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300 metros (Parte IV)
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Julia y Aitor eran compañeros de trabajo, tenían jornada partida y se quedaban a comer en la oficina. A veces, se quedaban con otras personas y a veces solos. Solían hablar de cosas y la confianza entre los dos había crecido. Las risas crecían. A Aitor, Julia le gustaba mucho por el físico y por su forma de ser. Una cosa era esa atracción y otra luego ser su pareja.

Un viernes estaban hablando tras haber comido y en la sobremesa. Llevaban dos días con un tonteo que no pasaba a nada más, pero se notaba que los dos estaban tentados, pero sin hacer nada. Los dos estaban muy juntos. Ella llevaba una blusa con un sugerente escote un pantalón que transparentaba su ropa íntima. Esa mañana Aitor se le habían ido los ojos a Aitor varias veces.

En un movimiento en plena charla. Julia fijó sus ojos en los del chico y acercó sus labios y lo besó. Fue un beso corto, muy corto, pero fue como encender la mecha. Ella se separó primero diciendo que no sabía que le había pasado para después sonreír pícaramente.

Ahora fue él el que la besó, pero con pasión y de forma decidida. Ella entreabrió los labios y le correspondió. Luego se separó y dijo que iba al baño. Cogió las llaves del baño y fue hacia él. Era un baño con varias cabinas y por una parte estaba el de hombres y por otra el de mujeres. Quedaba una hora para volver a trabajar y probablemente tendrían media hora sin nadie. Sin que le viera ella Aitor fue detrás y en el momento que ella accionaba el grifo del lavabo. Ella había dejado la puerta abierta. El entró y situándose a su espalda la besó en el cuello. Con las manos abrió su blusa y descubrió que no llevaba sujetador y atrapó sus pechos. Luego fue bajando sus pantalones como pudo y bajó de golpe las braguitas.

Él se sacó la polla y la penetró. Fue follándola primero muy lentamente porque estaba tan sorprendido con poder hacerlo que quería recrearse en ello. Luego fue elevando el ritmo para que no les pillasen. En el momento que Aitor bajaba la vista y observaba como ella mientras era follada se masturbaba vio como en la mano derecha llevaba un anillo de O. Eso le excitó a él en el momento que embestía para poder eyacular la dio varios azotes en una nalga y ella empezó a pedir más y más.

Cuando él se corrió que lo hizo sobre las nalgas de la chica después de ella haber tenido un orgasmo. Ella se giró y cogiéndole la cara con las dos manos le dio un apasionado beso. Le dijo que iba a hacer pis. Él se limpió las manos y los restos de semen. La vio sentada en la taza haciendo pis y así en esa postura se acercó y la dijo que iba al baño de chicos a hacer pis y ella le hizo un gesto para que se acercase. Él lo hizo y ella se metió la polla del chico entera en la boca y le dijo que la mease. Él dudó, pero no podía aguantarse y se le escapó unas gotas y ella le acarició con tanta delicadeza la polla que no se pudo aguantar y la orinó. Sacó la polla un poco de manera instintiva y parte de la orina le mojó a la chica la cara.

Cuando se adecentaron, ella se cambió de ropa. En el trabajo tenía a veces ropa para cambiarse y en los baños había una pequeña ducha. Volvieron al despacho y al sentarse él la pidió perdón por los azotes, pero ella le respondió con un beso y él alegó que lo hizo porque había visto el anillo y para él tenía un significado que, aunque reflejaba el mismo sentimiento que a él le embargaba se había desatado porque ella le excitaba mucho.

Si sabes lo que significa estás en lo cierto. Te contaré la historia de ese anillo. Yo, toda mi vida he pasado los veranos en un pueblo en la costa. Allí, aparte de otras amistades, tengo una amiga con la que hemos salido todos esos veranos. Pero éste verano ha sido distinto. Ella, el invierno pasado, conoció una pareja que le introdujo en determinados ambientes. Cuando fui éste verano un día mi amiga me convenció para ir a una playa nudista. Allí hicimos top-less y luego vinieron dos parejas y dos chicos. Una de las parejas era la pareja amiga de mi amiga. Pasamos un día muy divertido, Jugamos al juego de la botella. Hubo besos entre todos, caricias etc. Cuando llegué a casa empecé a mandarle mensajes a mi amiga preguntándole si lo que habíamos hecho ella lo hacía habitualmente. Mi cabeza estaba bastante liada porque el besarle me había gustado y el que me tocaran todos también. Ella me respondió que solo me respondería si yo le decía si me había gustado y la dije que sí que me había excitado mucho.

