Mientras nos encontrábamos desnudos en mi cama, yo besaba su pies pero al mismo tiempo me preguntaba ¿Por qué estamos aquí?, ¿Por qué no puedo dejarla?, y es que no era como que no tuviera más opciones sexuales, pero ya me había vuelto adicto a sus jugosos encantos.
Elizabeth tal vez pasaba por lo mismo ya que de ser todo prohibido y pasional, parecía ya algo formal y como no iba a serlo, prácticamente todos los fines de semana estábamos encamados, yo no veía a mi esposa y ella ya no se acordaba de su pareja, éramos amantes!
Mi lengua recorría sus piernas, al llegar a sus ingles un pequeño gemido salía de ella, uhm! pero que delicia era besar sus ingles, poco a poco llegaba a su vagina, húmeda y lista para ser devorada por mí, la abría con suavidad y lamia sus labios mi lengua en forma de taco entraba suavemente hasta juguetear con su clítoris, mis manos acariciaban su abdomen y subían hasta apretar sus pezones duritos
-Luis! que rico! mmm!
-Me encantas Eli!
La puse pecho tierra y comencé a besarle su espalda mientras mis dedos jugaban su clítoris, mordía su cuello con suavidad, mi lengua saboreaba su espalda mientras mi mano húmeda por su excitación, entraba y salía de ella.
-Luis penétrame ya!
-corazón la deseas ya?
-Si! dámela!
La acomode en posición fetal o cucharita, comencé a penetrarla suavemente, ella mordía mi mano mientras yo apretando su nalga, comenzaba a moverme, ella también se movía, movía la cintura mientras mis manos apretaban sus pechos, dios! estaba loco por su cuerpo, su hermoso y apetecible cuerpo!, le levante la pierna y dejarse ir más a fondo.
-Uhm! Luis así así!
-Eli que rico coges amor!
-Tu también coges delicioso bebe, me vuelves loca!
Sin sacársela ella se puso a cabalgar invertidamente, yo acariciaba sus piernas y su espalda mientras veía como sus nalgas se movían en mi pelvis, ella cabalgaba de forma exquisita, me tomaba de la mano para agarrar más fuerza y moverse más y más, yo gozaba acariciándole el clítoris mientras ella gemía como yegua en brama.
-Ahh! Amor que duro estas!
-Muévete! así que rico!
La excitación estaba a tope sus movimientos cargaron mis bolas y comenzamos juntos a chorrearnos, mi leche llenaba su concha que escurría de placer.
-Ahhhh! que rico papi!
-Nena uff!
Ella me acostó en la cama y me empezó a hacer un oral, me limpiaba desde mis testículos hasta la punta de mi verga, yo acariciaba su cabeza y tomaba fotos del momento, ella un poco negada por las fotos mordía con suavidad mi verga lo cual la hacía ponerse dura nuevamente!
-No! fotos no!
-Pero porque, son solo para mí
-Es que si las pierdes, no quiero que él las vea
-Jaja se las enseñaría yo, para que vea como se te debe de tratar jaja
-Así! y si tu mujer se entera!
-No importa!
Mi verga se endureció conforme la charla avanzo y con fuerza la puse en cuatro mientras seguía fotografiando el momento, se lo empecé a introducir nuevamente, ella gemía y me pedía que no le tomara fotos pero el placer de tenerme dentro de ella, poco a poco la hizo ceder, pase de las fotos a tomar video, mi tranca la penetraba casi entera ella gemía y babeaba del placer, yo me movía más y más duro sin dejar de grabar el momento.
-Uff así! amor me matas!
-Si nena gózala! y mira la cámara
-Agh! n…no me grabes! Luis! agh!
-Que? no quieres verte como gime, como gozas eh? no quieres que vea como te hago mi perra como él no puede!
-Agh! no digas eso! ahg solo cógeme!
-Como digas mi perra!
Se la saque y la empine lo más que pude y con una gran violencia le penetre su anito, uff, era estrecho incluso me lastimo mi verga, pero eso no impediría que ella fuera empalada por mí y quedara registrado en video.
-Aghh me duele! Luis! agh!
-Eso mi amor, grita aúlla como loba! eres mi loba!
-Ah! si! ah! duro!
-La quieres dura mi perra! así! eh tómala, tómala toda mi perra!
-Dios! me duele pero me gusta!
-Si que rico! mira la cámara! y repite lo que dijiste
-Agh! me duele pero no me la saques papi! empalame toda!
Eso me excito demasiado, comencé a embestirla salvajemente de hecho deje la cámara a un costado y con mis dos manos apretaba sus caderas, le daba de nalgadas le jalaba el cabello, ella movía sus caderas y gemía, sentía como estaba escurriendo, sabía que ella ya estaba en otro orgasmo, dios! me estaba volviendo adicto a su sexo, eso no era bueno, pero no me importaba al sentir como se orgasmeaba de placer.
-Ah! amor! me vine! que rico!
-Si nena! tómala! toma mi verga!
-Agh si lléname mi ano por favor!
-Si perra te doy tu leche!
-Dame leche! dámela!
-Toma! uff! mi amor! uff!
Comencé a chorrear como manguera, ella gritaba y gemía mientras su ano estaba lleno de mi, yo me quede pegado a ella como perro, descargando mi semen en su estrecho y delicioso ano.
-Ah! nena! que rico culo!
-AH! Que cliente! mm! papi dame leche!
-Ah! tómala! es tuya nena!
Ambos nos quedamos inmóviles y pegados como perros, el orgasmo fue maravilloso, no importaba en ese momento que mi esposa podría llegar en cualquier momento, nos recostamos un rato, unos minutos después ella comenzó a vestirse, no quería encontrase con mi esposa y su hombre ya la estaba llamando, nos despedimos con un pasional beso, y mi cabeza asegura pensando en si esto era amor o era obsesión.