Mariela
Después de sentir mi primer orgasmo en tierras españolas, me di cuenta que mi vestido estaba arriba de mi cintura dejando ver completamente mis piernas y mi raja velluda…
Mi mano se posó sobre la verga de julio a través de sus jeans y sentí su tolete endurecerse más aún…
Desabrochar rápidamente sus pantalones para dejar libre al instrumento que planeaba complacer todos estos días… Lo acaricie sobre su calzón y lo sentí erecto…
No pude resistir y lo saqué de su lugar y lo vi por primera vez, erecto, listo, largo y deseoso de que lo mamara… Parecía que me miraba con ese ojo único y sin pensarlo, me agaché a mamar esa preciosidad con todo mi ser… Sabía que el chófer del taxi muy probablemente se daba cuenta de todo, otro no me importó, quería darle placer a Julio, hacer mucho me di cuenta que dar placer a los demás me hacía muy feliz y con mi español agitado aún más, quería que sintiera lo caliente que puede ser una mujer mexicana ofreciéndose a su macho español…
Lo mame con lujuria hasta que lo sentí empezar a gemir y sed vino en mí boca dándome una cantidad de semen caliente inusual en un hombre… Que buenos días me iba a pasar con el en Madrid!
Julio.
Mariela me proporciono una deliciosa bienvenida en nuestro encuentro. No sé cómo pude reprimir mis gemidos. Goce. Goce de verdad con su boca, con su lengua y sus manos. Más aun sabiendo que el taxista nos observaba. Que no perdía detalle de la situación. Nuestros ojos se encontraron en su espejo. Y eso no me importó. Es más, me produjo más morbo.
Al poco llegamos al hotel. Tenía un hall enorme, a toda la altura del edificio. Era majestuoso. Entramos con las maletas hasta recepción donde nos registramos y nos dirigimos al ascensor. Nuestra sorpresa fue grande cuando vimos que era panorámico de vidrio. Veíamos todo el hall del hotel. Pero eso no me distrajo de mis ganas por Mariela. Le di la vuelta y le pedí que apoyara las manos en la pared de vidrio del ascensor. Me arrime a ella por detrás rozando mi miembro con su culo mientras acariciaba sus pechos. Mire hacia abajo y vi como una mujer que estaba junto a su pareja le hacía que nos mirase. Mis ojos se cruzaron con los suyos haciéndome más osado aún.
-Nos miran Mariela. Fíjate
Ella también los vio. Sabía que eso le daría más morbo a la situación. Mi mano fue directa bajo su vestido. No sabía si desde abajo verían su coño, pero estaba muy excitado sabiendo que nos observaban. Metí mis dedos en la vagina húmeda de Mariela y ella lanzo un sonoro gemido
-Aaaahhh
Estaba muy mojada. Muy receptiva. Mis dedos follaban su mojado coñito haciendo que se removiera. Sé que le faltaba poco, así que empecé a acariciar su clítoris.
Ella gemía sin parar mientras yo miraba a la pareja que no perdía detalle de nuestro espectáculo particular.
Hasta que de repente se paró el ascensor interrumpiendo el placer de Mariela, se abrieron las puertas y nos vimos delante de una pareja de ancianos que se quedaron perplejos ante la estampa que les apareció de repente. Nos entró la risa. Mariela se arregló su vestido, cogimos las maletas y nos fuimos en busca de nuestra habitación.
Mariela
Entramos a la habitación entre risas y caricias, saqué mi celular y le marqué a mi esposo en una vídeo llamada, en cuanto contestó le di un panorama de la habitación y me detuve en mi macho español, al enfocarlo le dije a mi marido: míralo bien, porque me voy a dejar embarazar por él, quiero tener un hijo con él y tú lo vas a cuidar cómo si fuera nuestro…
Antes de que pudiera contestar colgué. Sabía que estaría loco de celos y ansioso por saber los detalles, pero no pensaba hablar con él más hasta mi regreso a México de ser posible llevando a mi hijo español en el vientre….