Al de unos días me invitó a ir a la ciudad con la pareja de la playa y acepté. En el hotel compartíamos habitación y antes de salir de noche a divertirnos en la ducha follamos ella y yo y la verdad es que me gustó, pero sobre todo cuando ella llevaba la voz cantante y parecía que me Dominaba. Cuanta más dictadora se ponía más cachonda me ponía yo. Lo que no sabía era que no íbamos a ir a la discoteca o a un pub sino a un club BDSM. En él me enseñaron las instalaciones. El chico de la pareja era Amo y me azotó y alguna otra cosa que me encantaron. Vi que su chica llevaba un anillo como ese que hoy me has visto y me dijo de donde venía y todo lo que conllevaba. Luego, el resto del verano fue introduciéndome más y más. Pero lo que no sé es como lo has reconocido tú. -Preguntó ella.

Pues hace unos años veía fotos sobre estos temas y me excitaban, pero no sabía por qué, luego ví alguna película y me pasaba lo mismo. Entonces empecé a investigar si era la estética o el sentimiento lo que me excitaba y me di cuenta que era el sentimiento. Entonces vinieron los problemas porque las dudas eran si era sumiso o Dominante y he pasado por los dos roles, pero al final me di cuenta que el que más se acercaba a lo que sentía era el de sumiso. -respondió Aitor.

Pues vaya dos, no estamos compenetrados, pero bueno también hay parejas de sumisos. Jijiji. De todas formas, tengo muy claro que me encantas como me miras y sobre todo como me haces sentir. Físicamente estás muy bien, pero sobre todo por cómo me siento cuando estoy contigo. Me encantaría iniciar una relación contigo, pero tengo un problema y es que en la relación me gustaría dejar un hueco a mi sentimiento sumiso obedeciéndote a ti o viendo que no se puede a una tercera persona, aparte me gusta el mundo liberal. -dijo ella.

Tus acotaciones a lo de ser tu pareja me encantan y me parecen perfectas y podríamos ver un Amo o Ama para los dos -respondió él.

¿Amo también aceptarías?, eres bisexual? -preguntó Julia.

¿Sí, por qué lo preguntas? -arguyó Aitor.

¿Pues aparte de porque me excita porque mi amiga me ha ofrecido pasar el puente de agosto en un establecimiento rural que está cerca de aquí de unos amigos para que me presentasen unos Amos o Amas para iniciar mi adiestramiento, pero ahora contigo les diré que tú también necesitas quien te someta y que nos gustaría alguien para los dos juntos, te parece bien cielo? -dijo Julia.

Cielo? Jajaja. Que me llames así me gusta, estoy de acuerdo. El puente si ellos lo admiten allí estaremos -respondió Aitor acariciando el rostro de su nueva pareja.

En los siguientes días Julia hizo las gestiones necesarias y concretó la fecha en que debían presentarse. Las órdenes eran que solo debían llevar un neceser con lentes de contacto si necesitaban o alguna otra cosa imprescindible como medicación. Debían esperar en una parada de autobús donde serían recogidos y conducidos hasta el hostal donde pasarían el fin de semana. Pero les fue propuesto una alternativa en cuanto a tiempo y era pasar en lugar de un fin de semana, tres semanas con lo que debían pedir las vacaciones en el trabajo a la vez. Lo hicieron y tuvieron suerte ya que fueron aprobadas.

El día de la cita acudieron en un tren hasta la parada donde serían recogidos. Esperaron en la parada y vieron como un todoterreno paraba en la parada y se dirigía a Julia diciéndoles que montasen en la parte de atrás. Salieron de la ciudad y la chica que conducía aparcó entre los restos de una casa abandonada. Cuando se bajó del coche se dio dos besos con Julia y se alegraron de volver a verse. Julia le explicó a su chico que Ane era una de las chicas con las que había intimado en la fiesta en el local BDSM. Les ordenó que se desnudasen y metieran la ropa en unos sacos que había detrás. Los dos obedecieron.

