonrisa.
.-Cuando quieras ya me lo contaras. Parece que ha sido un día muy especial pero puedo esperar.
Se dio la vuelta y nos dormimos.
A la mañana siguiente vi muchos rostros sonrientes, Luis estaba pletórico y Loli también estaba mucho más cariñosa que otras veces; ya no era necesario mostrar pudor ante los chicos que aparecieron en un intervalo de cinco minutos también sonrientes; mientras preparábamos el desayuno Eva me explico que en la noche se habían aclarado muchas cosas y que hablaría con esa chica que le gustaba por si quería que fueran amantes sin exclusividad.
Todo comenzaba a fluir con normalidad, solo faltaba hablar con Paco aunque eso no sería un problema. La mañana en la piscina fue entretenida aunque sin punto de comparación con la anterior, comimos temprano porque los hermanos; aunque la liga había terminado hacia dos semanas, iban a un partido de futbol que comenzaba a las cinco en la capital. Al rato de marchar ellos nos fuimos a hacer la siesta, y algo más, Eva se fue con Loli y yo con Teo que me hizo ver el paraíso en varias ocasiones; ese diablillo aprendía deprisa y yo se lo agradecí prometiendo mostrarle todo lo que he aprendido desde mis comienzos.
A Paco le conté lo sucedido unos días después y me dijo que no se veía con Eva pero que se alegraba de todo por nosotros.
Ese fue el principio de algo que perdura y que trataremos de que no se pierda en mucho tiempo.