Dejé el teléfono en la mesa de noche y voltee a ver a Julio, caminando al centro de la habitación lo deje admirarme unos momentos y me desnude sensualmente para que pudiera ver a su hembra mexicana dispuesta a someterse a lo que me pidiera…
Caminando hacia el solo con mis zapatillas y moviendo las caderas le dije:
Aquí me tienes a tu completa disposición Julio, vengo desde México a que me hagas un hijo…
Esas palabras deben haber retumbando en la cabeza de él porque solo atinó a decirme:
Segura que quieres que te embarace?
Sí, pero no te preocupes, mi esposo y yo lo vamos a criar como si fuera nuestro, solo quiero que mi familia y amigos se den cuenta que es de alguien más… Alguien más que me metió la verga y se vino dentro de mi dejándome fecundada, y estoy segura a muchos hombres les va a calentar darse cuenta que deje a alguien más darme Su semen para procrear… En México las señoras calientes son muy populares y planeo sacarle buen partido a mi condición de milf…
Julio:
Verla así desnuda acercándose a mi y oír aquellas palabras me calentaron más aún.
– Pues entonces será cuestión de no desperdiciar ni una gota de mi leche y derramarla toda dentro de tu coñito.
La agarre de la cintura atrayéndola hacia mi para besarla. Fue un beso intenso y apasionado en el que nuestras lenguas jugaron entrelazándose dentro de su boca.
Mariela no perdió el tiempo e iba abriéndome la camisa y empezó a acariciar mi pecho palpándolo con ansia. Mis manos también tocaban todos los rincones de su piel. Amase sus pechos pellizcando sus pezones. Toqué sus generosas nalgas apretándolas y atrayéndola hacia mi cuerpo.
Según besaba su cuello ella me fue desabrochando mis pantalones hasta dejar al descubierto mi polla. La acarició suavemente. Sus manos la abarcaron de arriba abajo hasta llegar a mis huevos y sopesarlos a la vez que los acariciaba. Ya me tenía muy excitado. Me estiré en la cama a la vez que le dije:
– Quiero que me la chupes Mariela. Ven dame placer. Hazme gozar nena.
Y no hizo falta más. Se fue acercando a gatas por la cama hasta posar sus labios sobre mi verga. Le paso la lengua a lo largo del tallo. Varias veces. Para luego lamer, besar y chupar mis huevos. Fue subiendo despacio deslizando la punta de la lengua hasta llegar al glande. Ahí recogió una gota que asomaba de mi líquido preseminal para luego posar sus labios sobre mi glande rosado besándolo. Abrió sus labios y se la fue introduciendo. Muy despacio. Iba notando la humedad de su saliva y el calor de su boca, a la vez que su lengua jugaba conmigo.
-Me gusta Mariela. Mmm…
Así estuvo un rato deleitándose chupando solo mi glande. Ahí recogió una gota que asomaba de mi líquido preseminal para luego posar sus labios sobre mi glande rosado besándolo. Abrió sus labios y se la fue introduciendo. Muy despacio. Iba notando la humedad de su saliva y el calor de su boca, a la vez que su lengua jugaba conmigo.
-Me gusta Mariela. Mmm…
Asi estuvo un rato deleitándose chupando solo mi glande. Dándome muchísimo gusto hasta que de repente se la introdujo casi toda. Eso ya fue lo máximo.
-Aaaahhh – mis gemidos cada vez eran más altos.
Se retiró hacia atrás hasta casi sacársela toda de su caliente boca y volver a introducírsela toda de nuevo. Y así fue repitiéndolo una y otra vez volviéndome loco de gusto. Mis manos fueron a su cabeza acompañándola en sus movimientos. Me hacía disfrutar. Sabia como darme placer.
-Sigue Mariela. Me encanta como me la mamas. Mmm… Dios que gusto. ¡Siiii! Cuando este apunto te avisaré para que te retires y te prepares para que te la meta y me corra dentro de ti. Hemos de centrarnos en tu objetivo ja ja ja
Mariela
Estar desnuda frente a un macho siempre me ha calentado mucho, otro en esta ocasión me sentí más que caliente, pensé en mi esposo, en cómo daría lo que fuera para estar presente y ver cómo me dejaba embarazar por otro…
Pensé en mis otros dos machos, Balam y mi adorado Israel, estoy segura que al saberme embarazada me ofrecería aún más a sus amigos y dejaría que me cogieran como quisieran y yo planeaba complacerlo en todo.