Aitor pudo ver a Ane detenidamente, rubia, delgada, pero con unos pechos medianos y apetecibles, un culo muy bien puesto y unos muslos perfectamente torneados. Pero también pudo observar a Julia ya que completamente desnuda no la había visto nunca. Pechos no muy grandes pero el culo no había perdido la firmeza a pesar de la ausencia de tacones. Un sexo perfectamente recortado y unas piernas largas y también torneadas. Ane les pasó dos máscaras que debieron ponerse. Se subieron en la zona del maletero y Ane les colocó un trozo de cinta americana en la boca.

Se dieron cuenta que la chica conducía a través de una carretera de montaña. Al de lo que ellos creyeron una media hora paró el coche. Abrió el portón trasero y les hizo bajar ayudada por Alba. Cuando recuperaron la verticalidad les quitaron las máscaras. El sol dañaba sus ojos. Cuando se acostumbraron a la claridad les quitaron las mordazas de cinta americana y pudieron ver como a Ane se le había añadido otra chica que parecía Julia también conocía. A Aitor le fue presentada. Iba vestida solo con un tanga/bañador, por lo que dijo estaba en la piscina. Era bajita, con el pelo negro peinado en dos grandes cantidades de cabello negro ondulado. Pechos pequeños con dos pezones marrón oscuro.

Les colocaron unos collares con argolla a los que ataron unas cadenas. Por lo que vieron habían aparcado entre dos edificios y fueron conducidos a la parte inferior donde traspasaron una verja de hierro forjado y fueron conducidos por una zona de hierba hasta que pasaron otra puerta y les llevaron a una pequeña habitación donde ataron la cadena a la pared. Apagaron la luz, la temperatura era alta. La habitación estaba aislada para que si la temperatura en el exterior era alta comenzaran a sudar. De repente a Aitor le entraron ganas de orinar. Se lo comentó a Julia y antes que la chica pudiera responder se oyó una voz que le dijo abrázate a ella y orina y tú Julia cuando sientas ganas haz lo mismo sin siquiera abrir las piernas. Aitor obedeció y Julia sintió en sus muslos el tacto caliente de la orina de su chico. Luego al de otra hora sintió ganas y pasó lo mismo.

Ahora estaban sudados y llenos de orines. De repente, empezó a caer agua fría del techo y Alba y Ane entraron con dos mangueras con las que les mojaron y ducharon enteros. Cuando terminaron, hicieron lo mismo con agua templada, fría luego y por último caliente. Los pinchazos en todo el cuerpo eran enormes. Fueron obligados a mirar a la pared y les introdujeron en sus agujeros una especie de cánula y recibieron una gran cantidad de un viscoso fluido templado. Luego colocaron un tapón y esperaron para de uno en uno ser llevados a un pequeño habitáculo con un agujero en el suelo donde había un cubo con agua a un lado. Se acuclillaron y variaron por dentro. Esa operación fue repetida otra vez y con el agua del cubo limpiaron los agujeros.

Ahora ya listos fueron otra vez duchados y conducidos a otra habitación donde Alba les fue inspeccionando mm a mm y con Aitor mostró un gran descontento. Lo colocó en una camilla donde Ane lo depiló entero y rapó el pelo de la cabeza lo mismo que hizo con el de Julia. Julia estaba algo acojonada pero cada vez que la humillaban más más se excitaba y se sentía segura viendo la mirada de orgullo de su chico. Cuando estuvieron listos les condujeron por un pasillo hasta un montacargas donde les hicieron subir tapando sus ojos. Cuando el elevador paró fueron llevados a un despacho donde tuvieron que ponerse con las piernas ligeramente separadas y las manos en la nuca. Al de unos minutos la puerta se abrió y entraron un Amo y una Ama que se presentaron como Nuria y David. Ane y Alba que iban vestidas con falda y blusa abrieron sus blusas dejando sus pechos al descubierto y las faldas hasta dejar al descubierto su ano y su sexo y separar sus piernas como los nuevos sumisos. Nuria pellizcó el pezón de Alba y luego jugueteó con el vello púbico de Ane.

