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Saben que yo soy un esposo consentidor
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Los atraes con el olor a perra salida. Por eso no llevas bragas, abres las piernas e incluso le enseñas el coño. En público. Quieres que ellos huelan tus feromonas de perra salida y acudan a ti al saber que quieres ser follada. Aunque esta vez no lo has hecho para todos, para buscar amante, sino para indicarle al que ya tienes dónde estamos sentados. Te levantas la falda y enseñas el coño porque crees que así el olor de perra en celo le llegará antes. Te da igual que estemos en público y nos vean porque todos nuestros vecinos del barrio saben que eres una zorra.

Y también saben que yo soy un esposo consentidor que te ama tanto que te permite que folles con otros. Todos ellos me han visto mirar cómo te follan. Saben que te amo tanto que no te impido nada, que gozo al ver que tú gozas y que mi placer es ver que tú lo tienes. Por eso todos me respetan, jamás me insultan y se portan conmigo como muy buenos amigos. Después de todo les permito que se follen a la zorra de mi mujer.

Porque eres muy zorra, cariño. A veces estamos en un bar, algún macho te mira y te vas detrás de él a los aseos. Y cuando sales llevas la corrida en tu blusa, o en tu traje, sin que te importe que todos lo vean. Casi siempre vuelves al trabajo con la blusa manchada de semen del macho que te has follado. Y a veces son más de uno. Varios al mismo tiempo. Te gusta ser perra, ser follada, sentir pollas en tu coño. Y yo te amo tanto que te ayudo a ser feliz. Para mí es lo más importante. Que seas feliz, mi vida.

Porque tú nunca te ríes ni mi pequeño pene. Tú lo llamas pito, con cariño. Y a tus amantes les dices que tengo pilila y no polla. Eres un cielo, una excelente esposa y una buena mujer, que también me ama.

Y como soy un marido agradecido que sólo ansía verte feliz, le suelo chupar la polla al macho que te follas y le lamo los huevos para que se sienta más macho, más excitado y te folle mejor. Ya no sé qué hacer para que estés satisfecha. Cuando me casé contigo sabía que eras una mujer ardiente, muy perra y muy zorra. Me lo dijeron todos cuando nos hicimos novios, me dijeron que te habías follado a medio instituto y a todos los profesores, pero al saberlo te amé aún más si cabe. Soy feliz, muy feliz.

Te quiero, mi vida.

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