El ver cómo mi vientre iría creciendo con el fruto de esta aventura me calentaba mucho, planeaba decirles a mis padres que el hijo era de otro que no era mi marido en alguna comida familiar para ver la cara que pondrían, saber que su hija dejo que la embarazada alguien más estando casada seguro sería un escándalo que planeaba disfrutar mucho.
El bebé saldría güerito si salía a su papá español y planeaba llevarlo a todos lados con mi marido para que quedara claro que no era de nosotros, de él, sino de otro hombre que me había hecho suya en mi viaje a España, me acerque a Julio y empecé a acariciarlo desnudándome y desnudando su magnífico cuerpo para placer mío, al empezar a mamarlo tuve una idea, me separé un momento de su verga y tome mi teléfono de la bolsa y le pedí me tomara fotos mamando su verga…
Después le pediría otras mientras me penetraba y finalmente unas de mí vagina velluda derramando su semen, al día siguiente enviaría algunas fotos del viaje intercalando algunas de esta sesión y las enviaría a mi familia y esposo, así como amigas y amigos del trabajo…
Seguí mamando con lujuria su pene y sentí como empezaba a ponerse más duro en señal de su orgasmo próximo…
Julio
Mariela me tenía ya al límite. Notaba que pronto me vendría mi corrida, así que le pedí que se pusiera en 4, quería follarla desde atrás. Así lo hizo y enseguida tuve su hermosos culo expuesto para mi. Agarre sus caderas, conduje mi polla a su mojado coño y se la fui metiendo. Era delicioso sentir su calor interno. Estaba súper empapada, muy receptiva. Mis movimientos se fueron acelerando. Buscaba solo mi placer. Empujaba fuerte para clavársela entera. Fui rudo. Insistí con mis movimientos pélvicos cada vez más intensos. Mis huevos chocaban contra ella con cada una de embestidas. La follaba con ansia. Solo quería conseguir correrme. Derramarme dentro de su caliente vagina. Como ella deseaba. Quería sentir el glorioso momento de disfrutar como se siente que mi semen salía de mis huevos y explotaba en varios chorros dentro de su coño mojado. Y al final lo sentí. Tensé mi cuerpo clavando mis dedos en ella y dándole toda mi leche
-Siii Mariela. Tómala toda. Mmm…
Mariela
Así de perrito sentía su verga entrar y salir con rapidez, Julio empezó a decirme obscenidades
Al sentir como lo apretaba con mi vagina cuando llegaba al fondo, nos movíamos con lujuria y empecé a gemir como una ninfómana
Al sentir mi orgasmo llegar de manera intensa: me vengooo!, grite moviéndome con tal fuerza que levantaba a Julio con mis caderas! El seguía diciéndome cosas calientes y me bombeaba con fuerza, seguí moviéndome y sentí su pene endurecerse aún más anunciando su inminente orgasmo…
Un nuevo orgasmo empezó a generarse en mi vagina al tiempo que Julio empezó a meterla de manera salvaje en mi raja velluda y empecé a gritar: sí así! Dámela duro, me vengooo
El me jalo hacia sus caderas durísimo con sus manos al empezar a derramarse dentro de mi vagina gritando mi nombre y ambos sentimos un orgasmo simultáneo delicioso…
Julio:
Acabar corriéndome dentro de ella fue un momento intenso y tremendamente excitante. Los dos acabamos gritando del placer alcanzado. Besé su espalda antes de salir de su interior y tumbarme a su lado y Mariela pego su cuerpo al mío recargando gran parte de su peso sobre mi. Necesitábamos calmar nuestras pulsaciones y recuperar el aliento, y aprovechó para ir acariciándome con suavidad y con calma. Fue un momento de pausa que me otorgó una breve tregua para recuperarme. Sus manos al poco tiempo llegaron a acariciar mis zonas más sensibles descubriendo pronto como estimularme.