Ahora se plantaron delante de Julia y Aitor y los trataron como si fueran objetos. Eso en lugar de molestarles les excitó. Nuria cogió un guante de látex y se lo puso delante de ellos. El sonido del látex al adaptarse a sus dedos hizo que casi Julia emitiera un gemido. Nuria introdujo su enguantado dedo en la vagina de la chica y en los anos de los dos. David palpó la polla del chico, la descapulló y masturbó ligeramente para comprobarla.

Cuando terminaron hicieron un gesto a Ane para que la chica trajera la ropa que iban a usar en la calle o cuando estuvieran en el recinto en las zonas donde podía haber personas no relacionadas con ellos. Cuando estuvieron vestidos les dijo David.

Sería bueno que fuerais con Ane a llevar la comida a Manuel, así puede ir caminando y lo puede hacer en solo un viaje.

De acuerdo mi Amo -respondió Ane.

Julia y Aitor siguieron a Ane vestidos con la ropa que les habían dado. Cogieron de las cocinas la comida que había que llevar a Manuel. Fueron por un camino que rodeaba la montaña hasta una construcción antigua. Allí Ane pasó por la entrada y se dirigió a la cocina donde dejaron la comida y desde allí abrió una trampilla y descendieron por unas escaleras que llevaba a la herrería, la cual se abría por un gran portón que en invierno permanecía cerrado. No había nadie, el calor era casi insoportable. Al de unos segundos oyeron unos pasos y antes de poder reaccionar unas manos fuertes taparon la boca de Aitor y le condujeron hasta la mesa donde fue tumbado con el torso contra la mesa. Estando así inmovilizado notó como alguien bajaba sus pantalones de golpe, rompía sus bóxers y untaba algo viscoso entre sus cachetes para luego con ese mismo fluido acariciarse la polla, esto último no lo sintió evidentemente. Julia se había sobresaltado, pero al querer darse la vuelta se topó con Ane que la paró e introdujo su mano entre los muslos de Julia y comenzó a masturbarla.

Sin muchas contemplaciones Manuel desfloró a Aitor a la vez que lo follaba con fuerza y desbocadamente. Julia estaba recibiendo las caricias de Ane a la vez que se excitaba con las vistas de ver a Manuel embestir a Aitor. Manuel no aguantó mucho más y eyaculó sobre el chico. Luego Ane condujo a Julia donde el herrero y la hizo arrodillar para entre las dos mamársela y hacer que se pusiera dura de nuevo. Cuando estuvo así de nuevo Ane hizo que Julia se pusiera contra la mesa al lado de su chico. Julia con la mano acariciaba a su chico en la cara como queriendo decirle que no tuviera celos que no pasaba nada. Aitor no tenía celos, sino que se estaba excitando en el momento que Manuel poseyó a Julia la cual abrió la boca para gemir. No paraba de gemir mientras Ane con una mano enguantada masturbaba al sumiso a la vez que con el dedo estimulaba su próstata. Manuel folló unos minutos a Julia antes de enfrentarse al reto de sodomizarla. Le costó, pero no tuvo problemas en sodomizarla. La dio por culo hasta que ya no pudo más y eyaculó sobre la chica tumbándose sobre su espalda.

Con sus recias manos los inmovilizó sobre la mesa quedando completamente quietos entonces Ane tomó la palabra:

Traer la comida solo fue una excusa para que conocierais a vuestro Amo, como él también pertenece al mismo grupo que David y Nuria podréis ser usados por cualquiera del grupo lo mismo que lo soy yo ó Alba. Ahora Él os marcará.

Ellos se miraron aterrados incluso Julia se hizo pis encima. Habían aceptado eso, pero llegado el momento tuvieron miedo. Manuel delante de sus aterrados rostros cogió un hierro al fuego y lo acercó a sus suaves nalgas. Ellos sintieron el calor cuando acercó el hierro, incluso pensaron que algún pequeño vello se había quemado, y lo apretó en la madera entre los dos. Julia se orinó encima y a Aitor también se le escapó algún chorro. Luego Manuel los soltó tras haber azotado sus culos con una fusta de cuero hecha por si mismo.

Se vistieron y junto con Ane caminaron hasta el hotel donde en la piscina Alba estaba siendo empalada por Nuria y David bañándose. Ellos llegaron y bajaron sus pantalones para mostrar sus rojos culos producto del azote y mostraron el anillo muestra de su entrega.

Este es un relato imaginario, pero me encantaría leer vuestras opiniones.

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