Mariela era diestra en encontrar la forma de provocarme. Se le veía el destello de la lujuria en sus ojos. Me deseaba con pasión. Pero eso era un hecho recíproco. Yo también la deseaba. Las ganas de follarla de nuevo despertaban en lo más hondo de mi ser.
Mariela
Sentí su semen entrar en chisguetes calientes a lo profundo de mi raja… En ese momento experimente el segundo orgasmo provocado por este español caliente que me tenía cachonda desde que me subí al avión, sentí mi vagina llena de leche española y deseé con toda mi alma me preñara, le di mi teléfono y le pedí me tomara fotos así boca arriba con mi raja derramándose de su semen… Ya tenía unas de cuando entramos al hotel abrazados y desnudos parados junto al balcón a la vista de todos los que pasaran afuera… Unas más cuando me empezaba a penetrar de perrito y ahora unas más de mi raja llena de su leche, escogería 3 o 4 y las mandaría mañana intercaladas entre las demás fotos del viaje… Decidí enviarlas a mis amigos del trabajo, a mi esposo ya mi familia, -varios tíos y primos me deseaban y me lo habían hecho saber ya después de lo que pasó en casa de mis papás… En ese momento decidí enviárselas a mis papás también, quería que vieran a su hija entregarse a otro hombre confirmando lo que seguro ya les habían platicado: su hija era una caliente y muy puta, decidí incluir un vídeo pequeño del momento en que se vino Julio y yo gemía casi gritando: fecundame! Vente dentro de mi! Quiero regresar a México embarazada…!
Julio
Cuando Mariela paró de acariciarme me dijo
-¿Sabes? Me apetece darme una ducha
Se levantó lentamente para dirigirse al lavabo. Por un momento fui observando su cuerpo, especialmente su hermoso culo y la redondez de sus caderas. Mmm… Verla así con el movimiento de sus nalgas me enardecía. Me levante rápidamente y la perseguí hasta abrazarla por detrás y besarle el cuello. Mis manos fueron a sus pechos y los amasé. Pegue mi miembro contra sus nalgas. La fui empujando hasta situarla contra la pared y presionándola con mi cuerpo. Frotaba mi pene erecto contra su culo mientras mi mano buscaba acariciar su coño. En ese momento vi el espejo que colgaba de la pared frente al armario ropero. La conduje hasta dejarla frente a él.
-Apoya las manos en la pared.
Y ahí estábamos los dos frente al espejo viendo su cuerpo desnudo solo tapado por mis manos que la acariciaban desde atrás. Cruzamos nuestras miradas en la luna del espejo incitándonos de nuevo.
-¡Follame nene! – Me pidió Mariela
La situación me incitaba a seguirle el juego. Así que no lo dudé ni un instante. Cogí mi polla ya bien dura y la conduje a su mojada vagina. Fue fácil entrar de nuevo en ella. La humedad provocada por su excitación facilitaba mi entrada. Verla en primer plano en el espejo era mucho más morboso. A la vez que empezaba a moverme dentro de ella fui acariciando sus pezones provocando que enseguida se pusieran duros. Contemplarnos así en el espejo era una escena excitante. Ver a Mariela abrir la boca gimiendo al ritmo de mis embestidas desde atrás me excitaba más aún y la agarré de sus caderas para acelerar el ritmo de mis movimientos. Era una gozada follar con ella. Era caliente y provocadora. Me pedía más y más cada vez que clavaba mi polla en ella. Sus gemidos se convertían en jadeos cada vez más intensos. Me gustaba ver su cara de excitación y de vicio. Escuchar sus chillidos cada vez más altos.
Estaba disfrutando.
Mariela
Me sentí llena, plena, Julio me estaba cogiendo con mucho placer y lujuria, cuando nuestras miradas se encontraron no pude más que sonreírle moviendo mis caderas en señal de aprobación a su verga que me abría la raja con fuerza, seguimos así un rato y encontrando su mirada de nuevo le dije: Dámela en el ano!
Caminamos abrazados hasta la orilla de la cama y me puse en cuatro…
Se paró detrás mío y de un solo movimiento la metió hasta el tope, gimiendo como loca le decía: sí, sí… Dámela Julio!, cogermeee!
Seguimos cogiendo un buen rato así, duro, salvajemente, cómo dos personas que les va la vida en eso, cuando empezó a gemir más en señal de su orgasmo próximo la saco y volteando mis piernas y cadera como muñeca me acomodo boca arriba…
Entendí su intención, abrí mis piernas en señal de total ofrecimiento y le dije: hazme un hijo que sea igual de guapo y caliente como tú…!
Entro a mi raja de una sola estocada hasta el fondo y lo abrace con mis piernas en su cintura en desesperación al empezar a sentir y orgasmo diferente, un orgasmo de una mujer que se sabe plena en su papel de ser usada y cogida para el placer de su macho…
Ahora lo entendía, quería ser madre para mostrarle al mundo que era capaz de satisfacer a mi macho… Solo que no era mi esposo, me decidí en el momento de sentir el semen de julio llenarme la vagina a tener 3 hijos de padres diferentes, de Julio, güerito, de Tony, negrito y de Balam, sería feliz llegando a su escuela viendo la cara de los papás de sus compañeros al darse cuenta de la clase de hembra caliente que soy..
Julio
Sentir como entraba mi polla en el culo de Mariela me excitaba. Su proposición solo de escucharla me calentó más aún. No lo dudé ni un instante. Ver su culo expuesto en el borde de la cama era sensacional. Una imagen que recordaré siempre. Abría sus nalgas ofreciéndose. Animándome a que la penetrara. Me pedía que la empalara con mi verga. Eso me alentaba, me calentaba. Mientras follaba su culo disfrutaba. Chillábamos los dos. Jadeábamos casi al unísono. Nos provocábamos con palabras calientes y soeces. Empujaba mis caderas cada vez de forma más intensa. Me clavaba en ella con toda mi fuerza clavando mis dedos en la carne de sus caderas. La deseaba así totalmente expuesta para mí. Buscaba ahora solo mi propio placer intentando profundizar todo lo que podía con mi polla hasta el fondo de su culo golpeando con mis huevos en su mojado coño.
Hasta que sentí la primera sensación que anunciaba mis ganas de eyacular y la voltee para follar su coño y derramarme dentro de ella, para dejarle todo mi semen en su interior. Se la metí de golpe solo con la intención de llegar a mi orgasmo. Notaba la presión de sus piernas alrededor de mi cuerpo. Después de varios empujones de mis caderas grité su nombre descargando toda mi leche en su caliente vagina.
Fue una explosión de placer suprema.
Quedamos unos instantes asi abrazados besándonos con intensidad. Recuperando el aliento. Sintiendo los latidos de nuestros corazones acelerados por la intensidad del momento y me dejé caer a su lado para descansar un rato.
No se los minutos que pasaron. Cuando abrí los ojos Mariela no estaba a mi lado. Me incorporé y me dirigí al lavabo encontrándomela allí, en medio de un mar de espuma en la bañera de la que solo sobresalía su cabeza.
Le pedí que me dejara espacio detrás de ella y me metí en la bañera. El contacto con el agua caliente me relajó. Fue como un bálsamo. Eso y sentir su cuerpo recostarse sobre mi pecho fue una delicia.
Mariela
Me sentí feliz, este hombre era una máquina sexual y me satisfacía plenamente, pensé en invitarlo a México a pasar unas vacaciones, la cara que pondría mi esposo cuando le dijera!
Pero sinceramente hoy día entendía que había nacido para dar y recibir placer, era un hecho que me encantaba la verga y no perdía oportunidad de ofrecerme a quien me gustara, mi vida sexual era un sinfín de encuentros placenteros y algo que me calentaba mucho era el hecho de ser casada, cuando los hombres de enteraban de eso se ponían más calientes conmigo y no perdían oportunidad de llevarme a la cama, la verdad yo era muy feliz así y mi marido entendía que mi cuerpo era de todos, mi corazón era de él, pero el placer lo compartía con todos los que me desearan…
Regresé a México con ganas de volver a embarazarme, de embarazarme frente a mi esposo, que viera a su mujer ser penetrada y fecundada enfrente de él…